Partida Rol por web

ZANDBAK

KIM SU

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17/08/2014, 17:00
Director

Llevas bastantes días acercándote a la frontera de Geld. Sabes que existe un acuerdo ente ambos países y que el transito es libre, sin embargo desde la traición de la última guerra se realizan controles rutinarios y es muy posible que tu nombre aparezca en la lista de desertores.
Por suerte una vez dentro del país no deberían pedirte identificación alguna, a no ser que te metas en algún lío.

Amanece lentamente en el norte del continente. A lo lejos ves unas montañas, sabes que tras ellas comienza el territorio Geld. Lo que te inquieta es averiguar como llegar hasta allí.
Sabes que hay una estación de tren a un par de kilómetros de donde estas, podría ser una opción. Pero si se les ocurre revisar el pasaje no tendrás escapatoria.
La otra opción es entrar por mar. En un pueblo cercano hay un muelle y varios barcos pesqueros, no tienes ni idea de pilotar un barco pero con dinero puedes pagarte un pequeño viaje.
Desestimas practicar natación, el agua es bastante fría y si te ven llegar así cualquier podría dar la voz de alarma.

Atravesar las montañas sería otro método, pero no dispones del equipo necesario y supone un riesgo demasiado elevado.
Seguro que hay mas posibilidades que todavía no has sopesado, pero tan solo acabas de llegar.

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18/08/2014, 21:58
Kim Su

Un nuevo día comenzaba, así lo anunciaba el sol con su lenta aparición tras las montañas. Me levanté del lugar donde había pasado la noche, recogí mis cosas con sumo cuidado, haciendo especial hincapié en no dejarme nada olvidado y me pertreché para seguir mi avance hasta Geld.

Ya debía quedar poco... las montañas que veía en el horizonte me advertían que la ciudad se encontraba a tan solo unos pocos kilómetros. Pese a todo, sabía que llegar a la ciudad no iba a ser tan fácil como en un principio parecía. Ya de entrada me encontraba con una difícil decisión: ¿por dónde llegar a la ciudad?

Obviamente, coger un tren había sido totalmente descartado de inicio. Era un riesgo que no podía permitirme, y menos estando tan cerca de mi destino. El otro trayecto descartado, aunque éste tras meditarlo detenidamente, fue el avance por las montañas.

Solo me queda ir por mar...

No creía que me fuese difícil encontrar un pequeño barco pesquero que, por una justa cantidad de dinero, me ofreciese mi salvoconducto para llegar a la ciudad. Además, dentro lo que cabía, era lo más seguro... el dinero no entendía de identidades, por lo que no tenía nada que temer.

El muelle más cercano estaba en un pueblo situado no demasiado lejos de donde me encontraba. No perdería demasiado tiempo en llegar... aun así, decidí partir cuanto antes. Mis pies estaban llenos de ampollas, pero saber lo cerca que estaba de mi "libertad" era suficiente como para hacerme olvidar cualquier tipo de dolor.

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19/08/2014, 17:18
Director

Tu pequeño viaje hasta el pueblo se convierte, como es habitual últimamente, en un constante juego del escondite entre cualquier autoridad y tú. Pese a no ir por el camino no dejas de girar la cabeza para asegurarte de que no aparece un vehículo militar para darte caza.
No sabes si te están persiguiendo, puede que hayan ignorado tu deserción. O puede que te esperen en la frontera sabedores de tu intención de huir.
Sea como sea has llegado al pueblo y aquí no parece que haya presencia militar, o policial, alguna.

Se trata de un lugar tranquilo, el clásico pueblo de pescadores de Kaihatsu que tanto gusta a los artistas extranjeros y que a ti te parece un lugar normal y corriente.
Ves algunas mujeres llevando a sus hijos a la escuela y varios barcos alejándose de la costa en busca de pesca.

