Partida Rol por web

Los cuidados de Sunhee parecen ayudar a Xose, que se siente mejor. Aún así no sabe muy bien qué hacer con la chica inconsciente. Ninguno tenéis conocimientos al respecto, sólo podéis esperar. Antón entra en el refugio y se presenta, él tampoco sabe qué hacer, luego se ofrece para hacer guardia toda la noche a cambio de que Sunhee no se separe nunca de Made mientras duerme.

La noche ya es cerrada, debe ser pasada medianoche. Todos estáis muy cansados y deberíais descansar. Ha sido un día duro y mañana os espera otro día similar. En el lugar del accidente quedaron muchas cosas de valor, y a la luz del día serán más fáciles de encontrar, si queréis volver a intentarlo.

El silencio y la oscuridad os envuelven. Tenéis aún muchas preguntas que hacer al chico nuevo, pero deberán esperar a mañana.

Me incorporé, ayudado por el cojín, y bebí algo más de agua. Estaba listo para las curas sencillas que podían hacerme aquellos muchachos, aun bajo mi dirección... Que solo sabía curar heridas básicas de pescadores... Las mías eran rozaduras, cortes, moratones... Y eso se curaba bien como hizo aquella muchacha. -Xervasio buscaría hierbas con su libro... -Murmuré

Pedí que me acercarán luego a Elica, pero si había tenido algún problema que no se pudiera ver, no sabía cómo tratarla. Di algunas indicaciones como pude, y luego, exhausto, terminé de responder al muchacho: -No tengo ni idea de qué llevaban, yo le dije que me llevase, y la convencí y me monté en una cabina vacía... 

Luego me quedé dormido, descansando incómodo, por las heridas, dolores... Pero al menos, descansé algo. Y en una cama. 

A la mañana siguiente Xose despierta bastante mejor, más fuerte y descansado, tiene mejor cara y parece más alegre. El descanso, el medicamento y los cuidados le han sentado bien. Ya puede levantarse y caminar. Elica, sin embargo, parece dormir. La chica respira pero no reacciona. Los demás habéis despertado antes.

Xose, te sientes muchísimo mejor hoy. Puedes levantarte y caminar, has descansado mucho y tus heridas empiezan a curarse. Los cuidados de los chicos y esas medicinas que te dieron han surtido efecto.

El refugio es un lugar pequeño, construido sobre dos contenedores marítimos. Esto hace pensar que estáis cerca de la costa y te anima. En uno de los contenedores está la cocina y un trastero, en otro una sala, donde has pasado la noche, con chimenea. Entre ellos un espacio más alto, con una gran mesa y bancos y taburetes. A este espacio dan dos dormitorios, dos plataformas con camas, donde deben dormir los demás.

Al abrir la puerta ves una gran explanada rodeada de bosque, cercada, con un cobertizo all´delante y una atalaya más allá. El lugar está habitado por esos tres chicos que te hicieron las preguntas ayer, y por Antón y su hija Made. No has visto a nadie más.

Miras a tu salvadora, Elica, y la ves ahí tumbada, junto a ti. No sabes si despertará o si morirá.

Me levanté, y me sentía casi como nuevo. Había descansado maravillosamente, y aunque algo me dolía, estaba listo para el día. Miré y vi el álbum, ahí, cerca mía. No me atreví a abrirlo, me daba miedo estropearlo. El resto de mis cosas no estaba. 

Salí fuera y observé ese refugio. Saludé a los muchachos, al hombre que vivía con ellos y a su hija. Se presentaron más formalmente, y tras el desayuno, sintiéndome mejor que la víspera, les conté toda mi historia. No recordaba haber hablado tanto en años, pero hablar de la experiencia fue liberador. 

Les conté mi vida de pescador en Baroña, cómo descubrí que podía matar zombis, y la historia del álbum familiar, y cómo por mi madre enferma me presenté voluntario con los fráteres y su misión de recuperar la Reliquia. Ellos podrían curarla. 

Salimos de Camanzo, un monasterio de fráteres que visten de negro y castigan pecadores. Los fráteres nos metieron en un camión-tren que tenían para entrar en la Zona, y nos llevaron a la ciudad Maldita. Tardamos un día en acercarnos dando un rodeo tras matar a algunos podridos muy recientes.

Les conté nuestras peripecias en la ciudad, la lluvia de zombis, la monstruosidad, la herida de Xervasio, la granada de Xena. También cómo conseguimos el álbum de casa de mis abuelos y llegamos a la Catedral. La entrada por un lugar concurrido, la trampa de los cigarrones-zombis y su inteligencia... 

