Partida Rol por web

A bordo del Quinjet, viajásteis a gran velocidad, cruzando todo New Jersey, hasta alcanzar Virginia. Habían pasado ya varias horas y en todo ese tiempo, ya sabíais que no había respuesta del pentágono y que el ejército de EEUU había entrado en alerta, con su centro neurálgico tomado.

- El pentágono sigue emitiendo alertas de intrusión informática. - Comentaba JARVIS. - El ejército ha intentado entrar, pero esferas anaranjadas impiden el acceso. En la zona central llevó a avistarse una nave no identificada de superficie reflectante, como la que ustedes capturaron recientemente. El presidente les ha dado permiso para que tomen cualquier curso de acción que consideren oportuno.

Estábais a quince minutos de llegar cuando JARVIS volvió a hablar.

- Seis armaduras Warmachine han atacado y las esferas anaranjadas han respondido al ataque. Las armaduras han sido eliminadas tras provocar varias explosiones.

Parecía que vuestras ex-enemigas habían cumplido los últimos designios de su señor, fuera quien fuera.

Chicos, parece que esas armaduras de antes han intentado enfrentarse a esas esferas extrañas. Parece que no será fácil entrar y no veo aproximarnos mas con el quinjet. Por tierra quizas tengamos mas oportunidades.

Digo prestando atención al entorno y estudiando cual podría ser un buen movimiento. Factible el hacerme pequeño y entrar, pero tambien peligroso sin saber quien podría estar en su interior.

El vuelo le había servido para relajar un poco la rodilla y ahora le dolía menos. Pero algo le decía a Clint que no tardaría mucho en recibir nuevos moratones.

Imagino que esas esferas son como las que vimos en el centro comercial. Lo cual quiere decir que son peligrosas. Pero si las armaduras han logrado explotar algunas, quizás hayan limitado su radio de contención y pueda haber algún hueco por el que colarse. Por lo menos algunos.

Ojo de Halcón trasteó con los sensores del Quinjet por si podía localizar a las esferas. Si en verdad había una posible fisura en el perímetro que habían creado Natasha podría entrar facilmente, y el pequeñín también.

O si no siempre podemos hacer que vengan a por nosotros y hacerlas explotar, preferiblemente sin que lo hagan en nuestra cara.

Trataba de dar alguna idea, pero esperaba las ordenes del Capi.

ETA a menos de quince minitos Capitán.

Yo ya había podido comprobar que todos mis años de entrenamiento no habían sido capaces de hacer nada contra una sola de aquellas bolas naranjas, pues en cuanto me había movido habían sabido que estaba allí y si no llego a estar con Wanda, no quería ni haberme imaginado lo que podría haber sido aquello.

Quizás ahora que teníamos al hombre hormiga podría colarse así como si nada.

Definitivamente, si ya no podía hacer ni mi trabajo habitual lo de las vacaciones comenzaba a ser una idea que cobraba mucha fuerza dentro de mi cabeza.

- Tienen muy mala leche ¿eh? - Quise recordarle a Clint cuando dijo aquello de explotar a las "pelotas" naranjas.

De todas maneras, como siempre, sería Rogers quien tuviera la última palabra por lo que el capitán tenía los próximos quince minutos que quedaban de camino para que trazara algún plan útil. Para algo era el jefe ¿no?

Durante el viaje permanezco sentado sin expresión alguna mientras analizo los datos que va recibiendo JARVIS y los cotejo con los de nuestro combate con las esferas naranjas y con las armaduras warmachine

-las armaduras naranjas y por tanto los fanáticos con teleportadores deben trabajar para la presencia. Un ataque de distracción mientras un pequeño grupo se infiltra sería lo mas lógico, y ha de estar preparado para enfrentarse a la presencia o a sus agentes-

Las máquinas habían retrocedido y recibían un nuevo aviso que anunciaba que las cosas no iban a mejor, pero raramente solía estar bien el panorama cuando ellos tenían que actuar. En este caso se enfrentaban a un peligro en el mismísimo pentágono. La de problemas que podemos encontrar ahí dentro- pensó la bruja mientras estaba sentada en el asiento que ahora reconocía como suyo.

