Partida Rol por web

A Ashley literalmente se le hizo agua la boca apenas ver la tarta y ni se molestó en disimularlo.

-Gracias -dice a Tolman y observa sonriente cómo los dos hombres se travesean-, espero eso sí que la próxima vez que venga o al menos antes de irme ya le hayas quitado el señorita a mi nombre -le dice y guiña un ojo justo cuando éste se va.

Mira entonces a Alex y, como no se aguanta porque la tarta de verdad se ve deliciosa, saca un poco de crema con el dedo índice y se lo chupa.

Tolman trae la tarta y bromea con Alex.

- ¡Jaja! ¡Ése es mi gimnasio! -señala la playa con un gesto de la mano- Aunque ya veo que tú te encargarás de hacerme reponer todo lo que he quemado en tres meses...

Tras los comentarios, Tolman vuelve a sus quehaceres y Alex vuelve la vista hacia Ashley para sorprenderla lamiendo un poco de crema de su dedo.

- ¡Hey! ¡No seas impaciente! -la medio regaña entre risas- Espera, cortaré un pedazo...

El joven toma los cubiertos, calcula como para dividirla en ocho partes y separa dos pedazos. El primero se lo sirve a ella, el segundo para él. Vuelve a acomodarse en su asiento, alza la cuchara a modo de brindis y sonríe...

- ¡Buen provecho!

-¿Impaciente yo? ¡¡Mentiiira!! -Ashley sonríe-, pero yo que tú la partía directo por la mitad y listo ¡¡Mitad para cada uno!! -le guiña el ojo y se encoge de hombros- Sí, soy una golosa sin remedio.

Imita su gesto con la cuchara y se lame los labios mirando el trozo de tarta que tiene sobre el plato, como si preguntara "¿Por dónde ataco primero?" y al final saca el primer trozo y un largo mmmmmm acompaña a ese primer bocado.

-¡Dios, ésto es una delicia!

- Me alegro de que te guste... -dice Alex tras tragar su cucharada- Pero aún no has probado nada. Tendremos que venir otro día para que pruebes la de la casa. La mujer de Tolman tiene unas manos prodigiosas para los postres, te lo aseguro... -de pronto mira por la mesa y echa en falta algo- ¿Quieres algo para beber?

-¡Uffff! Yo creo que de aquí salgo rodando como se me ocurra venir muy seguido -bromea-, pero ya buscaré el modo de deshacerme de esas calorías.

Vuelve a llevarse un bocado a la boca y se queda mirando a Alex cuando éste le pregunta si desea algo de beber.

-Pues... mmmm... un café me vendría más que bien, llevo horas sin beberme uno -admite algo avergonzada pero es que es adicta al café, lo bebe con tanta frecuencia como el agua y ya lleva bastante sin beber ni fumar- ¿Tú qué vas a pedir?

Alex sonríe ante las bromas de Ashley y se vuelve para buscar un camarero.

- Dos cafés, por favor -dice a uno de los camareros.

Tras regresar a su posición y tomar otro bocado del pastel, vuelve a dirigir su atención a la mujer.

- Yo hago ejercicio todas las mañanas. Antes de ir al trabajo. Una carrera por la playa hasta la caseta del socorrista y vuelta... -se detiene un instante y pregunta- ¿Practicas algún deporte, Ashley? Es que no he podido evitar fijarme en... -se sonroja un poco y añade en voz ligeramente más baja- las formas de tu cuerpo...

-Mmmm pues yo el único ejercicio que hago es jugar a la lucha libre con las sábanas, porque las muy malditas se empeñan en no dejarme salir de la cama -le dice con bastante seriedad, lo dice medio en broma medio en serio, porque de que le cuesta salirse de la cama le cuesta.

Lo mira, atenta a su reacción pero al final estalla en una carcajda y termina por explicarle que si bien es cierto que no practica deportes, gusta mucho de nadar y salir a pasear en bicicleta, aunque no haga ninguna con demasiada frecuencia y cuando las haga sea con afán recreativo.

El camarero les lleva los cafés y Ashley toma la suya sintiendo el aroma del café recién preparado .

