Partida Rol por web

Enseguida, un hombre de pelo canoso entra. No va armado pero se le nota en guardia. Empieza a rastrear la pieza ansiosamente, mirando a izquierda y derecha.... No te ve a ti y al parecer tampoco a Tiago, dandoles la espalda a vuestra posicion. No se puede decir lo mismo por la chica....

La flaquita cobijada dispara la escopeta, impactandole, aunque los perdigones dan en parte contra la puerta abierta, reduciendo el daño y casi que salpicandote...

-FUERA MIERDA, FUERA!! +grita desaforada.

Magocto desde su posición vio que el hombre no estaba armado lo cual no era propio de los policias si no de dioses, por lo que se dispuso a luchar. Empujo la puerta con el hombro para aislar al enemigo con Tiago y a la chica del resto de los asaltantes mientras las garras brotaban de sus manos y su pistola recien adquirida caia al suelo. Una abierta boca con unos colmillos prominentes se mostraban al enemigo con el sonido silbante y violento de un serpiente dispuesta a cazar un raton.

El tipo no te ve, y mientras tus garras crecen, el cruza el espacio en un parpadeo, yendo detras de la mesa y sujetando la escopeta de Viky... Al parecer, el disparo no le hizo nada amas que agujeros en su celeste camiseta. Pero al fuerte sonido que hace la puerta al cerrarse, vuelve la vista hacia ti.

Se trata de un hombre blanco, maduro, de complexion robusta. Su cara se encuentra enrojecida y euforica. Pero cuando te mira al sentir el ruido, notas algo extraño, una frialdad interna que contradice con su impetuosa actitud...

Apenas tienes tiempo de observar esto un segundo. La cerradura de la puerta que acabas de empujar explota en pedazos al recibir un tiro desde el otro lado.

-Eh mierditas, me quieren dejar afuera!? +exclama provocador, quien este alli..

Tiago no aparece. Se ha esfumado lo mismo que tu, pero no puedes percibir donde estara metido, asi que de momento vas por tu cuenta. Solo puedes confiar que el te cubra de lo que sea que quiere venir por esa puerta...

Magocto vio que la situación se ponia dificil al quedar la chica desaramada sin apenas oposición. Por su resistencia el hombre anulo cualquier duda que pudiese tener sobre su naturaleza, pero Magocto estaba decidido a mostrar su valor incluso en una situación así. Cargó un zarpazo confiando en el poder de sus garras incluso haciendo que su vitae fluyese para otorgar más fuerza a los ya por si trabajados musculos con los que contaba.

El hombre recibe tus garras en el costado, aunque no tan fuerte como desearias, por el estorbo de la mesa que debes superar para alcanzarle... A pesar de esto, dejas tu marca en su piel, rasgando ropa y carne. Pero el te ignora!

Se centra en la chica, apartando el cañon del arma y atacandola... de que manera! Entreabre la boca y deja surgir una larga lengua, terminada en puntas viperinas... tal como una serpiente, pero de medio metro de largo. Enseguida usa esta como una lanza contra Viki!

Ella trata de hacerse para atras, escapando de esa horrible cosa, pero no inerme. Como si tuviera filo, la lengua le alcanza en uno de los senos, cortando un tajo sangrante en su bello cuerpito moreno...

Esta vez Magocto apresurado dio el impacto con mucha fuerza y a placer puesto que el enemigo se habia atrevido a ignorar su ataque. Le sorprendio el uso de la lengua del hombre pero no dudo pues esperaba cosas extrañas.

En aquel momento confiaba en la acción de Tiago y sabiendo que solo habia oido una voz más esperaba que este no se hubiese dispuesto a escapar.

El golpe es letal. Tus garras atraviesan el vientre del hombre, quien las mira sorprendido un instante, como si recien se percatara... y luego se desploma en el suelo, inmovil.

Viky jadea mientras se incorpora. Pero mientras todavia miras tu mano ensangrentada y su poder, escuchas un rugido apagado proviniente de la habitacion al frente...

El vampiro de color levantó la escopeta de Viky con el pie pateandola directamente hacia las manos de la chica.* Después de hacerlo se volvio hacia la puerta mientras se desvanecia de nuevo usando la disciplina de ofuscación.

Aunque Tiago ya habria podido deshacerse del otro, salio con mucha rapidez de la habitación y preparado para el combate.

Al asomarte a la sala del frente, ves un silencioso y temible espectaculo...

De un lado, se encuentra el que sin duda debe ser Tiago, en la forma del salvaje felino... Tenso, amenazante, en guardia... Enfrente, una serpiente que no te es desconocida. Una negra y letal cobra, probablemente la mas grande que hayas visto, quizas unos 3 o 4 metros de largo. Enroscada sobre si misma, con los colmillos goteando veneno, lista para atacar. Es evidente que los dos rivales se estan midiendo. 

Magocto intentó colocarse detrás de la extraña serpiente manteniendo la distancia por si pudiese percibirle. Si Tiago no se decidia a atacar, entonces el rival sería fuerte y le convenia ser cauto. Esperaria a que los dos se enzarzasen para entrar sorpresivamente.

