Partida Rol por web

Warhammer 30.000: La Gran Cruzada

Trasfondo

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09/05/2018, 14:04
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-Si están lo bastante aburridos como para criticarnos es que hacemos bien nuestro trabajo -sonrió Eon.

Luego puso una mano sobre el hombro de Ark´sul, acariciando la tela roja.

-Estoy seguro de que recordarás cómo matar orkos -bromeó-. Además, seguro que tus nuevos amigos marcianos te prestan unos cuantos juguetes para que los pruebes en el frente junto con tus terranos. Yo no apostaría a favor del primer necio que se oponga a tu expedición. Por cierto, ¿partís pronto? ¿Hacia dónde?

Ante la mención de Subuel Eon también lanzó una carcajada.

-Lo cierto es que podrían estirarse y poneros algunos generadores más, como gesto de buena voluntad -siguió sonriendo cuando hablaron de aquellos autoproclamados "rememoradores"-. Date prisa en reclutar un par de poetas que canten tus alabanzas. Yo he tenido que acudir personalmente a buscar a Serena d´Angelus, la pintora, ¿te suena? Me la querían quitar para mandarla a alguna expedición menos "arriesgada". Y hay otros que se me han escapado. No todos quieren recorrer el vacío rodeados de monstruos y piratas.

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09/05/2018, 19:07
Nicola, la Montaña

La última batalla por Keith.

El planeta lloraba mientras los dos ejército se contemplaban en su planicie más alta. Eran lágrimas negras, contaminadas por los gases de los motores. Los Orkos formaban a un lado, expectantes a que su comandante, un orko tan grande como el primarca de los Robles Eternos y embutido en una tosca coraza con una garra de kombate por brazo, aullara su grito de ataque. Enfrente, los astartes de Nicola aguardaban disciplinados la misma orden de su señor. De repente, la lluvia cesó y las primeras órdenes se llevaron a cabo. Había comenzado la mayor batalla de los Robles Eternos hasta la fecha.

- Derribadlos.

La orden de Nicola apenas fue un susurro ensordecido por las bocas de los pieles verdes gritando a pleno pulmón. Instantes después ambos ejército comenzaron su marcha frente al otro y la infinidad de proyectiles comenzaron a cruzarse en el aire sembrando muerte y destrucción por doquier. Tal fue la magnitud de fuerzas que se desplegaron, que tras el asalto inicial prácticamente redujo ambas fuerzas se redujeron a la mitad y los montones de cadáveres comenzaron a asemejarse a trincheras.

Ninguno de los dos combatientes ejércitos daban cuartel, día, noche, día, noche... la estrella que marcaba el paso del tiempo no podía mostrarse más distante, hasta que en la noche del séptimo día, el primarca y el kaudillo por fín cruzaron armas. La munición hacía tiempo que se había gastado a todos los que estaban en primera línea, por lo que los dos se lanzaron el uno contra el otro y cada uno bloqueando los golpes de su oponente con su mano libre. Así permanecieron durante una eternidad, al menos para sus perspectivas, pues el tiempo se había ralentizado conforme medían fuerzas y la carnicería iba sucediéndose a su alrededor.

En un intento por ganar ventaja, el orko le propinó un cabeza al primarca, en contrapartida Nicola golpeó la rodilla de su oponente, pero el empate continuaba y así permanecería hasta que fueran los únicos contendientes de la gran batalla que se libraba, salvo que alguno lograra un movimiento para superar a su rival... y así fue como el comandante de los Robles Eternos hizo algo impensable, soltar su hacha. El movimiento tuvo su recompensa al desequilibrar al kaudillo, quién no podía deshacerse de su arma para contrarrestar la jugada. Nicola acabó rodeando el gigantesco cuello del orko y comenzó a ejercer una presión capaz de quebrar huesos, pero lo único que consiguió fue impedirle respirar, prolongando la lucha entre los dos gigantes durante una larga media hora, hasta que el primarca por fín lo soltó, recuperó su hacha y le reventó el cráneo.

Nicola sabía que había perdido mucho tiempo con un orko, por muy grande que fuera, y la contienda aún distaba mucho de acabar a pesar que el comandante enemigo ya había sido eliminado. Definitivamente los orkos de Feith eran un oponente realmente difícil de derrotar y el combate aún duró otro día más antes de que el último piel verde fuera eliminado.

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09/05/2018, 19:54
Ark'sul

No pudo evitar sonreír ante lo de prestarle nuevos juguetes y el comentario sobre lo de que se "estiraran" con generadores en Subuel. Si Eon supiera no diría nada, pero seguro que algunos de sus hermanos, como Hantei, echaría en cara cierto favoritismo. El problema era de ellos.