Alex ríe mientras toma también su taza de café y da un sorbo, disfrutando antes de su humeante olor. Mira a Ashley de nuevo y le dice:

- Yo no puedo quedarme dormido. Mejor dicho, no me dejan quedarme dormido -señala a Tequila con la cabeza- Desde que suena el despertador, viene a mi habitación y comienza a dar la vara para que me levante, vayamos a correr y después tomemos un buen desayuno. La verdad es que Tequila ha sido una gran compañía para mí. Cuando llegué a la isla me sentí un poco perdido. No conocía a nadie. Y ella se convirtió en mi mejor amiga... -desvía su mirada hacia el animal, que corría por la playa ajeno a la conversación.

En los ojos del muchacho podría verse cierto brillo de nostalgia...

Ella sonríe otra vez, sobre todo al imaginarse a Tequila dándole de lametones para despertarlo, ladrando y saltando en la cama. Se imagina que la escena ha de ser muy alegre y divertida, en especial el imaginarse a un Alex todo babeado, sin embargo en los ojos de él algo cambia y Ashley lo percibe.

-¿Extrañas mucho, verdad? -le pregunta apoyando la mano sobre la de él y acariciándosela con suavidad- Yo quisiera poder decir lo mismo -comienza a hablar con suavidad, mirando hacia el mar-, pero la verdad es que de lo que tenía antes de llegar a la isla no extraño nada -baja la vista, parece avergonzada por sus recuerdos-. No era una buena persona, siempre fui considerada una paria, la oveja negra y daba problemas al por mayor, me metía cosas en el cuerpo y cada vez que bebía terminaba borracha, pero yo era feliz, o al menos eso creía... hasta que llegué aquí -el rostro de Ashley se iluminó, sonreía- Isla Tajada ha sido una bendición para mí...

El contacto de Ashley le hizo volver a la realidad. Bajó la vista hasta su mano y correspondió a la caricia de ella. Escuchó sus palabras atento.

- ¿Sabes? Todo el mundo tiene cosas en su pasado que le gustaría tapar. Sin embargo, son esas mismas cosas las que nos hacen más interesantes... -bebe otro sorbo de café- Yo añoro a mi grupo cercano de amigos. Te caerían bien. Están completamente locos, pero son buena gente... -toma otro bocado del pastel y observa a Ashley un rato- ¿En serio hiciste todo eso que dices?

Torció la boca y se encogió de hombros, como si dijera "qué más da". No se enorgullecía de lo que había sido, pero nada sacaba con ocultarlo, la vrdad siempre sale a la luz y aunque así no fuera ella no iba a mentirle, no tenía sentido hacerlo y no podía pretender tapar el sol con un dedo, él se merecía la verdad, su verdad y ella necesitaba decírsela.

-Lo hice -susurró, pues lo suyo más que hablar del pasado era una confesión-... Cuando veníamos hacía acá te conté algunas cosas sobre mis padres -parpadea y respira profundo-. Mi padre nos abandonó cuando yo tenía 1 año y mi hermana 5, nunca más volvimos a saber de él ni tampoco me interesa saber. Mamá cayó en una profunda depresión y se refugió en el alcohol, bebía a todas horas -cierra los ojos y menea la cabeza, el recuerdo no es grato- no recuerdo nunca haberla visto sobria, las únicas imágenes que tengo de ella son tirada en el sofá, rodeada de botellas o en el suelo y la del día en que ella murió ahogada en su propio vómito, yo tenía entonces cinco años...

Los ojos de Ashley se llenaron de lágrimas pero no las dejó salir. Miró las estrellas y suspiró antes de continuar con su monólogo.

-... Crecí escuchando a la gente hablar mal de ella, que si fue su culpa que mi padre se marchara, que si estaba loca, que si ésto, que si aquello y eso me enfurecía porque era mi madre, fuese como fuese lo era y yo la quería, pero por defenderla empezaron a decir que yo era igual que ella y mi hermana era la perfecta pero yo era la conflictiva, la que discutía por todo, la que si no se cuidaba terminaría siendo una puta drogadicta -esboza una sonrisa, irónica, pero no pierde ese tono confidente- y como todos estaban tan seguros de ello no me molesté en demostrarles lo contrario ni nada y me dediqué a divertirme, a vivir cada día como si fuese el último, era todo excesos, todo... era como si buscase la muerte porque muchas veces me fui a dormir deseando no despertar.

Mira el fondo de su taza vacía para luego clavar su mirada en los ojos de Alex. Su mirada era límpida, sincera, estaba hablándole con el corazón en la mano, no tenía ni quería ocultarle nada.

