Partida Rol por web

Había hecho un día de perros en Gotham, y cualquiera que hubiera salido en las últimas horas se había calado hasta los huesos, ese era el caso de Roy Harper, quien acababa de entrar a la base secreta de los Outsiders, ataviado con una cazadora ancha para ocultar su brazo mecánico, así como una gorra que se ponía aunque tronase, el joven se quejó del tiempo gruñendo por lo bajo mientras se quitaba la ropa empapada y la tiraba por la sala sin ningún pundonor.
Roy no era precisamente un mojigato, y poco le importaba andar por la base en calzoncillos. Tras un paseo al baño y la cocina apareció con una toalla en la cabeza, una lata de cerveza en la mano, y como vestuario solo unos calzoncillos de corazoncitos atravesados por flechas.

-Por fin tenemos una pista.- Le dijo Roy con una sonrisa a Brighid, la única que en aquel momento se encontraba en la base aparte de él mismo. Tras un pequeño eructo añadió.- Parece que nos va a tocar patear ninjas... dios, como odio a los ninjas...

Llevaban cierto tiempo detrás de la pista de un justiciero, sus medidas eran exageradas, aunque en un principio Arsenal se había planteado reclutarlo, ya no lo tenía tan claro. Y es que aunque él no se oponía a matar a algún degenerado, este justiciero, al que Cheshire había apodado como "Boogeyman", parecía pasar por alto la seguridad de los inocentes, siendo algo al parecer muy secundario para él. Desde ese momento Arsenal había comenzado a ser más precavido, lo atraparían y ya decidirían que hacer con él.
Habían sido días muy infructuosos, pero Tigress finalmente había dado con una pista que no había compartido con su otro grupo.

-No está muy claro si nuestro amigo trabajaba con o contra esos ninjas de la liga de asesinos. Espero que no esté a favor de Ra's.- Comentó Roy, quien tenía muy pocas ganas de enfrentarse a un peso pesado como Ra's Al Ghul.

Roy activó la computadora central y tras teclear un rato mostró unos planos de unos almacenes, en teoría abandonados, que parecía servir de guarida de dichos ninjas.

-No se si encontraremos resistencia, pero prepárate para lo peor.- Dijo Roy bebiendo un trago.- Salimos en 15 minutos, Cheshire nos verá allí cuando pueda. ¿Alguna duda?

Cualquiera pensaría que el frío no sería un gran problema para una mujer hecha de fuego - literalmente - pero lo cierto era que en el caso de Brighid, era todo lo contrario. Si el resto tenía frío, ella se congelaba. Y si había algo que odiaba con toda su alma era esa lluvia que pareciera tener aspiraciones de diluvio, así que a diferencia de muchos que salían a disfrutar del clima para divertirse entre charcos o que simplemente seguían su vida cotidiana, la pelirroja se hacía una bolita y se quedaba encerrada en lo más profundo de su guarida buscando calor rodeada por una mantita. Por lo mismo, al ver a Arsenal pasearse con calzoncillos, lo primero que pensó fue que estaba loco. Lo segundo, que esos corazoncitos eran ridículos. Lo tercero... lo tercero fue darse cuenta de que estaba en ropa interior. Y sí, había compartido habitación con otros niños en el orfanato, pero por lo general tenían la decencia de cambiarse en otra parte y andar vestidos. Con las mejillas ligeramente sonrojadas, procuró concentrarse en lo que realmente importaba. La pista.

No creo que Boogeyman sea capaz de trabajar con alguien... - frunció los labios, pensando mientras lo miraba a los ojos, aun abrazándose las piernas en un rincón de la habitación, para luego seguir con la mirada a Arsenal mientras este se iba a teclear a la computadora y entonces prestarle atención a la máquina - ¿En 15? ¡Pero está lloviendo! - exclamó en una queja, recordándole sin más palabras que sin convertirse en fuego era poco lo que podía hacer. Y si se mojaba convertida estarían en problemas. 

Bueno, podría ser peor... - dijo con un suspiro, poniéndose de pie y dejando caer la manta que la cubría - Deja la cerveza y vístete también, ¿vale? - comentó casualmente, aunque de casual no tenía nada porque sería ridículo negar que ver a un hombre formado en paños menores no la cohibía como la cría que era. 

