Partida Rol por web

Anima: El Sollozo de las Estrellas

Capítulo 3: Cazador Cazado

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07/11/2016, 19:45

Eran casi las cinco de la mañana cuando alguien aporreo las puertas de las habitaciones. Primero la de la primera plante, la que pertenecía a Rhyuka. Luego la de Halden que se encontraba en el desván.
Si aquellos golpes hubieran sido ligeramente más dramáticos acompañados de gritos de pánico seguramente hubiera hecho que aquellos fueran golpes de alarma para despertar apresuradamente a los dos individuos en frente de alguna amenaza o suceso repentino que pusiera el lugar en peligro.

Los golpes no eran de alarma, pero el objetivo era el mismo, despertar a los dos individuos. Estuvieran durmiendo o apenas se hubieron levantado, los golpes pillaron desprevenidos a los dos, sacándoles un buen sobresalto. Claramente se oían las quejas de una mujer al otro lado cuando se sucedieron los golpes. Sin duda alguna a quien le había tocado encargarse de despertar a los dos novatos era ni más ni menos que la encantadora y preciosa Astrith. Era todo un detalle que aquella muchacha se hubiera tomado la molestia de levantarlos de aquel modo tan agradable.

A aquellas horas de la mañana la posada se encontraba en completo silencio a excepción del ligero crujir de la madera del edificio y algún que otro ruido proveniente de la planta baja donde se encontraba la taberna, lugar donde ya había algún que otro trabajador haciendo sus cosas y algún que otro cliente, como era el joven cazador Hannes tomando su desayuno en la barra, con un aspecto bastante desaliñado. De todas formas, parecía que ya tenía todas sus cosas preparadas.
 Allí también se encontraba Astrith enfrascada en sus quehaceres acompañada de Heileen.

No había mucho más movimiento en aquel momento a parte de un hombre grandullón que acababa de entrar fácilmente reconocible por el ruido de una de sus piernas, concretamente una pata de palo. Era Jefsen.

Aún había bastante tiempo para partir. Los dos aún jóvenes podían asearse, acicalarse y vestirse con tranquilidad.

Las persianas estaban echadas y afuera apenas empezaba a haber algo de luz. La oscuridad aún lo impregnaba todo incapacitando para ver nada desde las ventanas. El interior estaba calmado iluminado por un par de candelabros de cobre colocados para que iluminaran cerca de la barra y poco más. La sala estaba recogida con las sillas encima de las mesas, y todo pulcramente limpiado la noche anterior.
Eso era algo que incluso una persona carente de vista podía notar. El suelo no era pegajoso ni se escuchaba el crujir de lo que podían ser sustancias alimenticias, simplemente el de los tablones de madera.

Nadie parecía prestar atención a otras cosas que lo que cada uno estaba haciendo, aún era muy pronto como para que el ritmo de vida tomara el curso habitual.

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08/11/2016, 16:06
Rhyuka

Los golpes secos en la puerta de la habitación fueron suficientes para sacarme de el leve sueño en el que me hallaba por instinto abrí los ojos aunque esa reacción no me sirviera para absolutamente nada. Me incorpore de la cama como un autómata y me calce las botas. Había sido una buena idea el haberse ido a la cama pronto el día anterior, mis pensamientos no me habían atormentado durante mucho rato y había conseguido dormirme pronto. Empecé a acicalarme hasta que conseguí poner mis sentidos, abotagados por el sueño, completamente operativos. Desayune de la mesilla algunas de las galletas que habían sobrado de lo que les había traído a Libusa y Tusk la noche anterior. Termine de vestirme, me puse sobre los hombros mi abrigo y recogí la mochila ya preparada con todas las cosas que descansaba apoyada sobre una de las paredes. Era hora de partir. Sin mucha duda agarre el bastón que estaba cerca de la puerta y salí de la habitación.

Empecé a bajar las escaleras con cuidadosamente, veintidós escalones  con un ultimo mas ancho al llegar a la parte de abajo. Era mas fácil memorizar aquellas cosas que avanzar golpeando uno tras otro. Llegue acompañada de Libusa al piso inferior, por las indicaciones de mi compañera entendí que Hannes ya estaba allí, me dirigí hacia el con intenciones de resolver algunas dudas.- Supongo que buenos días.- Dije mientras intentaba localizar uno de los taburetes y finalmente me sentaba cerca.- Creo que quizá es pronto para hablar de la misión, pero quiero aclarar algunas cosas. En primer lugar nunca he enfrentado un wargo y en segundo lugar siempre he evitado dañar a los animales. Yo no soy cazadora, así que no tengo experiencia en este tipo de cosas, como ya dije, no me fio de ti y, si presupongo bien, tu tampoco lo haces de mi, es lo lógico. Pero espero que durante el camino, al menos, hablemos. Digamos que si yo fuera la que liderara a dos novatos lo primero que querría seria saber que habilidades tienen.- Mis palabras intentaban no crear una nueva disputa, es mas en ellas se podía dar a entender el matiz de que le consideraba como aquella persona que iba a liderar el grupo.

