Partida Rol por web

Asiente a don Orlando, para luego atenderte. Se lleva un dedo a los labios, mientras saca un celular del bolsillo.

-Es una buena pregunta. La llamare. 

Se aleja unos instantes para buscar señal. Mientras, los militares se van formando y observan la zona con seriedad. El cementerio es amplio, quizas 300 metros de ancho y mas o menos lo mismo hasta los arboles. Don Orlando tambien esta comprobando su rifle, observando por la mira con sus ojos rojos... Todos ellos lucen tensos.

Bajó del automóvil,y vio la hora, tendrían aún horas de la noche, y algo le dijo que de llegar el alba, tendrían que esconderse en  algún mausoleo,y dormir en una tumba. Rodó los ojos, y se fue detrás de los militares como dijo don Orlando, eran enorme a comparación de ella, aunque de por sí ya era una mujer alta. Saco su arma de su cinto,  y le sacó el seguro, su entrenamiento de dos semanas ahora debía servir para algo. Guardó silencio y esperó instrucciones, sin pensar en que estaban los militares ni nada, estaba focalizada en lo que debía hacer.

Baja del coche moviendo las piernas para desentumecérselas en un acto reflejo, mirando el panorama desolador. Entonces aparece el Sire (ya estaba tardando, y tenía que venir, ¡cachis!) y a la compañía (no haría una redada con ellos, pero era lo que había. No podía pedir profesionales y solo rezaba por que supieran por qué lado se disparaba una pistola. Alfredo parecía del tipo de "rata de biblioteca" pero aquí todos sorprenden) además de los invitados que ha traido Orlando (esperemos que sepan lo que se hacen, lo mismo los militares de aquí pasan la instrucción limpiando caballos)

- Bien - comenta a don Alfonso con actitud de no aertura a más comentarios - ¿Por dónde comenzamos?

Orlando organiza la marcha apuntando hacia los viejos mausoleos, las estructuras mas grandes del cementerio. Estos se hallan ubicados en el linde con el bosquecillo mayormente, aunque alguno que otro de menor tamaño se alza aislado. 

Los soldados se abren en abanico delante del grupo ante la instruccion. Orlando hace un gesto a Alfredo, y los dos se ocupan de llenar los huecos entre los 3 hombres para avanzar, quedando asi separados solo por un par de metros los unos de los otros. Atras van Javiera y Sarah, las novatas.

El aire del cementerio es fresco, humedo, aromatico. Probablemente no esten lejos del agua. La oscuridad vuelve todo mas indefinido. Nadie ve mucho mas alla de unos pasos luego de alejarse de los autos, pero entonces cada soldado prende una linternita. Orlando y Alfredo no parecen necesitarlas, pero las muchachas pronto las estan extrañando..

Va atrás, con una de las armas en sus manos, y caminando lo más sigilosamente que puede, viendo escasamente con a luz que tiene los soldados que van delante de ellas. Si tuviera un corazón, este palpitaría con violencia, pero como ya no tenía uno que funcionara, era una distracción menos. Agudizó sus sentidos, intentado detectar cualquier cosa que les indicara que los habían descubierto.

Había hecho esto alguna vez. No aquí, en américa, pero buscar cosas es algo que supongo que se hace igual aquí o en Pekín. Caminaba afianzando el talón, posando toda la planta y procurando hacer el menor ruido posible. Así te lo enseñan en Quantico. Llevaba una de las armas en la mano, sujeta en mi lado derecho, con el pulso firme.

Por fin, algo que conocía.

El grupo avanza entre las silenciosas tumbas con mucha cautela, todos ellos alerta, mas ninguno parece percibir nada mas que el frio viento arrastrandose entre las hojas, la oscuridad que impregna el ambiente, el aroma de las flores jovenes o viejas que decoran las tumbas... De pronto, Orlando alza la diestra y chista, indicando el alto. Es el unico que parece haber notado algo diferente.

