Partida Rol por web

Ashley abre la boca para replicar que ella lo que quería era helado de selva negra, no tarta, pero dado que le mencionaba que sería de selva negra y ella literalmente se derretía por ambas cosas, pues ya cerró la boca y asintió, aunque se preguntaba qué diría él si ella opta por comer ambas cosas. ¿Diría que es una glotona? Daba igual, lo era, con esas cosas lo era y no tenía pudor en admitirlo.

-¡Siempre lista! -le responde con ese gesto que hacen los niños exploradores y eso que nunca fue una de ellos pero le parece gracioso.

Se toma del brazo de Alex, sonriente y empieza a caminar.

-Espera, espera... mmm... voy a llevarme el jersey por si acaso -va y lo toma, mira la cartera y tuerce la boca- ¿Qué dices? ¿La llevo o no? -pregunta refiriéndose a la cartera.

Alex enarca una ceja y responde:

- ¿Para qué? Con que llevemos una tenemos suficiente -dice palpando la suya en el bolsillo trasero de su pantalón- En cuanto al jersey, será mejor que lo lleves. La brisa marina es traicionera -añade mientras toma su cazadora.

Agarra también una cadena para el perro, que se guarda en uno de los bolsillos de la chaqueta y da un suave silbido. Tequila acude enseguida y se sienta junto a la puerta, esperando. Alex se vuelve hacia Ashley y, antes de salir, le planta un cariñoso beso en los labios...

Ashley no puede más que sonreír y responder al beso que Alex le da. Sí, definitivamente todo se está tornando cada vez más familiar y le agrada.

Salen de la casa y ella, mientras espera que él cierre bien la puerta, juguetea con Tequila. Cuando Alex llega junto a ellas, Ashley, con la misma naturalidad que él antes la abrazara y posteriormente la besara, le coge la mano y entrelaza los dedos de ambos.

-Bueno, tú guías.

Alex, tomado de la mano por Ashley, emprende la marcha a una velocidad digna de un crucero. A pesar de que sus zancadas sean largas, lo hace lo suficientemente despacio para poder disfrutar de la noche.

La conduce por una pasarela de madera hasta llegar a la arena de la playa, donde gira a la derecha y comienza un paseo de arena prensada y flanqueada por hileras de palmeras a los lados.

- Tío Tolman está casi al final -le indica a su compañera- Creo que es su esposa quien hace los postres. Son caseros. Aunque no es helado, como querías. Pero bueno. Ya encontraré la manera de compensártelo -sonríe pícaro.

La brisa trae el fresco aroma del mar. La luna ilumina tanto el sendero, que casi no hacen falta las farolas. Tequila camina junto a la pareja con tranquilidad, aunque su instinto la obliga a permanecer alerta.

- Oye, ahora que esto es formal, debería saber más cosas de ti. No sé... Tu cumpleaños, por ejemplo, o tu color favorito... -de cada tres pasos, dos los da mirandola a ella.

Las últimas palabras de Alex hicieron que Ashley se tensara por completo.

-¿Saber más cosas de mí? -la voz de Ashley adquirió un tono opaco, el mismo que sus ojos, como si ambos hubiesen perdido brillo y vida.

Respiró profundo y acarició a Tequila que caminaba ahora a su lado, consciente de que los ojos de Alex estaban puestos sobre ella.

-Nací el 23 de Mayo de 1985, mi color favorito es el rojo, seguido del negro... Tengo una hermana, Carol, ella es 4 años mayor que yo a la que casi no veo. Mi madre murió cuando yo tenía 5 años y mi padre... bueno, supongo que él también murió.

Ashley desvió la vista hacia el mar, no le gustaba hablar de su vida, nunca lo hacía, con nadie, ni siquiera con Mark lo habló alguna vez, pero sentía que Alex se merecía saber.

-Cuando mamá murió, Carol y yo quedamos al cuidado de unos tíos y con ellos viví hasta que me vine a la isla -se encogió de hombros-, creo que no hay nada más que contar -ya lo mira y sonríe-... así que te toca, cuéntame de tí.

Alex escucha atentamente la historia de Ashley y una punzada en su interior le dice que no debería haber preguntado. Sin embargo, permanece callado mientras ella termina.

- Oye... Lo siento. No sabía lo de tus padres... -dice algo afligido- No debería haber dicho nada... -queda un rato en silencio y se vuelve hacia Ashley, sin dejar de caminar- Pues yo nací hace casi veinticinco años, en España. Bueno, en un archipiélago un poco más al sur, en Canarias. Mi padre es un hombre de negocios y siempre estaba viajando de un lado para otro. Así conoció a mi madre. Ella es estadounidense. Su vida transcurría entre un país y otro, hasta que nací yo... -por su mente comienzan a pasar numerosos recuerdos de su infancia, pero retoma la conversación tras unos segundos- Decidieron establecerse en España, para poder tener una formación adecuada y no estar saltando de un colegio a otro y todo eso... -explica moviendo la mano como ilustrando sus palabras- Crecí y me puse a estudiar gráfica publicitaria, para después dedicarme a la fotografía en sí. Luego, conseguí una plaza en la universidad de Tajada para los dos últimos años de carrera. Cuando terminé, ya estaba haciendo prácticas en el periódico local. Unos meses más tarde, me entrevisté con un tipo que decía trabajar para una revista erótica y unos años más tarde, soy yo el que hace las entrevistas... -un pensamiento y una mirada traviesa surcan su semblante durante una fracción de segundo- Aunque tú has tenido más suerte. ¡Tu entrevistador era más guapo que el mío! -bromea con una sonrisa traviesa...

