Partida Rol por web

El viejo te mira de abajo a arriba antes de responder.

- ¿Cazador? ¿Quieres decir cazar bestias? - Te vuelve a mirar intentando deducir si te dedicas a eso o solo eres una captadora - Hay un bar al final de esta calle, es un sitio grande. Se llama El Ojo de Dragón, ya te imaginas por qué. Allí hay muchos aficionados a las bestias, algunos son cazadores y otros solo unos borrachos.

Señala en una dirección que parece llevar a la periferia de la ciudad.

- Pero una chica como tú no debería meterse en ese sitio. Ese tipo de gente está un poco chiflada, ya sabes, el alcohol y las drogas. Si yo fuera tú lo intentaría en los talleres del desguace, es mas difícil pero también mas seguro.

La mirada del hombre no me agrada como evaluando si estoy diciendo la verdad... parece ser que poner tetas y una jodida raja en lugar de un trozo de piel colgante soy menos que el resto de cazadores... joder deberia destriparlo. Contengo mi mano y sonrio con muy poca gracia ante sus palabras... sonrisa que se vuelve aun mas desagradable ante el comentario de que no es buen lugar. Maldito viejo... si ya estaba de mala ostia, esta consiguiendo cabrearme de verdad.

Sin mas dilacion me dirijo hacia el taller donde esta Jim, buscare un sitio donde guardar la pasta. Lejos de las manos de Cosette y de ojos avispados. Probablemente dentro de Jim, en algun casquillo vacio o agujero muerto de dificil acceso. Despues de eso y con unas mil piezas encima ire al tal tugurio llamado "El Ojo del Dragon". Echare un vistazo a la yonki para ver si esta en condiciones... sino ire sola.

Cosette está tal y como la habías dejado. Aprovechando su estado ocultas el dinero en el cargador del cañón de raíles, es el menos probable de ser disparado próximamente.

Piensas que sería prudente ir con tu compañera, pero conociendo a Cosette puede que genere mas problemas de los que pueda solventar. No obstante meditas si comentar la situación con ella, aunque antes tendrás que contarle el resultado de tu pequeño viaje de negocios.

Salgo del tanque, no sin antes colocar el seguro o el sistema de seguridad para que nadie dispare el jodido cañon por accidente. Desde donde estoy veo a Cosette... sigue algo flipada, esperamos que no demasiado.

Salto del tanque hasta el suelo para poder acercarme mas a ella. - ¿Ehhhh estas viva o tengo que apalizarte hasta que lo estes? - Hago un sonido con la boca al ver su estado - Tsk - Jodida yonqui... - He cerrado un trato por los restos del golem. Voy a buscar algo de ayuda en la caceria. Estare en el Ojo del Dragon... acercate cuando seas capaz de ponerte en pie.

Poco a poco los efectos de la droga se te van pasando. Recuerdas que Elise se fue con el golem y después regresó. También recuerdas que te agitó violentamente, o puede que fuese tu cerebro dentro del cráneo el que se tambaleaba.
El caso es que estás sola en el taller con Jim tal y como lo trajisteis y Elise se ha marchado, te suena que dijo algo de un Ojo de Dragón, pero no tienes ni idea de que se trata.

El horizonte no termina de estabilizarse, pero ahora al menos puedes mantenerte en pie. Ya sabes como funciona esto, dentro de un rato estarás totalmente recuperada y tendrás hambre suficiente como para devorar un dragón tu sola.

Dejas a Cosette en su mundo de fantasía y droga y te marchas en busca del bar que te recomendó el viejo.
No tardas en encontrar un enorme local con la enorme cabeza de un dragón pintada en la fachada. Ves algunas motos aparcadas en la puerta y un par de tipos hablando junto a la entrada.

En cuanto te acercas te miran de arriba a abajo y murmuran algo sobre tu cuerpo, en ese momento ya sabes lo que te espera en el interior.
Aún así entras en el bar para descubrir un lugar oscuro y maloliente. El suelo está pegajoso y apuestas a que los aseos tienen su propio ecosistema.

Una larga barra ocupa todo el fondo del local, una escalera lleva a un segundo piso que ocupa la mitad del bar.
Tras la barra sirve jarras sin parar un par de tipos que te recuerdan a Bleda. Examinas a los clientes y ves que considerarlos como escoria social sería casi un cumplido.
Parece que eres la única mujer del lugar, la veintena de personas que beben y no saben controlar el volumen de su voz son todo hombres.

Muchos se giran al verte entrar, expectantes por saber que haces allí y esperando a que te acerques para hacer quien sabe qué.

Cosette se levanta sonriente.... aunque no ha salido como pensaba necesitaba un pico. Entra en Jim y busca en su refugio secreto uno de los inhaladores escondidos y se lo guarda en el bolsillo... guay. Sale por el taller tan ancha, aunque mareada, mantiene el equilibrio, está bastante acostumbrada al efecto de las drogas aunque igual se pasó con la dosis.