 

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08/11/2016, 22:33
Halden Weisser

Me fui a dormir al poco de que Hannes se levantara de la mesa. Mi cabeza estaba llena de preocupaciones cuando se puso en contacto con la almohada, pero una vez pasada la fase de vigilia y metido de lleno en el mundo de los sueños, las protagonistas fueron Gala y Samantha, probablemente evocando recuerdos generados aquel mismo día, aunque de una forma muy exagerada.

El sueño erótico se vio interrumpido por unos enérgicos golpes en la puerta de mi habitación. Me levanté de la cama, sobresaltado y aun con una erección, para escuchar los inconfundibles quejidos de Astrith. Intenté comprender que le llevaría a descargar su mala leche desde tan temprano conmigo a parte de haber insinuado que me gustaba antes de mantener la conversación seria, y recordé que teníamos que levantarnos pronto, lo que significaba que le había tocado a ella hacer de despertador.

- ¡Buenos días a ti también, preciosa! - le respondí antes de que volviera a su trabajo.

Me lavé la cara con el barreño de agua fría de cada mañana y permanecí unos minutos tratando de relajarme hasta que el bulto desapareciera. Sin una armadura, no me quedaba más que ponerme la ropa de abrigo, el cinturón con la espada y la daga envainadas, y cargarme el escudo en la espalda. Recogí la bolsa en la que guardaba las pertenencias que aun me quedaban y bajé hasta la taberna.

Abajo todo estaba muy tranquilo, con a duras penas iluminación por lo temprano que era. El suelo estaba limpio, como era de esperarse de aquella posada. Miré a mi alrededor en, siendo lo primero que llamó mi atención Hannes, con la marca de una bofetada en su cara, hablando con Rhyuka sin que pareciera que esta tuviera ganas de arrancarle la cabeza. El zorro que solía acompañar a la muchacha también estaba allí. Saludé con la mano, una sonrisa y un "buenos días" a Heileen y Astrith al pasar junto a ellas, guiñándole el ojo a esta última, antes de llegar a mis compañeros.

- Buenos días, ¿lleváis mucho esperándome? ¿Algo que me haya perdido? ¿Tal vez lo que has hecho para cabrear a Astrith?

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09/11/2016, 15:11
Hannes Vrederik

-Fuenos fías- Respondió Hannes a Rhyuka, pesadamente y sin ganas. No hizo ademán de mostrar ni un ápice de educación como había hecho la noche anterior. Tenía la boca llena de una tostada con un huevo frito. Levantó la mano, desganado. Ni siquiera se giró para saber quién le hablaba. Se notaba que aún no se había desperezado. Se notaba a leguas. Con el saludo Rhyuka lo había entendido. Libusa ya la había advertido.
Tenía los ojos entrecerrados y miraba con los ojos perdidos a los estantes que quedaban al fondo de la pared tras la barra perdido en sus cavilaciones.

La joven siguió con su proceso, intentando una conversación con Hannes quien parecía no prestar atención a lo que ella le decía. No se inmutaba, ni siquiera la miraba. Seguía comiendo con toda la tranquilidad y desgana del mundo.

-Fenemos fiempo de zobras para efo.- Respondió demostrando que, pese su estado y su apático comportamiento, había prestado atención a lo que la chica le había dicho. De todos modos, la respuesta carecía de sustancialidad y de interés, mostrando la posibilidad de que aquello hubiera sido una respuesta automática. –Famfoco zoy fuedtro líder. Zimflemente parece que zengo algo máz de efperienzia.-

Halden llegó en ese instante, saludando a la tabernera y a la posadera.

Astrith se giró de golpe y se dirigió a Hannes con muy mal humor, llegando a asustar a Libusa y tomando desprevenido a todos los que había en la sala. -¡Haz el puñetero favor de comer como una persona, no como un cerdo!¡Maldito animal!- Aquello terminó con un fuerte golpe de madera contra madera. Casi había roto la jarra que tenía en la mano contra la barra.
Heileen salió de su ensimismamiento algo asustada.

-¡Y tú!- Siguió la tabernera después de oír las palabra de Halden, señalándolo con el dedo. -¡El coqueteo te lo metes por donde te quepa!- Volvió a girarse y siguió con lo que hacía, al parecer preocupada por casi romper la jarra antes que por los gritos que había dado.

Todo se había detenido durante unos breves segundos, pero no tardó demasiado en reanudarse la poca vida que ahí había después de la pequeña conmoción.
Hannes se tragó la tostada de golpe y la acompaño con la bebida que tenía encima de la barra, acabando de salir de su lento despertar. –Bueno, creo que ya he acabado de desayunar.- Se levantó apresurado como si estuviera algo asustado. -¿Estáis listos para partir?-

Heileen aún estaba acabando de asimilar el suceso.

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09/11/2016, 15:34
Jefsen Mobrei

Se oyeron las risotadas de alguien. Inconfundibles y muy características. Se trataba del médico del pueblo, Jefsen que había llegado escasos momentos cuando los dos jóvenes habían bajado a la planta de la taberna.
Al hombre no le había dado tiempo de llegar a la barra ni hablar cuando Astrith se había puesto a gritar y conociéndolo, estaba claro que aquello le producía gracia debido a su retorcido carácter y sentido del humor.