Al escuchar las dudas de Brighid sobre que Boogeyman trabajara en equipo, Roy se limitó a encogerse de hombros, en un principio él había pensado igual, pero la verdad era que no tenía ni idea, tampoco es que las investigaciones fueran su fuerte, eso era más cosa de Dick...

-Pues no se... coge un paraguas.- Dijo Roy, aunque sonreía era difícil saber si bromeaba o lo decía en serio, y es que era bastante difícil discernir cuando su estupidez podía superar a su humor.

Aun así la joven pareció convencerse ella misma por lo que la sonrisa del antiguo aprendiz de Green Arrow se ensanchó, aunque después le tocó su pequeña reprimenda.
La verdad era que Roy no lo admitiría, pero le gustaba poner nerviosa a la chica, disfrutaba de esos pequeños momentos en los que su total desvergüenza se enfrentaba a la vergüenza de Bri.

-Si, mamá.- Dijo acabando de un trago la lata y posteriormente dándose unos golpecitos en el pecho para soltar un sonoro eructo.- Pues vamos al lío, ¿has visto mi traje?

Una vez más era imposible saber si estaba de broma o no, pero debía bromear, no podía haber perdido su traje, ¿o tal vez...?

"Coge un paraguas" - le faltó poco para poner los ojos en blanco mientras suspiraba con pesar. Nunca iba a entender si solo era un tonto muy dulce, de esos que tienen soluciones optimistas para todo, o si era así de comprometido con las bromas que se negaba a delatarla como una. De todas maneras no le serviría de nada descifrarlo. Fuera el caso que fuera, lo cierto era que le tocaba ir con él y más le valía ponerse de pie ya que retardar lo inevitable.

No soy tu ma- su respuesta se vio interrumpida por la grosera falta de modales del chico. En momentos así le recordaba que por mucho que ella lo viera como alguien mayor no lo era ni por físico ni por mente. Si es que algo, era el doble de inmaduro que ella, así que sí, bien podría ser su madre si el requisito era ese. - ¿Puedes aguantarte esos cuando esté yo cerca, por favor? - frunció el ceño algo molesta, aunque tampoco le dio tiempo a ahondar en el tema de etiqueta mínima porque Roy ya había encontrado una nueva manera de sacarla de quicio.

¿Lo dices en serio? - se lleva las manos a la cintura alzando una ceja, ahora sí en total modo madre lista para regañar - ¿Como es posible que no sepas donde está tu traje? ¡No puedes salir sin él! - alzó las manos exasperada - ¿Sabes qué? Me voy a cambiar. Tú busca. - lo terminó de regañar, dándose media vuelta y desentendiéndose del asunto para ir a cambiarse. Lo único que faltaba, el líder de una banda de justicieros enmascarados que no sabía donde había dejado su máscara.

Afortunadamente para cuando te habías cambiado, Roy ya estaba haciendo lo propio, aunque te habías quedado con la duda sobre si de verdad había tenido que buscarlo o solo bromeaba. Fuera como fuese, la distendida actitud de Roy cambió en cuanto subió a la moto en la que te llevó como paquete, aunque no perdiera vez para soltar alguna tontería, cuando se centraba en una misión se serenaba bastante y se volvía mucho más serio.
Gracias a dios la lluvia se había calmado, y ahora apenas lloviznaba, aun así la elección de la moto como medio de transporte era cuanto menos dudosa, pero claro el chico no cogía el coche nunca.

El trayecto no duró demasiado, y en unos 10 minutos los dos justicieros de los Outsiders se encontraban en una callejuela desde la que podían ver el almacén en cuestión: un enorme edificio de muchísimos ventanales, aunque casi todos bastante elevados, debía contar con por lo menos seis plantas de altura, aunque la baja debía ser al menos de dos o tres plantas.
Desde luego desde la distancia parecía completamente abandonado. Roy te había dicho que aquel almacén había estado años al servicio de una empresa de electrodomésticos, aunque llevaba varios años en desuso, al menos en teoría. Según los rumores algunos indigentes vivían ahora allí, aunque las malas lenguas decían que solo los más locos se acercaban, pues eran muchos los que acababan desapareciendo.
Sobre los Outsiders pasaba una gran autovía, y un poco más allá las vías del monorail pasaban junto al gran almacén atravesando buena parte de la ciudad. Además de esto bastantes edificios de diferentes alturas rodeaban los almacenes O'Neil.