-Fue en el tiempo de mayor desenfreno que comencé a tomar fotos, era lo único que me desconectaba de toda esa mierda que me rodeaba y con lo que conseguía sentirme útil, libre, sin tener que demostrar nada a nadie porque lo hacía por gusto, porque era mi decisión -sonríe-... y lo demás ya lo conoces, me fui metiendo más y más en el asunto de la fotografía hasta hacerlo mi profesión, luego vino la oportunidad de venirme a la isla, estaría sola, sin amigos, sin nadie que me conociera y aquello me gustó, porque por fin iba a poder sentirme libre y dueña absoluta de mi vida. Desde que estoy aquí las riendas las llevo yo y eso me hace sentir bien.

Alex escucha con atención cada palabra. Instintivamente, toma la mano de Ashley para intentar transmitirle su sentimiento mientras espera a que termine de contarle.

- Vaya... Viéndote ahora, nunca lo hubiera dicho... -dice casi en un susurro, parece realmente fascinado con su historia- Ash... Yo... -mira hacia un lado, descartando lo que iba a decir, y vuelve a mirarla a los ojos- Eso quedó atrás. Alguien me dijo un vez que el pasado es para aprender de los errores, no para vivir de ellos. En realidad, nunca le entendí muy bien, pero creo que se puede aplicar a este momento...

Con la mano izquierda, pues la derecha sujeta la de la mujer, alza una cucharada de tarta a modo de brindis.

- ¡Por una vida nueva! -brinda con una sonrisa- Y por dejarme compartirla contigo... -añade esperando su reacción...

Sintió el tacto de su mano y lo miró, agradecida, por un instante temió que al oír esa confesión él se desencantara de ella y se perdiera esa especie de conexión mágica que los había unido.

-Quien fuera el que te lo dijo fue muy sabio al hacerlo y yo sí creo haber entendido su significado -contempló el reflejo de la luna en el mar, serena-. Cuando se comete un error en lugar de pasarnos la vida lamentándonos por haberlo cometido o pagando penitencia, lo que debemos hacer es aprender de esos errores, tanto propios como ajenos y no repetirlos.

Respiró profundo, había vuleto a sonreír, máxime cuando él le ofrecía un brindis con una apetitosa cucharada de tarta. Ashley lo imita y da cuenta del último trozo que le queda en el plato.

-¡Salud! -exclama y suelta la risa, divertida, imaginando las caras de la gente que los rodea que de seguro se han de estar diciendo que ese par está loco de atar.

-Bueno, ya cenamos, bebimos unas copas, dimos el paseo por la playa y hemos disfrutado de un exquisito postre... mmm... pero recuerdo que dijiste tener un telescopio en el ático -lo mira casi que inocente- y como no eres el único que parece un crío...

Tolman pulula por la terreza hablando con su fuerte voz en una mesa cercana dandole las gracias a unos clientes que parecen retirarse. Él siempre con su gran sonrisa se despide dándoles las buenas noches y que vuelvan cuando quieran.

Después recoloca las sillas de esa misma mesa y se acerca a la vuestra.

..espero no interrumpir dice divertido. ¿Os ha gustado la tarta? pregunta al tiempo que empieza a recoger los platos y cubiertos apilandolos uno encima de otro aunque la pregunta resulta un tanto retórica al ver el plato vacío.

-Esperad un momento y os invitaré a unos chupitos.. recoge los platos y está apunto de darse la vuelta por si queréis decirle algo..

-¡Jajajaja! ¿Que si nos ha gustado? -pregunta entre risas- ¡Poco ha faltado para que yo lama el plato! -admite sincera.

Tolman hace mención de los chupitos y Ashley mira a Alex sin entender bien lo que eso significa.

-¿Querrá decir bajativo? -se pregunta- Bueno, lo que sea, debe estar refiriéndose a algún trago -sonríe para sí- Pues acepto ese chupito con una condición -dice a Tolman antes que se vaya-... que nos acompañes.

Tras brindar con la tarta, el joven escucha la propuesta de la mujer y asiente, sonriendo.

- Cierto. Además, hace una noche estupenda para contemplar el cielo -consulta su reloj y eleva la mirada como haciendo cálculos- Sí, en apenas una hora comenzarán a cerrar los locales de la playa. Apagarán las luces y entonces... -toma aire, emocionado- Entonces verás las maravillas que nos brinda el firmamento...