-No estoy seguro, hermano. Después de Subuel puede que vuelta a intentar pacificar el Segmentum Solar o tal vez el Obscurus que es el más apartado de todos. Quiero ver que ofrecen las estrellas a mi hermano aventurero para que siempre esté en los lugares más alejados.

Negó con la cabeza ante la mención de la artista.

-En realidad nunca he estado demasiado interesado en el arte, hermano -comentó divertido- he intentado agenciarme a los magos y adeptos de Marte más ingeniosos y con mayor capacidad de adaptación a todo lo que podamos encontrar, en cambio creo que mi falta de conocimiento sobre el arte haría que tomara malas decisiones, ¿podrías aconsejarme alguno? -alzó las cejas- si son los poetas, los cantantes y los escritores los que siempre cuentan las hazañas más exóticas, ¿por qué no ir con aquel que está siempre en los límites del espacio conocido? Es ilógico y una incongruencia, ¿no crees?

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09/05/2018, 21:34
Duncan Thorne Brodie

-No sólo a mi legión-replicó Duncan, apesadumbrado-le falta a todo el planeta. No pudimos dejar ni a uno con vida. Todos se habían corrompido, hombres y mujeres... En cuanto a niños y ancianos, jamás encontramos ninguno. No me atrevo a pensar qué debió ocurrir con ellos-explicó, suspirando. Realmente, aquella había sido una herida abierta en el costado de su gente. Setenta y seis clanes juraron fidelidad al Antiguo Gran Rey en la roca de Gowrie, y uno tuvo que desaparecer por entero por culpa de esa maldita bruja. 

Ante la pregunta de Eon, por lo directo, parpadeó sorprendido... Aunque luego río con ganas.

-Veo que no te andas con rodeos en cuanto a satisfacer tu curiosidad, ¿eh? Bueno... La quinta no se llama así por capricho, ni tengo el título de Rey de la Tormenta por tradición. Sí, tengo algunas facultades respecto a eso. 

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09/05/2018, 21:39
Duncan Thorne Brodie

La campaña de Armageddon había ido bastante bien, a decir verdad. No podía decir que todo lo bien que le hubiera gustado, pues los humanos renuentes a aceptar la Verdad Imperial habían planteado una sólida defensa. ¡Por las Brumas! Pensar que unos simples humanos habían sido capaces de resistirse de ese modo, y pensar en lo ocurrido hacía algunos ciclos con Necromunda, no hacía más que afianzar sus convicciones.

La Humanidad era capaz de grandes cosas. De cosas enormes si estaba decidida. Incluso aquellos hombres y mujeres normales, sin mejorar, como los habitantes de Armageddon, eran capaces de enfrentarse a un asalto de tres legiones astartes. No de ganar, claro, no al menos en esa ocasión... Pero sí de llevarse por delante a algunos legionarios. Desde luego había sido un gran combate, honorable y glorioso. 

Él personalmente había encabezado el asalto de sus compañías, con el claymore en la mano y una canción de batalla en su idioma natal en los labios. Las gaitas aullaban y gemían mientras los cantos se redoblaban, acompañadas en su ritmo por el rápido caminar de los astartes y el rugido de los retroreactores de las escuadras de asalto. Y después, el combate mano a mano. Sangre y miembros volando por doquier, mientras los hijos de Duncan demostraban que no usaban aquellas enormes espadas solo por bravuconear.

Y finalmente, la victoria.

En esas cosas pensaba mientras, a bordo de su nave de mando, exploraba el Segmentum Solar. Había logrado hacerse con los servicios del Explorador, al que acompañaban algunos de sus fine en delegación de los clanes, pero él se había quedado a sondear el espacio que vio nacer a la Humanidad. Y, finalmente, los sensores detectaron algo. Un planeta cerca de la estrella Sol, devastado y arrasado. Algo donde no podía haber vida. Y, sin embargo, de la superficie llegaron comunicaciones. Mensajes esperanzados de colonias humanas que malvivían en su superficie.

La prodigiosa mente del primarca rápidamente hizo cálculos mientras leía los informes de las pantallas, llegando a una conclusión terrible: ese mundo le costaría caro. Y no por un asalto, si no porque sus condiciones implicaban que iba a consumir recursos y hombres, como un motor consume combustible para funcionar. Pero sabía que no podía dejar a aquellos hijos de la Humanidad a su suerte. Así que estableció contacto.