-Buenos días a ti también, Astrith.- Respondió de forma ligeramente ofensiva, intentando meterse con ella de un modo algo cariñoso. La respuesta de la muchacha fue un fuerte soplido.
Siguió nombrando al resto de individuos de la sala. –Heileen, Hanes, Halden, Rhyuka.- Asintió con la cabeza a cada uno de ellos. Incluso al animal que acompañaba a la joven.

-Veo que empezamos bien el día. Cuanto más animados mejor, sobre todo cuando hay de por medio situaciones tan importantes como la vuestra.- Aquel hombre no era un cotilla, pero se enteraba de todo. Siempre lo hacía. Halden había aprendido a no ocultarle ciertas cosas.

Miró al grupo de tres esperando recibir expresiones de curiosidad, incertidumbre, quizás alguna otra. –No os preocupéis chicos, solo venía a desearos algo de buena suerte.- Se sentó en la barra mostrando aires despreocupados. –Hoy en día, siendo cazador, vete a saber cómo uno acaba.- (…) –Bueno, no solo venía a desearos que no muráis, creo que esto os podría ser de ayuda.- Sacó una especie de cinturón de cuero con pequeñas ranuras echas a partir de añadir otras pequeñas piezas de cuero donde se podían colocar pequeños artilugios. En el mismo cinturón había cuatro frasquitos de un color rojizo intenso, recordaba a la sangre. Tapón de corcho. –Fabricación casera.- Rio. –Aunque viniendo del único médico del pueblo… Bueno, podría seros útil con alguna "lesiones". Podéis rociar con ese líquido algunas heridas, pero suele ser más útil si lo ingerís.-

- Tiradas (2)

Notas de juego

Haced una tirada de Advertir a Difícil [120]. Se usa solo la vista, así que Rhyuka, tira solo Libusa.

Las pociones son algo así: Free porions, HERE

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09/11/2016, 15:58
Rhyuka
- Tiradas (2)
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09/11/2016, 16:32
Halden Weisser

El estallido de Astrith me pilló por sorpresa igual que a los demás, aunque lo de atacarme no era algo que no me esperara. Estuve tentado de cogerle la mano en cuanto me señaló, pero el riesgo era demasiado alto, así que simplemente la seguí con la mirada mientras se alejaba.

- ¿Soy yo o está más guapa cuando grita? - dije a un volumen lo bastante alto como para que Astrith lo escuchara si estaba atenta.

La bestia pareció calmarse por el momento. Al menos, tiempo suficiente para mantener una pequeña conversación. Heileen se juntó con nosotros cuando Jefsen se acercó. Pareciera que fuera a hacer un comentario sobre mi estado al llegar a la posada, pero Heileen lo fulminó con la mirada al hacerlo, mostrando aquella confianza que poco solía manifestar. Tenía sentido, ya que al fin y al cabo me han mantenido oculto la mayoría de la información referente al periodo que pasé allí inconsciente, incluída la duración. Miré a ambos con expresión curiosa, cambiando de uno a otro durante unos segundos mientras el médico aun hablaba.

- Muchas gracias, Jefsen, esta vez intentaré no volver al borde de la muerte - dije a modo de broma.

Miré el cinturón que Jefsen nos estaba ofreciendo y después a mis compañeros. No tenía muy claro si llevarlo yo, pues en cuerpo a cuerpo corría un gran riesgo de que se me rompieran, especialmente por como peleaban los wargos.

- Bueno, ¿quien lo va a llevar? Lo mío es el cuerpo a cuerpo, así que conmigo corren más riesgo de romperse.

- Tiradas (3)
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10/11/2016, 23:12
Rhyuka

Me levante del taburete en el que me había sentado, nunca había estado con un grupo de personas, pero me daba la sensación de que aquello estaba rozando lo absurdo. Uno comiendo y hablando con la boca llena, otra gritando y golpeando cosas, el chaval intentando flirtear con la gritona… Bastante “distinto” a lo que estaba acostumbrada. Me estire una vez de pie cansada de tan absurda situación. Mientras lo hacia escuche una voz conocida, era el mismo señor con el que había hecho la recepción Heileen el primer día que había llegado.

En apariencia amable parecía que nos ofrecía algo de tipo medicinal para lesiones. Tenia mis propios métodos curativos, pero casi prefería guardármelos para mi misma. Cuando Halden volvió a hablar para agradecerlo casi me sentí en necesidad de mostrar también unas palabras amistosas, pero el comentario pronunciado por el hizo que la idea que antes pronunciaba a Hannes volviera a mi mente, que era lo que se nos daba bien era un punto a tomar en cuenta. Mostre una leve sonrisa en mi rostro antes de hablar.- Bueno… ¿cuan dispuesto estarías a dejar que os cubriera desde la distancia?.- Dije mientras movía el hombro haciendo ver un arco colgado en mi espalda.- Prometo que intentare reprimir los impulsos que podáis causarme de dispararos.- Dije mientras intentaba esconder malamente una sonrisa.

