Partida Rol por web

La barriada es tan mala como aparenta. Aunque no soprendes a ningun narcotraficante colombiano en plena faena, abundan la pendejada fumanchera, e incluso inyectandose en los sitios oscuritos. No pocas veces en tu deslizar te los topas, adormilados los que han tomado opiaceos, alucinando los que setas o lsd, o simplemente atontados los borrachos y fumetas. De vez en cuando surge alguna pelea, pero es de notarse que en general los negros tienen conducta y resuelven todo 1 a 1, mano a mano, mientras el resto observan friamente... Si tu pasar es notado, no lo es por nadie cuerdo o en condiciones de joderte. 

Finalmente el movil suena.

-Veni a la placita del centro, junto al tanque de agua. +suena la voz de Chulo.+ Camina por la veredita de la derecha por 10 de junio, entre Malvina e Independencia, y anda pispeando si ves una camioneta negra al otro lado, o una moto del mismo color. Cuando llegues a la canchita, cruzate, estamos atras.

Colgé el celular y lo guardé mientras me preguntaba por qué era que Chulo estaba tan interesado en esos vehículos. ¿Lo estaba siguiendo? ¿O era al revez? Seguramente tenía que ver con el tipo de la moto de ayer.

Me dirigí a la avenida que el sire me dijo y empecé el recorrido, fijandome en los autos de la cuadra de en frente. Me pareció un poco raro que alguien tuviese una camioneta negra. Si, por la noche podía venir bien, pero de día llamaba demasiado la atención, así que no era la elección más acertada si se quería pasar desapercibido. Aunque eso ya no me importaba mucho, yo nunca tendría que reconocer una camioneta negra de día.

Renault verde clarito, Citroen amarillo, Falcon rojo, un par de Gileras rojinegras, un Gol blanco, Corsa gris... Lo mas cercano a negro son las Gileras, pero no son como la que viste ayer. Camionetas hay un par nomas, una amarilla y la otra azul oscurito. El resto son de una amplia gama de colores, algunos nuevos, la mayoria autos de algunos años, pero nada negro.

Finalmente llegas a la canchita, un parche de hormigon pintado de azul, al otro lado del cual se alza el tanque de agua, casi al medio de la plaza donde no hay un Fonavi. Chulo esta recostado contra un tanque blanco vestido normal, musculosa y jeans, mientras Eliana, con calzas negras y corpiño blanco, estira en el suelo los musculos.

-¿Que tal el panorama?

Me encogí de hombros. -En el fonavi todo parece normal. Me fijé mientras venía para aca, pero ninguna de las camionetas que estaban ahí eran negras, y motos no había.- Respondí mientras miraba al rededor, a ver si había más personas además de nostros tres.

-No esperaba que vinieses vos. Supongo que vamos a hacer algo más que vigilancia o investigación.- Me fijé. Si Chulo no hubiese averiguase ya del barrio, no estaría aca, me hubiese mandado a mi o a Eliana. Tal vez incluso a algún otro. ¿Quién sabe a cuántos tendrá bajo su brazo? Me pregunté también si habría algún otro vampiro siguiendo sus órdenes.

No hay nadie muy cerca, pero si se ve gente en las veredas. La canchita tiene pobre iluminacion, y un grupito aguardando en la penumbra seguro que no inspira confiaza... Chulo frunce la boca, disgustado.

-Mierda... Si, queria darles un golpe con toda ahora, mientras esten boqueando lo que paso ayer. Pero habran salido estos putos... No importa. Les vamos a quemar el aguantadero, dejar un mensajecito. Con algo de suerte no van a tener donde pasar el dia y el sol nos hace un favor... 

Al decir esto sonrie malignamente. Incluso Eliana alza la vista mientras se incorpora, extrañada por tanta alegria...

No puedo evitar mirar raro a Chulo al oir sus palabras. Debía estar muy seguro de que este era el lugar para decir eso. No lo conocía mucho, pero no parecía un tipo que se tire a iniciar una movida tan importante sin pensar. -¿No habrá mas gente adentro?- Pregunto. No me importaba en realidad la "gente", sino los que ya no eran "gente", otros vampiros como nosotros. -Además, ¿a las 8:30 de la noche? ¿No hay muchos testigos a esta hora?- Aunque, mientras decía esto, también pensaba que a esta hora, los bomberos tendrían mucho más tráfico para llegar a este lugar, y tal vez eso nos de más tiempo.

Encoje los hombros con desden.

-Seguro que algun ghoul de guardia, nada que estorbe mucho. Mejor todavia. Y para los testigos tenemos capuchas. ¿Que van a ver? 3 personas entrando y un auto que no existe...

Ahora casi se frota las manos, divertido por la inminencia de armar desastre. Comienza a caminar hacia el auto, estacionado en la sombra del lateral, mientras detalla el plan de ataque.

-Vos entras por el frente, Fran, conmigo. Eli,trepa por el muro de atras hasta el primer piso, por la ventana. Nos aseguramos que no quede nada moviendose dentro, armamos la fogata y a casita. 

Visto así, no parecía tan complicado. Pero habría que ver qué pasaba después. -Muy bien.- Asentí. -¿Vamos?- Lo mejor sería acabar con ello lo antes posible. Solo esperaba que Chulo estubiese en lo cierto.