Al pisar el puerto, viejo y no muy grande, observas tan solo dos embarcaciones amarradas. Un pequeño barco pesquero que necesita una mano de pintura y un velero bastante fuera de lugar en un lugar así.
En el pesquero hay un hombre que sobrepasa los cincuenta, está reparando una vieja red cuyo estado no acepta muchos mas remiendos.
Junto al velero hay un hombre revisando lo que parecen ser cartas marítimas, junto a él una mujer joven parece hablarle pese a la falta de atención que le dispensa el hombre.

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19/08/2014, 22:04
Kim Su

Quizás pecaba de exceso de confianza, pero por alguna razón pensaba que en aquel pueblo estaba totalmente fuera de peligro. Probablemente debido a ello decidí tomarme la leve licencia de aparcar por un instante mis sospechas y miedos y anduve algo despreocupado en mi caminar hacia el muelle. Al fin y al cabo, se trataba de un lugar tranquilo... con algunos pueblerinos caminando tranquilamente por las calles, pero alejado del bullicio de las grandes ciudades.

Cuando finalmente llegué, aspiré profundamente por la nariz, provocando que mi abdomen se hinchase progresivamente debido al creciente volumen de aire que se acumulaba en mis pulmones, y, tras unos segundos, espiré con un sonoro: "Ffff".

Adoraba el olor a mar, pero no solo el olor, sino también escuchar el leve rumor del oleaje y el sonido de los graznidos de las gaviotas que sobrevolaban el cielo. No estaba acostumbrado a ver el mar... a decir verdad, se podía contar con los dedos de una mano las veces que lo había visitado en toda mi vida.

Me tomé varios segundos de relax antes de decidirme a avanzar hacia el pesquero.

—Buenos días — exclamé mirando al hombre que, afanosamente, trataba de reparar aquella aparentemente inservible red. Solo por aquella muestra de diligencia ya se había ganado mi simpatía —. ¿Es usted el dueño del pesquero? Estaba buscando alguna embarcación para un pequeño viaje que me gustaría hacer. Podría pagarle con monedas o, si lo prefiere, con algo de ayuda en su jornada de trabajo.

En cuanto a los detalles del viaje, prefería hablarlo con él en privado. No quería pecar aún más de exceso de confianza. Además, por alguna razón sentía curiosidad y cierto recelo por la mujer y el hombre del velero... No parecían ser del pueblo*... al menos no el lujoso velero que aguardaba pacientemente en el muelle.

Notas de juego

*¿Aparentan ser de Kaihatsu?

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20/08/2014, 17:02
Director

En vista de que la pareja no parece muy contenta como para oír propuestas optas por acercarte al hombre de la red. Oyes como la mujer sigue recriminando algo al hombre, por su acento y su aspecto parecen ser de Geld o del norte del Imperio, aunque también podrían tratarse de Confederados.
Lo que está claro es que era mas de fiar el nativo del pueblo que esos viajeros.

El hombre levanta la mirada a medida que te acercas y te sigue con los ojos hasta que te detienes frente a él. Tras tu propuesta dedica unos segundos a mirarte de arriba a abajo y después otros tantos a mirar su barco como si fuese la primera vez que lo ve.

- Hitori era un pescador del pueblo, vivía en esa casa. - señala una de tantas casas bajas próximas al puerto - Un día vino un hombre alto y le dio cien monedas por un viaje a la primera playa de Geld que encontrasen. Nunca mas supimos que fue de Hitori, pero todos creemos que su cadáver se lo quedó el mar y su barco el hombre alto.

La historia de Hitori te parece una forma rebuscada de decirte que nadie en el pueblo te llevará, sin embargo el hombre continúa hablando.

- Viajaras ahí dentro, - esta vez señala un arcón pegado a la cabina del barco - y tu destino decidirá el precio.

