Partida Rol por web

Como lo que me da, sonriéndole, saboreándolo con gusto. Lo miro a los ojos y cambio el gesto a uno serio totalmente.

-Verás, he visto que es guapo y que le encantan los perros...-sujeto su mano y luego pongo la mía, las dos con las palmas hacia arriba.-También vi que me ama casi tanto como yo a él y... ¡Oh, espera! Parece ser que es español, si, eso es... Tiene un acento delicioso y hace el amor como los dioses.

Paso un dedo por la palma de su mano extendida. Me levanto sobre la mesa y le doy un beso largo y sexy en los labios.

-Creo que es fotógrafo...

Me encanta pasar el tiempo con ella. Nos damos un respiro dejando los platos de pasta a medio terminar sobre la mesa mientras elle toma mis manos ahora y predice el hombre con que ella se va a casar..

-Vaya.. debe de ser un hombre muy afortunado. Le envidio..- muerdo su labio inferior con suavidad, y con mis brazos me la arrimo mas a mi para que se ese beso se haga mas fuerte y sedoso.

-Dile de mi parte que no se acerque mucho a ti eh.. ¿Cuando me lo vas a presentar?..- sigo con el juego haciéndome el tonto y dándole besos cortos uno detrás de otro robándole el habla para que no conteste.
Que malo soy..

Aunque intento contestar, no puedo por que sus besos me roban el momento. Sonrío con malicia, pero ambos sabemos: no es necesario decir nada. Me aferro a su espalda, abrazándolo, pegándome mucho a él para sentirlo cerca mío. Jugueteo con el cabello de su nuca y le beso largamente, enredando mi lengua en la suya con sensualidad.

-Tú ya le conoces...-musito en su oído antes de volver a besarlo.

Acaricio su espalda con ternura, amo a ese hombre por sobre todas las cosas y eso que nunca creí en el amor a primera vista. Luego pongo mi frente sobre la suya y lo miro a los ojos, nuestras respiraciones se juntan.

-Como sigamos así, nos echarán del local-bromeo.

-Ah ¿sí?.. ¿lo conozco? pues creo que vas a tener que hacerme un poco de memoria... respondo a sus besos, buscando y rebuscando sus labios, rozando un poco su lengua y notando como la de ella se come la mía.

Con mi frente pegada a la suya, sonrío mirando a sus ojos y alternativamente a sus labios para lanzarme a su boca sin despegar las frentes.

-Se nos hará tarde.. ¿nos vamos?..- a pesar de la hora que es, sigo dando besos cortos sin queres despegarme de ella.

-Sí, vayamos de una vez...-dejo la servilleta en la mesa.

Me encamino de su mano para salir del lugar, jugueteo con sus dedos y me siento totalmente feliz, aquello dista mucho de ser como otras veces. Me pregunto de camino al edificio, qué será lo que nos encontraremos allí, espero que a él le vaya bien. La verdad es que lo merece y además, así puedo estar tranquila de que se quedará un poco más.

-De acuerdo..- le dí un último beso en sus labios antes de levantarme y recoger las llaves de la moto y la cartera que descansaban a un lado de la mesa.

Nos levantamos tras darnos un buen almuerzo-comida y nos dirigimos a la barra para pagar. Dejámos algo de propina y nos vamos. La chica bonita de la barra, al menos su sonrisa, nos despide con un saludo y que nos vaya bien el día.

Tras salir el cielo está grisaceo en el horizonte, parece que habrá tormenta, al menos algunos truenos ya empiezan a sonar y todo ínidica a que lloverá esta tarde.

Cogida de su mano, con los dedos entrelázados, nos dirigimos hacia aquel enorme edificio que se nos presentaba nada mas cruzar la calle. Son las 13:50 horas por lo que vamos bien de tiempo.
Al entrar por una puerta corrediza totalmente de cristal, se ve un pasillo larguísimo. Nada mas entrar, a la derecha hay una gran mesa con una recepcionista.

-Estoy algo nervioso... susurro al oído de Michelle. Mi mano la sostiene fuertemente e incluso le puedo transmitir mi nervisismo a la mujer. Nos acercamos a recepción y carraspeo nada mas llegar..

-Hola. Había quedado con Keira a las dos. Soy Clive...- me quedo titubeando a ver si dice algo la recepcionista..