Nos soltamos Xervasio y yo pero a Xena la convirtieron en Zombi. Ella hirió a Xervasio, y la maté. Intenté curar a Xervasio, pero se transformó igualmente. Tuve que matarlo. - Me eché a llorar en ese momento. Unos sollozos, apenas, pero todo mi cuerpo tembló de miedo y pena... - Allí había mochilas, materiales, armas... de muchos otros a los que engañaron para llevar y ser ofrendas al Apóstol de parte de esos fráteres malditos... 

Salí corriendo de allí. Evité unas trampas de aquellos seres, y cuando corría hacia un río cercano, vi llegar a ese "barco volador" y explosiones. Elica y sus compañeros. Corrí allí, convencí a Elica de que me sacara de allí, y esperamos. De pronto, todo se volvió loco, algo pasó en el búnker dónde habían entrado, y ella salió volando con el barco. Sus compañeros no pudieron huir del búnker que explotó, y salimos volando... Diría que vi a la Santa Compaña llevarse sus almas...- Murmuré, con un escalofrío...- La explosión dañó el barco, que voló un tiempo, y cuando se iba a estrellar, salté. El resto, ya lo sabéis. 

La historia de Xose me dejó completamente en shock. Zombis mutantes enormes, otro grupo de infectados que no han perdido la capacidad de comunicarse pero sí la razón, la insinuación de que los fráteres zombifican a personas sanas y las envían a la Zona... La cabeza me daba vueltas. Me senté en el suelo, incrédula. Quería hacerle mil preguntas pero a la vez no podía creerme nada.

Voy a salir a cazar algo y vendré en cuanto pueda. 

Necesitaba despejarme y pensar, desde que salimos de casa la espiral de horror no paraba de aumentar y ahora mismo lo único real y honesto que me quedaba era el bosque, mi arco, y mis flechas.

Además ahora éramos 7 personas... Y me sentía impotente al ver como la chica se apagaba sin poder ayudarla. Esto sí puedo hacerlo, puedo traerles comida y puedo protegerles. Haré lo que sé hacer.

Me levanté con decisión y salí directa al bosque.

¡Volveré rápido Sunhee! ¡Cuidad de la chica!

Durante toda la noche, me quedé vigilando a Made. A veces pegaba alguna cabezada, y descansaba durante horas para luego despertarme sobresaltada y mirar a mi alrededor hasta comprobar que la chica estaba aún a mi lado durmiendo. Entonces sonreía, y evitaba volver a dormir hasta que de repente pegaba otra cabezada y todo se volvía a repetir.

Por algún motivo, me sentía en el deber de cuidar de Made. La chica era especialmente tímida, sobretodo con Gaspar y con Nara. Conmigo parecía haber congeniado mejor, aunque tampoco me hablaba.

A la mañana siguiente, cuando era la hora del desayuno, le di unos pequeños toques para despertarla.

—Vamos, dormilona. Hora de levantarse —le dije mientras sonreía.

Luego busqué con la mirada a Antón, que se había quedado haciendo guardia durante la noche.

En cuanto al chico nuevo, cuando nos contó su historia, toda sonrisa de mi rostro se esfumó de golpe. Por un momento me imaginé a Nara mordiendo a Gaspar y a mí teniendo que sufrir la situación en la que había estado Xose. Hubiera sido incapaz de matar a Gaspar, tampoco a Nara... Eran mi hermanos, ¿cómo hubiera podido hacerlo?

—Lo siento mucho —le dije—. Siento muchísimo lo que has tenido que sufrir. Aquí puedes tener una nueva vida si quieres. No tenemos mucho, pero entre todos tal vez podamos hacer algo.

Sonreí ligeramente, aunque luego caí en la cuenta de que no me había presentado. Ya sin saco en la cabeza, el chico podía hacerse una idea de mis rasgos, pero aún no sabía mi nombre.

—Por cierto, me llamo Sunhee.

Luego sonreí, aunque cuando Nara me buscó con la mirada y mencionaba que se iba a cazar y que cuidara de la chica, le asentí con la cabeza.

—No te preocupes —le contesté—. Pero... tal vez debería ir contigo a buscar hierbas medicinales. Con el libro de Xose, tal vez pueda buscar algo que nos sirva para ayudar a esta chica —en ese momento miré a Xose—. ¿Te importa si me lo llevo?

Esta mañana Antón entra al refugio para dormir, ya que no ha dormido en toda la noche, y Made se queda con él. Nara sale unas horas de caza, y los demás habláis sobre vosotros, os contáis historias y os conocéis. Cierto es que, aunque al principio dudasteis de que Xose fuera un frater, a medida que habla os transmite más confianza.

Un hombre como él os sería muy útil, y podría encajar perfectamente en lo que tenéis entre manos. Es habilidoso, un verdadero superviviente, conoce a los frateres y su maldad. Y además el invierno está empezando y no es tiempo para emprender un largo viaje, podría quedarse aquí y ayudar, al menos hasta primavera.