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20/08/2014, 23:48
Kim Su

Era curioso, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto el pesquero dijo aquello. ¿Sabía que mi destino era precisamente la primera playa de Geld? Nah, no lo creía... pero desde luego había sido algo extraño... quizás pura casualidad. En cualquier caso, ¿sería conveniente decir que realmente quería ir a la playa más cercana de Geld? ¿Se negaría a llevarme o me subiría el precio si se daba cuenta de las grandes similitudes que había entre la historia del desafortunado pescador y la nuestra?

Lo cierto era que me acerqué a la embarcación y bajé la voz, para evitar que los del velero pudieran escucharnos.

—Mi destino es... — nunca he servido para mentir —... la playa más cercana de Geld que encontremos. Pero no tienes nada que temer, yo no soy alto, y no me importará que me encierres en el arcón hasta que lleguemos, si así te sientes más seguro — desde luego no iba a ser cómodo, pero al menos estaría bien oculto. A todo hay que mirarle el lado positivo —. Y bien, ¿cuánto sería el precio?

Sin embargo, ahora que lo pensaba... ¿y si era yo el que iba directo al agua? Si me encerraba en el arcón, podía hacer conmigo lo que quisiese en realidad. Hmm...

No pienso pagarle hasta que lleguemos a la costa...

Al menos, si me traicionaba, no se llevaría mi dinero. Lo dicho, a todo hay que mirarle el lado positivo en esta vida.

Notas de juego

¿De cuánto dinero dispongo?

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21/08/2014, 18:07
Director

En cuanto dices tu destino el hombre niega con la cabeza, como si estuviese decepcionado por tu respuesta.

- Se tarda una hora en llegar a Geld por carretera y media hora en tren. Nadie usa un barco para un tardar el doble en hacer un recorrido tan sencillo. A no ser que quiera entrar ilegalmente en el país, claro.

El hombre se levanta y deja la red cuidadosamente en el suelo. Se aproxima al arcón y lo abre mostrando un montón de aparejos de pesca y mas redes. Tira de un par de cabos que asoman y levanta todo en bloque descubriendo un fondo falso bajo las herramientas.

- Ir a la primera playa de Geld es un suicidio. Esa gente sabe lo que ocurre en sus costas y nadie se acerca sin un registro previo. Así que haremos lo siguiente: Tú te ocultas ahí y yo te llevo hasta un puerto abandonado en Geld, desde allí es cosa tuya como sobrevivas. El precio es de 150 monedas. - el hombre se gira comprobando la presencia de barcos en el puerto - No veo que tengas mas opción, así que considera la oferta generosa.

Notas de juego

Dispones de 700 monedas.

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21/08/2014, 23:07
Kim Su

—Me parece bien — respondí —. En cualquier caso, como única condición, no le pagaré hasta que haya llegado a mi destino. De alguna manera tengo que garantizarme que cumple con su palabra.

La verdad es que no estaba nada seguro de estar haciendo lo correcto. Primero, el precio me parecía algo elevado; segundo, tener que hacer todo el viaje en un arcón no me agradaba en exceso; finalmente, nadie me aseguraba que aquel hombre no me traicionaría... Aunque no le diese el dinero, ¿y sí me vendía a los del control de fronteras?

¿Pero qué otra cosa puedes hacer?

No podía hacer nada, simplemente confía en él.

—Uhmm... ¿cuándo partiremos?

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24/08/2014, 12:05
Director

El hombre se muestra complacido cuando aceptas, vuelve a retirar la tapadera mostrando el pequeño habitáculo donde debes viajar. Aunque es pequeño podrás ir sentado, unos diminutos agujeros evitarán que te asfixies y por suerte el clima, aunque húmedo, no es suficientemente caluroso como para ser un problema.

- De acuerdo, pagarás cuando lleguemos. No te muevas pase lo que pase, saldrás cuando yo abra el arcón, es un trayecto con patrullas y no habrá problemas mientras no nos inspeccionen.

Entra un momento en la cabina del barco y sale con una botella de agua en la mano.

- Aquí tienes. Cuando quieras podemos partir, levantaremos menos sospechas ahora que el Sol aún sigue ascendiendo.