Sin mucho mas que decir me agache momentáneamente para acariciar a Libusa para momentos después levantarme.- Esto… Jefsen, quizá te resulte una petición rara pero… como medico tendrás algo de Sødme sovepille… ¿no? Mi madre lo usaba para dormir las bestias que se aproximaban mucho a nuestro… hogar. He pensado que quizá podríamos usar un poco contra los wargos.- Sabia de la existencia de esa planta, pero siempre me había resultado un poco difícil de comprender, mi madre la usaba para pacer mezclas que untaba en unos zarzales cercanos a casa que cuando cortaban levemente a las bestias hacían que cayeran en un profundo sueño… aunque claro, también usaba lo mismo para hacerme adormecerme levemente las noches que estaba enferma… No tenia claro como conseguía tales variaciones de potencia.

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11/11/2016, 13:45
Hannes Vrederik

-Gracias, Jef.- Hannes no respondió a la pregunta de Halden y simplemente cogió el cinturón que les habían ofrecido. Lo enrollo en una tela algo acolchada que había sacado de su mochila y una vez asegurado que no se iba a romper con facilidad lo metió con los otros bártulos del interior. –Esto me lo quedo yo por el momento.- Acabó diciendo. –Aunque si queréis llevarla vosotros adelante ¿Eh? A mí me da igual.- Dijo mirando a sus dos compañeros.

Seguidamente miró a Rhyuka tras su extraño comentario quizás algo fuera de lugar. –Tienes un humor demasiado peculiar. Pero si dices que eres buena con el arco… Porque no confiar en ti y esa extraña tendencia asesina.- Calló por un instante imaginandose por un momento el hecho de que alguien ciego se dedicara a disparar flechas. Por su reacción, parecía algo que le sonaba sin duda alguna a locura. –Bueno… creo que he visto cosas peores.- Dijo con un tono ligeramente más bajo, sin ocultar lo que decía.

Devolvió la mirada hacia la barra, observando a las dos trabajadoras. –Bueno, creo que ya va siendo hora ¿no? Venga chicos, recoged rápido y nos ponemos en marcha.- Se acercó al umbral de la puerta. -Os espero fuera.- Salió.

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11/11/2016, 13:47
Jefsen Mobrei

Jefsen río estruendosamente. –Vaya, no esperaba que me pidieras sedante para niños ¿Qué tienes pensado?¿Secuestrar algún crío?- Dijo jocosamente pese a que Rhyuka ya le había dado una respuesta a su pregunta. Simplemente se reía un poco de ella.
-Tu madre debía de ser muy buena para conseguir dormir a una bestia con eso. Como mucho se usa en la caza de animales pequeños, quizá alguno más grande. Si me permites preguntar ¿Quién era tu madre?¿Como se llamaba?- Tomó un tono más serio, dando a entender que ahora mostraba interés en aquello. –De todos modos, no hay ningún problema. Tengo algún bote por casa que podría darte. Aunque si consigues destilar algo lo suficientemente fuerte para dormir un Wargo, házmelo saber.- Se quedó pensativo por unos instantes. –No creo que la savia surta mucho efecto con esas bestias, pero no he tenido el placer de comprobarlo. A menos que planees que lo ingieran.- Soltó una risotada. –Bueno, si podéis esperar, voy un momento y lo traigo.-

El hombre parecía ponerse en marcha, pero antes se acercó a los dos hombres del grupo y les propinó un buen golpe en la espalda a los dos a la vez, varias veces. –Venga chicos, no os desaniméis porque os hayan rechazado, el mundo está lleno de mujeres como Astrith, igual de encantadoras y femeninas.- No bajó el tono. Más bien alzó algo más su ya de por si potente voz recibiendo una mirada asesina de Astrith.

-Nos vemos de aquí un rato, no tardaré mucho.- Tras aquello, el medico volvió a desaparecer por donde había venido.

Notas de juego

Después de este post, postead lo que tengáis que postear y seguramente vendrá salto temporal rápido.

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11/11/2016, 15:45
Rhyuka

¿Tan difícil era conseguir aquella mezcla que hacia mi madre? Me quede ensimismada hasta que Jefsen pregunto por ella.- Se llamaba Lilia.- Únicamente respondí a la pregunta de su nombre, la verdad es que mi madre casi nunca quería hablar del pasado o cualquier cosa que se relacionase con mi padre, así que la propia pregunta de “quien era” resultaba un misterio incluso para mi. Era mi madre, era todo lo que necesitaba saber de ella. Quizá durante el viaje podría intentar destilarlo como decía Jefsen aunque dudaba que consiguiera hacer algo decente.- Intentare hacer algo decente.