-Aquí el Primarca Duncan Thorne Brodie, Rey de la Tormenta y Señor de la Quinta Legión del Emperador de la Humanidad-dijo, con una gran sonrisa dedicada a la cámara que estaría transmitiendo su holograma-es un placer encontrarme con hermanos perdidos. Veo que vuestro planeta está en unas condiciones... Terribles. Pero estoy seguro de que el Emperador podrá solucionarlo. Por lo tanto, os invito a uniros al Gran Imperio de la Humanidad, ¿qué decís?

La respuesta, evidentemente, solo podía ser una. Unos cuantos sistemas más allá, de la mano del Explorator, sus enviados repetían una escena similar ante un planeta mucho menos devastado, pero más atrasado, que por supuesto también se unió a ellos. Y, sobre ese orbe celeste, ominosa, una luna desolada donde algunos pieles verdes peleaban entre ellos por lo poco que hubiera en ella. Al menos, hasta que los hijos de las Brumas acudieran a acabar con ellos. 

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09/05/2018, 23:15
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-Las estrellas ofrecen promesas. La siguiente mostrará una visión única, una luz diferente, un color indescriptible. Y con los mundos que iluminan pasa igual. Un ligerísimo cambio en la gravedad y la consistencia de los materiales hace que los ríos fluyan sobre el aire; una órbita ligeramente más cercana crea praderas doradas azotadas por un viento cálido, y una ligeramente más alejada me lleva a una tundra verde repleta de bestias peludas. Es el infinito, Ark´sul, mi hermano de sangre y hierro. No necesito plantar banderas con aquilas ni horadas montañas con minas para apreciarlo. Amar y poseer son términos tan contrarios que confundirlos me resulta perverso.

Había hablado con demasiada vehemencia, y tal vez acabara de criticar la Cruzada y su finalidad ante un sacerdote de Marte, por muy hermano suyo que fuera.

-Disculpa a este pirata enamorado de su propia leyenda. Los cuadros de Serena son tan hermosos que a veces me pierdo mirándome a mí mismo y me creo el único ser de la Galaxia -rió-. Así que tenemos que buscarte algunos artistas, ¿eh? ¿Te gustan las esculturas? Ostian Delafour no ha sido el mismo desde que acompañó a la XV, pero sin duda tú podrás inspirarle de nuevo. Si lo que prefieres son piezas hermosas de forja, hay un herrero llamado Voss que fabrica unas espadas que harían llorar a un Custodio. Aunque si lo tuyo son las poesías... tu hombre es Karkasy. Ignace Karkasy.

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09/05/2018, 23:23
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-Una decisión muy dura -concedió Eon-. Te honra no comportarte como un carnicero desde entonces. Que alguien tan herido pueda seguir creyendo en la Cruzada, en los ideales del Imperio, dice mucho de ti. Ojalá yo compartiera ese espíritu, hermano.

Pero el Corsario no podía. Su plato, tal vez menos amargo que el de Duncan, se le había indigestado mucho más. ¿Quería decir eso que Sonrisa Brillante era mejor que él? Tal vez no mejor general, pero... ¿mejor persona? ¿Un primarca podía ser una persona?

-Así que Señor del Relámpago -dijo-. Y yo que pensaba que había sido bendecido por ser sin duda el más hermoso de todos nosotros. Parece que te has llevado la parte del león de la herencia de padre. ¿Tus hijos comparten tus dones? Algunos de los míos se parecen a mí más de lo que me gustaría... demasiado deslenguados y curiosos, sí.

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10/05/2018, 00:19
Duncan Thorne Brodie

-Hay que tener fe en la unidad, Eon. Eso me enseñó el viejo Argyle, que su espíritu encuentre la paz Más Allá de las Brumas... Y eso cree Padre, o al menos es lo que creo que cree. Si no luchamos por unirnos todos, por rehacer las piezas del quebrado rompecabezas de la Humanidad, estamos perdidos. Podemos ser mucho más que la suma de nuestras partes si colaboramos... O devorarnos unos a otros en luchas sin sentido-replicó Duncan con naturalidad. Para él, aquello no era ni siquiera un dilema. Al menos en esos momentos, estaba claro que creía con firmeza en el sueño del Emperador y lo veía como algo no solo deseable, sino casi natural. Ante sus últimas palabras se rió con ganas.