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24/08/2014, 23:54
Kim Su

Cogí la botella de agua que me ofrecía el hombre y asentí con la cabeza agradecido.

—Bien, pues si lo mejor es partir ya, partamos.

Entré en el barco y miré la viaje red que momentos antes el pescador estaba tratando de arreglar. Con el dinero que iba a ganar conmigo seguro que le daba para comprar varias redes nuevas...

—¿Cómo va la temporada de pesca? — pregunté para romper el silencio mientras ojeaba el arcón.

Sí, era pequeño, pero podría soportarlo. A duras penas me metí dentro y me senté mientras aguardaba a que el pescador diese por finalizado todo lo que necesitase para zarpar.

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25/08/2014, 22:52
Director

Mientras te metes en el arcón ves como el hombre se encoge de hombros ante tu pregunta.

- ¿La temporada de pesca? Supongo que bien, no he oído a nadie quejarse. Aquí en el Norte siempre hay buena pesca, el género es bueno y con poca cantidad se gana dinero.

En cuanto pone la falsa tapa sobre ti todo se oscurece. Poco a poco ves como la luz entra por los pequeños agujeros hechos en un lateral. Oyes como cierra el arcón y poco después como el motor del barco arranca y comienza el movimiento.
Te das cuenta de que si el hombre está en la cabina es muy difícil que te escuche, no tienes nada mas que decirle pero te da algo de miedo que te ocurra algo y no puedas avisarle.

Tras un largo rato de viaje notas como el ritmo de la embarcación se reduce hasta detenerse. Te ha parecido un viaje muy corto y en lugar de alegrarte te extrañas.
El motor se detiene pero oyes otro ruido muy parecido, se acerca y se detiene cerca de vosotros. De repente escuchas un par de golpes, como si alguien hubiese subido al barco y una voz que no pertenece al viejo.

- Esto no es una zona de pesca. ¿Por qué viaja por aquí un hombre solo en un barco pesquero?

La voz del viejo suena ahora muy diferente, como si realmente fuese un anciano venerable y no la persona que has conocido hace apenas una hora.

- Oh, vaya, he debido desorientarme. Me parecía muy extraño no ver ningún otro barco por aquí.

Un fuerte golpe contra el arcón hace que tu corazón se dispare. Otros le siguen, rápidamente descubres que están comprobando si esta hueco. En unos segundos oyes como se abre y tras remover los útiles de la falsa tapa descubren la trampa y la luz inunda el escondite.
Cuando tus ojos se acostumbran a la luz ves a un hombre asomado con una enorme sonrisa. Su aspecto, alto y fuerte, su cabello rubio y sus ojos claros indican que es de Geld.

- No estas atado, así que no me cuentes que has sido secuestrado por este viejo. Sal de ahí.

Ves que hay otro hombre en la cubierta del pesquero y al viejo con la cara desencajada por el miedo. Una lancha con la bandera de Geld flota junto al barco.
Los dos hombres visten un uniforme marrón oscuro, no sabes a que cuerpo pertenecen pero te lo puedes imaginar.

- Esta claro que venís de Kaihatsu, pero que buscáis por aquí. Decid la verdad y puede que no acabéis en el fondo del mar.

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26/08/2014, 23:06
Kim Su

El viaje no fue tan duro como en un principio creí. Sí, era cierto que aquel viejo arcón no era precisamente una suite de lujo, que la ausencia de luz tampoco ayudaba y que la sensación de inseguridad se hizo patente durante todo el viaje, pero al menos había encontrado una forma de llegar a Geld... ¿o no?

Que el barco se detuviera tan pronto ya me dio una extraña sensación de que algo no iba bien. El sonido de alguien subiendo al barco incrementó mis dudas... pero no fue hasta que el arcón se abrió de golpe que mi corazón se disparó a mil por horas.