Mientras el medico se despedía con la promesa de volver con aquello que le había pedido recordé que aun no había hecho algo. Me di la vuelta y volví hacia la barra donde se encontraba Heileen. Me quede un momento pensativa,  sin tener muy claro que decir. Apoye la mano sobre la barra de madera e hice repicar mis dedos contra el borde. –Supongo… que… debería darte las gracias por haberme alojado.- Pronuncie no muy segura de mi misma. Aun me quedaban algunas dudas sobre lo que Halden me había contado el día anterior. Pero si era cierto que, pensado de forma fría, me había comportado bastante mal con ella.

Notas de juego

Bueno, por mi, en cuanto me den el sedante podemos marchar.

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12/11/2016, 18:09
Halden Weisser

- Mientras sepas lo que haces no tengo problemas, aunque en tal caso preferiría saber que es lo que usas para suplir tu caréncia - respondí a Rhyuka al decir de cubrirnos desde la distancia.

De repente Jefsen y Rhuyka entablaron conversación, al parecer entorno a la familia de esta. Por su parte, Hannes dijo que ya era hora de salir y empezó a recoger para irse. Sin haber tenido tiempo para almorzar con las prisas, a diferencia del cazador, no me quedó más remedio que sacarme algunas tiras de carne seca de las provisiones para llenar un poco el estómago.

- Las mujeres como Astrith son especiales y poco comunes - le respondí a Jefsen en un tono más normal que el suyo, moviendo la mano como quien espanta moscas -. Antes que ella solo conocí a una así, y me dio una paliza cuando le pedí salir. Creo que la conoces, es la que me dejó el mensaje del grupo de cazadores que me trajeron. En fin, hay algo de prisa.

Me estaba alargando, así que lo dejé ahí y salí por la puerta con Hannes, esperando a que Jefsen le trajera a Rhyuka lo que había pedido para poder irnos.

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14/11/2016, 17:57

No se dijo mucho más en la taberna mientras se esperaba a que Jefsen volviera. Heileen parecía algo desconcertada, como si el madrugar no acabara de sentarle del todo bien. Asintió con una amable sonrisa, aunque poco sincera, y dedicó unas palabras de ánimo, tanto a Rhyuka como a los otros tres, tras aquello siguió con lo que estaba haciendo, sin mostrar demasiado interés en lo que hacía el resto de la gente de allí dentro. Se la notaba distante, incluso algo afligida, quizás por los sucesos del día anterior.

La otra mujer, Astrith, hizo oídos sordos a los comentarios de Halden y no tardó demasiado en desaparecer de aquella sala cuando acabó lo que estaba haciendo allí sin dirigir ninguna palabra a nadie.

Así, tras una no muy larga espera, Jefsen reapareció con una botella de cristal rellena de varios tallos de lo que Rhyuka le había pedido. Le dio varias instrucciones de uso, aunque ella ya las conocía y tras aquello el grupo de tres cazadores, dos novatos y uno con aparente más experiencia, salió de aquella posada, atravesó la muralla que protegía el gran pueblo de Vendelan y se dirigió hacia el norte por una carretera de tierra improvisada por los trabajadores cuyos quehaceres de oficio des llevaban tan al norte.
Dicha carretera discurría cercana al apacible río que cruzaba de norte a sur la parte este de Heinlein.
Habían salido cuando el sol aún se mantenía tímido, y debido a la climatología del país, las mañanas siempre eran frías, pese a que fuera primavera y se mantuvieran en una de las zonas más templadas. A la lejanía, tanto a norte como a este podían distinguir, aunque con dificultad desapareciendo en la profundidad del horizonte, las montañas del fin que se mantenían nevadas todo el año, pero ese no era su objetivo. El suyo estaba considerablemente mucho más cerca, aunque iban a ser unas largas ocho horas de viaje a un ritmo normal, sin contar los posibles descansos.

A medida que el día avanzaba, la agradable caricia del sol empezó a calentar a los individuos. Una dulce brisa primaveral cruzaba la llanura por la que discurrían. El trayecto estaba desprovisto de bosques, solo algunos árboles y pequeños matojos adornaban el lugar. Multitud de pequeñas aves aprovechaban el calor de la estación para aparearse llenando el aire de un agradable sonido.

Cada uno había cogido sus provisiones, pero antes de salir, una muchacha llamada Anneke, una risueña chiquilla de 12 años que al parecer trabajaba en la cocina del local y solía madrugar bastante, les había preparado un par de raciones para almorzar, comer y merendar.
Debían ser las diez de la mañana aproximadamente cuando hicieron la primera pausa. Algunos del grupo no habían desayunado y sus tripas habían rugido varias veces.

Ese era un buen momento para preguntar algunas cosas. Las cuatro horas de viaje habían sido relativamente bastante silenciosas con algún que otro comentario ameno sin importancia.

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15/11/2016, 20:01
Rhyuka

El camino fue relativamente silencioso con lo que respecta a conversación el frio causado por el aire de la llanura finalmente fue calmado por los primeros tibios rayos del sol. Caminaba pensando en mis cosas junto a Libusa y prestando de vez en cuando atención a un lejano graznido cuando se realizo la primera pausa en el camino. Desempaque una parte de las raciones que teníamos y me acabe sentando en una roca cercana. Aun no había empezado aquel almuerzo temprano cuando el revoloteo de unas alas acompañadas de un graznido hizo acto de presencia junto a mi. Parecía que momentáneamente Tusk había dejado su independencia para, acercarse a curiosear el porque me encontraba caminando hacia norte en compañía de dos humanos. Podría haberme limitado a responderle mentalmente, pero junto a mis pensamientos fue escuchado un pequeño gruñido de molestia. Ni si quiera tenia muy claro porque me encontraba allí, si bien quería ayudar no acababa viéndome en un grupo de personas.