-Bueno, ¿cómo lo quieres hacer?- Preguntó Arsenal con cierta socarronería.

No quedaba claro si preguntaba sobre la misión u otra cosa, pero enseguida añadió con una sonrisa.

-¿Puerta principal o desde alguno de los edificios?- Aunque fuera el líder de la agrupación no solía tomar las decisiones por si solo, excepto en algunos casos concretos, le gustaba pensar que todos estaban a la misma altura, sin rangos.

Si no había nadie puede que la entrada principal fuera lo más correcto, no te arriesgabas a caerte desde varios pisos de altura, y es que aun con poca lluvia suponía cierto peligro, además de que era el camino más rápido. Pero por otro lado si abrían las puertas y se encontraban con una veintena de ninjas lamentarían no haber tomado el riesgo. Fuera como fuese parecía que Roy pensaba dejarte todo el peso de la decisión mientras oteaba el horizonte con unos prismáticos.

Se agarró firmemente del chico en cuanto se subió a la moto, porque sabía que él no tendría mucho cuidado con llevarla de pasajera y aunque pudiese regenerarse, no era gracia el partirse huesos de una caída fea, tanto por el dolor como porque les haría perder valiosísimo tiempo. Por el lado positivo de las cosas, la lluvia había cesado un poco así que con toda probabilidad no necesitaría quedarse escondida bajo mil cubiertas para no mojarse, y como apenas lloviznaba aunque llegaran un poco mojados por la mala elección de vehículo tras diez minutos tampoco lo harían empapados, así que se secaría rápido. 

Observó el almacén con curiosidad. Ella no era una gran estratega, así que normalmente fallaba en notar las características que otros verían como ventaja, pero al menos sabía lo básico: un almacén abandonado tenía mucho donde esconderse, y si se trataba de ninjas eso era aún más complicado. En cuanto a los indigentes, ni se había planteado mucho que había ocurrido con ellos. Eran vagabundos, así que como ella lo veía, lo más probable era que solo se hubiesen marchado y los otros le hubiesen perdido la pista. 

¿Tengo que elegir yo? - preguntó luego de la confusión inicial. "¿Como lo quieres hacer?" era una pregunta demasiado ambigua como para que fuera accidental, especialmente con esa sonrisa, pero como siempre le buscaba la vergüenza prefirió omitirlo y seguir la conversación. Lo que sí, no le pasó por alto que una broma así fuera algo poco común en la faceta de misión de Arsenal - Pues... yo diría que ninguna de las anteriores. Podríamos ir por la autovía en la moto, saltarnos de ahí a las vías del monorail y aterrizar sobre el techo del gran almacén. - frunció los labios. No sabía si era buena idea, pero al menos era una - La entrada estaría más fácil, no tengo que matarme saltando de un edificio a otro con el piso resbaladizo y si nos escuchan llegar, quizás hasta nos vienen a buscar pelea por medio de la entrada a la azotea. - ladeó la cabeza - Quizás eso no sería ni tan malo, porque tendrían que pasar de uno o dos, y con eso sí podemos. 

Aunque parecía no escuchar a su compañera, Roy tras unos segundos apartó los prismáticos de su cara y la miró directamente.

-Vaya, menudo plan a lo Nightwing.- Bromeó pensando en realizar semejante pirueta circense, más difícil aun con el suelo mojado y resbaladizo.

Aun así escuchó las palabras de la chica, pero no acabó de tener claro si además de su análisis había decidido cual de las dos opciones prefería, a él realmente no le importaba demasiado, se preocupaba más por la seguridad de sus compañeras que por la propia.
Roy se rascó su brazo derecho, el robótico, no tenía ningún sentido, ya que no sentía nada, pero probablemente fuese alguna secuela por la perdida de su brazo, algo similar a cualquier miembro fantasma. Fuera como fuese, por lo general nadie le mencionaba el tema.

