Partida Rol por web

Conrad cede la recortada que llevaba a Wilmor para que haga lo que prefiera con ella, porque el encargado tiene claro que en sus manos es inútil...

Con algo de ceremonia se ata el trapo mugriento en la cara, dejándo solo a la vista los febriles ojillos sobre el improvisado antifaz. La mano derecha acaricia levemente la tapa del motor de la motosierra hasta encontrar el cordón de arranque. Conrad se prepara para que el chico abra la puerta y se desate la masacre.

Franky, dile a la niña que cierre los ojos porque esto va a ser el paríso de la carne picada.

La motosierra se sacude en las manos cuando es accionada con acelerones brutales.

Estas inmerso en los acontecimientos que te rodean. Demasiadas cosas a la vez. La puerta que se va a abrir, la tensión de saber a donde dirigirse en mitad de la noche cargando con una niña de 5 años, asustada y cansada; y encima el sadismo encubierto de Conrad, que acciona su motosierra preparado para hacer hamburguesas con carne zombie. El ruido del arma a motor del encargado de mantenimiento es ensordecedor.

Al otro lado del micro solo silencio. Tal vez algún ruido, pero ninguna palabra clara. No hay comunicación humana.

La escena se desarrolla. Jeremías desconecta la electricidad. Los cuerpos carbonizados terminan cayendo al suelo, al otro lado de la verja.

Primera fase, completada.

Conrad le ofrece su recortada a Wilmor y acciona su motosierra sin esperar siquiera a que se abra la puerta exterior. Da acelerones sádicos y sedientos de carne muerta. Franky permanece al lado de Ann Marie, con cara de concentración memorizando los pasos que hay que dar para llegar hasta el parking. Hay que correr y mucho. La distancia no es despreciable. Y menos con Ann Marie a mi cargo.

Jeremías permanece a la espera pegado aún al cuadro eléctrico por si hiciera falta dar una nueva descarga a esos cabrones.

El priomero en salir a la pasarela es Óliver, que ha regañadientes se ve obligado sin motivo aparente a forzar la cerradura. El humillo de cuerpos carbonizados adereza el frío y húmedo ambiente de la noche.

Jim, mientras tanto queda en retaguardia. Nadie le ha hecho caso y no sabe lo que hará.

Los zombies parecen alejarse poco a poco. Algo te dice, confirmado después por las palabras del informático, de que algo están preparando. Van a salir destino parking de la facultad. Tu no sabes muy bien donde está, aunque no debe ser difícil. En su huída el grupo tiene que pasar por donde estás tú, así que ese puede ser el momento adecuado para emprender la huida.

A lo lejos, y entre cuerpos de zombies muertos, escuchas el atronador sonido de la motosierra de Conrad, que es acelerada con saña, hambrienta de carne muerta.

Los toques sutiles en tu micrófono no tienen respuesta por parte de Franky...

El superviviente permanece a tu lado, escuchando los mismos sonidos que tu y haciendo infinidad de suposiciones en su cabeza.

Oliver avanzaba a traves de la pasarela dispuesto a intentar abrirla. Segun habia dicho Conrad de el, seria cuestion de tiempo que el reservado joven abriera la verja, de un momento a otro llegaria el momento en que tuvieran que echar a correr y, lamentablemente, Jack no le habia respondido. Franky se sentia culpable, el hecho de que no le contestara de ningun modo era inequivoco. Habia salido muy mal parado del encuentro que tuvo con los zombies justo al saltar la verja y, finalmente, parecia que estos habian conseguido alcanzarle. Se dirigio hacia la puerta de cristal donde comenzaba la pasarela sin hacer caso del comentario del encargado de mantenimiento. Este parecia haber perdido la razon, habia encendido la motosierra ya y esta zumbaba y se movia peligrosamente cerca de los demas miembros del grupo. Se agacho a recoger la webcam que habia dejado alli como control y, al levantarse, miro a traves de los cristales hacia la zona de las ambulancias por si por casualidad pudiera ver al loco moviendose entre ellas, deseando verlo...eso seria señal de que estaba vivo...le quitaria un gran peso de encima.

Mientras intentaba divisar a aquel pobre hombre peinaba con la mano los cabellos de Anne Marie. La pequeña se agarraba fuertemente a su cuello, apoyando su cabeza en el hombro del informático. Este se habia colocado justo en la puerta de cristal, seria el primero en salir corriendo por la estrecha pasarela metalica hacia el parking. Sabia que seria dificil correr con la niña a cuestas y toda ventaja que cogiera a sus compañeros seria poca ya que seguro que estos conseguirian adelantarle rapidamente, sobre todo los mas jovenes...cierra los ojos y no tengas miedo...le dijo a la niña al oido...conseguiremos llegar a los coches...mas para autoconvencerse de que podia hacerlo que para tranquilizar a la chiquilla

Miras con intensidad hacia la zona de las ambulancias. Apenas es visible desde el interior del edificio por el ángulo. Observas las luces naranjas de los vehículos de emergencia pero poco más. Eso sí, consigues divisar un par de zombies, tal vez tres, que parecían deambular por allí y que ahora se dirigen, parece, hacia el edificio de nuevo...