Eh oye - Preguntó a un mozo de taller, o si estaba completamente sola, al primero que se cruzara por la calle - ¿Algun sitio por aquí donde tomar algo? ¿Hay algun motel que se llame El cojo y el Dragón?

El lugar desde fuera ya parece un jodido vertedero, los dos jodidos gilipollas de la entrada susurran algo sobre mi cuerpo... malditos trozoso de carne sin cerebro... teneis suerte de estar en una ciudad sino os habria hecho pedazos en ese mismo momento. En cuanto abro la puerta una sensacion casi fisica de rechazo atenaza mi cuerpo. Joder este lugar es realmente un jodido vertedero humano, el local en si es imposible que de mas asco, el suelo esta pegajoso y si esto esta asi no quiero ni imaginarme los baños.

Camino a traves de la sala notando como las miradas de la casi veintna de hombres que hay alli se fijan en mi cuerpo, cuando llego a la barra llamo al barman con un gesto de la mano, mientras la otra se mantiene muy cerca de mi empuñadura pero sin tocarla. Mi mirada deja a las claras mi estado de humor y mis pocas ganas de gilipolleces... puedes dedicarse a susurrar todo lo que quieran. - Un whisky... - Dejo un billete sobre la barra y cuando va a cogerlo, lo mantengo para que me mire a los ojos. - Y del bueno... - Mirare detenidamente que hace con el vaso y la bebida en si, no seria la primera vez que intentan algo parecido en un sitio asi. Cuando vuelva dejare la bebida sin tocar antes de preguntarle directamente. - Busco a cazadores... a alguien lo suficientemente gilipollas como para salir ahi fuera de caza. ¿Alguien que conozcas?

En cuanto sales te topas con uno de los hombres que te prestó a los aprendices hace unos días. Te saluda con la cabeza y después no puede evitar reír brevemente cuando preguntas por el motel.

- ¿El Cojo y el Dragón? - vuelve a sonreír cuando lo repite - Supongo que te refieres al Ojo del Dragón, es un bar con bastante mala fama. Aunque suelen pasar por allí muchos cazadores, supongo que los que no pueden entrar en el club de Orión.

Te indica donde se encuentra, casi al otro lado de la ciudad. También te dice que uno de sus chicos vive cerca por si quieres que te lleve, parece ser que no les gusta que aparquen tanques por ese barrio.

Incluso el camarero te desnuda con la mirada mientras escucha tu pedido. Asiente con la cabeza cuando exiges un buen whisky y te enseña la botella de una marca presumiblemente mejor que el resto de su surtido.
No detectas ningún tipo de manipulación en la bebida, en cuanto te sirve el vaso preguntas por posibles cazadores.
El hombre pasea su mirada por el bar y niega con la cabeza.

- Aquí todos son suficientemente gilipollas para que les mate una bestia. Cualquiera de estos animales empuñará un arma contra lo que sea que caces, pero supongo que quieres algo con mas cerebro, o con un poco de cerebro al menos.

Señala al piso superior y hace un gesto de duda.

- Hay dos hermanos, Sewell y Rufus, que incluso trabajaron con Orión hace años. Ahora se dedican a... bueno, ya sabes, de todo un poco. Si logras convencerlos puede que sean útiles, o al menos mas útiles que esta panda de borrachos.

Mientras habláis un tipo delgado y con la mitad de dientes y pelo se apoya en la barra y te mira descaradamente el culo.
Cuando habla descubres que su voz va bastante acorde con su aspecto.

- Me llamo Glid, pero por aquí todos me llaman Perro Loco. ¿Que tal si vienes conmigo a dar un paseo? Vivo justo enfrente, tengo alcohol y drogas. Yo invito.

Te guiña un ojo al tiempo que hace un chasquido con su lengua. Puedes ver como algunos se ríen por la situación, o por el desenlace obvio que parece tener la proposición.

Ni siquiera el barman es capaz de no echarme un buen repaso, si se han puesto asi yendo como voy... si se me llega ha ocurrir entrar desnuda estarian todos con una parada cardiaca. Ese chiste tosco y sin gracia hace que una suave sonrisa asome a mi rostro mientras asiento al ver la marca del whisky. El barman sigue hablando... y parece ser que me entiende a la perfeccion, sigo sus dedos con mi mirada posandolos sobre el primer piso del local... escucho detenidamente lo que tiene que decir. Dos hermanos a los que tocaria convencer... y que podrian ser utiles, sobretodo si en el pasado han tratado con Orion... ese nombre hace que ma layoria de cazadores se echen para atras, a mi solo me apetece superarlo.