La luz del sol rápidamente inundó el hasta entonces oscuro arcón. Mis ojos tardaron en acostumbrarse, y, durante unos instantes, lo único que pude hacer fue tratar de protegérmelos con mi antebrazo. Pese a todo, mi preocupación no estaba en si mis ojos se acostumbrarían tarde o temprano a la luz, eso solo eran nimiedades del momento...

—¿Secuestrado? — pregunté instintivamente mientras mi cabeza trabajaba a mil por horas por tratar de encontrar una buena excusa que me pudiese librar de aquella situación —. ¡No! ¡Qué va! ¡Este buen hombre no podría secuestrar a nadie! Su vejez tampoco le ayudaría en ello, ¿verdad? — traté de sonreír como si nada estuviese pasando —. No, no, únicamente me estaba limitando a comprobar si este viejo arcón podría resistir la fuerza de un Psychrolutidae. Soy un Zoólogo y estoy interesado en capturar uno de esos bicharracos para estudiarlos detenidamente...

Volví a sonreír mientras daba un par de golpe al arcón con mi puño como confirmando que realmente aquel arcón era suficiente como para soportar las embestidas y aletazos de uno de aquellos peces. Finalmente asentí con mi cabeza y sonreí al viejo.

—¡Este arcón es perfecto! Ni demasiado grande ni demasiado pequeño, estoy seguro de que aguantará — volví a mirar a nuestro extraño invitado —. Lamento haberos asustado, me agrada saber que Geld cuenta con tan buena seguridad marítima.

No se lo van a tragar...

Para mí, aquella actuación había resultado un auténtico desastre... pero cualquiera tiene pensamientos positivos cuando está ante semejante presión. La sensación que tenía bien podía ser totalmente distinta a cómo realmente lo había hecho. Quizás tuviese un don innato para la escenificación que ni yo mismo conocía. Cruzaba dedos para que fuera así.

- Tiradas (1)

Motivo: Fauna Marítima Geld

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 18(+6)=24 (Exito)

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26/08/2014, 23:58
Director

Los dos agentes se miran, sus caras expresan confusión y desconfianza a partes iguales.

- De modo que os desorientáis, entráis en aguas de Geld y uno de vosotros se encierra en un arcón para probar si resiste el intento de huida de un Psychronosequé.

El hombre asiente con la cabeza asintiendo sarcásticamente, hace una seña a su compañero y este saca inmediatamente una pistola.

- Bien, revisión rutinaria. Por favor siéntense y no obstruyan el trabajo de la seguridad de Geld. 

Sin dar tiempo a mas se aproxima a la popa del pequeño pesquero y comienza a tirar de un cabo que ni siquiera habías visto al abordar el barco. Tras recuperar costosamente unos metros de cuerda saca del agua una caja de metal herméticamente cerrada.
El hombre sonríe orgulloso y mira al viejo.

- ¡Abre la caja!

El viejo frunce el ceño y cruza las manos por detrás de la espalda.

- Vosotros no pertenecéis al ejercito de Geld, es imposible que supieses que eso estaba ahí. A no ser que alguien te lo haya dicho y me hayáis estado siguiendo.

La caja cae violentamente contra el suelo cuando el hombre se levanta y comienza a caminar hacia el viejo totalmente lleno de ira.

- ¡Abre esa caja ahora! O abres la caja o te destro-

La frase no termina, el viejo saca una pistola y dispara contra el compañero del líder. Antes de que pueda repetir la operación con el otro guardia este le dispara.
De repente hay dos hombres caídos en la cubierta del pesquero. El guardia, o falso guardia, yace en el suelo con media cabeza abierta por el disparo. A apenas un metro el viejo lucha por respirar tras ser alcanzado en el pecho.
Rápidamente el líder se gira hacia ti y te apunta con su pistola.

- Vosotros lo habéis querido, será por las malas. Hoy los peces comerán tres cadáveres y yo seré rico.

