Rodeado de atributos femeninos me planteo con seriedad si aprovechar la noche previa a las pesquisas para probar la “comida local”.
Duermo mejor si antes he hecho un buen ejercicio.
Busco con la mirada una posible diversión para la noche, especialmente entre las más jóvenes. Aprovecho la cercanía de una de las chicas, nadie demasiado importante como para buscarme problemas, que sirve la comida para, aprovechando la cercanía, pasar la mano por su trasero de manera disimulada. Parece que ella es la única que se ha dado cuenta. Las miradas se cruzan cuando pasa al otro lado de la mesa. Me vuelvo hacia mis compañeros y sigo conversando, sin quitarle ojo de encima.
Ese es el tipo de carne que me apetece para cenar esta noche.
Asentí antes las palabras de Oddi, dando a entender que sabía perfectamente de lo que hablaba, mientras me dedicaba a llevarme a la boca el trozo de pan tostado que mi hermano de leche me había pasado.
La noche pasó con tranquilidad, incluidas las horas de guardia correspondientes y, cuando un nuevo día amaneció, volvimos a partir rumbo a la aldea de la dama Frigg. Al acercarnos y comprobar quienes nos recibían, me di cuenta que, en principio, parecía ser cierto que los hombres se habían ido de la aldea. Pero, a pesar de ver que ninguno de los que habían estaban en condiciones de pelear, ya que o eran muy jóvenes o demasiado viejos, y no aguantarían ni un minuto en el campo de batalla, seguía pareciéndome demasiado raro que no hubieran dejado ni a uno sólo de sus guerreros para cuidar la aldea.
No me gustó la actitud del viejo, parecía burlarse constantemente de nuestra presencia allí, pero pronto esos pensamientos se alejaron de mi cabeza ante el agasajo que nos dieron. Entre la comida, la bebida y las poco delicadas miradas que dirigía a las hembras, las historias que contaba el viejo pasaban por mis oídos sin pararse en mi cabeza demasiado tiempo. Poco me importaban las hazañas que contaba y más preocupado me encontraba de discernir el motivo de la tensión que se respiraba. Pero mis compañeros estaban más preocupados en buscar las atenciones de las mujeres que en otro menesteres, algo por otra parte que yo compartía aunque con ciertas reservas.
—Un poco de diversión extra nos sentará muy bien después del viaje, sobre todo a ti Oddi. Espero que no agarres a esas —dije señalando a un par de las mujeres que nos atendían— de la misma manera que agarras el mástil, porque entonces poco harás con ellas.
La muchacha quita la mano de Hálfan con brusquedad, luego se acerca a el y en un susurro le dice-Traeme los pellejos de los lobos que asolan esta aldea y entónces hablaremos-Luego pone una sonrrisa y se marcha con otras dos muchachas con las que parece que comenta lo que ha ocurrido, las otras dos os miran con curiosidad.
¿Hacéis algo más en la cena?¿Pasámos al día siguiente?
¿Sexo a cambio de cortar y trocear? A mí me vale.
Por si acaso busco a alguna otra posible diversión para esta noche.
No puedo evitar que una sonrisa socarrona asome a mi rostro ante el descaro de la muchacha y su actitud hacia Hálfan. Le doy una palmadita en el hombro a mi amigo dándole ánimos, y recurro a otro de los viejos refranes de mi padre mientras señalo a las mozas menos agraciadas del lugar.
- Prueba suerte allí. Las migas son también pan.
Hecho mano a un buen trozo de carne y a mi cuerno de hidromiel. Esta siendo una buena noche.
Por mi pasamos jefe ;)
¿No sería la corteza?- pregunto divertido- además, si me quedo yo con todo ¿qué harás tu una vez te canses de los mástiles?
Me reí sonoramente ante la rapidez de reflejos de aquella joven, había sido una buena contestación eso no lo podía negar.
—Parece que tendrás que ganarte tu premio Hálfan.