-Bueno, bueno, no lo exageraría tanto. Puede que sea cosa de los gloriosos genes de nuestro Padre. O quizás sea cosa del mundo en el que crecí, allí la electricidad está mucho más presente que en otros mundos que he visitado, hasta el punto de ser peligrosa. Pero sí, algunos de mis hijos han heredado estos dones. Quizás una parte mayor que en otras legiones. Para la guerra contra la bruja, fue fundamental poder llevar hierro y acero sin temor a morir electrocutado... O atreverse a hacerlo aún así. Y de ese modo descubrí que, de algún modo, podía dirigir esa misma electricidad a voluntad. Incluso generarla.

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10/05/2018, 08:48
(Legio XVI) Eon de Sycorax

-He sido fabricado para procurar esa unidad -asintió Eon-. Aunque habría agradecido poder elegir si creer en ella sin que me fuera impuesto antes de mi nacimiento. ¿Cómo no voy a unirme a Padre si soy uno de sus primarcas? ¿Cómo no voy a luchar por el Imperio? Ojalá pudiera decir que, igual que los soldados del Ejército Imperial, tomé esa decisión con libertad. Hasta nuestros marines espaciales (la mayoría al menos) se presentaron voluntarios. Nosotros no.

Lleno de dudas, miró a Duncan a los ojos.

-¿Y qué significa para un granjero de tu Tierra de Brumas el sueño del Emperador? ¿Qué significa para un mercader de Sycorax? Es otro nombre sin rostro al que entregar sus tributos. Y no les hemos librado de los peligros del cosmos. Puede que ya no haya brujas en tu mundo, pero mañana podrían caer sobre nuestro pueblo los orkos, los eldar o cualquier otra amenaza ¿Hemos hecho sus vidas mejores? 

"¿O sólo hemos cambiado mil tiranos por uno más grande y más dorado?". Alzó la vista a las estrellas, pensando en el loco Elan y sus Subyugadores. 

-Los Señores del Relámpago... sí, al fin y al cabo no es un nombre tan metafórico como podría pensarse. ¿Por qué ocultarlo, hermano? Bueno, ocultarlo no, pero pareces muy discreto con ese asunto. Ninguno de nosotros saldrá corriendo gritando "¡Bruja! ¡bruja!". Y quién lo haga... en fin, sin duda Padre te apoyará.

¿Como había apoyado a sus hijos después de la Guerra Solar? Eon intentó no pensar en ello.

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10/05/2018, 14:10
(Legio XVI) Eon de Sycorax

ACORAZADO HORIZONTE - ÓRBITA DE TANITH (SEGMENTUM PACIFICUS)

Jin entró en los aposentos de su primarca con paso apresurado. Las últimas semanas casi tenía miedo de dejarle solo. Había encontrado cierta paz en Tanith, pero, mientras tanto, la XVI sangraba en Donia sin su padre. Aquello no era propio de Eon. Y menos aún lo eran las órdenes que tenían al palafrenero tan confuso.

Cuando encontró al Príncipe Corsario, este deambulaba por un mapa estelar holográfico que mostraba las constelaciones más importantes de la astronomía de Terra. Vestía con poco más que unas pieles y paseaba descalzo con la mirada ida, señalando a unas y a otras.

-Argos, la nave, el Arca, mi buen hermano–iba diciendo-. Aquila, el señor de los cielos, símbolo de Theus y Iupither; mi Señor de la Tormenta. Cetus, el monstruo marino, otro nombre para el Leviatán. Columba, la Paloma de la paz y la sanación de Aegror. Herakles, el héroe rompelotodo, el pobre Nicola. Drakos, el orgulloso Hantei…

-Mi señor primarca –dijo Jin.

Eon le miró como si acabara de reparar en su presencia.

-Mi mano derecha –sonrió con aire febril-. ¿Quién soy yo, Jin Ningatha? Mi padre dijo que debía descubrirlo por mí mismo. ¿Soy Apus, el Ave del Paraíso, con alas pero sin pies? ¿Lynx, el astuto Lince, como yo me veía a mí mismo en mi juventud? Tal vez sea Horolgium, el Reloj, la cuenta atrás. Sí; el Funesto Horolgium, que cuenta las horas que restan hasta nuestra muerte.

-Mi señor…

-¿Traes noticias?

-Sí, señor –Jin se alegró de tener respuesta para aquella pregunta-. Me temo que hemos agotado todos los favores pendientes con los Maestros de Asesinos, pero los infocitos del clado Vanus han dado con alguien apropiado.

-¿Quién?

-Kallista Eris, mi señor, documentalista.

-Traedla.

Jin dudó.

-Eh… no es tan sencillo, mi señor. Está destinada a la flota de vuestro hermano Hantei.

-¡Me trae sin cuidado el orgullo del Dragón! –estalló Eon-. ¿No te das cuenta, Jin? Sin ella estamos ciegos.