-Cuando hablaba de ir desde algún edificio me refería a...- Comenzó a decir haciendo una breve pausa y sacando su ballesta.- Ya sabes, subir en ascensor, y usar una flecha para balancearnos.

No estaba para nada molesto de que no le hubiera entendido, es más, su sonrisa era más amplia aun que antes.

-¿Entonces?- Se limitó a preguntar mirando la ballesta y después la entrada principal.

Al escuchar la respuesta de Roy, Brighid se sonrojó por completo y sonrió avergonzada al tiempo que se rascaba la nuca, bastante nerviosa por su torpeza. Era por cosas como esta que ella no era la estratega del grupo, porque ella se movía por corazonadas y caprichos, no por lógica. Aunque claro, igual no se podía hablar con Arsenal de lógica infalible cuando el chico se rascaba un brazo de metal, pero quien era ella para juzgar la manera en que él lidiaba con la pérdida de su extremidad cuando ella no podía lidiar ni con la pérdida de alguien más. 

Oh... - sonrió un poco más, sonrojándose un poco más al notar que Roy parecía fascinado y divertido por el plan que ella había con toda seriedad, aunque no sensatez - En ese caso creo que prefiero entrar por la puerta principal. De la otra manera nos vamos a tardar siglos, y en el peor de caso les tiro una bola de fuego en lo que aprovechamos de emprender retirada - sonrió de oreja a oreja intentando compensar el desastre de plan de antes. 

O como tu digas. No sé. - cruzó un brazo por frente de ella tomando el otro a la altura del codo, mientras esta última extremidad colgaba a su lado. Odiaba lo nerviosa que le ponía Roy, especialmente porque sabía que él lo disfrutaba tanto cuando lo hacía intencionalmente como cuando era accidental. ¡Es que no tenía ni una consideración con ella! Aunque por otro lado, le gustaba que no la tuviera. No soportaría a alguien más que la tratara como pobrecita chiquilla de orfanato, algo que solo lograba sacarla de sus casillas aún más rápido de lo normal, y eso era decir bastante. - ¿Vamos ya? - procuró quitarle la oportunidad para burlarse denuevo, soltando ambos brazos uno a cada lado y preparándose para seguirlo.

-Sus deseos son ordenes para mí.- Dijo Roy con una exagerada reverencia.

Dicho esto el joven se detuvo un segundo para prepararse, revisando su brazo robótico y cargando su ballesta. Después enseñó su pulgar por toda respuesta.

No parecía que hubiera nadie en los alrededores, al menos a priori. El silencio solo era roto por el suave chispeo y por el tráfico abundante de la autovía. Estabas completamente segura de que en aquel sitio no habría nadie, no era posible que tras haberos acercado tanto no hubieseis visto ni una sombra en una ventana.
Cuando Roy llegó a la puerta principal intentó levantarla, pero esta no parecía querer moverse. La puerta metálica, del mismo tipo que las de los garajes, parecía bastante gruesa y desde luego no teníais ningún mando.
Roy te miró esperando alternativas, era obvio que el chico tendría alguna flecha explosiva, pero quizás no quisiera gastarla, o quizás simplemente no quisiera detonarla alertando a todo el vecindario.

Puso los ojos en blanco al ver la reverencia, pero no dijo nada más y solo esperó a que él terminara de prepararse. Incluso ahora, que se le podía llamar serio según sus estados de ánimo no se acercaba al estándar de ese humor para el resto del mundo. Es que Arsenal vivía en una dimensión alternativa, de eso estaba segura. 

Quizás se había equivocado y no había nadie, porque no había ni una sombra, ni un ruido, ni una alarma, nada de nada. Era ridículo. ¿No deberían haberse encontrado ya con algún obstáculo? Pero claro, cuando Roy llegó a la puerta principal, claramente eléctrica, no hubo forma de que el chico la moviera. Y si él no podía hacerlo con fuerza, ella mucho menos. 