Aproximarse a la casa resulta facil dentro de todo. Chulo tiene capuchas negras en el auto. Al llegar a la esquina, dejan bajar a Eliana, quien dara un rodeo para entrar por detras. Luego el auto sigue casi hasta mitad de cuadra.

En otro momento cualquiera no le darias dos miradas a donde finalmente se detiene. Es un frente tipico de la zona, enrrejado, con ventanales grandes atras, ahora pintados de negro. Puede que fuera un comercio de la zona. Ahora no luce ningun cartel, nada identificatorio. Es totalmente soso y sin identificar.

La unica entrada es una puertita estandar, sin timbre. Chulo se pone la capucha y saca su arma, un grueso revolver Colt Anaconda, calibre 44. 

-Vamos a tener que jugar con la sorpresa. Entrar pateando y tirando. +comenta, antes de bajar y posicionarse junto a la puerta, del lado con muro (esto es a la izquierda). Otra vez, vas de frente..

Me sorprendió un poco que Chulo no me de un arma, pero después de lo que pasó ayer, no me sorprendía mucho. -A lo mejor me está probando. O quiere que muera.- Pensé. Eso último era preocupante, pero en cualquier caso, tendría que hacerme cargo a la antigua, así es que dejé que mi sangre vampírica haga su trabajo y me de un poco de fuerza bruta para la ocasión.

-Yo me encargo.- Le digo a Chulo cuando estamos al lado de la entrada, al tiempo que me potencio un poco más. Alzo mi pìe y le doy una patada a la misma, a la altura de la cerradura, un poco a la izquierda. Desafortunadamente, no sede a la primer patada. Por suerte, la segunda siempre es la vencida.

Lo primero que ves al entrar es una pieza en penumbras, de 3 metros de ancho x 5 de largo como mucho. Partes de vehiculos se apilan en anaqueles contra tu derecha, como si fuera parte de un desarmadero o taller mecanico... Al fondo, al centro, se ve una segunda puertita, por donde se cuela la luz... En primera vista, en este cuarto no hay nadie. 

Chulo te hace seña de que avances, mientras el te sigue con el fierro.

Avanzo cauteloso. Nunca se sabía qué se podía ocultar en la siguiente habitación. No intentaba que mis pasos se amortiguasen mucho, de todas formas ya sabían que estábamos aca, así es que con pies ligeros me acerco a la otra puerta, cubriendome con la pared por si había alguien esperando del otro lado.

Giro el picaporte y abro lo más que puedo sin exponerme.

Viene lento desde atras, ya apuntando al frente con el caño. Vos abris la puerta... y las cosas se desatan. 

No avanza enseguida, sino que pega un tiro a altura del pecho, como anticipo.

-Llego la fiesta putos!!!+dice, con tono alegre, mientras gana el costado izquierdo del lugar. Desde dentro se escucha una puteada, y un chillido femenino, como de alguna chica...+ Entra, te sigo.

Al oir la orden de Chulo, me lanzo hacia dentro de la habitación mientras siento que mi sangre seguía haciendo maravillas con mi cuerpo. Me sacaba peso y me hacía más agil. Me estaba acostumbrando a modificarme de esta manera, se sentía muy bien.

Busco con la mirada al enemigo más cercano y me tiro contra él, intentando mirarlo a la cara para hipnotizarlo, si puedo. Si no, en lugar de mis ojos lo que vería sería mi puño.

Apenas entras, vislumbras lo que parece ser una cocina-comedor... No ves a nadie al momento, pero desde luego no estas solo... El estampido de una escopeta, apenas un par de metros mas alla, retumba en el cuarto. Por fortuna para vos la puerta empujada medio te cubre del impacto, aunque algunos perdigones te dan en el costado. La que dispara parece ser una chica, por el peinado, aunque no le ves la cara ni el cuerpo tras la mesa. 

-FUERA MIERDA, FUERA!! +grita desaforada.

Me paso sus disparos por donde no me da el sol. Practicamente ni los sentía con mi cuerpo vampírico.

Corro hacia donde está ella y agarro su escopeta, haciendola apuntar para otro lado. Tiro de ella para sacarsela de las manos. Así no nos va a volver a joder con esa cosa.

La pendeja resulta ser mucho mas fuerte de lo que aparenta, y no suelta su arma... Un pequeño flash de Eliana se te viene a la cabeza al verla, linda, buen cuerpecito... aunque es una version en morocha.

En eso, escuchas el sonido de la puerta al cerrarse con fuerza. Mirando hacia ese lado, ves una figura que habia quedado oculta detras de la misma. Aunque no parece posible que no la vieras antes... 

Es un negro, metro 80, fornido. Viste un buzo con capucha, muy inadecuado para el calor, y pantalones jean. Te mira con frialdad, mientras extiende las manos... Garras, grandes y afiladas garras, crecen en ellas en un instante. 

A pesar de que se cierra la puerta, enseguida un disparo atraviesa el cerrojo, volandolo en pedazos. Desde afuera se escucha el grito ardiente y divertido de tu sire.

-Eh mierditas, me quieren dejar afuera!? +exclama, provocando a los que esten contigo...