Apunta hacia el sureste, donde los mausoleos estan mas junto a los arboles. Hace una seña al soldado que va por ese lado, de que le acompañe. El resto que rodeen por el Este. Nadie puede confirmar que el antiguo este en lo cierto o no, pero se le ve muy seguro de si mismo... Lo suficiente para que los hombres prestados por don Hector obedezcan, al igual que Alfredo.

La zona donde apunta en concreto, se ven las sombras de varios mausoleos pequeños, como asi tambien unas cuantas tumbas. Hay algunos arboles creciendo aqui y alla, la avanzadilla del bosquecillo podria decirse. El terreno es desigual y aspero, no parece una zona bien mantenida o visitada por los cuidadores.

Una cosa es ser una borde y pensar lo crudos que estan en este país y otra muy diferente es la profesionalidad. Las cosas se hacen bien si o si, aunque tenga que sacar al propio Alfonso cojeando de aqui. Compruebo el peso de la Glock y calculo cuanto puede ser el retroceso, en caso que necesite usarla. Al fin y al cabo una Glock también es una Glock aquí o en Pekín.

Miro a la chiquilla del Bibliotecario pensando si sabrá usar un arma o hará un estropicio, pero es cierto que no podemos perder a nadie ni arriesgarnos a que se yerren los tiros, asi que compruebo que el seguro esté quitado y avanzo como sabía hacerlo cuando era mortal. Perdon... sigo siendo mortal, esa chorrada de vampiros.

Camino con el otro solado fijándome en donde podamos estar.

El grupo se divide, aunque no demasiado. Por el Sur Orlando y su acompañante avanzan cautelosos entre las tumbas, usando estas para cubrirse. Pronto no ven nada salvo la linternita del soldado.

Al Este, uno de los soldados se va aproximando al mausoleo para usarle de parapeto, mientras otro va hacia la parte posterior para asegurarla. Alfredo va tras este ultimo. Las dos muchachas, mas retrasadas, no llegan todavia. Alcanzan a notar, no obstante, que el mausoleo yace en bastante mal estado, con la puerta oxidada caida de sus groznes. 

De pronto, el soldado parapetado alza la mano. El tambien ha sentido algo al parecer. Señala el espacio entre los dos mausoleos con lentitud...

Camino con cuidado hasta ponerme donde está el soldado que hay levantado la mano, tratando de ver lo que él ha visto. Esto no era lo que más me gustaba. Prefería recoger muestras de un cadáver. Pero todavía no tenía el cadáver, así que tendría que aguantarme.

Procuré no hacer nada de ruido, con sigilo y silencio al aproximarme.

Al parecer uno de los soldados había encontrado algo, y Alfredo iba a en otra dirección, Javiera no tenía intensiones de hacerse pasar por héroe porque simplemente no era su campo y se fue detrás de su sire, portegiéndole la retaguardia, aún  buscando moverse con cuidado.

Alfredo y uno de los soldados se apresuran para rodear el mausoleo, pero sin perder el mayor sigilo que puedan, mientras Javiera les sigue un par de pasos detras. Orlando y el primer soldado se parapetan entre las tumbas, buscando refugios. Al parecer tambien van hacia el mismo lado. El tercero se queda donde estaba, casi junto a la puerta del mausoleo, mientras Sarah queda algo mas atras.

El rasgueo de una guitarra interrumpe el silencio en la noche. A no dudar, viene del pasillo entre los mausoleos. Es un rasguido tranquilo y melodico, lleno de sentimiento, atrayendo vuestra atencion instintivamente ... Y justo para acompañar el acorde, un disparo que retumba cercano! 

Sigo caminando con sigilo, pero esta vez, subo el arma para disparar si hiciera falta. ¿Lo de la guitarra es cachondeo acaso? Una de dos. O es un hippi muerto de risa o es alguien que está provocándonos para que vayamos a él.

Ambas cosas no van a acabar bien. La primera, tendré que hacer la autopsia al cadáver. La segunda, quizás nos la tengan que hacer a nosotros si es verdad lo que cuentan del tal Javier.