Vuelvo a mirar al barman pero antes de poder decirle nada un tipejo delgado y con muy mala ortodoncia se coloca a mi lado, cubriendo mi cuerpo con su mirada... una que por un instante hasta me hace sentir sucia y eso no me gusta. Me giro para tenerlo en frente y mostrarle una bonita sonrisa. - Mmm ¿un paseo?... - Miro alrededor hacia la clientela para despues volver a mirarlo a él con una mirada ligeramente traviesa. - Yo creo que a tus amigos les gustaria mirar ¿no crees? - Veo como sus ojos se pierden ante la posibilidad de conseguirme como pieza, levanto suavemente mi mano para colocarsela en la mejilla. Observo su postura y golpeo con fuerza sus piernas de apoyo, a modo de barrido para quitarle todo equilibrio, mientras mi mano apoyada en su cara coge fuerza para estamparlo contra la barra. Momento en el que saco mi espada y se la coloco en la yugular, justo sobre la arteria.

Mi mirada y mi postura han cambiado radicalmente. - Largo de aqui antes de que añada un poco de rojo al suelo. - Mi mirada echa chispas y creo haber encontrado con quien pagarlas como se le ocurra levantarse. En cuanto queda clara mi postura le dejo irse y me encamino a las escaleras para subir al piso de arriba.

Ah pues será un lujo - Cosette echó un vistazo al chico cuando se acercó, no recordaba a los aprendices, pero si estaba bueno, quizá quisiera unirse a la fiesta esa noche en el bar... ¿O estaría casado? ¡Como si a Cosette le importara! - Sí claro, ¿Donde está? ¡Que me lleve si puede ! Hihihi

La vieja camioneta del aprendiz huele casi tan mal como su propietario, un chico de apenas veinte años con aspecto de crío y una halitosis casi letal.
En cuanto le indica hacia donde está el bar, al final de la calle, Cosette se baja corriendo del vehículo para evitar tener que aguantar ese hedor un minuto mas.

No tarda en encontrar un enorme local con la gigantesca cabeza de un dragón pintada en la fachada. Sin pensárselo dos veces entra.

Una larga barra ocupa todo el fondo del local, una escalera lleva a un segundo piso que ocupa la mitad del bar.
Hay un par de tipos sirviendo cerveza a la veintena de clientes que hay allí. Todos tienen aspecto de rudos, mal educados y poco limpios.
Los ojos de todos están puestos en algo que ocurre casi en el centro de la barra. El tipo mas poco agraciado de, como mínimo, la ciudad está arrinconado y siendo amenazado por una mujer. Cosette no tarda ni un segundo en reconocer esa melena roja.

Elise mantiene su espada sobre el cuello del hombre y sus intenciones son claras.

- Largo de aquí antes de que añada un poco de rojo al suelo. - dice mientras fulmina al tipo con la mirada.

El hombre sale corriendo como puede y casi choca con Cosette al salir. Todos los clientes se quedan en silencio durante uno momento, sus miradas se alternan entre las dos únicas mujeres del bar.
Tras unos segundos el lugar vuelve a la normalidad, apostáis a que ese lugar ha visto cosas peores cientos de veces.

Cuando se acerca demasiado a Cosette ésta le da un empujón - ¡Cuidado! - Lástima, era guapo, se ha equivocado de chica. Cosette coloca una mano al lado de cada cadera y alza las palmas como si fuera una palomita brincando hasta la barra tan contenta. Observa al ganado, beh, todos sucios y feos... Con razón el Imperio se tuvo que dedicar a la guerra.

¿Que tal ha ido todo? - Preguntó Cosette distraída mirando alrededor, llegando justo junto a Elise. - Esta tarde reparo la torreta

El hombrecillo sale corriendo con el rabo entre las piernas... y eso ya es tener suerte, hoy no estoy de humor para demasiadas gilipolleces. Sigo con la mirada como corre hacia la puerta cuando una cara y unas curvas conocidas aparecen en mi campo de vision... Cosette... estiro el brazo y cojo el vaso de whisky que me han servido para terminarlo de un trago... justo cuando ella empieza su conversacion. Cuando mis ojos se posan en ella puede notar claramente mi agresividad y mala leche acumuladas.

- Ahora no me vengas con esas... - Casi suelto la palabra magica"yonkie" pero me controlo a tiempo, a nadie de estos palurdos les importa una puta mierda eso. - No estoy de humor para gilipolleces y hoy esta siendo un dia muy largo en cuanto a ellas. - Señalo hacia el segundo piso. - Un par de hermanos, trabajaron con Orion... igual quieren apuntarse a un trabajo que otro. ¿Nos merece la pena? No lo tengo muy claro hemos sacado solo 4 por el golem... y eso no es que cubra mucho. - Hago una seña al barman para que lo rellene y vuelvo a darle un lingotazo. - Iba a subir por toda esa chachara sobre que tenemos dos asientos libres... -

Otro para mí - Señaló Cosette, a lo que el hombre del bar sin mucha prisa sacó un segundo vaso y echó algo del desconocido licor que bebía Elise. Cosette lo bebió como si fuera aire.