Señaló al mapa estelar que les rodeaba. A una constelación en concreto: Kamaeleos.

-Orkos que roban servoarmaduras… no me hagas reír –rezongaba el primarca, de nuevo sumido en sus propios pensamientos-. Si los orkos quisieran servoarmaduras ya las tendrían.

-Los orkos saquean, señor.

-Tienes razón, pero nunca de forma selectiva. Se llevan el material, los componentes, la carroña… jamás cogerían algo tan complejo de forma tan explícita. No sabrían qué hacer con ello. No sabrían en qué se diferencia de su propia tecnología.

Jin lo pensó durante un momento. Todo lo que sabía de los orkos (y era bastante) le decía que su padre tenía razón.

-Entonces, ¿qué fue, mi señor?

-Tengo algunas sospechas, sí –afirmó Eon-. Sospechas que aún no puedo llevar al Consejo porque provocarían el caos. Sospechas que harían que mis amados hermanos se lanzasen los unos contra los otros. Aún no puedo darle ese gusto al Sigilita. El Camaleón sigue oculto a simple vista, escondido, esperando, con sus ojos puestos en todas partes, Jin. Su lengua es rápida y peligrosa; no podemos esperar a que nos cace: tenemos que saber dónde está.

El Príncipe Corsario puso una mano desnuda sobre la hombrera de su palafrnero.

-Una operación conjunta, ¿qué te parece? Los reuniremos a todos con el pretexto de una batalla gloriosa, ¿por qué negarse? Todos quieren ser Señor de la Guerra, tal y como había planeado Padre, sin duda. Todos tendrán que acudir, y podremos observarlos, saber dónde está el Camaleón. Y los que no vengan… tendrán sus razones.

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10/05/2018, 14:29
Aegror (Legio IV)

Algunos datos tengo, pero no conozco demasiado. Sin embargo si crees que puedo hacer algo entonces iré, lo poco que he oido sobre tu mundo es realmente fascinante, hermano.

No tienes que preocuparte por mi discrección, Uliq. Todos tenemos nuestros secretos que es mejor que no se sepan, porque sabemos que nuestros hermanos podrían malinterpretarlos.

Puedo iniciar el viaje hacia Nugnat en unos pocos días... si eso te viene bien. Usaré un transporte pequeño para que no sea necesario avisar a ciertas autoridades de que un primarca con toda su flota se mueve hacia otro Segmentum. Eso sí, tendré que compartir la información con ciertos de mis hijos, los de mayor confianza. No sólo por seguridad sino también porque valoro sus habilidades y creo que podrían ser de ayuda.

Notas de juego

Lo siento pero este mensaje se me pasó por alto por completo :(

No habría tardado tanto en responder si lo hubiera visto antes.

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10/05/2018, 14:37
Aegror (Legio IV)

Aegror se queda un rato sin decir nada. Está intentando elegir las palabras. Es verdad que lo que acaba de decir su hermano sería considerado traición por muchos, pero lo cierto es que si no lo pensara sería mucho peor. Tras unos incómodos segundos de silencio habla por fin.

Eon... Padre en persona nos ha prohibido hablar de Él como si fuera un dios, y prohibe toda veneración o culto a su figura. Él sabe que no es un dios, sino un hombre. El más perfecto de todos... con toda seguridad, pero un hombre al fin y al cabo, y todos los hombres cometemos errores algunas veces. Pensar que Él es perfecto o que no se debería cuestionar ninguna de las cosas que hace o dice es por definición traición al Imperio de la Humanidad.

Toda mi existencia se puede resumir en muy pocas palabras: me he dedicado a estudiar la vida. He investigado las mejores y más efectivas maneras de conservarla y también de quitarla. Posiblemente será mi único legado.

Y en toda la galaxia, en todas mis investigaciones, no he encontrado jamás un ser vivo perfecto. Todos tienen fallos; todos mueren, individuos y especies al completo... y me atrevo a decir que esa es la belleza de la vida, su imperfección y su caducidad. Es evidente que nosotros estamos mucho más cerca de la perfección que muchos de los simples organismos naturales, pero eso no elimina que tengamos fallos, lo único que hace es que nos sea más difícil percibir los que tenemos, y eso no es una ventaja sino un inconveniente, alimenta el orgullo y ciega la razón.