Ha seguido a su sire hasta el resguardo que ha buscado en las tumbas, ahí, agazapada en la lápida y las sombras, prepara su arma, pero el sonido de la guitarra la pone en alerta y ahogar un grito que no salio de sus labios cuando se escuchó el disparo, una bala no la mataría, pero aun así nunca antes le habían disparado. Sacó el seguro del arma, y apuntó a las sombras, para disparar cuando diera alguna orden o algo.

Los dos grupos rapidamente van rodeando el pasillo por ambos flancos, a pesar de ese disparo, fuera fallo o advertencia. El unico que se demora un poco es don Orlando, el cual se parapeta tras una tumba, desde la cual tiene vision perfecta del pasillo y de quien yace en el. Sin embargo, no dispara apenas tiene la chance.

-Taj rodiao cumpa...+suelta con voz fuerte y calmada+ Larga deso y vamo a charla, Anastasio. ¡Y ese otro qui ande tirando, qui salga!¡No le dan ni al aire 'n loj 'curo!

Se escucha una risa desde el pasillo, mientras las cuerdas dejan de tañir. Una voz masculina y joven responde.

-No hay caso, uste' es muy vicho don Orlando... Pero esta no la va a sacar barata. Hay algo que seguro ni uste' vio. ¡Salgan, carajo!

Al grito, dos figuras se alzan en los techos de ambos mausoleos... Son sombras apenas iluminadas por la luna baja y las estrellas. Una, sobre el de la derecha, parece un hombre. Viste algo levemente brillante, como metal, y empuña dos machetes. Pero sus rasgos estan increiblemente deformados, enflaquecidos...

La otra es mucho peor. Solo divisan un cuerpo agrandado y agazapado, de miembros largos doblados en angulos incorrectos. Mas parece una araña que una persona... Sin emitir ni un sonido, ambos se abalanzan, saltando el primero sobre Sarah y el segundo hacia donde estan Alfredo y Javiera!

Sangre fría, sangre fría... eso se decía, cuando escuchaba al sujeto hablar y disfrutar el momento, los estaba esperando, porque aquellas figuras aparecieron de la nada, Javiera tomó su arma y disparó a la que se abalanzaban hacia ellos.

Tomo posición defensiva pegándome a la pared del mausoleo para esquivar si acaso el tiro no funcionara (cosa que va a pasar seguro seguro) desde esa posición, trato de apuntar al tipo en la cabeza a ver si ....se la vuelo y no se vuelve a mover más.

La gente normal, cuando le disparas a la cabeza, se muere. Espero que a este le pase lo mismo.

El tipo se lanza y ... pum...

El caos se desata sobre el campo de batalla. La noche se enciende con el brillo de los disparos que resuenan por el cementerio con un tableteo ensordecedor...

Al Este, la criatura aracnida, un hibrido o algo entre mujer y araña, se abalanza sobre el soldado, que esta adelantado. El disparo de Javiera no hace mas que rebotar en su piel, pero tanto el hombre como Alfredo le alcanzan con un par de tiros certeros al torso.. Eso detendria a cualquier humano, pero la "cosa" no lo es. Sin piedad golpea al soldado en el vientre, haciendole sujetarselo, a pesar de la sangre que corre por su costado...

En el Oeste las cosas son mucho mas complicadas, ya que tanto Anastasio como el sujeto del tejado atacan a la vez.

El primero lleva un largo facon, una hoja delgada similar a una espada corta. Con este apuñala al soldado mas proximo, aunque el hombre solo recibe un tajo menor. Contraataca acribillando a quemarropa al gaucho, y recibe el apoyo de fuego tanto de su colega como de Orlando... Pero increiblemente, el sujeto sigue de pie, a pesar de los huecos que estas armas abren en su poncho!!

Sarah corre con menos suerte. La criatura cae practicamente a su lado, como si nada. Ella le dispara, atinando un balazo certero que atraviesa la anticuada armadura que viste, pero esto no impide que reciba un tremendo machetazo en el torso como respuesta, el cual le corta desde la clavicula hasta el pecho... La fuerza del monstruo es tremenda, seccionando con facilidad la carne y huesos de la bella agente!