Ves el negro agujero del cañón mirándote y sientes algo que no sentiste durante los años que pasaste en el frente. Ese miedo inherente a una muerte violenta.
Oyes la detonación de un arma pero no sientes nada. El hombre que te apuntaba cae de rodillas y aguanta así un segundo antes de desplomarse completamente.
El viejo, autor del último disparo, parece exhalar su último aliento tras agotar sus fuerzas en levantar el arma y apretar el gatillo.

De repente estas en mitad del mar, con tres cadáveres, dos barcos y una misteriosa caja metálica.

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27/08/2014, 22:45
Kim Su

Sentí miedo, un miedo terrible. Jamás había temido a la muerte, aunque claro... jamás me habían apuntado a la cara con un arma. El miedo me llevó a cerrar los ojos mientras que mi cabeza solo se dedicaba a dar vueltas a una misma frase: "Estás muerto". Cuando el sonido del disparo retumbó en mis oídos, mis músculos se contrajeron en un acto reflejo... Aun así, no sentía nada.

¿Esto es lo significa estar muerto?

Tardé unos segundos en abrir los ojos, y, cuando lo hice, lo hice lentamente y con cierta incertidumbre. Ver el escenario que tenía frente a mí no ayudó a saciar esa incertidumbre, al menos no en ese preciso momento.

El viejo yacía muerto, los guardias yacían muertos, la caja metálica permanecía a tan solo unos metros de mí, charcos de sangre inundaban la cubierta. Mentiría si dijera que, estoicamente, fui hacia el viejo y recité unas frases lastimosas mientras gritaba al cielo por aquella pérdida. No... únicamente me limité a mirar el escenario sin poder creerme nada de aquello. ¡Me daba por muerto hacía tan solo unos segundos!

No sabría decir cuánto tiempo pasó hasta que me recompuse del todo. Cuando lo hice, agarré el arma más cercana a mí y me acerqué a los cuerpos de los guardias. Sabía que estaban muerto, el que había recibido el balazo en la cabeza era totalmente evidente que lo estaba, aun así sentí el impulso de comprobarlo. Por supuesto, cuando les comprobé el pulso, no tenían. ¡Sí, por fin pude suspirar sabiendo que estaban realmente muertos! Incluso me atreví a registrar sus cuerpos tratando de encontrar algo de utilidad o que al menos me permitiera saber si de verdad eran guardias... Finalmente me acerqué al cuerpo del anciano y repetí el mismo procedimiento con idénticos resultados en cuanto a su estado.

—¿Qué ocultabas en esa caja, viejo? — no sé por qué, pero comencé a hablarle al cuerpo inerte del anciano — Ya sabía yo que era sospechoso que un pescador me respondiese... "¿La temporada de pesca? Supongo que bien, no he oído a nadie quejarse." ... Quizás eras un traficante, ¿no? En fin, eso lo descubriré ahora...

Suspiré algo molesto y me dirigí a la caja. Siempre he sido demasiado curioso, y, aunque dicen que la curiosidad mata al gato, yo no me consideraba a mí mismo un gato, por lo que no tenía nada que temer. Hubiera lo que hubiese allí dentro, pensaba descubrirlo... aunque por ello pudiera meterme en más problemas.

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28/08/2014, 23:42
Director

Tras el shock te aproximas a los cadáveres aún calientes para revisar sus pertenencias. Te haces con tres pistolas, una por cuerpo, una navaja plegable, lo que parece ser una carta náutica con varias rutas marcadas y, justo lo que buscabas, una llave bastante larga.

Sin perder mas tiempo abres la caja. Pese a que la llave gira perfectamente te cuesta mucho mover la puerta, tras tirar con las dos manos por fin cede.
Dentro encuentras un estuche de madera envuelto en cuero. Al abrir el estuche descubres media doce de viales cerrados. La mitad llevan un liquido azul, el contenido de los otros tres es rojizo.
No hay etiquetas, ni notas, ni nada que te pueda dar una pista de lo que contienen esos viales.

 

Notas de juego

Dime con qué te quedas para añadirlo a tu equipo.