Has visto más ruinas eldar y de otros imperios antiguos que ningún otro, hermano. Sabes mejor que nadie que esas razas fueron en su tiempo tan gloriosas... se para durante un momento y prosigue tras un carraspeo. No, más gloriosas de lo que es o será el Imperio de la Humanidad, por mucho que me duela admitirlo. Y sin embargo cayeron. Como caeremos nosotros. Llegará un día en el que lo que quede del gran Imperio no sean más que ruinas, y lo que se cuente de nosotros no sea más que mentiras mezcladas con leyendas.

Se acerca y pone una mano en el hombro de su hermano. Para una mente analítica como la de Aegror es fácil entender la mortalidad. Conceptos científicos básicos: transmisión de energía, entropía... Pero entiende que es difícil para los demás primarcas, alguien casi semidivino y además con la pasión de Eon... para alguien así asumir la idea de que tarde o temprano el universo va a seguir sin tí puede ser duro.

Nuestras preocupaciones con respecto a los planes de nuestro Padre y al futuro son fundadas, pero desgraciadamente las tenemos que guardar para conversaciones privadas como éstas. Qué pasará... nadie lo sabe a ciencia cierta, pero es bueno que hayamos hablado de ello, porque así estaremos más preparados para cuando llegue. Además tampoco merece la pena preocuparse demasiado porque como te acabo de decir, el Imperio no durará eternamente. No somos el centro del Universo, hermano.

¿Quizás deberíamos dedicarnos por ahora a asuntos más mundanos y terminar de convencer a los habitantes de esta colmena de lo afortunados que son por haberse unido a nuestra causa?

Aegror da una palmada tranquilizadora en el hombro de Eon y se ajusta otra vez su máscara, que se ilumina mientras emite un ligero zumbido.

Notas de juego

Uf, era post largo y he tenido que dejarlo para cuando tuviera tiempo :P

La cosa está quedando bien... seguimos esta escena? hacemos otra en otro lugar? que opinas?

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10/05/2018, 17:00
Vulkor Señor del Legado Oscuro

Segmentum Solar. Amada Terra:

Hacia poco que Magnar Vulkor había vuelto entre sus hermanos, era uno de los últimos en llegar y parecía que no exento de polémica. Al parecer él mismo y Nimrod habían tenido más que palabras por la forma en la que la legión del señor de la guerra había despertado al primarca de su estado de hibernación. Magnar Vulkor no era muy hablador y todavía faltaba romper el hielo con el resto de primarcas, se sabía que tenía la sangre fría y era conocedor de cuestiones que otros ni se atrevían a enfrentar.

Fue enviado por su padre el Emperador al otro confín de la galaxia y tal vez eso era lo que tanto atraía la curiosidad de Eon de Sycorax, el cual parecía pequeño al lado del primarca. En una de las pocas ocasiones en que ambos coincidieron en Terra algo les llamó la atención el uno del otro, era extraño que dos primarcas tan diferentes hubieran coincidido en silencio en el Observatorium, el Magnar esta consultando unas cartas de astronavegación haciendo correciones en ellas; según él decía algunas estaban mal para escándalo del Administrorum.

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10/05/2018, 18:23
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Las proyecciones del Observatorium de Terra estaban entre las más complejas y precisas de la Galaxia. Sólo las de Júpiter y Saturno competían con ellas.

Cuando Eon se enteró de que su hermano más tardío estaba trasteando con las cartas de navegación, sintió la necesidad de ir en su busca. Había oído hablar de aquel Magnar, tan duro y tan resuelto. Un primarca que era soldado primero y príncipe después.

"No tenemos muchos de esos, curiosamente", pensaba el Corsario para sí. Él mismo reclamaba su título de príncipe con arrogancia, pero no era ningún noble almidonado: según las costumbres de Sycorax, todo tesoro, lujo y comodidad de un pirata debía ser arrancado de los muertos o pagado con monedas manchadas de sangre. No era lo más gentil ni le daba muy buena prensa, así que no solía mencionarlo.

Cuando vio a su gran hermando allí, cambiando códigos que reconfiguraban los hologramas, Eon sonrió:

-Algunas de las rutas disformes que estás "corrigiendo" las calculé yo, ¿crees que me equivoqué, hermano?

No había enfado. Para que Eon de Sycorax se enfadase tenían que tocar algo mucho más importante que unos cuantos datos de navegación.

