Partida Rol por web

-¡Bien! Nosotros seguiremos con esto

Asiento a las palabras de Xose; ahora no estamos agobiados, pero... esto puede cambiar de un momento a otro... Estoy cercano a Xena, y doy un par de pasos para acercarme a otro zombi, para que el disparo sea preciso y le mande al infierno...

Por los pelos, pero le destroza la cabeza; rápido recupero las dos saetas disparadas, pues al ser tan lentos y estar tan dispersos, hay tiempo para ello, y preparo la ballesta para el siguiente...

-Cinco, quedan cinco

Mascullo, para que los demás lo oigan, pero sin pregonarlo...

Sin esperarlo, un zombi cae desde una gran altura junto a vosotros, sobre el capó de un coche, abollándolo, tiñéndolo de rojo, y haciendo un gran estruendo metálico. Tras esto varios zombis más se asoman a distintas ventanas de los cientos que hay en los edificios de vuestra izquierda, y caen al suelo, muchos destrozándose en pedazos, otros recuperando su no-vida y poniéndose de pie cerca de vosotros. Al fondo aparecen otros tantos más de entre los escombros del edificio medio derrumbado

Esto no te gusta, sólo hay dos salidas: hacia adelante o hacia atrás. A la izquierda están lloviendo zombis y a la derecha hay una valla demasiado alta y afilada como para escalarla.

Esto no te gusta, sólo hay dos salidas: hacia adelante o hacia atrás. A la izquierda están lloviendo zombis y a la derecha hay una valla demasiado alta y afilada como para escalarla. Entrar en los edificios tampoco es una opción visto lo visto...

Cuando has ido a recoger las saetas has metido el pie en un charco más profundo, con forma de ¿pie? Es una huella dos veces la tuya, dejada en el fango hace muy poco tiempo... demasiado poco. Debe ser 'alguien' muy grande y pesado...

Te das cuenta de que a vuestro alrededor hay más huellas como las que viste en el parque. Pero parece que hay más aún, más juntas, unas sobre otras... por el rabillo del ojo ves algo acercarse desde atrás, desde donde habéis venido...

Los zombis os empiezan a rodear. Un zombi se abalanza sobre cada uno de vosotros.

Por unos instantes, parece que me entretengo demasiado en sacar una de las saetas de la cabeza de un zombi, pero... de hecho, es que estoy mirando otra cosa... Momento en el cual, todo se va a la merda .... de los edificios empiezan a llover zombis... que, vale que se rompen huesos con la caída, pero... no tantos al ser el terreno un barrizal encharcado; el caso es que se mueven con dificultad, pero... se les ve ligeramente en mejores condiciones generales que los otros que hemos visto... y claro, está "lo otro"...

Aún estoy pensando en ello, cuando me cae uno cerca; tanto que, a esta distancia con la ballesta,... no, por mero instinto, en el tiempo sucedido entre el ruido de su caída, lo que tarda en ponerse medio en posición erguida, el fango en que estamos metidos, y que me echo un paso atrás... me da tiempo a, ya que tengo sujeta la ballesta con la izquierda, usar la derecha para, separándola del disparador, echar mano a la piqueta, afilada a base de bien, y soltarle un golpe duro y a la cabeza.

Mientras muevo el arma para sacarlo del cráneo del ya inerte zombi, escucho las apresuradas palabras de Xose, y le respondo en base a lo que pude ver en el suelo, mientras retiraba la saeta de un objetivo....

-¡Hay algo gordo ahí delante!... Hay huellas mucho más grandes que las de un pie normal... no os lo creeréis, pero son claras y recientes... ¡casi el doble de un pie normal! ¡Y profundas de coxones!! -Perdón hermana-, debe ser enorme y pesado... tenemos que retroceder y buscar otra ruta...

Señalo al frente... desde las casas de ambos lados de la calle, siguen cayendo de vez en cuando más zombis...

-Ya no podemos llevar la cuenta de cuantos hay, y probablemente,terminen cortándonos el paso... En el mapa, creo que esta calle terminaba en una plaza ¡intentémoslo por una paralela!, ¡aunque nos cueste retroceder!

Acabo de ver algo que me preocupa. Se me ve en la cara. El rostro se me muestra la preocupación.. y no es por el zombie que de pronto se acerca a mí, un poco más rápido de lo que esperaba... Ni tan siquiera por los Zombies que empiezan a aparecer, por culpa del ruido del otro zombie caído... No no... Algo le estaba preocupando, que llevaba viendo en dos ocasiones... Y le gustaba poco. De hecho, nada. 

