Partida Rol por web

Mientras mecía al pequeño atendía a las distintas conversaciones. De vez en cuando participaba, respondiendo con sonrisas o suaves risas, pero la mayor parte de mi atención se la llevaba Sarum.

Quizás por el ruido o porque no conciliaba el sueño, el niño me observaba mientras movía sus manitas en todas direcciones. Unos pasos detrás de nosotras llamaron una atención y con elegancia me giré un poco, a la par que colocaba al niño contra mi pecho, para así protegerlo. Al ver que se trataba de mi marido y mi hermano sonreí con tranquilidad.-Mi señor.. Hermano.-Me levanté de donde estaba sentada, sosteniendo con cuidado al pequeño retoño.  

- Hola Éire, venia a ver al pequeño Sarum, sus primeros pasos en este mundo y la alegria que desparrama a su alrededor, por cierto, me has tomado la delantera, pero no te creas que me quedare atras, espero que en unos añitos ese pequeño Sarum tenga un primo a quien enseñar como abrirse paso entre este mundo de gigantes que son sus padres. jejejejeje termino diciendo con una risa sincera y calida

- Espero que Dios os oiga... Os merecéis una buena mujer, mi querido hermano. Pero no os quedéis ahí observándolo sin más, tomadlo en brazos.-Antes de dejárselo coger y cuando estuve cerca de él, le recogí algunos cabellos hacia atrás, como las madres con sus hijos y después le di una caricia en la mejilla.- Coged a vuestro sobrino.-Sonreí mientras miraba con ternura a mi marido, nuevamente con una leve sonrojed  miré al pequeño. Me había vuelto protectora, odiaba el no tenerlo cerca, temía que le pasase algo puesto que era demasiado pequeño.

La tristeza se había alojado por una temporada en los dominios del Conde, la muerte de los soldados y de Defi el Temerario, había hecho mella en muchos, pero hubiera sido peor si aquellas muertes hubieran sido en una derrota, y no en la aplastante victoria de las fuerzas del conde Roderick. Habían sido tiempos de amarguras, y de un luto que se mantuvo, incluso sobre los pendones de victoria, pero ¿que es na victoria sin sangre derramada? el precio de la Victoria. Alanna ahora comprendía esas palabras, las había comprendido profundamente, y eso había hecho madurar su personalidad mientras ayudaba a organizar los funerales con honores.

Pero todo volvía lentamente a su encause, y para algunos mejor que a otros. En el salón entra Alanna, radiante, vestida de verde oscuro como sus ojos, con ribetes claro, traía el cabello sólo adornado con unas trenzas que salían desde sus sienes hasta su nuca, en donde se trenzaban de nuevo y terminaban con un cordón del mismo color de su vestido. Una sonrisa fue lo que regaló a dos damas que caminaban, y siguió caminando con esa recatada belleza, y ese aire de  elegancia que iban adquiriendo sus gestos. Desde hace tiempo, la sombra que mantuvo afligida a la joven se había esfumado como las nubes ante un día soleado.

Alanna observó su laúd , dispuesto para ser tocado, pero luego miró en el salón encontrando a su familia reunida, incluso Blaine, así que antes de dar música al lugar, va donde su hermana a saludar a su amado sobrino que ahora reposa entre los brazos de su tio mayor.

- bendiciones mis bien amados -saluda yendo hasta donde su hermana, para tomar sus bellas manos - os véeis adorable hermano mío - buscó a oscura mirada de Edar, y le obsequió una tibia sonrisa que luego se desplazó hacia su cuñado, al que apenas saludó con una inclinación de cabeza.

Mis manos y brazos temblaban cuando Éire me deposito a Sarum en ellos, pero rápidamente adquirieron fuerza y lo abrazaron cual tesoro mientras decía:- Eh Blaine! tiene tu misma nariz, aunque menos mal que los ojos y las facciones son de mi hermana, sino pobrecillo. termino diciendo con una risa.
Antes que le respondiera Blaine o Éire, Alanna aparecio en la sala y le dirigio una sonrisa a la que respondio poniendo la mano en su mano derecha en su espalda mientras sujetaba con la izquierda a Sarum a la vez que decia:- Alanna, no te entretengas que nuestra hermana nos lleva la delantera.
Despues devolvio el hijo a Éire, pues aun no se encontraba comodo con una criatura entre sus brazos y menos si no era suya.

- "Edar, cuñado mío. Tengo entendido que según vuestro rito cristiano, el niño debe ser bautizado por un sacerdote de la Cruz bañándole en agua fría. Y que es costumbre que en esa ceremonia sea nombrado un padrino. Alguien que se hará responsable del niño en caso de que el padre fallezca y no pueda cuidarlo y procurar que no le falte de nada.

Si esto es correcto, entonces creo que como tío de Sarum, tú deberías de ser su padrino." -

Sonrió afablemente y con alegría digo:- AH!, así que para eso querías que viniera eh?, jajajajaja. Es broma, de acuerdo, pero no pienso cuidarle a el, te cuidare a ti para que no faltes en las frías noches de invierno al lado de tu mujer.

Me sentía un poco sorprendida por las palabras de mi marido. Lo miré unos instantes, y le dediqué una sonrisa tranquila. Mis manos volvieron a tener al pequeño, con decisión lo pegué a mi cuerpo, arropándolo en sus mantas. Sus mejillas rosadas hicieron que sonriese con calma.- Más que cuidar de él, debéis aseguraos de que no cometa ninguna locura... -Me acerqué a mi marido, posando una de las manos en su brazo, mientras la otra la usaba para sostener al pequeño Sarum.