Empecé a comer la comida intente compartirla con mis compañeros* pero parecía que estos ya se habían hecho por el camino con algo que llevarse a la boca. No tenia intenciones de empezar conversación con mi nuevo equipo, así que me limite a, de maneada tranquila, comer. Si sobraba algo de tiempo le echaría un vistazo a lo que me había entregado Jefsen, aunque dudaba que tuviese tiempo antes de llegar a nuestro destino.

Notas de juego

*Me refiero a los animales.

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16/11/2016, 19:24
Hannes Vrederik

Hannes comía tranquilamente lo que vendría a ser su almuerzo, sin dejar de observar a sus dos compañeros esperando que sucediera alguna cosa, aunque no parecía que fuera así y aún menos después de un par de minutos observándolos hasta el punto de empezar a ser incómodo.
Parecía que prestaba más atención a los otros dos que a como comía.

Se limpió la boca tras el último mordisco que había echado a la especie de bocata que tenía entre manos e hizo el característico movimiento que solía hacer cuando iba a decir alguna cosa. –¿De verdad no tenéis nada que decir?- Puso cara inquisitiva. -¿Nada de nada? Entiendo que no vayáis a preguntar acerca de mi vida, ni quien soy, de donde provengo, etc. Ya quedó bastante claro que no soy un santo y que cuanto más muerto esté mejor. Pero… ¿No teníamos temas que tratar?- Miró a Rhyuka esperando que comprendiera a que se refería. Hecho un mordisco a su almuerzo y tragó sin masticar demasiado. –Creo que era un tema… ¿Importante? Sabéis a lo que me refiero ¿verdad?- Parecía más interesado en la reacción de los demás que en contar lo que tenía que contar, sobre todo tras el transcurrido largo y silencioso trayecto de cuatro horas.

-A parte…- Miró a los dos acompañantes de Rhyuka. –Creo que también estaría bien que nos presentarás a tus dos amigos.- Dijo en un tono amigable. –Hasta sugeriría que tuviéramos unas presentaciones algo mejores de las que hemos tenido hasta la fecha. Quizás así aliviemos algo de tensiones. Seguro que tú también estás de acuerdo, verdad ¿Halden?- Se acercó al otro joven dejando sus cosas en su sitio, llevando simplemente consigo la comida. Se sentó a su lado. –Venga ¿Qué os parece la idea? Así nos familiarizamos un poco… E intentamos empezar a romper el hielo, antes de que este se nos caiga encima. Y luego empezamos con la información que me pediste y los preparativos del trabajo que hemos de hacer.- Señaló con su mano sus pertenencias. –Así hacemos las cosas todos juntos. A fin de cuentas, aunque sea por un día, deberíamos ser algo parecido a un equipo. O al menos evitar que nos maten.- Dio una suave palmada en la espalda de Halden y volvió a levantarse para colocarse en lo que sería el punto central de todos ellos.

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17/11/2016, 11:03
Rhyuka

Nada más terminar su primera frase suspiré.-Parece que aún no has comprendido que nuestro primer problema contigo fue porque no queremos que nada muera. Por muy idiota que sea esa persona.- Dije mientras agitaba negativamente la cabeza.

Opino que es cierto que quizá deberíamos conocernos mejor y una presentación desde cero podría ser una buena idea, aunque si es cierto que habría sido más correcto que hubieras hecho lo propio y te hubieses presentado primero.- Pare de hablar un momento para llevarme un bocado haciendo que no se supiese si volvería a hablar o simplemente esperaría. Fue solo un momento, para sembrar la duda, pero finalmente volví a hablar.- Me llamo Rhyuka, ellos son Libusa y Tusk, y no son amigos, son mi familia.- Dije sin tono de duda en mis palabras.- Respecto cosas que puedan servir para el trabajo puedo decir que se me da bien el manejo de la espada y el arco, pero no he tenido… compañía para practicar combates reales, lo cual provoca que mi previsión para esquivar algunas veces falle.- Inintencionadamente mientras lo decía me lleve la mano libre de comida a la parte superior de mi abdomen, en la cual aún quedaba una fina cicatriz oculta por mis ropajes.- Por otro lado aunque carezco de visión tengo un oído bastante fino. También se me dan bien las plantas y los animales y… puedo hablar con ellos. Así que en el caso de que intentéis hacer algo sin que me entere ella me lo contara todo.-Dije refiriéndome a Libusa que en ese momento se había acercado a mi y se colocaba entre mis piernas.
Exhibí una pequeña sonrisa y procedí a acariciarla.- Como ultimo punto… no me gustan las personas, no les deseo ningún mal, mi madre me enseño a no hacerlo, es que… simplemente no las soporto.- Mientras decía lo ultimo los recuerdos se amontonaban en mi mente. Intente apartarlos de mi cabeza con unas últimas palabras.- Aun así… ¿un día como grupo? ¿Esa es tu estimación sobre lo que tardaremos en encontrar los Wargos? No se nade de esas bestias, pero debes de estar muy seguro de tus habilidades.- Si realmente tardaríamos tan poco en encontrarlos no me daría tiempo a intentar nada con los tallos que me había dado Jefsen.