Mmm... puedo intentar quemarlo para fundirlo, pero no sé si funcione. - no estaba segura de cuanta potencia se necesitaba para eso, pero bien podía hacer el intento - No va a ser muy sutil, eso si. - lo miró preocupada, esperando su reacción.

Roy le dedicó una sonrisa a su compañera, parecía que un tercer motivo se ocultaba tras el no querer formar escándalo abriendo la puerta, y era que disfrutaba viendo los poderes de la chica. No obstante no le insistió en ninguna dirección.

-Al menos no explotará.- Dijo divertido, aunque pronto rectificó aun más alegre.- Es decir, con suerte no explotará.

Parecía que Roy de momento se estaba tomando la misión con bastante calma, al fin y al cabo comenzaba a parecer una falsa alarma.

-Como veas.- Se limitó a encogerse de hombros.- Siempre podemos volver a lo de saltar edificios.- Dijo divertido. Aunque si que era cierto que aun podían cambiar el plan.

En ese mismo instante semblante cambió de divertido a totalmente serio, empujándote hasta el muro de la pared, por un momento pareció otra cosa, pero enseguida te percataste de que a pesar de que vuestros cuerpos estaban completamente pegados, y vuestras caras estaban a escasos centímetros, él no te miraba a ti, sino hacia arriba.

-Juraría que me ha parecido ver una sombra en aquella ventana.- Dijo refiriéndose a una que ahora quedaba fuera de vuestro punto de vista al estar pegados a la pared, aunque debía ser como de un 4º o 5º piso.

No sabías como tomarte aquello, Roy a veces podía ser muy raro, aunque era extraño que bromeara con aquello, aunque quien sabía. Por otro lado, estabas bastante convencida de que allí no había nada. La cuestión era simple ¿Confiabas más en tus ojos o en el muchacho?

Brighid sonrió ligeramente avergonzada - pero genuinamente feliz - al darse cuenta de que lo que Roy quería era ver sus poderes. Nunca había sufrido discriminación de ningún tipo por lo atípico de estos, pero es que se había enterado hace tan poco de la existencia de sus poderes que tampoco había tenido oportunidad de sufrirla, y con lo insegura que era ya daba por hecho que no le harían gracia a la mayoría. Así que, si bien no tenía ningún tipo de trauma, algo extraña le hacía sentir el que alguien los apreciara cual fanático discreto. 

Iba a transformarse en fuego para atravesar la puerta de metal - no debería ser tan difícil fundir la puerta y dejar una silueta entre piroquinesis y su propio calor - cuando vio el cambio de semblante de Arsenal, lo que le hizo fruncir el ceño levemente. Abrió la boca para preguntar que ocurría, pero antes de pronunciar palabra el chico la empujó contra la pared acorralándola y por un breve momento, todo su repertorio de películas románticas y novelas rosa se ponía en acción y su corazón se aceleró tanto que pensó que moriría por una taquicardia. Las mejillas se le pusieron fucsias y sintió la boca secársele repentinamente. Eso hasta que notó como la mirada de Roy apuntaba hacia otra parte.

Si serás idiota, Bri - se dijo a sí misma, poniendo los ojos en blanco ante su reacción, aunque aun tenía la sensación de nerviosismo y corazoncitos a su alrededor. 

¿Seguro? Yo no he visto nada - dijo tras un suspiro, con un tono más curioso que de negación. Ciertamente no dudaba del chico, pero por más que había intentado encontrar alguna señal de vida, la pelirroja no había tenido ni una pista de que hubiese alguien adentro - No estarás bromeando, ¿o sí? - frunció el ceño algo confundida. Si se lo había puesto de excusa para acorralarla tampoco se enojaría, siendo sinceros, pero le parecía algo atípico de él que perdiera tanto la seriedad en plena misión. Era de hacer bromas, sí, ¿pero de ese tipo?

El chico se fue separando poco a poco, ganando un poco de ángulo para contemplar mejor la ventana, pero con mucha precaución, pues no quería exponerse. Se pasó la mano por la cara algo angustiado.

-Yo... no lo se...- Respondió a tu primera pregunta, y se puso mucho más serio con la segunda.- Juraría que había alguien.