Miré descaradamente a las otras dos con las que se había juntado, tal y como indicaba Oddi y, desde luego, había buenas hembras en aquella aldea, pero aún así seguía preguntándome porqué ningún hombre válido se había quedado en la aldea con el problema que tenían encima. Me encogí de hombros, ya comprobaríamos al día siguiente lo fieros que eran esos lobos que parecían causar tanto temor a los lugareños, mientras tanto aún quedaba tiempo para seguir comiendo y bebiendo y, con un poco de suerte, ver si a alguna de aquellas mozas no les importaba pasar esa noche en compañía.
Por mí también podemos pasar.
Si no hay trama aquí, por mí seguimos.
El resto de la velada trascurre con normalidad. Parece que vuestra estrategia de mirar fijamente y tocar culos no ha servido de nada, de modo que os acostáis solos y Hálfan con alguna que otra bofetada recibida. Pronto las muchachas empezaron a esquivar el lado de la mesa en donde os sentábais y a cuchichear entre ellas. Aún así, la primera moza no os ha quitado ojo en toda la cena.
A la mañana siguiente, descubre un cielo más o menos despejado. Cuando salís a la calle os empieza a seguir un grupo de niños entre diez y doce años. Cuando llegáis a un callejón empieza a hablar el que parece el cabecilla.
¿Y vosotros sóis nuestros salvadores? A mi me parecéis un puñado de inútiles buenos para nada.-Risa de todos los niños. Les hace una señal y se callan.-Seguro que sóis incapaces de vencer a Starkad en combati singular sin armas.
Aparece un gigantón, lento de pensamiento, quizás un poco retrasado y señala a Úlf-Tu, lucha con Starkad. Acto seguido le lanza un puñetazo.
Motivo: iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+13)=18
Si váis a luchar tirada de iniciativa.Si lucha sólo Úlf que tire el.
Yo lo que quiero es darle un bofetón al crío. Pa' que aprenda. ¿Tengo que tirar algo?
A pesar de que la noche no había resultado lo caliente que yo esperaba, no podía quejarme de haber dormido mal, quizás debido a la buena comida servida o a toda la cerveza que mi cuerpo pudo aguantar. Un tanto entumecido pero con ánimo para acabar con aquella misión de una vez, me levanté dispuesto a comenzar el nuevo día.
Una vuelta por la aldea no me vendría nada mal, pues tendría la oportunidad de estirar los músculos, de que la fría mañana me despejara por completo y, por último, de estudiar con detalle a las gentes que habían quedado y la situación estratégica del lugar. Pero no habíamos dado ni un par de pasos cuando aquellos mocosos malparidos comenzaron a seguirnos.
—Malditos mocosos... Seguro que tú eres mucho más valiente... ¿verdad niño?
Moscas cojoneras, eso eran aquellos críos, sobre todo el cabecilla que de buena gana le ahogaría allí mismo. Mi ánimo se ensombreció con las palabras y más aún con el reto, sobre todo cuando vi al tal Starkad.
—Pero qué cojones...
Si no éramos bienvenidos para qué nos habían llamado. En el fondo sabía que aquello sólo era una prueba. Si la pasábamos nos considerarían lo suficientemente dignos y sino... bueno, esperaba que aquella mole que intentaba golpearme sin explicación alguna fuera lo suficientemente lenta para acabar con él en cuestión de segundos.
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d10
Resultado: 8(+27)=35
Úlf, declara dos acciones porfi.
Starkad declara dos ataques
A ver si me acuerdo cómo va el combate, esto va a estar bien para recordarlo :)
Oddi, creo que se la das y ya está :)
Por fortuna, cuando aquel energúmeno atacó sin tiempo siquiera a que me preparara, la rapidez de mis reflejos sirvieron para algo ya que pude evitar, por poco, el puñetazo que me dirigió sin mediar palabra.