Notas de juego

Sorry si hay muchas faltas, hoy tocó aburrimiento en el trabajo y está hecho desde el móvil, no pude pasarle corrector :<

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17/11/2016, 14:17
Halden Weisser

No me esperaba que Anneke nos preparara la comida, pero la acepté encantado, pues iba a estar mejor que unas simples raciones de viaje. Probablemente había sido una petición de Hannes, aunque también podría haber sido cosa de Heileen.

Después de eso, el camino fue silencio y tranquilidad, al menos al principio. Después de unas cuatro horas, paramos para almorzar, y Hannes se cansó del silencio e intentó generar una conversación seria. Era gracioso ver como era tan fácil de pincharlo simplemente no hablando. El cazador parecía me trataba de forma más cercana, y tampoco era de extrañar teniendo en cuenta que yo tenía más ganas de estar ahí que Rhyuka.

Al final era cosa de presentarnos de nuevo, como si nada hubiera pasado. Le di un bocado a mi almuerzo mientras dejaba que fuera Rhyuka quien empezara.

- Teniendo en cuenta que van a haber wargos cerca, mejor ir rápido que quedarnos a dormir - contesté a la pregunta de Rhyuka -. Soy Halden Weisser, hijo de Engvald Weisser y Luz... - me corté al momento al darme cuenta de que estuve a punto de usar el nombre real de mi madre -. Daga Wenzel. Mi especialidad es el manejo de la espada y la daga con el escudo, aunque también tengo ligeros conocimientos sobre magia de luz y puedo exorcizar criaturas sobrenaturales, como los wargos. Tengo conocimientos sobre variedad de bestias, tanto naturales como sobrenaturales, aunque no especialmente precisos, y se preparar trampas. No he trabajado en grupo antes, y mi experiencia de combate real ha sido habitualmente a la desesperada. Creo que le debo uno o dos favores a alguna parca.

Aunque lo último hubiera sonado a broma, yo estaba convencido de que aquello era cierto. Todavía recordaba lo que vi antes de que el meragrifo terminara de destrozarme el pecho. Seguí comiendo, esperando a que Hannes hiciera lo propio.

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18/11/2016, 13:26
Hannes Vrederik

“Sonrisa.” Hannes sonrió cuando oyó que Rhyuka empezaba a hablar, pese a que sus primeras palabras no fueran para nada de alguien allegado con el otro individuo. El joven no pareció importarle, siguió sonriendo afablemente ignorando aquello escuchando atentamente que tenía que decir cada uno.
Asentía tranquilamente cuando presentaba a los dos animales que Rhyuka definía como su propia familia a la que no puedo evitar mostrar una sonrisa algo pícara. Siguió escuchando con detenido interés y curiosidad, analizando lo que decía y quedándose con la información acerca de sus cualidades y sus habilidades.

Dejó que Halden se avanzara y continuara el con lo que tuviera que decir, entre ello, esperando una presentación. Así fue.
Se quedó plantado igual que antes, mostrando el mismo interés que había mostrado con la presentación de Rhyuka.

-Mmm…- Se froto el mentón cuando hubieron acabado de presentarse los dos. –Bien, bien. Así me gusta.- Miró a los dos individuos con una sonrisa burlona. –Chica, me hubiera presentado antes, pero tampoco tenía claro que quisierais hacerlo, así me ahorraba saliva.- Hizo una especie de reverencia inclinando su cuerpo apenas unos veinte grados. –Bueno, un placer a los dos, antes de nada.- Mostró respeto. -Soy Hannes Vrederik Ytravs, hijo de Johan Vrederik y Ragyra Ytravs, originario de Nornas, si no es mucho añadir. Versado en el arte de la Caza desde los seis años. Habilidoso rastreador. Ya os habréis hecho a la idea, se usar tanto dagas como la espada larga, añadiendo el arco corto y las boleadoras.- Mostró parte de su equipamiento a los individuos, a sabiendas de que Rhyuka no podía verlo, pero si su querida familia. –Llevo desde los quince años viajando por todo Heinlein ejerciendo como cazador. Espero que eso responda a tu pregunta, Rhyuk. Aunque tampoco me considero un portento, solo tengo cierta experiencia. No os lo toméis como que tengo plena confianza. Un exceso de ella puede ser peligroso. Siempre es mejor tomarse las cosas con cautela.- Guiñar, ojo.” Le había guiñado el ojo a Libusa. –Y eso sería todo acerca de mí. Y teniendo en cuenta que aquí hay alguien que no soporta a las personas, mejor no os doy la mano y no ahorramos ese formalismo.- Acabó su presentación con un par de palmadas y tras ello se las fregó.