El zombie fue descabezado casi sin darme cuenta, porque estaba mirando, casi agobiado a mí alrededor. Quizás, aquello apareciera de pronto, con todo aquel jaleo... Miraba preocupado,pero casi no veía a los Zombies. Saqué mi tridente de los sesos del recién Muerto, y dije a mis compañeros:

-Hay que salir de aquí. Ya. Esto es una ratonera... Y hay algo gordo más adelante... O "algos"... ¿Vistes algo Xervasio? -​​​​​​-Dijo sin poder evitar el tono gallego con su preocupación ..

Me estaba acercando hacia otro cuando empiezo a ver el espectáculo de la lluvia de zombies - Y fueron desatados los cuatro ángeles que habían sido preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de la humanidad. Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos millones; yo escuché su número. Y así es como vi en la visión los caballos y a los que los montaban: los jinetes tenían corazas color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego, humo y azufre. (Apo 9:16) 

¡¡Larguémonos de aquí!! - por supuesto mis palabras van más rápido que mis actos, y así mis ojos, tras ladear la cabeza a uno y otro lado, buscan una salida de aquel lugar - ¡¡Atrás, atrás!! - lo que sea que estuviera allí delante estaba mandándonos no sólo una señal sino un ejército de muertos.

Habrá que buscar una salida de aquí y otro acceso. Con el piso inundado se me ocurren varias ideas, pero por lo pronto la primera es la supervivencia.

Uno de los zombies me sale al encuentro de una manera un tanto inesperada, por suerte lo bautizo con mi najinata a la misma velocidad con que lo mando al sheol.

Por momentos os veis rodeados. Delante vuestra se agrupan más zombis, todos vienen hacia vosotros; detrás no hay nada... o sí. Por el rabillo del ojo veis una sombra, algo grande... aún está algo lejos, pero viene hacia aquí. Es alto, y se mueve pesadamente. Sin duda las huellas que debe dejar en el fango son grandes y profundas.

-Merda, merda...

Habíamos tardado demasiado. Por delante habia suficientes zombies como para poder detenernos, y por detrás... Algo. Una cosa. Una cosa que venía a por nosotros. No había salida por detrás. Delante tampoco, con aquella lluvia de muerte... Miré a nuestro alrededor. Y no vi muchas salidas. En aquellos edificios de la izquierda había podridos... Y salían de allí. Y no sabíamos si esos edificios tendrían salidas al otro lado. Pero en nuestro lado derecho... Había un gran edificio, con algunos jardines y rodeado de una verja. Quizás, pudiéramos entrar en el. 

¿Como veis el ir por ahí? -Digo, mientras lo señaló, y miró a ver los alrededores, para buscar una salida, bien por ahí, bien por alguno de los edificios que muestre alguna falla por la que podamos huir con menos peligro...

En cualquier caso... Pienso vender cara mi piel. 

-Cago en tó lo que se menea...

Ya veo aquello que produjo las huellas tan profundas... "uno gordo"... mierda.... Miro alrededor en el instante que tenemos entre zombi y zombi, pues... por fortuna, estos no corren... A nuestra derecha, los edificios de los que no paran de caer, aunque ahora más esporádicamente, cachos de carne que quieren acabar con nosotros; detrás, el "gordito"; delante, una multitud; y a nuestra derecha, una alta valla nos separa de un gran edificio. los palos de la valla termimnan en puntas, afiladas y oxidadas, pero... parece resistente; y el edificio, no parece formar parte de una manzana, sino que él es la manzana en sí... lo mismo, se puede rodear por dentro de la zona vallada... o incluso por el interior, lo mismo se puede acceder a la parte de atrás...

-¡No veo más salida que que intentarlo con el edificio de la derecha, el de la valla!; las demás opciones parecen peores!!!

Se que peco de individualista, pero me lanzo a trepar por ella; por lo menos, para conseguir una posición más alta desde la que ver mejor. Quiero, tanto probar esta vía de escape, como ver mejor al "gordo"... ese que es del tipo llamado "brutalidad"... y que si así se llama, por algo es...

Una vez arriba, hago una seña al resto del grupo... y apoyado en precario, desenrollo parte de la cuerda, para que, si lo desean, puedan ayudarse de ella para pasar la valla lo más fácil posible... Mientras, no dejo de pensar... estos largueros metálicos con punta... están pidiendo que alguien los corte y se los lleve, pues serían perfectos para usarlos, con un poco de trabajo de forja de por medio, como alabardas...

-¡Maldición! 