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29/08/2014, 23:11
Kim Su

De los cuerpos, cogí una de las tres pistolas y las balas de los tres cargadores. Me vendría bien un arma por si me encontraba una situación similar, aunque cruzaba dedos por no tener tan mala suerte. También me guardé en la mochila que llevaba conmigo la carta náutica*, quizás fuese interesante investigar más adelante las rutas marcadas. Finalmente, agarré la llave y me dirigí a la caja metálica.

La llave me pasaba en mis manos, e incluso el corazón comenzó a latir más aceleradamente cuando la introduje en la cerradura de aquella misteriosa caja. ¿Qué habría allí dentro? Averiguarlo solo era cuestión de segundos.

No tardé en girar la llave y abrir la cerradura. Luego, cuidadosamente y como si de un maravilloso tesoro se tratase, abrí la caja. Cuando lo hice, suspiré algo molesto al encontrarme un estuche. ¡Era como las muñequitas que ocultaban una y otra y otra muñequita más, cada una más pequeña que la anterior. Pese a todo, mis manos no tardaron en sacar el estuche del interior de la caja y abrirlo.

¿Viales?

Me sorprendió bastante. ¿Qué guardaban aquellos recipientes para tener más valor que la propia vida? Además, había oído decir a uno de los "guardias" que se haría rico... obviamente se refería al contenido de la caja, es decir, aquellos viales. Es, por tanto, obvio que me quedase mirándolos durante varios segundos, como tratado de calcular su valor a pesar de no tener ni idea de lo que podía ser. Ni en la caja ni en el estuche venía información alguna...

Me di por vencido tras pasar lo que debería ser un minuto entero observando aquello. Volví a meter los viales en el estuche y, finalmente, el estuche en mi mochila. Debían ser importante... así que pensaba llevármelo conmigo pese al peligro que aquella acción conllevaba. Luego, observé detenidamente la embarcación... quizás si rebuscaba bien, podría encontrar alguna pista que me ayudase a descifrar el misterio de todo aquello. Si no encontraba nada, iría a la embarcación de los guardias y repitiría el proceso. Si finalmente seguía sin encontrar pista, y si la embarcación de los guardias no era ningún tipo de embarcación especial (de guardias de Geld, por ejemplo), otearía las costas y desembarcaría en la que creyese que podía ser más segura. No pensaba ir en la embarcación del viejo, con los tres muertos y la cubierta llena de sangre.

Notas de juego

*¿De qué cuerpo saco esto? ¿Del de los "guardias"? ¿O del cuerpo del "pescador"?

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02/09/2014, 18:46
Director

Examinas la carta náutica adquirida del cuerpo de uno de los guardias, no eres un experto pero puedes comprobar como se conectan varios puertos de Kaihatsu con otros de Geld. En vista de los acontecimientos deduces que son rutas de contrabando, o al menos eso parece.

El barco del viejo esta preparado para pasar cualquier inspección, no hay nada fuera de lugar y no hay mas cuerdas que oculten algo bajo el agua.
La lancha de los supuestos guardias tampoco tiene nada de interés. Sin embargo no parece una patrullera, aunque no has visto como son crees que la guardia costera no se mueve en algo tan pequeño. Mas bien parece una lancha de desembarco, para aproximarse a inspeccionar las embarcaciones desde un barco mas grande.
Aún así tiene los colores apropiados, pero falta un escudo o bandera que en tu opinión lo identifique. Muy probablemente sea una imitación para detener a otras embarcaciones antes de que se percaten de que algo no cuadra.

Tardas unos minutos en hacerte con los controles de la lancha, pero finalmente haces que avance en la dirección que deseas y te vas acercando hacia la costa. Observas una playa solitaria durante un buen rato y, tras no ver actividad alguna, optas por desembarcar allí.
Ya a pie subes una pequeña loma nada mas salir de la playa para encontrar una carretera que avanza en paralelo a la costa. Parece que une dos pueblos bastante lejanos, no ves ninguna ciudad grande pero por el aspecto del lugar puedes confirmar que te encuentras en Geld.