El joven ya no tenía tanto cuidado con la cobertura, pues en la ventana no parecía haber nada. Una vez más todo dependía de lo que tu quisieras creer, pues había motivos de sobra para posicionarse en cualquiera de los dos bandos: Roy había dado muestras de ser un buen amigo, un líder cuanto menos decente, y un héroe bastante eficaz. Pero por otro lado; había tenido problemas con las drogas, por no hablar de que le gustaba destacar sobre el resto, era un poco mentiroso y muy bromista.

Fuera como fuese todo parecía haber vuelto a la normalidad, la única diferencia era que el joven, que no apartaba la mirada de las grandes ventanas, ahora estaba bastante más serio y callado.

Frunció levemente el ceño y ladeó la cabeza al darse cuenta de la cara de angustiado del chico, más aún al oírlo dudar de sí mismo. Podía ser odioso con las bromas, pero si ya le extrañaba que se pusiese tonto en una misión le extrañaba el doble que aumentara una broma negándosela con tanta seriedad. Por muy mentiroso y bromista que fuera ahí parecía estar la línea, y no tenía razones para creer que había reincidido en las drogas. Así que descartó de inmediato esa posibilidad e intentó mirar hacia la ventana donde el decía haber visto a alguien. 

Bueno, yo digo que vayamos a ver. Así hacemos el trabajo y ya si pasa algo, no será nuestra culpa por descuidarnos - sonrió de oreja a oreja. Así Arsenal se quedaba más tranquilo y ella tenía una oportunidad de demostrarle que confiaba en su juicio - Aunque creo que si hay alguien será mejor entrar saltando edificios. El ruido de fuego contra metal los alertaría y taparía el de ellos huyendo - caminó hacia él, lista para seguirlo por donde él dijera, solo esperaba que no le diera por hacer mil acrobacias porque ahí fijo se quedaba atrás. 

Roy seguía un tanto aturdido. Pero finalmente asintió a tus palabras. No estaba seguro de que había allí, pero si, quizás sería mejor no ser demasiado ruidosos, aunque por otro lado, era probable que ya los estuvieran vigilando. Fuera como fuese Roy no protestó, se limitó a emprender el camino hasta el edificio de al lado en silencio.
Era difícil saber si el chico estaba muy concentrado en la misión, o si aquello le había dejado preocupado o sin ganas de bromear, pero fuera como fuese esta vez no soltó tontería alguna.

El primer tramo de esta "complicada" entrada resultó de lo más sencillo, pues consistió en entrar a un edificio colindante, algo sencillo al reventar Roy el cristal de la puerta, y después subir hasta la azotea en ascensor.
Desde allí, y bajo la suave llovizna observasteis los metros que os separaban de vuestro destino, un salto habría sido demasiado largo, pero Roy enseguida sacó su ballesta, tras clavar un extremo de la cuerda que portaba el virote al suelo, gracias a su brazo mecánico, Roy apuntó hacia el almacén.

El virote cruzó el cielo clavándose en algún tipo de motor al otro lado de la calle, sobre el almacén. El joven ex ayudante de Green Arrow tiró un par de veces de la cuerda, esta parecía bien sujeta. Aunque la lluvia dificultaba el paso, que el nivel del almacén fuese algo inferior al del edificio en el que os encontrabais sin duda ayudaba.

-Bien... Las damas primero.- Dijo recuperando un poco su humor mientras señalaba la cuerda que cruzaba de un edificio al otro.

Siguió los pasos de Roy camino al edificio contiguo, pensando en lo ridículos que debían verse para las cámaras. Menos mal que no había ningún conserje o similar por ahí, porque cuando entraron tan sutilmente - reventando la puerta como si el vidrio creciera en los árboles - y se metieron al ascensor, la chica tiñó su cara de un color muy similar al de su cabello mientras la melodía de "The Girl from Ipanema" sonaba de fondo en el elevador. Es que era ridículo. ¿Y si alguien entraba? ¿Lo saludaban y le hablaban del clima? Aham, seguro les creía todo con el vestuario tan normal que llevaban puesto. 