Vi que los zombies siguían precipitándose hacia nosotros, y vi como rápidamente se subía a la verja que estaba señalando. De hecho, eso decidí hacer, retroceder y trepar por donde él había trepado... Me dirigí, de espaldas, hacia la verja, mirando, comprobando los zombies, viendo las distancias, empuñando mi tridente, vigilando que nadie se acercase... 

...y caí... 

... ¡Joder!...

Caí en el barro, caí de culo, sin paliativos. Temí que algo me hubiera agarrado, pero en realidad, sencillamente, el no mirar había hecho que tropezase en una pequeña rama sumergida... y cayese. Suerte que no había nada cerca, ni tan siquiera parecía que me hubiera hecho daño... Pero me había embarrado de arriba a abajo. Salí del barro, e indiqué que todo estaba bien, apoyado en mi tridente para no volver a resbalar.

Pero, por supuesto, nada de caminar más hacia atrás. Me giré y vi que ya Xena estaba trepando, y Xervasio arriba, preparando algo... Me dispuse a escalar por la verja, mirando antes que no hubiera ningún podrido cerca mia... agarré bien mi tridente, la mochila, y me dispuse a subir, ya que al otro lado de la verja no parecía haber nadie...

(Doble roleo, abajo explico)

Me pego rápidamente por la valla, de modo que me pongo a trepar por ella, agarrado cómo puedo a los diferentes palos que conforman la valla. No son especialmente rugosos, lo que sumado a mi capa de barro, hace que primero un pie me resbale, luego otro... Y entonces, me deslice hacia abajo, no demasiado rápido, pero si lo suficiente para caer y rasparme algo las manos...

-Merda... - digo, mientras miro a mis compañeros... Arriba esperándome. 

(Segundo roleo)

Cuando veo que lo que preparaba Xervasio es una cuerda, doy gracias internamente y la miró, haciendo lo posible por agarrarme a ella y a la par, usar los pies para impulsarme hacia arriba, hasta poder, con una mano, llegar a la de Xena y pasar aquel mal trago... Voy con sumo cuidado, con las botas embarradas, y el cuerpo con el susto de la caída, pero al fin, puedo darles las manos a mis compañeros y llegar arriba... -Grazas!!! 

Tras observar que la mejor y probablemente única ruta de escape sea escalar la verja de los pinchos para ponernos a cubierto de semejante ejército de impuros junto con la bestia que viene a su paso. Veo como Xervasio se encarama y consigue subir con relativa facilidad, así que, yo hago lo mismo por otro lado.

Una vez arriba, trato de ayudar a Xosé, entre los dos creo que seremos capaces de auparlo. Por supuesto, antes de hacerlo miro a ver si algo o alguien se nos acerca desde el interior de la parcela amurallada, no vaya ser que salgamos de las brasas para caer en la sartén.

- Xosé, rápido, sube!!

El primero en subir es Xervasio. Le sigue Xose, pero resbala y cae al suelo, dándose un fuerte golpe al caer, y poco ha sido, ya que ha visto pasar muy de cerca una de las afiladas puntas de la oxidada verja, a pocos centímetros de su cara. Xena sube también, y entre ella y el rebuscador ayudan al recio hombre de mar a superar el obstáculo. En este tiempo un pequeño grupo de zombis se ha arremolinado frente a vosotros, al otro lado de la valla.

La brutalidad se acerca, y con un fuerte golpe de su puño aparta a unos cuantos, lanzándolos varios metros más allá. Ahora que le veis más de cerca podéis apreciar su monstruosidad, su tamaño, y su ferocidad. Lleva algunas protecciones antiguas, de policía, antidisturbios, soldado, o algo así... Sus músculos son enormes, sólo uno de sus brazos puede ser como cualquiera de vosotros. Su cuerpo está muy deformado, como si llevase años transformándose bajo alguna fuerza horripilante. Al llegar frente a la verja se de tiene y os mira, por un instante parece haber un pequeño brillo de inteligencia en su mirada, un poco de humanidad... que se esfuma al emitir un fuerte grito, o gruñido, de rabia, al darse cuenta de que no puede llegar hasta vosotros.

Parece estar buscando un modo de entrar. Con una de sus manos toma a uno de los otros zombis, que a su lado parecen menudos e inofensivos, por la cabeza, lo levanta sin esfuerzo y lo lanza contra la valla, rompiéndolo en trozos. Uno de los trozos, puede que una costilla o una tibia, golpea por sorpresa a Xervasio, y se le clava a la altura del hombro izquierdo.

Dentro del recinto vallado no hay nada. Al menos no veis nada desde donde estáis. Tanto la puerta como las ventanas están cerradas a cal y canto, e incluso parecen fortificadas de algún modo. Entre la fachada y la verja hay una especie de pasillo frondoso.