¿Cuatro mil? Casi-casi no llega ni para reponer munición. Suerte que no sufrimos desperfectos esta vez... - Cosette pensó en Bleda, el valiente y temerario aspirante a héroe - Miró a los tipos del bar. Bueno, si no tenemos un trabajo ¿Para qué queremos socios?

Por cierto ¿Quién es Orion? ¿Qué se sabe del tema de las gárgolas?

Estuve pensando en pasar el fin de semana cazando saurios, quizá ir al este.

- Eso ya lo se. - Respondo de mal humor ante el comentario sobre el poco dinero que es antes de seguir hablando.- Hay rumores de otro golem... cerca de la frontera con los Estados Confederados. Mas grande, los locos de por aqui hablande unas 8000 piezas por ese cabron. - Bajo el tono de voz para que no se entere todo el puto bar sobre el tema.

Suspire sonoramente antes de dirigirme a ella de nuevo. - Solo era un por si acaso... en cuanto a Orion, es uno de los mas famosos, sino el mas famnoso cazador de bestias. Tanto para lo bueno como para lo malo... y odia la competencia. - Hago un gesto claro para que entienda que lo que entiende el por competencia se lo carga... no entiendo como alguien puede estar metido en este negocio y no haber oido de ese maldito psicopata.

- Asi que dime... si por un maldito golem hemos sacado cuatro cuanto crees que valen esos saurios... - Esperaba respuesta esta maldita maniaca drogadicta, se habia empeñado en ir a por el golem y viendo los beneficios que practicamente ni cubrian mi apuesta en este negocio, la cosa quedaba clara de que o haciamos muchos trabajos pequeños o nos arriesgabamos a lo bestia con todo lo que ello conllevaba.

Hice otro gesto al barman pero para que dejara la botella...

Cosette avara rellenó los dos vasitos - No he oído hablar de él en mi vida - Cosette cazaba por vocación, Elise parecía querer alcanzar algún objetivo. ¿Porqué tantas ansias de dinero? Cosette no creía que le faltara, la rubia solo necesitaba lo vital para vivir, un tanque, un objetivo y.... - ¡Una botella de tequila! - Pidió al camarero antes de irse.

Era solo por relajarnos el fin de semana, pero si te parece, vayamos a ver a los de arriba y vamos a por el gordo - Cosette toqueteó su equipo y recogió la botella de tequila esperando que la pelirroja subiera primero. Cosette siempre estaba en retaguardia, y nadie se sentía inseguro con ella ahí.
 

En lugar de enfilar hacia la escaleras fui hacia una de las mesas que acababa de quedarse vacia. Cogi la botella de whisky y vi como Cosette ponia la de tequila al lado, hice un gesto de brindis antes de darle un lingotazo al tercer vaso. - Me parece bien lo de relajarnos... pero el problema esta en que la panda de zanganos de las tiendas, no nos venderan nada hasta que no ganemos cierto renombre. No solo no nos venderan nada, sino que ademas si tenemos alguna peticion rara pasaran de nosotras y si un cazador mas famoso aparece... entonces ya ni te cuento. - Movia el vaso en circulos sobre la mesa con el culo del mismo como eje de rotacion...

- Ni siquiera han querido oir hablar sobre la sierra para poder despedazar mejor nuestras piezas... casi parecia como si esos malnacidos me hicieran un favor por darnos cuatro... y eso me toca los ovarios... - Levanto la mirada, casi dispuesta  adescar mi mala ostia de antes. - Eso es un punto, el otro es que la proxima vez que te metas mierda, espera al menos a haber vendido la pieza,no me fio de esta gente y dejarte totalmente ida protegiendo nuestros beneficios no parece lo mejor, si quieres conseguir que Jim sea capaz de cazar algo mas grande que el golem de hace poco...

Cosette se encogió de hombros y sacó la lengua - No pude evitarlo, llevaba tiempo sin blanca y necesitaba un pico

Pues aún suerte que fuiste tú a negociar - Cosette recordó un episodio en que, puesta hasta las trancas de droga un policía le pidió la documentación insistentemente, a la rubia le costó meses en un calabozo húmedo de un subterráneo. Y es que aunque Cosette es dulce, no es muy dada al diálogo, menos aún si va drogada.

¿Son guapos? - Elise le dirigió una mirada rara - Los de arriba, quiero decir. Venga va, vamos, podemos salir mañana mismo, aunque estaré de resaca toda la mañana jijiji