Poco más consigues distinguir en la oscuridad de la madrugada.

Respiro hondo y llevo uno de los auriculares a mi oido, dedicando unos segundos a buscar una pista concreta. Me concentro sabiendo que el primer paso para la libertad es abrir esta puerta.

Llego hasta la puerta, convirtiendo mis quejas en solo un susurro hasta que me arrodillo mirando la cerradura ya en silencio. Llevo el auricular derecho que Conrad arrancó de mi oido una vez más a su sitio y gasto unos segundos en trastear con el aparato en mi bolsillo hasta que la música se convierte en inaudible para los demás, terminada la operación cojo aire y con el alambre en la mano empiezo a trabajar...

Jack mira fijamente al superviviente, con los ojos abiertos de par en par, luego desvía la mirada hacia el exterior de la ambulancia. Estaba a la espera de que los zombis se alejasen ya que hablar en aquel momento podía suponer su final.

Si escapamos de aquí dentro...-se dice el Loco, pensamiento que queda cortado al darse cuenta de aquellas bestias posiblemente ya no le puedan oír.

-Oye, oye, los de la facultad van hacia el aparcamiento, a lo mejor podemos huir-susurra Torrance, volviendo a mirar al hombre.
Jack se encuentra rígido, sin apenas dolor, aunque nota como le late casi todo el cuerpo. Aquel no era un momento para fijarse en las heridas, pero cuando lo tuviese, el científico intentaría curarse. Ahora lo importante era huir, algo que hacía cinco minutos era inimaginable para él.

Tras agarrar la recortada que le tiende Conrad, Wilmor se la alarga a la vez a Jeremias. Necesita las dos manos libres para poder disparar la recortada, así que el repartidor hará mejor uso de la de Conrad.
Toma- comenta tendiéndole la escopeta cuando Jeremias termina de subir la palanca.

Acto seguido Wilmor cruza la pasarela hasta la verja, donde Oliver ya está concentrado en la cerradura. Permanece junto a este, preparado para salir en cuanto consiga, si es que lo hace, abrir la puerta, y poder cubrir la escapada del grupo.

Óliver se lo toma con calma. Una calma que llega a sacar de quicio a más de uno. Para el joven parece que nada es importante, que no hay riesgo. Es como si no valorara en absoluto su vida... ni la de nadie. La lluvia cae sobre Wilmor y Óliver, que están en vanguardia en la zona exterior. El responsable de seguridad y ex-policía mira la zona como solo un sabueso sabe. Algunos zombies quedan desperdigados a unos treinta o cuarenta metros, en la zona de ambulancias donde se suponen que están el loco y el supuesto superviviente. Lo más inquietante viene de arriba, de la zona residencial. No habíais tenido oportunidad de verlo, pero a medida que salís a la pasarela exterior podeis ser conscientes de lo que se os viene encima. La escalera que desciende desde esa zona residencial está ocupada por decenas de zombies que bajan a trompicones y como pueden hasta la calle. Es como una manifestación de muertos vivientes. Joder, cuarenta o cincuenta por lo menos... Es evidente que si no salís ahora no saldreis nunca del edificio. Esa escalera está escorada hacia el sur respecto a la verja exterior.

Jeremías posee ahora una recortada. El impetuoso y malhumorado repartidor de pizzas puede ser determinante a la hora de asegurar la salida. Él, Wilmor y Conrad se han convertido en la artillería del grupo, aunque algo hace presagiar que en cuanto esa puerta se abra será un sálvese quien pueda.

La solidaridad humana llevaba a su estrato más bajo, el de la supervvencia individual.

Los zombies avanzan bajo la lluvia por dos flancos, aunque el extremo norte es sin ninguna duda el más fácil de abordar. Hacia las ambulancias primero y hacia el parking después...

Un sonoro chasquido es la antesala a lo que va a ocurrir a continuación.

CLINK!

La verja exterior ha sido abierta.

El superviviente te mira con cara de enfado.

Los de la facultad? Esos idiotas casi me cuestan la vida... y encima no han hecho nada para ayudarme. Además dw que puto aparcamiento me hablas... Ahora estoy solo, sabes? No tengo a nadie... No tienes ni puta idea de lo que he pasado... Alguna vez has matado a alguien? Tuve que cargarme a mi esposa con mis manos sabes, joder. Me iba a comer... Me hubiera devorado sin pensar. He sobrevivido. Llevo horas haciéndolo y sé como hacerlo. No os necesito...

La diatriba que te suelta es atropellada. Parece por momentos fuera de sí. Habla un poco más alto de lo que la prudencia aconseja... La situación puede ponerse peligrosa.

El agua salpicó, mojando sus zapatillas de loneta color morado y puntera blanca de plástico, cuando pisó el pequeño charco que se había formado en una zona algo hundida de la pasarela metálica por la que avanzaba. No llegó a sentirlo ni siquiera. Estaba calado de agua y hace un tiempo que había dejado de sentir el frio sobre su piel pues este la había entumecido e insensibilizado por completo. Ese frio mantenía su tensión, le mantenía despierto a pesar de las altas horas de la madrugada que eran ya y tonificaba sus músculos para el esfuerzo que tendrían que desarrollar segundos más tarde.

