Partida Rol por web

-Ah, estamos señor... Franco Colonia no? Cualquier cosa le pregunto despues al encargado, si sabe algo. Suerte! +te despide con un gesto.

El mercado se alza imponente, volviendote por la calle y hacia la izquierda, a unos 600 metros. Es un unico galpon colosal, de mas de 100 metros de ancho, 10 de alto, y todavia mas largo. Cabe adentro una manzana tipica, con sus casas. Esta rodeado de un predio cercado tambien. Camiones diversos entran y salen, en su mayoria cruzandose en tu camino, hacia la ruta 11 que sale de la ciudad, aunque unos cuantos vuelven hacia dentro de la misma, por donde esta el accidente. Lo mismo que el matadero, el predio esta vigilado, aunque se nota que hay mas dinero aqui. La garita es doble, una de ingreso y otra de salida, de modo que hay dos guardias.

Otra vez me fui a presentar con uno de los guardias para ver qué me podían decir. Me acerqué a la garita de entrada. -Buenas tardes. Franco Colonia. Investigador de la Policía de la Provincia.- Le digo, al igual que le había dicho al del matadero. -Estoy investigando un accidente de un camión que volvía de aca.-

-Buenas, como le va? Si, me imagine...+contesta+... llevamos todo el dia viendo ese camion alla. Cuando lo sacan?

-Cuando llegue la grua.- Le dije simplemente al guardia. -Ya que vio por tanto tiempo el camión, tal vez me puede decir dónde estuvo descargando la mercadería, ¿no? ¿Tienen un almacén para eso o el distribuidor lo lleva directo a los vendedores?- Le pregunté al hombre

-No sabria decirle la verdad. Mire, todo depende si van para venta o para almacen. Los camiones de venta directa entran al galpon y van al stand del proveedor o proveedores con los que estan contratados. Cada quien controla que se descargue su embarque. Dan la vuelta por atras o adentro mismo y salen por aquel lado. +indica, apuntando a la otra garita.+ Los que traen verduras o frutas que son para almacenaje en cambio pasan por afuera, y van al almacen que les toque, esos...+Te señala una serie de edificios pequeños que se encuentran bordeando el perimetro del predio completamente.+-... donde todo depende de ellos tambien. Nosotros solo controlamos el ingreso y salida. 

-Gracias, que tenga buena jornada.- Le dije al guardia antes de partir. Sabía que el camión que yo investigaba llevaba frutas y verduras, por lo que ese lugar sería el mejor para responder dudas. Aunque no entendía cómo era que no llevaban un registro de por dónde pasaban los camiones.

La zona de almacenes es enorme en superficie, ya que rodea todo el complejo del galpon. No fueron construidos con gran imaginacion, siendo mas bien galponcitos chicos similares en tamaño y forma, paredes de ladrillo con techo de chapa. Solo varia el cartel del dueño. Multitud de cajones de verduras llenos se apilan dentro e incluso delante, tapados con lonas. Choclos, lentejas, zapallitos, calabazas... la lista es enorme. Cada deposito parece tener uno o dos personas, con carritos de carga a su lado, pero la mayoria estan descansando en este momento. 

Al no tener mucho con qué empezar, decido que lo mejor es preguntar uno por uno a los empleados de los depósitos si descargaron un particular que concuerde con las descripciones.

Viendo tanta verdura, te acordas del camion, del fuerte olor a tomates. Los tomates no son algo que se pueda almacenar mucho tiempo, menos en lugares asi. Esos almacenes de techo de chapa no deben ser muy frescos con estos calorcitos veraniegos. Es mas probable que los halla traido para venta directa.

-Aca no estubo el camión.- Pensé mientras inspeccionaba un par de almacenes. Se notaba que aca no se guardaban tomates. Al ver que no tenía nada para hacer por aca y no sabía por dónde buscar el siguiente indicio, me recosté en una pared y puse las manos en los bolsillos. De ahí saqué la tarjetita que había encontrado en el camión. -Místico.- Leí en voz alta. Tal vez pueda visitar ese lugar, para variar. ¿Quién sabe que me encontraría ahí?

Volví a guardar la tarjetita en mi traje y me dirigí al auto, que había dejado en el lugar del accidente.

El auto esta donde lo dejaste, mientras la tarde cae en Santa Fe. Es un atardecer rojo sangre, muy veraniego. Ves que ya hay una grua finalmente en la escena. Ha sacado el camion de contra el arbol, y esta dando la vuelta antes de remolcarlo, mientras los agente reducen la calle a un sola mano, controlando el trafico. 