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10/05/2018, 18:57
Vulkor Señor del Legado Oscuro

Magnar Vulkor le miró estudiando su reacción, no con desdén ni con enfado, parecía no saber muy bien como dirigirse a aquel que le habían dicho que era su "hermano".-Lamento decirte que si Corsario Estelar, el espacio disforme es muy volátil y cambiante, hay cosas que no se pueden comprender si no se ha estado al otro lado, aunque se que tú entre los nuestros eres el que más se ha preocupado por eso. Somos sombras diminutas en una inmenso océano disforme y a veces cometemos el error de creernos el centro de la galaxia cuando no somos más que una pequeña parte de él.-los cálculos que realizaba para modificar las rutas eran algo extraños pero parecían milimétricos. Pudo comprobar como a veces aprovechaba una disfunción gravitatoria para imprimir mayor velocidad a la naves en ruta, aunque bien sabía que un error en esos términos podía ser fatal.

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10/05/2018, 19:30
(Lealista) Radius

Del cuaderno de reflexiones de Radius

...

A lo largo del tiempo he observado al resto de los primarcas y no deja de sorprenderme lo que veo. No es una cuestión de tamaño, o de reflejos o de equipamiento. Despues de todo, yo también he mejorado mi cuerpo hasta límites que unos años antes hubiera considerado imposibles.

No, es la seguridad que tiene cada uno de ellos en que realmente era un hijo del emperador. Hermanos, se llaman entre ellos y así me llaman a mi. Yo se que no soy un hijo real del señor del universo. Si lo soy por adopción, también por por voluntad propia, por la decisión de cumplir sus objetivos. Pero se que no somos de la misma sangre.

Soy un soldado. Simplemente un soldado. Un soldado total y plenamente convencido de que el Emperador debe dominar el universo y guiarlo. Pero, aunque quisiera que fuera así, se que no soy sangre de su sangre.

A lo largo de su vida tuve dos objetivos. Tres si cuento la dominación de mi propio mundo hasta que conocí al Emperador y flexioné mi rodilla ante el.

Uno es nuevo. El último, el que adopté cuando conocí al emperador. Servir al señor del universo con todas mis fuerzas. El universo necesita una fuerza que lo domine, que lo controle, que lo haga marchar en la dirección correcta. Y no tengo dudas que el emperador es quien podría lograr eso. Nunca conocí a nadie que tuviese la fuerza de voluntad, y el poder, como para conseguirlo. Por lo menos hasta que lo conocí a él.

El otro es histórico. La lucha contra la oscuridad. Ya desde mi niñez, desde antes de conocer al emperador, desde antes de dominar mi propio mundo y ponerlo a sus pies, algo en mi interior me impulsaba a combatir la oscuridad. Primero, en mi propio mundo, fueron los insectos gigantes que impedían que los hombres medrasen. Luego, cuando expandí mis conocimientos al universo fue esa oscuridad que los orcos representan tan bien, o tan malignamente bien. Por eso he elegido el nombre de Radius y bautizado a mis tropas como los Corredores del Sol. Del Sol y de la Luz.

El Emperador representa la luz y por eso me siento tan cómodo siguiendo sus ordenes. Pero la oscuridad, la negrura de las almas de los rebeldes y de los orcos, incluso de los eldar es algo que debo combatir con todas mis fuerzas. No solo porque el Emperador lo exige, sino porque es lo correcto.

Mis legiones, los Corredores del Sol son mis armas para conseguirlo. Corren al sol porque el sol impide que la oscuridad domine el mundo. Y los planetas que conquisto reflejan eso. Son armas de la luz. Tanto en el caso de Garra Luminosa, mi mundo natal como en el caso de los planetas que mis exploradores descubren al recorrer el universo.

Todos ellos deben combatir la negrura del mal, Brillante, Radiante, Refulgente, Reluciente, Resplandeciente, Luminiscente. Existen infinidad de palabras para representar el opuesto de la oscuridad. Y cada una de esas palabras además es un arma. Una garra, una lanza, un hacha, una maza, una espada. Esos son y serán mis planetas. Armas de luz para combatir la oscuridad.

Por la gloria del emperador.

...

Notas de juego

Mi granito de arena

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10/05/2018, 22:45
Uliq deNugnat

Asentí con la cabeza, —agradeceré tu presencia Aegror. Comprendo que quieras viajar con discrección y lo agradezco —guardé silencio cuando dijo que compartiría la información, me mesé los labios —claro, supongo que será con los de más confianza, cualquier ayuda es bien recibida —.

Notas de juego

No te preocupes, yo no puedo responder siempre

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10/05/2018, 23:06
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Eon sólo pudo asentir ante las palabras de su hermano. Acompsaban bien con sus propios pensamientos. Y sin embargo...