Wilmor giró la cabeza sobresaltado cuando Franky llegó a la altura donde él esperaba a que Oliver abriera la puerta. El agente de seguridad observó el rostro preocupado del extraño joven que miraba más allá de la puerta metálica. Cuando siguió aquella dirección con sus ojos pudo ver lo que el informático miraba.

Una marabunta de cuerpos mutilados, ensangrentados y miembros inverosivilmente retorcidos descendian los escalones de la gran escalera que llevaba al barrio residencial. Ese barrio parecía haberse convertido en un cementerio de cuyos edificios brotaban esos monstruos sin parar. Franky tragó saliva mientras cerraba el broche que tenía su mochila alrededor de su cintura donde previamente habia aguardado su ordenador portatil. Aupó con un gesto quizas demasiado brusco algo más a Anne Marie, colocando en el flanco izquierdo de su cuerpo, haciendo que la cadera de la niña descansara contra la suya, mientras que la niña se abrazaba a él no solo rodeando su cuello con sus brazos sino su cuerpo con sus piernas. Era esta la manera menos dificil para correr con ella en brazos, estaba preparado. Sin darse cuenta comenzó a hiperventilar, respirando profundamente, tomando aire por su nariz, soltandolo por su boca, como siempre hacía antes de comenzar sus carreras nocturnas a las que se había acostumbrado. Esta que le esperaba no sería igual, de eso no cabía duda, no debía batir ningún tiempo, no debía mantener ningun ritmo...todo se limitaba a llegar al parking y no ser alcanzado.

CLINK!

El tiempo había echado a correr. Él debía hacer lo mismo. Se escurrió como pudó entre los cuerpos de Wilmor y Oliver siendo el primero que pisó más allá de los limites de la facultad. Echó un rápido vistazo a su alrededor intentando vislumbrar una trayectoria libre de zombies en su camino y, apretando los dientes con fuerza, echó a correr hacía donde habían acordado...

El chasquido se refleja en mi cara en forma de satisfacción, la verja se abre por si sola unos centímetros y permanezco aturdido ante la idea de la libertad.
El extraño Franky pasa a mi lado a todo correr y noto la tensión en Wilmor, a mi lado y los demás. No dirijo la mirada a ninguno de mis "compañeros", una puerta abierta y la posibilidad de salir vivo a roto el frágil vínculo y las apariencias respecto a los demás. En mi cabeza lo tengo claro, esto se ha convertido en salvese quien pueda.

Noto al cojo encargado de seguridad a mi lado, al gordo pizzero y los demás dispuestos a seguir el ejemplo de Franky. De un salto franqueo el umbral y corro a toda velocidad bajo la lluvia.
Mis largas zancadas me alejan de los demás, espoleadas por todo el entusiasmo y la vitalidad de un postadolescente. He pasado miedo esta noche, reconozco para mi casi sonriendo, pero ahora lo veo con perspectiva.
Estoy tranquilo: sé que soy más rapido que los demás...

Se desata la huida. Correr para salvar la vida sin importar quien se salve.

Cuando la puerta se abre solo unos centímetros, y sin mediar ninguna palabra, el informático empuja a Óliver y Wilmor y se lanza al exterior. Tropieza por un momento con los restos zombies carbonizados que hay justo a la salida de la verja. Pisotea los cuerpos inertes, hundiendo sus extremidades por su peso en los cuerpos chamuscados, ennegrecidos y humeantes.

Tras él Óliver; que toma la iniciativa de Franky como lo que es, el pistoletazo de salida para huir en desbandada hacia un lugar más seguro.

Ambos dos salen y giran hacia el norte, por la acera despejada.

Sólo hay que correr recto hacia el norte hasta la bifurcación. La acera está despejada. Hay que evitar que los dos o tres zombies que se apartan de la ambulancia logren interceptarnos.

Hay que correr, correr todo lo que se pueda.

El uno repite? ;P

Sonidos
Eso si, tienes que colgarlos en goear

Ah, por cierto! solo es un exito en las tres tiradas de fuerza pq mi fuerza es 4-1=3. por que me tuve que hacer un informatico friky en una partida de zombies? es que sigo sin entenderlo...

Tarda algo en reaccionar, ensimismado con el arma que Wilmor le entrega. Durante unos instantes, se imagina a si mismo reventando en pedazos de un disparo la cabeza de algun zombie. No le importa que antes fuesen humanos exactamente igual que el. A pesar del cansancio y el miedo que ha pasado esa noche, quiere aprovechar para pasarlo bien mientras pueda. Cuando volveria a tener la ocasion de disparar contra alguien sin que nadie se lo reprochase?

El click de la verja le devuelve al mundo real, y absorve sus propias babas que a punto estaban de caer de la comisura de sus labios. Ahora tenia una recortada...

Sin mas, avanza hasta colocarse junto al resto que todavia esta en la pasarela, mientras observa como los demas huyen despavoridos. Observa al segurata y de nuevo mira hacia la puerta ya abierta.

- Vale viejo, ahora hacia donde...