Responde a las disculpas de Alex con un "No pasa nada", y es que en verdad no pasaba nada, él no tenía forma de saber las cosas que ella pudo o no haber vivido, el único modo era que ella se lo contara y así fue.

Siguen caminando, Ashley sonríe ante la efusividad de Alex, pero más que por eso, sonríe porque él en cierto modo le transmite esa alegría y su vez la hace desear poder tener recuerdos como los suyos. Pero no los tiene y eso no hay forma de cambiarlo.

De pronto Alex bromea con lo de la entrevista y lo guapo del entrevistador... no puede más que reír, lo hace con ganas, porque la broma le ha causado gracia.

-¿Ya ves Tequila? -mira a la perra y le habla- Aquí el señor dice que tuve suerte cuando el de la suerte ha sido él.

- ¡Ahí tienes razón! ¡Mi entrevistada es mucho más guapa que el suyo! -continúa el hilo de la broma- ¡Jajaja!

Alex ríe de buena gana y continúan las chanzas hasta casi el final del camino.

Los olores de comida y frutas se mezclan con la brisa marina. La pareja dobla un recodo y parpadean un par de veces, deslumbrados por las luces del local. Tequila se acerca trotando y saluda con unos ladridos cortos, sobresaltando a algunos de los presentes...

- ¡Demonio de perro! -se oye maldecir- ¡Alex, muchacho! ¡Jajaja! ¡Pasa hombre no te quedes ahí parado! -dice el que parece el camarero.

Un hombre maduro y con una gran sonrisa en los labios. Alex suelta la mano de Ashley por un momento y se acerca...

- Hola, Tolman -saluda Alex mientras Tolman estrecha su mano en un fuerte apretón, quizá demasiado efusivo- Ella es Ashley -presenta a su acompañante estirando una dolorida mano hacia ella- Ashley, el Tío Tolman...

Ambos salen de la casa tras llamar a Tolman por teléfono y reservar un mesa. Al cabo de escasos minutos espera en su puerta y salís hacia una de las mejores playa nocturnas de toda la Isla.

Al entrar un camarero os da las buenas noches. Alex levanta el dedo señalando el número dos y sin esperar os ofrecen una mesa con ventanal en el piso de arriba donde puede observarse todo la playa y gran parte de la Isla maravillosamente iluminada;
Desde los grandes ventanales se podía ver toda la bahía, se veía moverse las palmeras con la brisa tropical y la iluminación de toda la isla le daba una especie de penumbra a vuestro rincón..

Sobre la mesa había un típico adorno tropical, bajito que no os tapaba la vista el uno al otro y un par de velas de olor a coco que se antojaban de lo bien que olían.

-Hey. Alex ¿cómo te va? Hacía tiempo que no te veía por aquí.. y suelta una gran carcajda de buena gana al estrechar la mano a su amigo Alex.

-¿Cómo te va?..Ohh, esta es la recién llegada. Vuestros ojos son tan bonitos como vuestro nombre.. le coge de la mano de forma muy elegante y evidentemente solo trata de ser amable. Además aparentemente es un hombre casado y que ha rodado mucho mundo.

-Bueno. Vostros mandáis. Si tenéis algún inconveniente con el sitio, decidlo.. se frota las manos y parece que espera vuestra orden para sacar los postres..

-Bueno, pues Alex me ha dicho que aquí hacen la que es posiblemente la mejor tarta de selva negra del mundo y estoy ansiosa por comprobarlo.

Ashley, contagiada de la animosidad de ambos y la suya propia, se mostraba cada vez más alegre y sociable.

- Nos gustaría algo en la terraza, Tolman. Por Tequila, más que nada -comenta Alex aún sonriendo.

Escucha las palabras de Ashley y le hace un gesto de complicidad al camarero. Toma del brazo a la mujer y la guía hacia fuera.

- Esperaremos sentados allí -le dice a Tolman.

No hace falta decir cual. Alex siempre se sienta en la misma. Es más, una vez en la terraza, el fotógrafo observa que su mesa está preparada y con un pequeño cartelito que dice "RESERVADO". El joven sonríe y conduce a Ashley hasta la mesa. Tequila, que ya ha recibido la chuchería que siempre le dan en el restaurante, se dedica a corretear por la playa, bien persiguiendo las aves nocturnas, o bien jugueteando con las olas...

- No te dejes asustar por Tolman -le susurra medio en broma- Es un buen tipo, aunque demasiado efusivo algunas veces. Te acostumbrarás a él... -le sonríe, la observa unos instantes y después le pregunta- ¿Qué te parece el sitio? ¿Te gusta?