Salieron a la azotea sin ningún incidente - afortunadamente - y se encontraron con una llovizna moderada, que no era suficiente para meterle miedo pero si para mantenerla cauta. Miró hacia la otra azotea. Era demasiado para saltar, definitivamente, y aun no aprendía a volar, así que... Miró a Arsenal con cara de pregunta justo a tiempo para ver como él sacaba su ballesta y lograba crear un puente por medio de una cuerda. 

¿YO primero? - preguntó desconfiada. Es que por mucho que se viera menos terrible que antes, seguía sin verse razonable. Pero bueno, donde mandaba capitán no mandaba marinero, así que juntó todo el coraje que quedaba en su cuerpo al ver la caída libre y se colgó de la cuerda para pasar. 

El único problema fue que si un segundo se sujetaba con todas sus fuerzas a la cuerda, al segundo siguiente ya no tenía nada en las manos. No sabía como ni cuando - había tenido los ojos cerrados por el miedo - pero ahora estaba suelta y cayendo por el mismo vacío que había visto antes. Sabiendo que tocaría esperarse lo peor, aguardó a los últimos momentos para prenderse fuego, a ver si así quizás cuando se reventara contra el suelo podía evitar morir.

Roy abrió los ojos como platos al ver caer a su compañera maldiciéndose por lo bajo. Al fin y al cabo solo era una chica, una con increíbles poderes, pero sin el verdadero entrenamiento de un superhéroe. Debería haber insistido en entrar por la puerta, o haber esperado a Cheshire, pero no, había decidido aquel plan y ahora podía perder a su compañera.

Su brazo biónico cambió de forma mientras el joven corría hacia el borde haciendo un salto de ángel. Usar la cuerda que había fijado instantes antes era inútil, así que se dejó caer levemente para disparar una nueva cuerda al otro edificio, esta vez para balancearse con ella. Afortunadamente calculó bien la trayectoria, y con su brazo robótico sujetó a la joven, pegándola con fuerza a su cuerpo.

El plan salió perfecto, solo fallaba en un pequeño punto, y era el que ahora se dirigían contra un muro. Arsenal cambió lo suficiente la trayectoria para que en vez de el muro impactaran contra una ventana, accediendo así al almacén en un gran estruendo. La pareja rodó por el suelo después de que Roy ejerciera de escudo contra la ventana. Aun así el joven arquero no la soltó. Acabando Sekhmet sobre él.

-Bueno, hemos sido muy silenciosos...- Bromeó en un susurro.

Su brazo robótico dejó de ejercer presión sobre ti, y es que había llegado un punto en el que habías dudado si te partiría en dos.
La sala estaba totalmente a oscuras, y lo único que aportaba algo de luz sobre vosotros era una ventana rota, se podía observar, eso sí, que no parecía una habitación muy grande, probablemente una antigua oficina. El silencio era sepulcral.

Muerta de miedo al ver el suelo acercarse a velocidades vertiginosas, sintió de pronto algo sólido y frío envolverla a lo que se aferró instintivamente como si fuese un salvavidas al mismo tiempo que sentía el cálido cuerpo de Roy acunarla por la espalda. Gracias a Dios aquel chico era un superhéroe de verdad, y no un niño jugando a serlo como claramente era ella. Pero si bien ella se sentía totalmente a salvo en brazos del experto, el ver que ahora viajaban directo a un muro hizo flaquear su casi inquebrantable fe en Arsenal. 

Cerró los ojos y se hizo un ovillo apenas unos segundos antes de sentir como se desviaban ligeramente y tras un momento efímero, escuchó un vidrio quebrarse y abrió los ojos a tiempo para ver como los fragmentos volaban alrededor de ambos, protegida nuevamente por el cuerpo del chico quien no había dudado en hacer de escudo para protegerla de la ventana que obstaculizaba la entrada de ambos en el edificio y se ofrecía como única salida de rescate posible. 

Rodaron por el suelo juntos y fue recién cuando él le habló para hacer una de sus bromas tontas que se dio cuenta de lo mucho que le costaba respirar por la fuerza que Arsenal ejercía en su abdomen. Como solo agradecía poder seguir haciéndolo en vez de haber acabado estampada contra la acera, no hizo amago siquiera de quitarlo hasta que él relajó el brazo, momento en que respiró profundo y se sintió sinceramente afortunada de no haber sido desgarrada accidentalmente en medio del rescate como ocurría con la muñeca de entrenamiento de Hércules en la película animada. 