-Da igual lo que nuestro padre diga, hermano: le acabarán adorando tanto si quiere como si no, ¿cómo no iban a hacerlo? Nosotros somos sus reflejos torcidos y aún así Artanius consiguió convertirse en un dios entre los orkos. ¿Sabes lo que veo cuando propongo un plan a mi strategium? Fe. Mis capitanes confían tanto en mí que están dispuestos a dejar de lado todas las consideraciones tácticas porque entienden que yo he visto algo que ellos no; porque me aman y prefieren morir a mi lado que enfrentarse a mí. 

Se estaba frustrando. Detestaba pensar en sus hijos de aquella forma. Otra conversación acudió a su mente: "a veces los odio".

-Soy consciente de lo efímero de nuestro Imperio y nuestra existencia, hermano. Intento vivir sin dejar nada que lamentar el día que muera, que llegará. Pero aún así... odiaría encontrarme en mi lecho de muerte y darme cuenta de que ninguna de mis decisiones ha sido mía, que sólo he sido un títere de excelente manufactura.

Aceptó la cercanía de su hermano, el consuelo que le ofrecía.

-Todo se acaba, sí. Y al final sólo queda polvo de estrellas.

 

Notas de juego

¿Y si hacemos una más reciente para discutir las preocupantes noticias del Consejo? :D

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10/05/2018, 23:15
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Eon ensanchó su sonrisa.

-Háblame del Sha´eil entonces, hermano -pidió, empleando el término eldar, cuyo significado era "Hogar de Demonios", mucho más poético-. Cuéntame qué hay en el mar entre mundos; ¿tesoros? ¿nuevos horizontes llenos de promesas? Lo cierto es que los peligros del Empíreo me parecen excesivos, si hubiera otras formas de movernos por las estrellas...

Miró a su gran hermano, alto incluso para ser un primarca.

-Dime, ¿son ciertos los cuentos sobre esos xenos disformes que otros llamaron espíritus?

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10/05/2018, 23:35
Duncan Thorne Brodie

-Nadie elige a su padre o su madre-dijo Duncan, encogiéndose de hombros-ni tampoco donde nace, o el cuerpo que le toca ocupar. Todos, en mayor o menor medida, nacemos ya determinados, con cosas que no podemos cambiar. La diferencia es que nuestra carga es más pesada que la del resto. Pero supongo que es un pago adecuado por nuestras habilidades. Ningún granjero o soldado tendrá jamás carga tan dura, pero tampoco la capacidad que tenemos nosotros. Y la que aún podemos desarrollar, si es que queremos-dijo Duncan, con una leve sonrisa, hablando con confianza, y sin evitar la mirada de Eon en lo más mínimo. Al fin y al cabo, para el Rey de la Tormenta, el sueño del Emperador no era algo ajeno con lo que se hubiera encontrado de improviso como sus otros hermanos. Simplemente era la prolongación de aquel que tenía el viejo rey Argyle, de un mundo unido. Llevado a nivel galáctico, por supuesto.

-No puedo responder por los mercaderes de Sycorax, pero diría que los pastores de mis prados y montañas dirían que la Unidad les salvó, de algo peor que la muerte... Y que por tanto es un buen camino a seguir. Sí, hemos hecho sus vidas mejores, Eon. Ahora saben que no están solos. Que, junto a ellos, hermanos y hermanas de todos los confines de la Galaxia trabajan por un futuro en el que todos podamos prosperar. Quizás tarde en llegar, sí. Quizás incluso sea una utopía que no llegue nunca. Pero mientras nos haga avanzar en el sentido adecuado, seguirá siendo una vía válida. ¿A qué vienen tantas dudas, hermano?-preguntó, con curiosidad y preocupación.

Ante la mención de nuevo al asunto psíquico, el primarca volvió a reír, encogiéndose de hombros.

-¿Y por qué proclamarlo a los cuatro vientos? No soy tan hipócrita para negar que tengo cierta vanidad y orgullo, al fin y al cabo no me afeito totalmente o salgo tal cual de la cama como parecen hacer otros de nuestros hermanos-replicó, con cierta nota de ingenio mordaz, aunque sin malicia ninguna-pero sé que, al final del día, no será ninguno de los dos el que me dé de comer, o se asegure de que mis seguidores siguen enteros. Hay que ser inteligente, Eon. Inteligente, y lo suficientemente humilde para saber que otros podrían serlo más que uno, y que la vanidad es una ruta rápida al fracaso cuando no se templa con realismo e inteligencia. Además, siempre viene bien tener un as en la manga, ¿no?

Notas de juego

Perdón, que puse tu post en notas para no perderme de lo que me habías dicho, que estaba muy atrás... Y se me pasó borrarlo.