*Recepcionista*

Una mujer con el moño recogido y aseado, con un pinganillo detrás de la oreja se encontraba tecleando en un ordenador frente a ella cuando se da cuante de que alguien necesita información.

-Enseguida le llamo. ¿Pueden esperar sentados unos minutos porfavor..?- amablemente os indica acompañada de una enormee sonrisa unas butacas que están justo enfrente, al otro lado del pasillo.

Sostengo la mano de Clive mientras le devuelvo la sonrisa a la recepcionista, me he mantenido en silencio para esperar el momento correcto y una vez que nos alejamos de ella, miro a Clive a los ojos y pongo un gesto serio, aquello es importante en verdad.

-Escucha, entiendo tu nerviosismo, digamos que hasta cierto punto es normal pero tienes que saber que todo saldrá bien allí dentro. Por muchos motivos: porque te lo mereces, porque eres bueno, porque nadie se perdería tan genial fotógrafo y porque las cosas de ahora en adelante sólo nos pueden salir bien.

Yo he tomado una decisión, no habrá película, encontraré trabajo de lo que sea pero seré feliz cueste lo que cueste porque al fin y al cabo sólo existe una vida y el amor, lo más importante en ella, ya lo he encontrado.

-Quiero que sepas que además, pase lo que pase, estaré orgullosa de ti; como hombre, como fotógrafo, como ser humano porque a pesar del poco tiempo que tenemos juntos, puedo ver a través de tus ojos que eres una persona genial y que tienes muchas cosas buenas que mostrarle al mundo. Sé que no me defraudarás, así que...

Lo beso en los labios, un beso suave, delicado y sonoro y le sonrío. Tendremos un buen día.

Había venido a esta Isla para tener una vida junto al mar como siempre ha sido mi sueño. Quería triunfar en el modo del cine erótico, pero me rechazaron y además he de reconocer que no sirvo para ello, pero si he darle las gracias es porque me dieron la oportunidad de conocer a Michelle.

Así que no me pueden rechazar, al menos tengo que dar lo mejor de mi por ella, para quedarme aquí con ella y para siempre.

A cada sílaba que da la mujer, mi rostro refleja una enorme sonrisa de satisfación al tenerla junto a mi, hablándo y dándome ánimos ..espero no hacerlo. Me quedo quieto dejándo que ella sea la que bese mis labios. Yo también quiero que sepas que.. bueno, que pase lo que pase estaré siempre contigo. Me pareces una mujer fabulosa..., y que aunque aquí no me cogan.. Nos perderemos por el mundo en busca de algún trabajo que nos acepten.. junto mi frente en busca de rozar su nariz al tiempo que saco una pequeña carcajada.. Solos. Tú y yo-

Dame un beso que estoy nervioso y me van a llamar de un momento a otro..- Susurro.

*Recepcionista*

Desde el lado de recepción se escucha la voz de la mujer.

-Ya puede pasa Sr. Clive. La señortia Keira la está esperando en su despacho..-

Le doy un beso largo en los labios, saboreando su lengua, su boca toda para luego ser interrumpidos por la señorita de la recepción. Me le quedo mirando, supongo que tendré que esperarlo, aunque no me agrada en nada la idea, quizás es lo más profesional pero más bien es porque tampoco sé lo que quiere él. Le sonrío ampliamente, le abrazo mientras le murmuro que confío en él.

-¡Éxito!-le digo con una gran sonrisa y seguridad.

No sé si conozco a la chica, pero ese nombre me suena de algún lado. Quizás de alguna parte en el trabajo de mi padre o... No, no creo recordarlo, además, en este momento sólo tengo cabeza para Clive.

Tras sus besos podía saborear la confianza que me transmitía, el latir de su corazón, pero lo mas importante la dulzura que había en ellos.

-Vaya. Parece que es mi turno... digo algo enojado tras la interrupción, pero no demasiado ya que ambos sabíamos que iba a llegar de un momento a otro.

No suelto su mano hasta llegar a recepción y darle las gracias a la recepcionista por su comunicación. Después vuelvo a mirar a Michelle..

-Gracias cariño, supongo que no tardaré.. le beso Acompañamé hasta la puerta.. me acerco lo justo para hablar despacio y que no se oiga demasiado. Cogo su mano fuertemente y tiro de ella hasta llegar a la puerta del despacho de Keira.