-Bueno, así que tenemos alguien versado en la magia y el exorcismo, eso está bien. Pero no deberíamos depender de lo último, la magia en cambio puede ser muy útil. Luz has dicho ¿verdad?- Asintió para sí mismo.

-Espero que así empecemos algo mejor. Verdad que si ¿pequeños?- Les habló a los dos animales de forma amigable. –Bueno, entonces deberíamos ponernos en marcha y os explico parte de la información y el plan de camino. Preferiría llegar para mediodía.- Empezó a recoger sus cosas.

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21/11/2016, 20:44
Rhyuka

Aguarde en silencio mientras los dos acompañantes hacían sus respectivas presentaciones. Aproveche para terminar de tomar el almuerzo. Escuche con atención mientras Libusa me iba informando de los movimientos de ambos. No me hacia gracia que realizase señas y gestos directamente hacia Libusa y Tusk, Libusa parecía nerviosa y Tusk, completamente despreocupado ya había levantado el vuelo antes de que Hannes terminara de hablar. Después de las ultimas palabras sobre llegar al mediodía  no pude reprimir una queja. –Supongo que pedí a Jefsen la planta para nada, no me dará tiempo para refinarla.- Dije mientras sacudía la cabeza negativamente y me ponía finalmente de pie.- Supongo que un plan estaría bien pero… ¿No se supone que ya nos habías dado la información que tenias ayer?.- Pregunte con curiosidad, realmente me recordaba a una situación similar hacia pocos meses, por alguna razón los cazadores parecía que siempre ocultaban información.

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22/11/2016, 18:00
Hannes Vrederik

Hannes no tardó demasiado en reanudar la marcha cuando acabó de almorzar y recoger sus cosas con marcada parsimonia sin mostrar ninguna prisa. Se detendría a esperar a los dos individuos que le acompañaban en el caso de que fuera necesario, pero no demostraba la necesidad de apresurarse. Cuando todos estuvieron listos, se puso en marcha con el resto, intentando mantener un paso rápido pero ligero, avanzando todos bastante cercanos entre ellos.

Ahora parecía de mejor humor. Una sonrisa pícara aparecía en su rostro y parecía mucho más animado tras aquella presentación, con la manía de tratar de forma demasiado amigable a todo el mundo.

-Chica, tienes más mala memoria de lo que pensaba para lo que has demostrado.- Indicó, como si tuviera razón. Lo dijo en un tono burlón. –Sí, es verdad que ya conté todo lo que debíais saber y lo que yo mismo fui capaz de recaudar del trabajo, pero, si no recuerdo mal, alguien pidió un poco más de información acerca de los males que han hecho los Wargos. Yo he hecho mi trabajo, por descontado, aunque si no lo quieres saber no hay problema.- Se cruzó de brazos y negó con la cabeza como si estuviera decepcionado. Visiblemente estaba actuando. –De todos modos, como bien has dicho, un plan estaría bien. Y repasar todo lo que sabemos antes de idear nada también sería un muy buen punto. Yo tengo experiencia en el oficio, pero no tengo conocimientos absolutos, incluso se me podría escapar algo.- Empezó a rebuscar entre su mochila alguna cosa. –A fin de cuentas, hoy en día pocos o casi ningún erudito de los monstruos sale de caza, y si lo hace, son como reconocimientos bajo grupos de cazadores muy buenos. Donde estás, maldito.- Acabó murmurando hasta que encontró lo que buscaba y lo sacó del interior. “Libro, viejo”.
Se trataba de un libro hecho polvo, con las tapas de un cuero realmente bueno y duro, que había perdido el lustre y los grabados, ahora apenas distinguibles, pero aun conservando su estructura.
Estaba cerrado por dos encajes de metal evitando así que el libro se abriera en caso de que saliera despedido u otra circunstancia.

-Como os decía.- Zarandeó el libro. –Hoy en día, pocos son los que se toman la molestia de memorizar o integrar en su mente la información de las bestias de Heinlein. Todo el mundo se fía de estos artefactos. Creo que ya sabéis de que se trata.- Volvió a guardarlo. –Y si no lo sabéis, es un manual de monstruos.- Con esas palabras todos sabían de qué se trataba. –Si os pica la curiosidad, la próxima parada podéis echarle un ojo.- Se ajustó las correas de su bolsa y prosiguió cómodamente. –¿Y eso a que venía?- Se quedó pensativo unos segundos, dándose cuenta de que se había ido por las ramas. –Perdonad, creo que era una justificación en el caso de que se me olvidara información de los Wargos. De todos modos, lo ideal sería compartir todo lo que cada uno sepa. Depender de una sola persona puede suponer un problema, y como “grupo” que somos por el momento, deberíamos intentar actuar como tal.- Hablaba la voz de la experiencia.

Aún debían de quedar unas cuatro horas de camino y el día prometía con ser agradable y tranquilo.

- Tiradas (2)