- "Bueno, ayudar a que el pequeño Sarum no se quede huérfano supongo que también es tarea de un buen padrino." -

-Venga venga, dejemos de infortunios y malos augurios y pensemos en que Sarum va a crecer en el seno de una familia rodeada de tíos, primos y hermanos por todos lados. así que ya sabes, nada de locuras de antaño, que tienes responsabilidades y debes enseñarle a usar una espada como debe ser. Iba a decir como Dios manda pero mi cuñado no era cristiano, al menos por ahora, así que no quería ofenderle después del ofrecimiento que me había echo.

- "Bueno, en otros tiempos estas tierras eran conocidas como Tir Nan Og, la Tierra de los Jóvenes, porque casi nadie llegaba a viejo." -

Cómo bien has dicho eran otros tiempos y espero que lleguemos a viejos para contar nuestras andanzas a los nietos.

Acomodando al pequeño miré a mi marido y después a mi hermano.- ¿Deseáis algo? Quizás algo de beber o comer... Que desconsiderada, debí preguntar antes.-Mientras ellos me decían, coloqué esa pequeña "mochila" que había hecho en mi cuerpo y después acomodé al pequeño Sarum. Lo arropé perfectamente y acaricié para que no llorase, pues parecía que quería, pero no terminó haciéndolo.

Volvia de una de mis visitas cuando me encontre a varios de los habitantes más famosos de la región en la mísma sala. El hecho de que gran parte de ellos fueran familia ayudaba mucho las cosas.

Me acerque hasta donde estaba dama Éire y mire al pequeñajo

-Así que este es el famoso Sarnum. Tiene buena planta.

Será un magnifico y poderoso guerrero, como su padre.

Pero no podrá hacerlo todo solo.-

Me gire hacia el resto

-Así que habrá que esforzarse más en conseguirle compañeros adecuados. Valientes jovenes con fuertes brazos y rápida mente que le acompañen.

Y virtuosas jovencitas que le aconsejen, le apoyen y se ocupen de él cuando el mundo se le eche encima

¿Qué tal llevaís esa parte, buen Edar?. Tarde o temprano nuestro señor os dará permiso y deberiaís aprovecharlo.-

Respondí a mi hermana:Pues traemos algo fresco y aprovecha el viaje para traer algo a Mailcom también. después respondo a Mailcom diciendo: Pues tengo ya echado el ojo a una deliciosa dama. Que espero sea mi mujer, si me dan permiso y ella y su padre acceden al compromiso. En cuanto eso suceda las.noches de inviernos son frías. Espero que las consigamos convertir en cálidas.

- Está bien, hermano.-Con un suave movimiento de cabeza miré a los presentes, saliendo de la sala en busca de eso que me habían pedido. Caminé tranquilamente, mientras acanturreaba a mi pequeño, una vez en la tienda tomé una jarra para los hombres, querían refrescarse. Regresando con la jarra en una mano y los cuencos en la otra, no pude evitar poner uno de los brazos hacia mi pecho como si protegiese al pequeño.

- Tomad, mis señores.-Ofrecí un cuenco a cada uno de ellos, rellenándolos a mi paso, al llegar frente a Mailcom sonreí levemente.- Disculpad, que me fuese así. Y sí, este es Sarum.-Terminando de servir, posé la jarra volviendo junto a mi esposo.

Estendi la mano tranquilizandola

-No tiene mayor importancia. Todos tenemos quehaceres y de vez en cuando hay que llevarlos a cabo.- cogi el vaso que me ofrecían y di un buen sorbo- y muchas gracias por la bebida-

Volvi a posar la vista en el pequeñajo

-Tiene pinta de diablillo que decís los cristianos. ¿Da mucha guerra por la noche?.-

Me gire cuando escuche el comentario de Edar

-Si. Pero tampoco os olvideís de dejar algo de fruto en su vientre o no le conseguiremos compañia a este valiente.

Me temo que cuando eso pase tendreís que reducir la diversión pero creo que os podreís seguir calentando-
 

jejejejeje, rio con ganas, ya se vera, ya se vera contesto a Edar.

Le traigo una copa de vino a mi cuñado Edar y al volver veo a Mailcom y se me tuerce el gesto.

- "Mailcom el Temerario. Casi morimos por tu insensatez. En fin, todos servimos a un mismo señor." -

Me gire hacia Blaine. Nuestras relaciones se habian vuelto muy tensas pero tampoco es algo que le pudiera echar en cara.

-Os dije que fueraís a avisar. Pero os agradezco que os quedaraís.

No solo porque pude sobrevivir si no porque conseguimos el objetivo. Gracias a que vos y yo casí morimos no sabemos cuantas vidas que se podrían haber perdido se salvarón.

De todas maneras estoy trabajando en eso. La proxima generación que ocupe mi puesto estará expuesta a cabezas más reflexivas que la mía así que puede que vuestro primogenito tenga a su lado a un salvaje indomable que piense antes de actuar.

O a una salvaje. Palabra que todavía me lío con el sexo que tienen los críos pequeños y no tengo intención de mirar debajo de sus ropajes salvo que necesiten que les cambien o haya que curarles.

Por cierto ¿ya habeís pensado en el futuro del pequeño Sarum?. Me han dicho que los padres suelen mirar pensando en que destino quieren para sus hijos y en prepararles para que puedan ocuparlo.

Así que ¿qué será? Un bravo guerrero, un gentil cortesano, un estudioso erudito... Hay muchas posibilidades y tarde o temprano tendrá que decidir.

Mientras tanto es tarea vuestra, de vos y vuestra señora, prepararle para ello. Aparte de los apoyos e interferencias de otros.-