-¿Asustar? ¿Quién dijo asustar? -mira a Alex y hace caras- ¡¡Estoy aterrada!! -intenta que la voz sea de esas que te ponen en las películas para que te den miedo, pero dista mucho de conseguirlo. La risa le puede más.

Mira a Alex y le sonríe con los ojos, luego mira el lugar, lo observa casi que con curiosidad infantil, porque ve hacia todos lados, techo incluído y luego hacia la playa, donde juega Tequila.

-¡Me encanta! -exclama en respuesta a las preguntas de Alex- Sencillamente me encanta y lo mejor es la atención que te dan -mira a Tolman que en ese minuto da la bienvenida a dos clientes-, si es que tu amigo recibe a las personas como si les conociera de toda la vida y te hace sentir bien, a gusto... en confianza. No se si me entiendes...

Se queda mirando a Alex fijo a los ojos, el rostro de ella se endulza, pero a la vez se vuelve algo serio.

-Gracias por traerme a conocerlo -sonríe otra vez-, creo que Tolman se ha ganado otra cliente frecuente -suelta la carcajada- Con él llevas dos, primero el restaurante de las pastas y ahora Tolman, vas a tener que empezar a cobrar comisión por ello y añadir a tu currículum lo de "Captador de Clientes rubro alimenticio".

- Bueno, es que en realidad, me pasan un cargamento de comida que va en proporción a los clientes nuevos que les envío -dice completamente serio- Tequila come demasiado. ¡Qué se le va a hacer! -no aguanta más y rompe a reír, desvelando la broma- No... No tengo nada que ver con ellos -dice tras recuperarse- A Tolman lo conocí a través de un amigo común, Art. Me habló de un local que tuvo en otro sitio y que se había mudado aquí, a Tajada. Y el restaurante, sinceramente, es el que me queda más cerca de casa -encoge los hombros.

Alex contempla a la mujer y se pierde en sus ojos...

- ¿Sabes que la luz de la luna te hace aún más hermosa? Es como si jugara con las curvas de tu rostro, definiera las sombras e hiciera brillar tu piel...

La vena de fotógrafo le asalta de repente y lamenta no tener una cámara a mano.

Las palabras de Alex la hacen sonrojar y desvía la mirada sin saber bien qué hacer, mucho menos qué decir.

-De noche todos los gatos son negros -le dice para salir del paso-... Y además creo que las burbujas del Lambrusco ya se te fueron a la cabeza -toma la servilleta y se pone a doblarla y desdoblarla- ¡Definitivamente eso pasa, porque hay que ver las cosas que se te ocurre decirme! -se abanica con la servilleta- ¿No ves que me haces poner colorada?

El joven la observa entre divertido y fascinado.

- Sólo me limito a decir la verdad, Ashley. Nunca me había topado con una belleza como la tuya... Sería capaz de contemplarte durante toda la noche sin cansarme.

Desliza su mano sobre la mesa hasta tomar la de ella. Un suave beso se posa en el dorso...

Nuevamente el carmesí tiñe sus mejillas. Sonríe, discreta y cuando él le toma la mano ella aprovecha de acariciar la suya.

-¡Eres un adulador, eso es lo que pasa! -bromea.

Mira hacia la playa, donde Tequila juega y la contempla. En eso pasa una pareja y Tequila, que anda correteando quien sabe tras qué, comienza a ladrar, la chica se asusta y da un grito quizás pensando que el animal le hará algo, y se trata de esconder tras el chico que va con ella. Pronto Tequila emprende otra vez la carrera y se aleja de la pareja.

Se le había pasado que Tequila iba a venir con ellos, y por eso les preparó una de las mejores mesas del local. Al percatarse de ello, se dio cuenta de que no uno de sus trabajadores ya le habían reservado una mesa en la terraza. Normalmente la misma que Alex se sentaba cuando acudía de vez en cuando.

Sin mas les indicó con el brazo hacia dicha mesa notándose la confianza entre ambos y dejo que enseguida les llevaría el postre personalmente.

Mientras conversais sentados en la mesa con las el ruido del mar rompiendo las olas, véis e incluso notáis el olor a dulce de la tarta que os espera.
Con una bandeja plateada, Tolman, se detiene en la mesa y la deja apoyada en la mesa al tiempo que dice..

-Srta. Ashley. Te aseguro que nunca habrás probado una tarta como esta.

Aunque he de añadir que no es mi favorita. La próxima vez que vengáis avisadme y os prepararé la 'tarta de la casa' jejeje..-

Os deja un plato a cada uno enfrente acompañado de una cucharilla para tomar la tarta, además de un cuchillo y una paleta para ayudarse a cortar la tarta.
Tras ver que está todo listo, decide no molestar mas la velada.

-Se te ve genial Alex.. la confianza hace que le de una pequeña colleja amisota detrás del cuello acompañado de un guiño hacia Ashley ¿vas al gimnasio?. Venga, os dejo a solas. Espero que os guste..-

Con una amable sonrisa se aleja hacia unos nuevos clientes..