Lo siento - se disculpó echando la cabeza hacia atrás para poder mirarle a los ojos antes de hacerse a un lado para ponerse de pie sin pasarle a llevar ninguna parte sensible -  Soy más torpe de lo que pensaba - sonrió con culpa, claramente avergonzada. Pero pronto la oscuridad a su alrededor le trajo de vuelta a lo que importaba, la misión, y con ello su atención a escuchar cualquier sonido o ver cualquier movimiento. No era experta, pero al menos lo intentaba, así que miró alrededor asegurándose de que no hubiera amenaza inminente.

Arsenal se levantó tras tomar algo de aire y suspirar. No dijo nada en principio, respetando tu silencio, con el objetivo de escuchar algo, ninjas en estado de alerta o algo así. Aunque quizás las alarmas de los ninjas eran silenciosas, esa idea le hizo sonreír como un tonto, era un chiste gracioso, igual debería compartirlo. Pero no, no era el momento.

-No te preocupes.- Le dijo finalmente recordando las palabras de la joven.- Aunque vas a tener doble sesión de entrenamiento hasta que perfecciones esos saltos.

El joven no parecía enfadado, aunque si algo preocupado, y lo dijo más por tu bien que por otra cosa. Consideraba a la Young Justice unos niños, algunos preparados y otros no para patrullar las calles, y ahora tu no sabías si quizás deberías estar en esa lista de gente no preparada. Sea como sea, si Roy lo pensaba no lo dijo.
Abrió la puerta lentamente y echó una ojeada, pero todo seguía en calma.
Por su parte, las tonterías de Arsenal parecían haber acabado, pues ahora se tomaba bastante más en serio el investigar.

Cuando explorasteis un poco más iríais encontrando enormes pasillos y montacargas, así como salas, todos con trastos viejos, pedidos de cajas perdidas en el tiempo, maquinaria antigua o simplemente estancias vacías. Había algunos rastros de vagabundos, pero solo encontrasteis sus trastos, pero no a las personas que parecían haber estado viviendo ya hacía algún tiempo.

Al ver que Arsenal sonreía con su típica expresión de chiste tonto, la chica frunció el ceño con curiosidad, esperando a que dijera lo que pensaba aunque él no decidió compartirlo. Por supuesto, cuando el pelirrojo se decidió a hablar, ella bajó la cabeza resignada con un suspiro. Odiaba entrenar. No era muy atlética, a ella le gustaban los libros y escribir, pero suponía que tenía sentido entrenar si quería dedicarse a superhéroe sin ser un estorbo monumental como lo había sido ahora.

Por lo menos tenía la suerte de no haber enfadado al chico, porque eso era lo último que quería. Con lo que se esforzaba por impresionarlo y caerle bien como para acabar molestándolo por no saber saltar. ¡Es que era como uno de esos gatos de internet que se estiran y no se elevan! Que desastre. Tendría que quedarse con el consuelo de que Roy no la había mandado a irse a casa, lo que realmente le agradecía, porque sabía que era una posibilidad tras su torpeza. 

Mientras investigaba el lugar mantenía la vista atenta y el oído agudo, fijándose por si escuchaba o notaba algo fuera de lo normal. El lugar, por lo general, era como una fábrica abandonada llena de basura y maquinaria, un montón de cosas alguna vez útiles abandonadas y lo que parecía ser un refugio de vagabundos ya deshabitado. Le llamaba la atención que se hubieran ido sin sus cosas, pero suponía que eso no era del todo raro. Quizás habían encontrado un lugar mejor, quizás habían vuelto a casa o... o quizás los ninjas los habían matado. Esperaba no fuera la última opción, así que se acercó a investigar las cosas para ver si encontraba algo que le diera alguna pista de donde se habían ido. Tal vez alguien había visto algo útil, y si no, preferiría asegurarse de que estaban todos bien.