-Creo que es aquí...

Tras llegar hasta la puerta del despacho de Keira*. Clive se detiene un momento, parece que en este tipo de entrevistas tendrar que entrar el solo, por mucho a que Michelle no le guste la idea tendra que aceptarla.

Clive, le da un beso en los labios, y le dice que espere que se supone que no tardará. A ella le cuesta despecgarse pero responde a su beso y le dice que tenag mucha suerte en la entrevista. Clive toca la puerta con el puño y entra, Michelle solo escuha un..

-¡Hola! Buenos días. Soy Clive recuerdas.. después la puerta se cierra y la conversación no se escucha. A no ser que pegara la oreja en la puerta, pero hay demasiada gente por el pasillo y podrían ver a Michelle con cara de pocos amigos.

Así que decide esperar sentada en una de las sillas, pero la curiosidad siempre la ha podido y se pregunta una y otra vez que es lo que estará pasando ahí dentro..

Me quedo parada unos instantes cerca de la puerta, con unas ganas impetuosas de entrar pero sé que no sería ni profesional, ni bueno para Clive y para mí, así que vuelvo sobre mis pasos y me siento en el sillón donde antes estábamos los dos. No se me quita de la cabeza que esa mujer le había estado coqueteando, como si yo no supiera qué es eso y no me gustaba nada que estuvieran a solas pero tenía que confiar en mi chico.

-En él confío, el problema es ella...

Tomé una revista de la mesa ratona que estaba frente a mí y comencé a hojearla pero no estaba pendiente de nada de lo que allí ocurría, lo que quería era tener poderes para saber qué estaba sucediendo del otro lado de esa maldita puerta. Volví a levantar la vista, a ver si se abría la puerta pero era demasiado pronto.

¿Y si inventaba una excusa para entrar? No, eso era demasiado estúpido, me tenía que mantener calmada. Intenté leer la reseña de una peli, quizás esa misma tarde pudieramos ir al cine y divertirnos un rato mientras comíamos palomitas de maíz, sin darme cuenta estaba sonriendo y más tranquila.

Aunque la curiosidad te puede en algunos momentos consigues vencerla y te entretienes con una revista mientras ronda por tu cabeza la gran idea que sería ir al cine a comer ese salado aperitivo con Clive.

Te quedan pocas páginas para llegar al final de la revista, cuando te das cuenta de que ha pasado como unos largos 15 minutos y la puerta sigue cerrada..

Me levanto al darme cuenta que el tiempo pasa y Clive no sale, lo cierto es que la desesperación se vuelve a apoderar de mí, miro con insistencia a la puerta como si con ello se fuera a abrir de un momento a otro. Miro a la recepcionista a ver si me dice algo pero nada, cierro la revista y sólo me falta bufar; creo que ya ni siquiera tengo ganas de ir al cine. Saco un cigarrillo de mi bolso pero no lo enciendo, de seguro que ni siquiera se puede fumar allí.

-¡Dios, esta espera me va a matar!

Camino por todo el salón, tratando de entretenerme en algo pero ni siquiera mirando por la ventana lo consigo. Jugueteo con el cigarrillo entre los dedos, me paseo como una leona enjaulada en el salón, intentando controlar mi nerviosismo como si eso fuera posible y al fin decido salir un momento a la puerta para poder fumar. Me acomodo mis gafas, cojo mi bolso y salgo, enseguida enciendo mi cigarrillo; no me he alejado de la puerta, miro los alrededores, al menos hay mejor aire allí.

Cuando menos te lo esperas y con tu cigarrilo aún por fumar notas como unos brazos te cogen por detrás, rodeándote la cintura..

-¿He tardado mucho.... susurro a su oído.

La mantengo cogida por su cintura, enredando los dedos de mis manos. -Finalmente no he echo la entrevista... bueno, me han echo unas preguntas.. ¡Y he conseguido el trabajo! dejándome llevar por la euforia le doy la vuelta para ver sus rostro. Keira no ha podido venir y me ha entrevistado el jefe personalmente. Me ha dicho que mañana empiezo a trabajar, pero serán solo unas prácticas aquí en el edificio...

De momento- la beso.

-¿Y sabes? le he hablado de una chica muy guapa. Es rubia, hermosa, divertida, luchadora..