Partida Rol por web

Arranca, carraspeando pero arranca . Lo malo es que tenes que entrar por el asiento del copiloto y pasarte, pero bueh... otra no hay. Los agentes estan en su patrulla, hablando por la radio con la comisaria, mientras que el de la grua se sube a su camion y se va tambien...

Agradecido porque al menos todavía andaba, me dirigí hacia la dirección que salía en la tarjetita. Al lugar llamado Místico. -Y luego a una rotisería.- Pensé. Ya se acercaba la hora de comer. -Hoy tengo ganas de comprar pollo.- Había un lugar donde podía comprar un cuarto y después comerlo en el auto o en la comisaría. Pero eso después de terminar con esto.

Te toma un rato, en el cual el motor tiene tiempo de calentarse más y humear. Al parecer lo que dijo el mecanico que hay alguna perdida de aceite es cierto...  Finalmente, no obstante, llegas a San Martin. La calle es peatonal hasta una cuadra antes de la direccion que tenes anotada, por lo que debes dar un rodeo. Zona centrica, no hay un puto lugar donde estacionar... igual, despues de unos minutos encontras un espacio donde hacerlo. Ojala no te lo remolquen...

Mistico resulta ser simplemente una puerta metalica gruesa, con una laja de vidrio espejado en el centro, encajada entre dos tiendas de ropa fina para mujeres. El unico indicador, ademas del numero de portal, es el cartelito arriba con la palabra en letras decoradas, y la silueta de mujer de fondo. No hay timbre. Unos cuantos golpes tampoco traen a nadie de dentro...  No obstante, una chica de las tiendas de al lado, que esta bajando el toldo, te mira con una sonrisa despectiva. 

Vuelvo a tocar un par de veces más la puerta, pero nadie contesta mis llamados. Finalmente decido que no hay nadie a esta hora. Es entonces cuando me doy cuenta de que la chica de la tienda de al lado me estaba mirando. -Disculpe.- Le digo. -¿Sabe qué es este lugar exactamente?- Le pregunto. No parecía una tienda ni una casa, a menos que conectase con la parte de atras de uno de los locales de al lado.

-... un club nocturno, claro. No es "eso" lo que vino a buscar?+contesta en tono muy evidente de repugnancia, apurandose para bajar el toldo+ Pero las chicas no están antes de las 22, se va a tener que aguantar... 

-Ya veo. Gracias.- Le respondo a la chica, a pesar de que era evidente que quería apartarse de mi lo más rápido posible.

Si el lugar no habría hasta las diez, entonces sería mejor que primero fuese a comer algo. Podría pasarme por aca luego. Así es que decidí buscar por las cercanias. No comería pollo a menos que encuentre una rotisería, pero seguramente habría algún otro lugar por ahí. Me conformaba con poco. Estaba acostumbrado.

Decidí ir caminando. Cuanto menos recordase lo que le pasó a mi auto hoy, mejor. Además no quería volver a tener que estacionar.

Por suerte, no hay que ir demasiado lejos. En la otra esquina por la misma calle, justo donde empieza la peatonal, hay un McDonalds. Es un curioso contraste, ahora que sabes de que va Mistico, que tan cerca este un local que es pelotero y juegos en buena parte de su estructura. Todavia hay chicos jugando ahí, al igual que adolescentes en las mesas. Puede que sea un poco infantil como opcion para comer, pero es barato... La otra idea la parece plantear la misma peatonal, ya que desde la esquina ves un par de locales con mesas afuera en la siguiente cuadra, uno con elegantes sombrillas personalizadas y el otro mas modesto, con material plegable de la cerveceria Santa Fe. 

Entré al McDonalds. No era lo que acostumbraba comer, pero era algo. Esto era más del estilo de mi primo. Él siempre me decía que si iba a pedir algo aca, que sea el bigmac, ya que era lo más barato y te llenaba igual. -Él ya debe estar en la casa.- Pensé mientras hacía la fila.

Mientras tanto, miraba a la gente que comía ahí. La mayoría eran adolescentes y un par de madres con sus hijos en el pelotero.

No tardas mucho en el bocado. Ciertamente, sos el unico hombre adulto en el lugar, lo que atrae algunas miradas. Ves que tambien tiene opcion para comprar desde el auto, entrando por la otra calle y dando la vuelta dentro del local. Es completito. Claro que si pasearas mucho con esos daños... en fin..

20:30 ya comiste, pero todavia falta un buen rato para que abra el local de Mistico. La actividad afuera ha disminuido un apice. Ves muchos jovenes pasar, la mayoria bien vestidos a la moda. Santa Fe cierra sobre las 21 en lo que es comercio normal, pero lo que es gastronomia y diversion sigue hasta bastante tarde, aprovechando el clima que incentiva a salir. Ademas, apenas empiezan las clases, otra razon para que los chicos sigan vagando. Todavia tienen energias de las vacaciones... 

