Partida Rol por web

Finalmente es la hora que os indican que os toca vigilar el campanario, la escalera es estrecha y solo puede pasar uno a no ser que os pongais de lado, cuando llegais arriba podeis ver una panoramica escalofriante, no hay luz a ningun lado apenas, algunas partes os la tapa edificios mas altos pero otras veis lo que os da la poca vision en la noche para ver que la ciudad esta en oscuridad total, total no, hay un punto de luz, por los lugareños puede ser el hospital o ceerca de el...aunque tendria su logica.

Dos hombres os saludan van con manga corta y ropa de verano, incluso por la madrugada hace demasiado calor. Os quedan 2 horas aburridas. Los dos hombres desaparecen por la escalera, uno de ellos lo escuchais vostezar. Aunque el otro saca la cabeza, No se si lo han explicado, pero si veis alguien que viene humano, o mas de 3 o 4 engendros zombies de esos avisar abajo.

- Queda claro. - Contesto a los dos hombres que se retiran. Zombies. Es una palabra muy fuerte fuera de la ficción, mucho más que mierda, como la mierda de día que es. 

- Bueno... Yo soy Alexandra, ¿Cómo te llamas? - Pregunto a mi compañero mientras me asomo por el campanario. Si tengo que avisarle de algo, supongo que es mejor un nombre que un 'eh, tú'. - ¿Te apetece charlar o algo? - Todos hemos tenido un mal día, y no sé si eso le ayudaría o le jodería más, mejor preguntar antes. - A mí... Creo que me vendría bien distraerme.

Por la puerta entra un hombre de unos 30 años 1,80 cm, de pelo castaño, siempre desprolijo, y una barba de varios meses. La clasica barriga cervecera, pantalones verdes camisa larga a cuadros y una chaqueta encima...algo raro con el calor sofocante que hay en este verano.

Arriba había dos personas, junto a un fuego. Las saludé y me senté junto a ellas.

—Buenas noches, parece que estamos juntos ahora. Mi nombre es Aníbal Tajo.

Me apoyé contra una columna y saqué el perro del bolso, que se había dormido de nuevo luego de los trajines del día. Me senté con el cachorro en la falda, acariciándolo. Tengo que ponerle un nombre, ¿Argos, tal vez? ¿Colmillo blanco?

-Soy... ehhh... Tom- dijo algo nervioso por compartir la guardia con una chica, no era muy ducho para socializar con mujeres y se notaba. Tom trató de distraer la atención haciendo que vigilaba la zona, en realidad trataba de evitar la mirada con ella y buscar alguna excusa para retardar su respuesta-Si...¿por qué no? Esteeeem...- fue lo que balbuceó hasta que llegó otro miembro de su turno.

Cita:

Rapidamente, Tom aprovechó esa oportunidad para evitar la vergüenza.-Soy Tom, ¿que tal? ¿Tienes un cachorro allí?

Aníbal miró al muchacho que le había hablado, era el muchacho de cabello largo y lentes. Le sonrió y le contó un poco sobre el cachorro, agradeciendo la distracción que le brindaba la oportunidad de hablar sobre su trabajo.

—Sí, es un cachorro de Perro Lobo Checoslovaco. Es una raza nueva, del siglo pasado, que crearon mezclando lobos europeos y pastores alemanes, para obtener un perro resistente pero entrenable y algo más dócil que un lobo. Este cachorrito era parte de un estudio dónde intentábamos definir cuanta proporción de genes de lobo tenía, y como afectaban estos su comportamiento. Yo mismo crié a su madre, y teníamos buenos pronósticos para sus hermanos...—dijo, y luego quedó en silencio, tragando saliva, recordando las horribles escenas de la noche.

—Hasta que esta noche una de esas...criaturas, si es que se puede llamarlas así, entró al laboratorio. Este pequeño es lo único que queda.

- Eh... Sé que está siendo una noche de mierda, pero... ¿Te pasa algo, Tom? - Pregunto, tratando de ser amable con el chico que parece algo perdido. No sin cierto esfuerzo, pues tratar de ser amable y aparentar normalidad con la noche de mierda que estoy teniendo, que todos estamos teniendo, es por decirlo de alguna forma, desafiante.

Al menos parece animarse más cuando llega un nuevo compañero de guardia, que se presenta como Aníbal, con un cachorro por el que Tom pronto se interesa. Aparentemente es el animal lo que le calma, a mí, en cambio, sólo me pone más nerviosa. - Yo soy Alexandra. Alex. - Me presento, para tras una pequeña pausa abordar el tema. Tal vez pueda ser algo brusco, o maleducado, pero si amenaza nuestra seguridad, no puedo dejarlo de lado. - Entiendo que te sientas apegado a ese animal, pero... Si es joven será asustadizo y... Podría llamar atención indeseada si ve algo raro y empieza a ladrar... Tal vez si se queda abajo, más tranquilo entre paredes, esté más calmado y sea más seguro para todos. Total, sólo tenemos que estar aquí un par de horas, y hay gente abajo, no estará solo.

La muchacha estaba asustada, probablemente también hubiese tenido una noche horrible, y temía que fuera a peor. Aníbal intentó tranquilizarla respecto al cachorro.

—Es un cachorro muy pequeño, no hará ningún ruido. Además, está dormido como piedra, y dudo que se despierte en breves. A mi me toca la próxima guardia, así que voy a estar un rato aquí, pero prefería subir ahora que quedarme ahí dentro. Al menos parece que hago algo útil.

Tom acariciaba al cachorro como para tranquilizarse.

-Entonces, esto quiere decir que lo que le afecta a las personas y las convierte en eso monstruos, también le afecta a los animales. Por cierto, ¿eres veterinario?

Aníbal explica que la presencia del animal no entraña peligro, y aunque durante un segundo dudo en si insistir o no, finalmente decido dejarlo estar, haciéndoselo saber asintiendo. - Te entiendo, yo pensé en hacer lo mismo. Así estoy algo más distraída, y total... No es que vaya a descansar mucho. - 

Tom continúa centrándose en el animal, lo cual está bien si lo tranquiliza, pero no entiendo del todo su conclusión, ¿Es que me he perdido algo de lo que Aníbal ha dicho antes? - Un ataque afecta a cualquiera, lo que no sabemos es si también... Transforma, a los animales, ¿No? - Pregunto, curiosa y algo impresionada por mis propias palabras. 'Transformarse'... Esto no es una pesadilla de la que vaya a despertar entre los brazos de mi novia, ¿Verdad? Aun quiero darme la oportunidad de dudarlo, por ingenuo que me parezca ser tan optimista.

Manteneis una conversacion amistosa y sin altercados durante la primera hora, estais en plena madrugada y continua haciendo un calor sofocante, una luz muy muy alejada de la ciudad hacia el oeste se extraña cuando por abajo alguien dice que posiblemente es un fuego que no hay peligro porque se encuentra demasiado lejos y el viento la aleja.

Solo para tom:

Puedes observar como de vez en cuando pasa algun monstruo de esos, o tus compañeros lo identifican, poco a poco vais localizando y detectandolos mas facilmente por su andar etc... llegais a la conclusion que se mueven como minimo por el sonido, no sabeis si por vista o olfato tambien, pero esta claro que el ruido los atrae.