En eso notas que alguien en la cabina lo enciende, porque de pronto empieza a andar, y las luces que ves desde atras, las rojas, prenden bien. Pasados unos segundos, el camion empieza a retroceder entre toses, lentamente.

Y de golpe, acelera para adelante, atropellando la patrulla y tu auto!!! 

-¿Qué es eso?- Me pregunto a mi mismo al ver que las luces se encendían desde la cabina. Demasiado tarde me di cuenta de lo que pasaba, aunque no habría podido hacer nada para detenerlo de todas formas. Dos segundos fue lo que tardó el camión en impulsarse y acabar tanto con la patrulla que estaba en medio como con mi auto. Lo único que se me vino a la mente en ese momento, y en realidad, fue más un acto de reflejo, fue sacar mi libreta y anotar la patente del camión. Probablemente un acto inutil, ya que teniamos los papeles, pero era mejor ser precavido.

Podes anotarla mientras el camion va ganando velocidad. Los agentes mas jovenes lo corren, pero aunque uno de ellos casi lo alcanza, se le escapa al acelerar del todo. Vuelven entonces a la patrulla. Ahi te ven, consternados, junto al mecanico de la grua, un veterano gordito con cara de pasmo, que mira los autos, por donde se fue el camion, y luce muy desconcertado.

No podía razonar en quién podría haber estado manejando el camión ni por qué lo hizo. En ese momento, lo único que era capaz de hacer era ir e inspeccionar cómo había quedado mi auto. Con un poco de suerte, el mecánico será encontrado responsable de esto. Ahora, si eso no pasaba... intentaba mejor no pensar en ello.

Así es que caminé hasta los restos de mi vehículo, sin demasiadas esperanzas.

Los dos autos estan bastante averiados. Los asientos de los lados del conductor, trabados e inservibles, hay que cambiar la puerta entera. Los vidrios de ese costado, como asi tambien las luces delanteras, rotos. En el caso de la patrulla, eso incluye tambien la mitad de las que van con la sirena. 

El mecanico los revisa a ambos, centrandose mas en los motores... y los hace arrancar!

-No estan tan mal como parece. +dice, al cabo de unos momentos+ Es mas que nada daño de carroceria y chasis, aunque su auto esta perdiendo aceite inspector. Igual, nada que no se arregle rapido. Ahora lo otro... hay que cambiarles puertas, vidrios, luces, y revisar el cableado. Eso si va a tomar un timpito y no es barato. Eso si, que carajo paso??

Aun embobado, apenas escuchaba lo que me decía el mecánico. La parte que especialmente resaltó fue la de "no es barato".

Luego, el mecánico preguntó sobre lo sucedido. A pesar de estar a un paso de tener una muerte cerebral, pues mi cerebro apenas registraba lo que pasaba a mi al rededor, automáticamente contesté al tipo. Tal vez una respuesta involuntaria para distraerme de lo que estaba pasando. -Alguien se llevó el camión mientras lo remolcaban.- Fue lo único que salió de mi boca.

-No vimos a nadie no? +dice uno de los polis, todavia algo agitado+ Aunque bueno... estaba mirando el trafico. Vamos fritos con esto. La radio anda?

El mecanico mira un poco y asiente. i

-Estamos... avisamos que pongan una orden de paradero. ¿Pero como le explicamos al comisario?

Todos te miran... sos el de mayor rango, a fin de cuentas

Al ver que todos me miraban intenté defenderme. -Yo tengo que seguir investigando. Que el camión no esté no significa que tenga que estar sin hacer nada.- Lo único que me faltaba hoy era lidiar con un comisario enfadado. Ya me podía imaginar al tipo haciendome responsable y sacandome de la paga el arreglo de la patrulla o algo así. Y ahora mismo, esa no era una visión bonita.

Todos te miran como diciendo "no me jodas...". El problema va a estar ahi seguramente cuando vuelvas a la comisaria. No pinta una buena noche. encima, no hay lineas de colectivo cerca, y desde luego ni taxis ni remises vienen por las buenas a esta zona. No te queda otra que probar volverte en tu carro o patear a la avenida a buscar un transporte.

Al ver que ya era de noche, decidí que era hora de ponerse en marcha. -Quizá mi auto funcione lo suficiente aun.- No me importaba ganarme varias miradas por el ridículo que hacía en la calle, solamente deseaba que todavía estuviese más o menos bien.

Me subí como pude al asiento del conductor, que no fue mucho ya que estaba hecho mierda, e hice contacto con las llaves. -Por favor...- Pensaba mientras intentaba que el motor arranque.