Las noticias no eran para nada buenas: una posible invasión informática, esferas peligrosas, una nave enemiga… todo parecía indicar que lo ocurrido antes era una distracción para poder actuar en el verdadero objetivo.

Wanda escuchó los planes de sus compañeros y la recapitulación de los eventos acontecidos hasta la fecha. Bufó mientras se echaba el cabello hacia atrás.  Esas bolas erran asquerrosas, Capitán. Dividirrnos en dos grrupos siemprre es más peligrroso, pero quizá sea lo indicado ahorra. 

El Capitán América observaba la situación desde la cabina del Quinjet, su mano descansaba en la barbilla, él se mantenía pensativo. Esos enemigos tenían muchos efectivos y un plan de ataque muy estudiado. Por el momento ellos no estaban más que actuando como equipo de respuesta en vez de como equipo de contención, como a él le gustaría. Evaluando lo que allí estaba sucediendo y escuchando las palabras de sus compañeros determinó el plan de acción que debían seguir para sofocar aquella situación.

- Stark, Visión con el apoyo de Barton y el Quinjet intentaréis acabar con las esferas anaranjadas, mientras Maximoff, Romanov, Lang y yo entramos a pie al Pentágono e intentamos controlar la situación desde el interior. Id contándonos lo que ocurre fuera por los comunicadores. -

Señaló una zona cercana al Pentágono y dijo - Déjanos por allí Clint, luego vosotros sobrevolad la zona. - Al acabar de decir aquello dijo - Lang, en cuanto bajemos convendría que te encogieras, prefiero que no sepan que vienes con nosotros, así podremos jugar con un pequeño punto de factor sorpresa. -

Cuando Clint bajó el Quinjet pudísteis tomar pie en tierra. Era algo de agradecer, pues la nave podía convertirse en una trampa mortal para algunos de vosotros, que no teníais el don del vuelo.

El pentágono quedaba lejos, de modo que vuestra mejor opción ahora era correr hacia él. Usar un vehículo podía ser demasiado llamativo.

Un poco después, el Quinjet voló en dirección del edificio, pero todos pudísteis ver que habían varios de esos puntitos anaranjados. Al menos habrían nueve y esas cosas eran peligrosas. Todavía teníais la opción de hablar a través de los comunicadores, aunque ellos ya estarían viendo aquello mismo.

Cuando Clint bajó el Quinjet, los demás pudieron tomar pie en tierra. Era algo de agradecer, pues la nave podía convertirse en una trampa mortal para la mayoría, que no tenían el don del vuelo. Ahora, la responsabilidad de manejarse con el aparato era de Ojo de Halcón.

El pentágono quedaba lejos, de modo que había que dar algo de tiempo al resto para que fueran acercándose.

Unos minutos después, emprendísteis de nuevo el acercamiento. Al tener contacto visual, se podían atisbar varios pequeños puntos anaranjados. Contásteis nueve de ellos y sabíais que esas pequeñas cosas eran peligrosas.

El Quinjet recibió una comunicación en ese momento.

- Estamos detectando su intento de intrusión. Será penoso para su nación perder este centro de control. Les advertimos de que contamos con una bomba atómica y moriremos detonándola si es necesario, si nos ponen contra las cuerdas. Den media vuelta, ahora.

Clint reconoció que la voz tenía un cierto acento árabe.

Las esferas comenzaron a agruparse, preparándose para recibiros. No teníais muchas opciones con una carga frontal.

De acuerdo con las ordenes del Capi, acepto gustosamente acompañarles. El juego aéreo no era lo mío, y me sentía mas a gusto en tierra. Me encogí y me monté en Herby de nuevo revoloteando entre el grupo mientras nos dirigimos por tierra hacia el pentágono.