La potente voz de Tolman interrumpe sus pensamientos...

- Deliciosa, como siempre, Tolman -Alex sonríe mientras deja hacer a su amigo, aunque sin soltar la mano de ella- Ashley, tiene razón. Aceptamos esos chupitos, sólo si brindas con nosotros. Por cierto, ¿dónde está tu mujer? Hace días que no la veo...

-¡JAJAJAJA! Yo ya estoy viejo para esos trotes dice referente a brindar con vosotros un chupito pero un día es un día ¿no?. Le diré a mi mujer que venga también y brindaremos los cuatro- Guiña un ojo.

Se lleva los platos apilados uno encima del otro y sortea un par de mesas ants de colarse en el interior del local. La voz de Tolman es tan fuerte que incluso se oye desde fuera..

'CARIÑO'..

Tras unos escasos cinco minutos, Tolman aparece con una pequeña bandejita con cuatro chupitos, dos de ellos adquieren un tono mas morado, los otros dos son con un tono mas verdoso y llamativo.

-Venga cariño.. se gira hacia su mujer que en ese instante cruza el umbral hacia la terraza. La mujer es muy agardable con una radiante sonrisa que refleja lo contento que están juntos..

-Ais, ya voy, ya voy...

La mujer sonríe mientras se dirige a la mesa a la carrera. Tolman, que me tiene en la cocina como una exclava.. guiña el ojo a Asley seguro que ella entiende lo que dice pero dejando caer que es una broma. Vaya, Alex se te ve estupendo le sonríe y se acerca ella misma a la bandejita de los chupitos. Aparta los morados dejándolos enfrente de Ashley y Alexander. Estos llevan, licor de mora, menta y un poquito de canela.. son un poquito afrodisiacos dice bajando la voz cuando coge los otros dos chupitos con tono verdoso, uno para servirlo al propio Tolman y el otro se lo queda ella misma.

-¿Por nosotros?... pregunta alzando el chupito notándose como no tiene la costumbre de brindar normalmente, aunque esa sonrisa que tiene nunca la aparta..

-Por nosotros y por todas esas tartas que prepara Sra. Tolman.. levanto el chupito al aire y antes de beberlo le hago un gesto a Ashley para que haga lo propio con su pequeño vaso y después doy cuanta del exquisito licor dejando el chupito sobre la mesa de un golpe seco tras terminarlo de un trago.

Tomo la mano de Ashley, estaba tibia y su rostro parecía más relajado, acaricié luego con la otra mano mi nuca, metiendo los dedos entre el cabello y digo:

-La tarta ha estado deliciosa Tolman, creo que se está haciendo tarde y le prometí a Ashley que ibamos a ver las estrellas en el tejado de mi casa. Y queda feo hacer esperar- le guiño un ojo a Ashley y después de que se haya bebido su chupito tanto ella como el matrimonio tiro de su mano suavemente para levantarnos y despedirnos del Sr. Tolman.

Ya podíamos ir a bailar o simplemente a caminar por el boulevard, a platicar, a lo que fuera, siempre y cuando estuvieramos juntos, iba a ser maravilloso. Le pedí la cuenta al Sr. Tolman y no me dejó pagarle y por si fuera poco nos trajo una botella de champagne. Nos fuimos entre sonrisas y una nueva botella de licor para el camino a casa...

-¡Por nosotros! -repitió Ashley, sonriente. Descubrirse hablando y pensando en un nosotros fue algo que ciertamente la sorprendió pero que a la vez le agradó sobremanera.

Secundó las palabras de Alex respecto a lo delicioso de todo lo allí consumido, agregando ella que todo eso sumado a la cordialidad de sus dueños hacían del local un lugar ideal, consiguiendo que sus visitantes desearan volver cada vez que les fuera posible.

Se despidió de los Tolman y abandonó el local tomada de la mano de él, con Tequila brincando y ladrando a su alrededor. No quería que la noche acabara, cada vez aborrecía más el paso del tiempo porque sencillamente nunca se había sentido tan a gusto y segura con alguien como con él.

Le gustaba mirarlo a los ojos, verse reflejada en ellos, pero sobre todo sentir su abrazo.

-¿Y a dónde vamos ahora señor Martin? -le preguntó después de robarle un beso. Llevaba demasiado rato deseando dárselo y ya no había una mesa de por medio para impedírselo.