A lo lejos, por la carretera, se aproxima un carro tirado por un caballo. Un hombre lo conduce apoyando los codos sobre sus piernas, parece que no te ha visto.

Cargando editor
05/09/2014, 21:14
Kim Su

¡Estaba en Geld! Después de tanto viajar, de huir de los controles policiales y de los problemas que esta huida me había provocado... por fin estaba en Geld. No me lo podía creer.

En cuanto a la carta náutica, decidí guardarla. Quizás más adelante pudiera servirme si decidía investigar sobre los viales del "pesquero"... Aunque no era mi prioridad, si podía ganarme un buen dinero con eso no dudaría en explotarlo. Solo un tonto no lo haría. Pero también sabía que conllevaría probablemente a muchos peligros, mi sexto sentido me lo avisaba... Por eso, decidí que solo trataría de descubrir el misterio de los viales y la forma de venderlos como última medida en caso de necesitar urgentemente dinero. Hasta entonces los guardaría con sumo cuidado.

Estando en Geld, ya solo necesitaba llegar a alguna de las ciudades y descansar por un día. Al día siguiente me abastecería con los materiales que necesitaba y partiría en busca de nuevos animales que estudiar. Por desgracia, parecía que las ciudades más cercanas estaban lo suficientemente lejos como para tratar de recorrerlo solo y andando... Aun así, no todo era mala fortuna.

Vi el carro... era difícil no verlo realmente, pero tardé un tiempo en decidirme si acercarme o no. Después de lo del pesquero no me fiaba en absoluto de nadie. Dicen que las apariencias engañan, pero esta vez quería fijarme lo máximo que pudiera en aquel hombre y en su carro antes de tomar una decisión.

Notas de juego

Si no me parece sospechoso de nada, me acerco a hablar con él, xD .

Cargando editor
06/09/2014, 16:24
Director

El hombre reduce la marcha a medida que se aproxima a ti. Se detiene a tu lado y mira alrededor oteando la zona.

- ¿De donde has salido? Estas en mitad de ninguna parte.

Observas su aspecto, debe rondar los setenta años y sin embargo parece que mantiene fuerza y vitalidad para trabajar. Viste un mono algo sucio y una camisa a cuadros remangada hasta el codo. El poco pelo que le queda en la cabeza es totalmente blanco y mantiene una envidiable dentadura.
El caballo que tira del carro también parece tener una larga vida a sus espaldas, al igual que su dueño aún tiene fuerzas para continuar.

En el carro ves asomar unos sacos, por el olor que no tarda en alcanzarte deduces que se trata de abono.

Cargando editor
09/09/2014, 16:02
Kim Su

Hmm... no, no parece sospechoso...

O eso esperaba al menos. En cualquier caso, no tardé en esbozar una amplia sonrisa y en saludarlo con un gesto de la mano cuando le vi acercarse hasta donde me encontraba. A ver qué nueva mentira me inventaba en esta ocasión...

—Sí, lo sé — sonreí nuevamente —. Alquilé un carro similar al tuyo para que me trajeran hasta aquí... quería explorar estas zonas en busca de animales propios de Geld, pero parece que hoy no es mi día... En primer lugar porque no he encontrado nada, y en segundo lugar porque parece que el carretero ha decidido no perder más el tiempo conmigo y largarse dejándome aquí solo... ¡Jamás vuelvo a pagar por adelantado!

Solté una carcajada. La situación no debía ser nada graciosa si me hubiese pasado algo similar realmente, pero me pareció buena idea denotar simpatía.

—¿Hacia dónde se dirige usted?

Confiaba en que, con aquella pregunta, el hombre me invitase a subir al carro. Me sentía algo violento si se lo pedía yo, y no quería parecer descortés o desesperado, pues seguro que de esa forma aquel hombre sospecharía más aún de mí...