Pero si esperaba encontrarse con un mequetrefe que no le fuera a dar la réplica, aquel animal lo llevaba claro. Clavando los pies en el suelo buscando estabilidad, llevé mi puño directo hacia su cuerpo, con toda la fuerza de la que fui capaz. Esperaba que el golpe le aturdiera lo suficiente para que se le acabaran las ganas de seguir fanfarroneando, al igual que a aquellos molestos mocosos.
Motivo: Esquivar puñetazo (Normal)
Tirada: 1d100
Dificultad: 71-
Resultado: 57(+5)=62 (Exito)
Motivo: Puñetazo (Normal)
Tirada: 1d100
Dificultad: 44-
Resultado: 8 (Exito)
En la primera tirada he sacado 57, que me he equivocado poniendo modificador cuando ya estaba sumada la dificultad.
Acciones:
Esquiva y ataque pelea (puñetazo)
(La mecánica parece similar a Aquelarre ¿no?)
Lo que no tengo claro es el daño, en el manual pone pelea 1d6+1, pero en mi ficha especifica un valor entero.
Yo por ahora me quedo mirando. Quiero saber de qué va esto.
Esto ya es el colmo. Pase que la amargada de la madre de Hálfan nos insulte. Que me vea obligado a pasar dos días enteros navegando. ¡DOS!. Que llegue a nuestro destino y no cate de las delicias locales... pero esto ya era demasiado. Avanzo por el lado de mi hermano de leche Úlf dándole una palmadita en el hombro. Él se basta y se sobra solo para acabar con aquel hijo de trol.
Me dirijo directamente hacia el crío que parece el cabecilla y le suelto un guantazo del revés con todas mis fuerzas, procurando que el resto de los críos lo vean, y aprendan.
- ¡Vergüenza debería daros, malparidos! Id a refugiaros en las faldas de vuestras madres, si es que se dignan a miraros. Mejor haríais en llamarlas para que pudiéramos hacerles hijos de verdad, y no bastardos de un huargo como vosotros. Así al menos podrían estar orgullosas de algo. ¡Marchaos ya, si no queréis que nuestra paciencia se agote!
Oddi suelta un guantazo al niño que lo hace tambalearse y casi se cae al suelo. Por un momento los demás retroceden. El muchacho se incorpora, saca un cuchillo y amenaza a Oddi-¡Vuelve a tocarme y te cortaré el cuello mientras duermes!-La mirada del niño es fría, cargada de odio, diríais que es capaz de cumplir su promesa.Los otros niños envalentonados por las palabras de su lider hacen lo mismo, sacan cuchillos y amenazan a Oddi mientras gruñen.
Si quieres zurrarle, ahora sí tiradas de iniciativa y declarar acciones :)
El gigantón encaja el golpe de Úlf con un gesto de dolor, pero lejos de pararle. Lanza un puñetazo con la izquierda , que a otro menos rápido que Úlf le habría reventado el craneo, pero Úlf ha estado rápido y ha logrado esquivarlo. El segundo golpe es un gancho con la derecha, pero no está lo suficientemente cerca y se pierde en el aire.
Aún así el gigantón no cesa en su empeño y se prepara para otra embestida, lanzando dos nuevos puñetazos, otro directo con la izquierda y dando un pasito hacia adelante, lanza un croché de derecha.
Los niños hacen un gesto de dolor cuando el coloso encaja el primer golpe, pero cuando le ven atacar con energía renovada y casi alcanzar a Úlf, empiezan a lanzar vítores. Están mirando a Oddi , apuntándole con los cuchillos y siguiendo el combate.
Motivo: pelea
Tirada: 1d100
Dificultad: 66-
Resultado: 48 (Exito)
Motivo: pelea
Tirada: 1d100
Dificultad: 66-
Resultado: 70 (Fracaso)
Motivo: pelea2
Tirada: 1d100
Dificultad: 66-
Resultado: 55 (Exito)
Motivo: pelea2
Tirada: 1d100
Dificultad: 66-
Resultado: 46 (Exito)
Pongo el ataque del segundo asalto, si declaras esquiva, la primera es a dificultad normal, y la segunda con un malus de 25%