Partida Rol por web

Y la séptima de las citas daba comienzo. Eros estaba complacido, cada vez más. Logró que personas muy diferentes encontraran esa chispa en común. Los cielos estaban gozosos y Psique miraba, con curiosidad, cómo los acontecimientos se iban desarrollando.

Esta vez la cita comenzó en el hotel. En la sección del bar. El salón tenía capacidad para unas 100 personas. Estaba repletos de mesas, había una larga barra que daba a la sección del barman y no faltaban estanterías llenas de tragos: había con alcohol pero sin alcohol también, había infusiones, aguas, jugos, lo que cada persona deseara. Los barmans hacían los tragos más exquisitos y exóticos y los mozos, porque también los había, llevaban aperitivos a las mesas para que a nadie le cayera demasiado mal la bebida.

La puerta daba a la zona de piscinas y el sol entraba de lleno por los cristales. Eran las once de la mañana.

En eso llego al bar con mi negra indumentaria buscando a mi cita y cuando llego a percatarme de la presencia de la hermosa mozuela digo: -Hola nena, de shegulo tu papá a de sher un artista po que uste es too un monumento-

-Barman shirvame una bebida para mí y pala mi cita, yo invito- En eso me acerco al barman y le digo al oído -Ademásh traéme unosh condonesh, po favol- Así que el barman asiente.

Observo a aquel hombre frunciendo el ceño. ¿Quien se creía que era? ¿Era idiota o solo intentaba aparentarlo? Estaba segura de que la primera opción era la mas viable.

Llevaba puesto un pantalón de jean, con una remera de manga corta encima. Las esposas estaban en mis bolsillos y mi espada descansaba a mi lado en el asiento.

-No bebo y no te pases de listo o haré que te tragues tu lengua...-

Le contesto de mala manera. La cita había empezado mal totalmente. Sin duda iba a ser bastante complicada la situación Al parecer quería pasarse de vivo y obviamente no podía permitir que lo intentara. Creía que tenia terreno ganado pero solamente estaba pasándose de vivo y quedando como un estúpido

-Tonsh ¿Que te gushta pechocha,  la leche con chocolate?, y yo no she po que uste se ofende si la shola preshencia de su bellezha deja embobaos a losh hombresh tal cual canto de shirenash- En eso llega el barman con varios condones extralarge. -A que bien, tiene condonesh de mi tamaño y de dishtintosh coloresh, a vecesh es difíshil encontrar pala mí, como la tengo mu grande-

Lo miro con expresión de asco, sin disimulo. Era mas idiota de lo que pensaba. ¿Por que debía importarme del tamaño que la tenia? Nunca en mi vida me acostaría con el. Prefería dejar que Ryuubi me sacara todos los órganos estando viva.

-¿Eres idiota? No me interesa como la tengas, y nunca va a interesarme... Si tu idea de pasar una cita conmigo es acostarte entonces comienza a olvidar esa idea y piensa con la cabeza con la que tienes que pensar por que no me interesas y no pienso acostarme contigo... ni ahora ni en un millón de años... ¿Esta claro? Ah y otra cosa...tengo nombre, no me llamo “pechocha” ni nada por el estilo...así que comienza a llamarme Shimei...-

Le respondo de manera cortante. En estos momentos tenia ganas de levantarme e irme, sin duda no tenia mucho sentido estar en una cita con un imbécil que solo pensaba en el sexo. Era un fiasco. Prefería usar el tiempo para entrenar o hacer algo productivo que tener esta charla sin sentido con el.

-Na nena o Shinumei o como te llamesh yo soy el Doctor Light, doctor en físhica cuántica,  no te agüitesh, despue de too te estoy invitando algo para beberl, ademásh te voy a invitar de pacheo- 

Me cruzo de brazos, observándolo fijamente. Me sentía repugnada en algunos momentos. Parecía un niño tratando de llamar la atención de algún adulto que estuviese cerca.

-No bebo, esas cosas no son para los guerreros...con respecto al paseo esta bien pero deberías centrarte un poco en vez de actuar como un animal alzado frente a una hembra, aunque esta no sea la misma que de tu especie...-

Le digo en tono serio, pidiendo una gaseosa. Estaba cómoda con esas bebidas, no nublaban mis sentidos ni hacían que me distrajera. Estaba completamente atenta a la situación de mi alrededor y lista para cualquier cosa que me quisiera tomar por sorpresa.

-Pos entoncesh vamonosh de pacheo Shunumei, pero pa esho te tenesh que dejarte tocar, sino no funchiona-  En eso saco un extraño reloj e inmediatamente moviendome a la velocidad de la luz cargo a Shimei de las piernas quedando ella y yo frente a frente como si se tratara de la posición sexual de la unión suspendida

 -Ashiiii nena, controlesh listosh a volaaaaar-

Lo miro con asco mientras me levanta. ¿Como se atrevía? Era un pobre idiota que estaba animándose a ponerme una mano encima. Sentía como el enojo fluía por mis venas. Decidí darle un golpe en la entrepierna pero no podía contener la furia que se desataba en mi interior.

Aprieto los ojos con fuerza. Me dolía el isquierdo, sentía como el parche que contenía al dragón se quemaba y desataba todo su poder en mi interior. Abrí los ojos, mirándolo fijamente con el ojo del dragón.

Ya no tenia control de mi misma y por su bien seria mejor que se alejara.

El poder de la criatura manaba como si respirara a través de mi cuerpo. Mis jadeos eran sobrenaturales, como los de un animal.Mi cuerpo quedo colgando frente a el, mientras respiraba de manera agitada, calculando la poca distancia para poder destrozarlo.

-Suéltame...-

Mi voz salio acompañada con la de mi antepasado y el dragón De manera gutural y escalofriante. No bromeaba esta vez, si seguía tocándome le arrancaría los brazos y me los comería de manera cruda frente a su rostro.

En eso decido usar el reloj que fue el regalo de psique, y terminamos por viajar en el tiempo al año 1351, siglo XIV en europa, en un pastizal donde se ve a lo lejos la entrada de un castillo con el siguiente escudo postrado en las banderas:

Dirijiendome a Shimei -¡Ya llegamosh!, mujer chalvaje ashí me gushta- En eso decido soltar a Shimei -Vaya los viajesh ta hashen mal, se ve que te mariashte, te recomiendo dejar lash drogas sobre too cuando tash en eshos días difíshiles-

-Pechocha bienvenida al siglo XIV, siglo de gente ignorante, fáshil de conqishtar y manipular, época del auge del feudalishmo, aunque ya she descubrío la pólvora todavía tardan añosh pa hasher un tiro, de hecho shu masificashión toavía no es tan glande, ashí que tamosh segurosh-

En eso nos damos cuenta que hay campesinos a nuestro alrededor observándonos, incluidos niños que nos miran extrañamente sobre todo a Shimei por las pintas de mala leche que trae en estos momentos:

-¡Mami me da miedo esa señora!- Dice una niña acompañada de su madre mientras ve a Shimei. La gente nos ve de forma extraña, con entre curiosidad y miedo.

No podía observar el lugar, tampoco me importaba la gente que estaba a mi alrededor. No me importaba demasiado eso, solo quería matar y destrozar todo lo que estaba a mi alrededor.

Me lance hacia el demasiado rápido, aunque estaba demasiado enojada como para poner demasiada fuerza en mi golpe. Mi mano fue directo a su brazo, para agarrarlo y hacerle una llave. Mi respiración era agitada. Como el jadeo de un animal. Y mi ojo se mantenía como el del Dragón que dominaba mi cuerpo.