Miré a Sunshee, y le di permiso: - No me importa que te lleves el libro, pero cuídalo, era la posesión más querida de Xervasio. - Luego, me volví hacia todos incluído Antón, y les dije: - En mi mochila había unas hierbas, que Xervasio no consiguió identificar con el libro. Si alguno sabe qué son podríamos usarlas, si no, no me atrevería. 

Luego me dispuse a ocupar mi mañana. No sabía si confiarían en mi como para darme mi tridente y dejarme salir a pescar, pero dije: -Si hay un río o lago cerca, puedo pescar, aunque no tengo red ni anzuelos, con el tridente. Si no, puedo quedarme y preparar con algunos huesos de caza anzuelos, con trozos de cuerda y cordel una red... - Los miró a todos, hablando de sus habilidades. - También puedo cocinaros alguna cosa, y así los alimentos se conservarían mejor, o serían más nutritivos... 

El descanso fue reparador y a la mañana siguiente me siento más enérgico. Con esta nueva fuerza escucho atentamente a Xose. Los fráteres siguen haciéndose enemigos. Su relato me conmueve, parece un hombre en que se puede confiar.

La urgencia de la mañana es la salud de la compañera de Xose. Además, la comisa siempre es una necesidad difícil de cubrir.

- Xose, ¿recuerdas si cargaban medicamentos y alimentos en el aparato volador? Podríamos ir a recoger. Además, sería prudente ir a ver si el accidente llamó la atención de alguien más.

Aquel muchacho, Gaspar, me estaba mirando ya de otra manera. Lo agradecí. Elica había sido muy dura de convencer, y estos muchachos eran gente más sencilla, menos dura.. ¿Cuál sería su historia? Algún problema habían tenido con los fráteres... 

Contesté a Gaspar: No, no se se llevaban algo, en mi cabina, no, que yo sepa. Quizás llevarán equipo para su asalto. Por lo menos mi red está allí. Si me dejáis el tridente, te acompaño, Gaspar, y si nos queda tiempo, podemos probar a pescar. 

Cuando Xose se ofrece a volver al lugar del accidenye asiento con la cabeza. Es mejor que seamos mas y si ya se siente bien puede ser de gran ayuda. - Allí está tu tridente, hay algunas otras cosas que juntamos, tal vez algunas sean tuyas, puedes cogerlas. Sunhee, ¿quieres venir también? Antón puede quedar de guardia.

Una vez formado el grupo espero que salgan del refugio, luego ato la chica a la cama, por si muere en nuestra ausensia. Antes de salir le explico a Antón, sugiriendo que Made no entre a ese lugar al menos hasta que volvamos.

Gaspar despierta a Antón y le da las indicaciones para que guarde el refugio, parece algo cansado ya que hace apenas media hora que se ha acostado, pero lo hará. Además Made está llena de energía y no va a dejarla sola con esa chica moribunda.

Mientras os preparáis para la expedición matinal a la zona del impacto, Nara vuelve con un par de ardillas. No son gran cosa, pero bien sazonadas... Al parecer podréis ir juntos los cuatro. Más ojos para vigilar, más manos para ayudar y más espaldas para cargar.

Por supuesto que pensaba acompañar a Gaspar. Quería explorar el lugar del accidente de nuevo por si hubieran útiles que no hubiéramos podido ver durante la noche. Además, aún faltaba por encontrar el arma de las balas que habíamos recogido. Si eso no fuera poco, quería buscar también hierbas que pudieran servir para fabricar medicina, y la guía de plantas era perfecto para eso.

—Vamos —dije, animada. 

Me sabía mal por Antón, el pobre no había tenido tiempo para descansar... Quizás por ello, me propuse que esta noche sería yo quien hiciera guardia. Al hombre le vendría bien dormir una noche completa. 

—¿Estáis listos para la expedición~? 

Con suerte, todo estaría tan libre de zombies como durante la noche. Sea como fuera, Xose parecía ser de utilidad para un posible enfrentamiento con zombie's. Además, Nara seguía siendo la asesina de zombies experta y Gaspar parecía más fuerte que nunca desde el entrenamiento en el refugio. No había nada que temer. 

El día de hoy se presenta interesante. He tenido mucha suerte con la caza, encontrando dos presas en cuestión de minutos. Harán un apaño para un estofado para todos.

Al volver veo que todos se están preparando para salir de expedición a la zona del accidente. Desde luego no me parece la mejor de las ideas, pero también sería un desperdicio dejar pasar todos esos tesoros esperándonos allí... 

Por favor, sed todos cautos y andaos con mil ojos. Vamos a intentar no hacer mucho ruido, llegar rápido, estar el tiempo justo y desandar el camino sin demorarnos demasiado. 

Si os parece bien, abriré la marcha unos metros por delante para ir asegurando el camino.