A la orden Capi, me siento mas  gusto encogido. Le digo mientras monto en mi fiel hormiga.

La batalla se tornaría dura sin duda. Mis convicciones de héroe, si hacía o no lo correcto, cada poco los iba dejando de lado. Todavía me iba preguntando cosas, pero ahora tenía unos objetivos claros y sabía que era pelear al lado de estos grandes héroes.

Eché una mirada a Clint y asentí con la cabeza, queriéndole decir que tuviera cuidado, sobretodo, ahora que había recuperado a su familia. Tampoco necesitaba ningún gesto más para comprender lo que quería decir.

Por lo demás, no había nada que decir, sino que me acerqué a Wanda y me encogí de hombros.

- Bueno, nos vamos de excursión...

Sí, lo mío era decir chorradas, pero es que era o quedarme en silencio y sin decir nada todo el rato o soltar alguna y prepararme para lo que pudiera venir.

Tendríamos que esperar a que empezara la distracción de las "bolas naranjas" para luego tratar de entrar al edificio.

- Steve - pregunté quise llamar la atención del capitán. - ¿Alguna idea de como entrar? - Estaba claro que aquello debía ser uno de los edificios más seguros del planeta. No había tenido que entrar nunca, creo que se hubiera considerado un delito con el que, como poco, me hubieran exiliado o hecho desaparecer, pero nunca era tarde para probar cosas nuevas ¿no?

Clint trataba de pilotar el Quinjet de manera casual, dando tiempo al grupo de tierra para que llegara. Cuando escucharon la advertencia, advertencia nada agradable de escuchar. Por no decir alarmante.

Visión. Tony. ¿Los escaners del Quinjet pueden detectar la radiación de la bomba?. Si es así, al menos podríamos localizarla para tratar de desactivarla.

Capitán. Tiene que escuchar esto, nos han detectado y nos ordenan retroceder. Le repito la transmisión.

- Estamos detectando su intento de intrusión. Será penoso para su nación perder este centro de control. Les advertimos de que contamos con una bomba atómica y moriremos detonándola si es necesario, si nos ponen contra las cuerdas. Den media vuelta, ahora.

No sé si será verdad lo de la bomba, lo de que están dispuestos a volarse ellos mismos no tengo ninguna duda. Estamos tratando de confirmarlo. Pero de todas formas si nuestro misterioso amigo tenía razón, la Presencia era radiactiva o algo así.
¿Damos la vuelta?

Nuestra aproximación es detectada rapidamente, como era previsible, sin embargo su respuesta resulta mucho mas radical de lo esperado. A sugerencia de ojo de Halcon intento localizar con los sensores del quinjet una señal radioactiva propia de un artefacto nuclear

-creo que deberiamos retirarnos y esperar que el equipo de infiltración pase inadvertido. Si he entendido bien como funcionan los poderes del hombre hormiga, aparte del control de tamaño, podría enviar hormigas a buscar la bomba, no serían detectadas y podrán llegar a casi cualquier parte de las instalaciones. No se es la capacidad de una hormiga para identificar un artefacto nuclear, pero con localizar el punto mas defendido debería ser suficiente-

Es mucha responsabilidad para un recien llegado, pero estas son unas circunstancias extremas y su actuación y la de la avispa hasta el momento indican un cierto grado de fiabilidad

Nada más pisar el suelo, el Capitán echó a correr junto con el grupo de Vengadores que había designado con él. El objetivo era el Pentágono y tenían que actuar con rapidez, como siempre. Al poco de empezar su camino hacia el edificio más importante de los Estados Unidos, Steve escuchó la pregunta de Natasha sobre la situación y el plan de acción a seguir.