Poco a poco se fue deslizando sin dejar de dar la cara al enemigo.

No puedes ponerte detras, la cobra casi llega hasta la pared. Como mucho, a su lado. Pero... Notas su lengua acariciando el aire, tanteando las vibraciones. ¿Seras lo suficientemente sigiloso para escapar de ellas?

Tiago no se mueve, agazapado y listo para saltar, con garras y uñas extendidas... pero todavia no se decide, aguarda una apertura en la guardia de la cobra, la cual no parece haber.

 En eso, escuchas un tiro viniendo de la parte trasera que acabas de abandonar, y un gritito ahogado!

Magocto volvio apresuradamente a donde estaba anteriormente la mujer. Quizas el dios habria revivido usando habilidades sobrehumanas, o habia otro capaz de ocultarse con ofuscación como lo hacia el mismo. Ignorando a la serpiente gigantesca se movio con rapidez dando por imposible la maniobra con la que pretendia rodear al enemigo.

Fuese como fuese, no podia permitirse que enemigos interrumpiesen a Tiago en su particular duelo. Si lograba solucionar el problema entonces volveria a apoyar a su sire. Llegó con las manos abiertas a la habitación como un oso preparado para el ataque.

Hay otra muchacha en la cocina, una que sonrie levemente. Es rubicunda, de amplio busto y cuerpo firme, trabajado. Tiene una pistola en la mano y parece haber venido por la escalerilla del fondo... Viky esta tirada contra el costado donde la dejaste, todavia con la escopeta en la mano, asi como una mancha roja extendiendose por su pecho. 

La chica te siente venir, porque enseguida voltea la cabeza hacia la puerta. Mientras no la ataques ni hagas nada acelerado, tu ofuscacion deberia mantenerte oculto a sus sentidos, pero en la prisa tal vez hiciste mucho ruido de pasos... o quien sabe. No hay quien te diga si sigue funcionando.

-Asi que por eso le ganaron al covani...+comenta. En la siniestra aparece un cuchillo+ Que gracioso. ¿Queres venir y probar si soy lo mismo que el? +añade, cerrando sus ojos.

Magocto se quedo parado un instante. No solo le habia visto sino que ademas no le tenia el menor miedo a pesar de lo que le habia hecho a su compañero hace un instante. Para asegurarse de que le estaba viendo se desplazó con suavidad hacia la derecha y esperó la reacción de su adversaria persiguiendole con la mirada.

Como guerrero de una tribu cazadora sabia que no habia que perder la calma sin estar seguro de que se habia roto el acecho. A veces las presas levantaban la mirada oteando pero no sabian de donde les vendria el golpe.

Mantener la calma era lo mejor que podía hacer y más cuando Tiago era quien debia marcar la diferencia en aquel combate. A el solo le quedaba entrener a dioses más expertos y esperar a que las cosas fuesen favorables.

Sin la menor vacilacion cambia su guardia, siguiendo tus movimientos perfectamente. Pero ahora tiene los ojos cerrados... Eso significa que... Adelanta la pistola solo un poco, apuntando a tu pecho con total tranquilidad.

-Te dije que vinieras. +comenta antes de dispararte. El plomo te da en el costado, no un acierto pleno, pero un buen tiro de todos modos para ser que se supone eres invisible...

Magocto al recibir el disparo saltó a través de la puerta. Estaba claro que le habia visto, y tendria que recuperar la iniciativa de algún modo. El movimiento habia sido reflejo, y quizas si ella atravesaba la puerta se veria obligada a un combate de distancia corta sin la preparación a un ataque frontal. En el segundo de descanso que le dio la cobertura pensó cada vez más cargado de agresividad que tan pronto como la tuviera a alcance la destrozaría. No importaba si realmente podría hacerlo, que estaba tan convencido que no cabía para el otra posibilidad.

Cuando regresas al cuarto, no obstante, presencias algo magico. Los dos animales estan regresando a sus formas humanas. Tiago con cautela todavia, sobre la pila de metal, y el otro un hombre calvo, de musculos marcados, tambien en guardia. Los dos se miran atentos, como si reconocieran algo en el otro...

La chica no aparece de inmediato, ni te sigue a locas, en su lugar se llega a tu anterior posicion, agudizando la vista y apuntando por la abertura de la puerta, aunque quizas no dispara por la cobertura parcial que te brinda la pared.

-Sos bastante marica eh... al menos el covani entro descuidado pero con huevos. Vos en cambio ¿le escapas a una chica? +te zahiere, en un tono aburrido y despectivo.

Inmovil aguardó sin hacer caso de las palabras de la mujer aunque le irritasen. El estaba actuando como cazador y no como guerrero. Desde el momento en que los poderes de los dioses cambiaban el equilibrio de las cosas, no podía imaginar un combate justo o equilibrado.

Su fuerza habia sido el sigilo y ahora usaría la oportunidad estrategica que le daba controlar la puerta para forzar la situación.