Como contraste, en el costado de Mcdonads uno de los empleados saca la basura, pero no la pone en el contenedor. Solo la deja en la vereda. Allí se encuentran una docena de chicos harapientos de corta edad, asi como un par de adultos, que de inmediato las abren y comienzan a comer las sobras que tira el local, hamburguesas y bebidas a medio consumir. Ademas meten en cajas lo que no se comen, para llevarselo. La otra cara de la ciudad. Desde luego, los paseantes comunes fingen no verlos, e incluso muchos se cruzan de vereda para no acercarseles.

Al ver que había terminado mi comida bastante más rápido de lo que esperaba, decidí que podría distraerme un rato leyendo las noticias en algún diario del lugar, así es que empecé a fijarme por las mesas vacias a ver si alguien que ya había terminado su comida lo había dejado ahí al irse.

Esta vez nadie se dejo el diario. Entonces te acordas que recien sacaron la basura. Seguro limpiaron no hace mucho y se llevaron todo eso... En las mesas no hay nada mas que las viandas de los comensales.

No obstante, cruzando la calle, donde comienza la peatonal, hay un kiosko de diarios y revistas. Bah, desde lo que ves por las ventanas, son mas bien unos bancos y tablas contra la pared de una farmacia, donde se apila esa mercaderia, pero la idea es la misma. 

Al ver que no podía relajarme leyendo el periodico, pensé que lo mejor para hacer un poco más de tiempo era tomarse un café, que nunca viene mal. Así es que me levanté y fui a la caja a ordenar uno.

21... 21:15...21:30... el tiempo pasa lento cuando uno espera. Te echan del Mcdonalds llegando a las 22, ya van a cerrar la parte local y solo queda lo de los autos. igual no importa, va siendo hora. 

Al volver a San Martin, la peatonal tiene menos gente, pero todavia hay paseantes mirando las vidrieras cerradas, soñando sin duda con lo que compraran. A tu derecha, no hay tanto movimiento, pero casi al final de la cuadra ves una luz roja y amarilla que alterna, donde debe estar Mistico, derrotando a las del alumbrado publico. 

Por fin era hora. En cuanto vi las luces de Mistico me apuré un poco el paso. Como pasaba con toda persona de mi edad, no me iban los clubes nocturnos. Por lo que quería entrar, investigar el caso e irme lo más rápido posible. De todas formas, lo más seguro es que no tenga que hablar con mucha gente. Solo con el pibe de la barra o con alguna mina que labure ahí.

En la puerta metalica, todavia cerrada, esta ahora un patova enorme, un "chico" en sus veintes, casi 2 metros de alto y facilmente 100 kilos, la tipica bola de musculos llena de esteroides y otras sustancias que contratan en estos locales para seguridad. Te mira, como calculandote.

-Invitacion. +gruñe.

El patovica imponía respeto, pero creía poder engañarlo sin necesidad de gastar dinero en un soborno. -¿Cómo que invitación?- Le pregunté al tipo, con aire de superioridad. -Flaco, soy dueño del lugar. ¿Ves todo esto?- Dije señalando el lugar, o más bien la puerta, que era lo único reconocible. -Yo cobro el alquiler por esto todos los meses a tu jefe. Así que te recomiendo que te vayas moviendo, pibe. Así no tenes problemas.-

Con lo que estaba haciendo, podía ganarme la entrada al lugar o quedar tirado hecho mierda en la calle.

-Muy gracioso. +gruñe simplemente, cruzando los brazos con gesto nada divertido, marcando biceps y antebrazos en la remerita ajustada+ ¿Tiene o no tiene invitacion, señor?

Una chica rubia muy mona llega, saluda al tipo sin mirarlo casi y entra directamente, mostrando una escalera que asciende al abrir la puerta (ademas de unas lindas piernas bajo su minifalda). Notas que hay poca gente en esta esquina y casi nada de trafico mientras el tipo espera su respuesta.

Al ver que el patova no cedía, largé un suspiro. -Bueno, dejame buscar.- Le dije mientras agarraba la billetera y sacaba $70. Miré para atrás para asegurarme de que no haya nadie y ser más o menos discreto. Al ver que casi no había gente, le tendí la plata. -¿Esta es la invitación?- Le pregunté.

-Roca es mejor... pero bueh, pase. Un rato nomas y no se haga el boludo con las chicas... +gruñe, tomando el dinero con dos dedos, y desapareciendolo en el pantalon. Da apenas medio paso al costado, dejandote via libre para la puerta. 

Entro al antro rápidamente antes de que el patova cambie de idea. Una vez adentro empiezo a curosear con la mirada a mis alrededores. Buscando a ver a quién podía preguntarle por mi conductor accidentado.