- Mi plan sobre como entrar era dejar a la espía de élite que tenemos en el grupo, que nos de una idea de como hacerlo con sigilo. - Tenía un par de ideas sobre posibilidades de como entrar despertando el menor ruido posible, pero sin duda Natasha tenía mayor formación y habilidad en ese campo, por lo que la primera idea era delegar en ella.

Justo en ese momento escuchó a Clint desde el Quinjet con la transmisión que les habían pasado. Steve estuvo cercano a musitar una palabra malsonante, pero se contuvo.

- Barton, Visión, Stark, retiraros un poco manteneros en una posición prudente, para que sepan que estáis pero no tanto como para ir a por ellos. Intenta ganar tiempo y distraerles, habla con ellos y finge una negociación si es posible, nosotros actuaremos rápido. -

Justo en ese momento escuchó a Clint desde el Quinjet con la transmisión que les habían pasado. Steve estuvo cercano a musitar una palabra malsonante, pero se contuvo.

- Barton, Visión, Stark, retiraros un poco manteneros en una posición prudente, para que sepan que estáis pero no tanto como para ir a por ellos. Intenta ganar tiempo y distraerles, habla con ellos y finge una negociación si es posible, nosotros actuaremos rápido. -

Dijo desde su comunicador para que todos sus compañeros estuvieran al tanto de todo.

A la espera de tener más claro el plan, Ojo de Halcón viró hacia la derecha, trayectoria seguida por sus dos aliados, Visión y Iron Man. De esa forma, evitó el acercamiento frontal.

- El Quinjet no dispone de unos sensores tan potentes, señor.

Informó JARVIS a Clint acerca de su propuesta de detectar radiación. Realmente a esa distancia poco se podía hacer. El pentágono seguía estando lejos y controlado por los enemigos. Una comunicación llegó entonces.

- Vengadores. ¿Pueden oírme? Les habla el General Ross. Hemos detectado su llegada. Créanme que me alegro de que hayan venido. La seguridad nacional está en grave peligro, los sistemas del pentágono están siendo invadidos y pueden estar robándonos información vital. Estamos acercando nuestros efectivos para tratar de recuperar las instalaciones. Debo preguntarles, ¿conocen la naturaleza de nuestros oponentes?

Seguíais con vuestra aproximación por tierra, a la velocidad que os permitían vuestras piernas, cuando escuchásteis la comunicación del general Ross.

El Pentágono aún estaba lejos, pero vuestro grupo permanecía, previsiblemente, sin detectar. Avanzásteis sin esperar a saber el resultado de la conversación. 

Mientras se iniciaba aquella conversación con el general Ross, pudísteis ver un detalle que os llamó la atención, y era una pared derruída en el edificio del pentágono que teníais justo enfrente, de la que emanaba humo. Algo se había estrellado contra una ventana y abierto un boquete. También habían algunas ventanas abiertas por las que se podría entrar.

Chicos, parece que alli hay una abertura. Sale humo de esa pared. Digo mientras revoloteo por el intercomunicador entre ellos. Me adelante un poco revoloteando haciendo incapie hacia el punto la pared derruida.

Algo sin duda habia destrozado ese muro y parecio ser algo derribado. Sin duda era nuestra entrada.

Asentí a las palabras de Rogers cuando dijo aquello de que era yo quien tendría que buscar la entrada a aquel lugar. Eché un vistazo y en seguida vi lo más sencillo. Usar lo mismo que ellos habían usado para entrar, pues el boquete que había en una pared no pasaba desapercibido.

Iba a abrir la boca cuando el nuevo se me adelantó así que sólo pude guardar silencio y encogerme de hombros.

En fin, no le íbamos a dar más vueltas a estas alturas. La cosa corría prisa.

Sin añadir absolutamente nada a las palabras del hombre hormiga, varié mi rumbo y comencé a correr hacia aquel lugar. Eso sí, yo pensaba asomarme así sin más no hubieran dejado a alguien ahí vigilando y nos volara una bala a la cabeza.