Tirada oculta
Motivo: Observación
Tirada base: [1], 6, 3
Modificador: +5
Resultado: 15
Suspiro de alivio al ver que ella esta bien, aunque mi intranquilidad ante la muerte del "viejo" es palpable. Preocupado, pregunto por el estado de mis compañeros de sección, y por los que recuerde del grupo de Molly y de Hanna, deseando que todos ellos estén bien. Cuando llego con los demás, me comporto normal, como siempre.
¿Mucho más?, ¿sin limites?, ¿Pretoriano?.
La extraña voz retumba en mi mente, mientras intento recordar de quien o que es. Se que la conozco, pero... Las dudas se agolpan en mi mente, y me mantengo estoico en todo momento. No pasa nada, mi rostro es una mascara perfecta. Mi cerebro es el que trabaja apartado de todo.
Motivo: Observación
Tirada base: [2], 9, 9
Modificador: +5
Resultado: 25
Motivo: Tirada de observación
Dificultad: 13
Tirada base: [2], 1, 7
Modificador: +5
Resultado: 15, Fracaso
Tirada oculta
Motivo: Tirada de observación en oculto
Dificultad: 13
Tirada base: [8], 2, 10
Modificador: +5
Resultado: 25, Fracaso
Vamos allá con la tirada de observación... con +1GD necesito una tirada realmente baja, 8 o menos... será difícil :D
Ruedan los dados y... ¡un 10!, lo que implica que fracaso :'(
Vamos, que no me entero de na :)
Ahora una duda antes de contestar al sargento Ioannidis: ¿El sargento me ha leído el pensamiento? ¿o lo he dicho en voz alta? Es que el mensaje era de pensamiento, por eso lo de ponerme a mi sólo como destinatario.
Según la respuesta que me des mi respuesta a la pregunta del sargento variará :)
¡¡Porras!!
Acabo de ver lo de que era una tirada oculta :(
Vuelvo a hacer la tirada, las mismas condiciones de antes. Sorry por las molestias.
Miro hacia ambos lados por un segundo con los ojos entrecerrados. Como esto se repita mucho voy a tener que escribir un puto diario con diálogos para separar todas las voces de mi cabeza.
Bueno ya estamos aquí. Ahora ¿que?. Doy un par de palmadas lentas y me froto las manos.
-Bueeeno- comento para llenar el vacío y de paso escuchar mi voz.
-Me gusta su estilo. Está claro que la enseñanza es su vocación-dice Samuel en un tono que siembra la duda sobre si lo está diciendo en serio o si pretende ser sarcástico-Creo que no nos aburriremos, aunque no sé yo si estoy a mi edad para soportar una clase tan...física. Claro que si a usted eso no le importa, a mí tampoco.
No logras identificar la voz familiar que has escuchado.
Pues no los lee, no. Confundí lo que escribiste -_-u
Ponme los pensamientos en cursiva, para poderlo distinguir. Que a veces hay tantas líneas de texto que se me escapan algunos detalles, y visto lo visto.. xD (lo corrijo ;))
No logras identificar la voz familiar que has escuchado.
No logras identificar la voz familiar que has escuchado.
No logras identificar la voz familiar que has escuchado.
No logras identificar la voz familiar que has escuchado.
Tirada oculta
Motivo: Identificar la voz
Dificultad: 11
Tirada base: [7], 5, 5
Modificador: +5
Resultado: 22, Fracaso
Hago tu tirada de Observar, para que así podamos ir avanzando ;)
Si, perdona, que me olvidé de la tirada. :-(
Oki doki!
Lo indicaré mejor para la próxima :)
No tenías que haberlo corregido, a estas alturas ya lo habrán visto todos, aunque da igual, igual ni se han fijado :D
Asiento ante las palabras del sargento Ioannidis, aunque durante un instante enarco una ceja y entrecierro los ojos, antes de volver a prestar toda la atención a sus palabras.
Me mantengo en mi postura, muy poco marcial, a la espera de ver como evoluciona el día. Sigo sonriendo aunque la sonrisa se amplía al oír el tono de Alexander y las palabras de Samuel, mientras miro al sargento con una mezcla de curiosidad y expectación por lo que va a ocurrir a continuación.
Asiento a las palabras nuevamente, y como un autómata me preparo para seguir las instrucciones. En mi mente un recuerdo, una voz. Ella siempre insistía en ello, pero ella era la fuerza. Preparación militar, todo hombre, mujer, anciano y niño lo necesitan. Ella lo sabía, y ahora me toca padecerlo.
Frunzo el ceño, mirando con cierta paranoia alrededor. Centro de nuevo mi atención en el sargento, que explica que es entrenamiento básico. Yo no debería hacer esto, para una mente como la mía es rebajarse... Gruño para mis adentros y me cruzo de brazos, esperando que continúe. No deseaba estar aquí, pero al menos por las tardes nos compensarían con teoría, o así lo quiero ver yo.
Tal como anunció el sargento, vuestro entrenamiento físico empezó con contundencia. Algo bastante exigente para los que no pudieran estar acostumbrados a ello, pero no imposible como para quererse rendir demasiado pronto. Nikodemos supervisaba vuestra preparación, se mostraba duro pero justo, incluso daba la sensación que se contenía de ser un verdadero cabrón cuando alguien no rendía lo suficiente. Desde luego, enseguida, intuisteis que aunque no os apretaba al máximo, tampoco era un camino de rosas. Lo sorprendente es que superabais con bastante soltura los desafíos físicos que os imponía el sargento.
Así estuvisteis toda la mañana, la primera vez resultó ser extremadamente agotador. El sargento bromeaba sobre vuestra preparación y lo mucho que faltaba, luego añadía que cuando estuvieran allí fuera lo iban a necesitar todo lo aprendido.. e incluso que había posibilidades para vosotros. Al morir la mañana, el mediodía os lo dotaron de descanso, unas tres horas de tranquilidad que precedieron a las clases teóricas que os debía impartir la teniente Danchev.
El aula habilitada para las clases teóricas no se distinguía demasiado del resto de estancias del Celaeno: una habitación amplia, de tonos níveos y decoración relajante, una serie de pupitres encarados a una tarima con una pantalla holográfica al fondo. Esperándoos en aquella tarima estaba una mujer con posición marcial, pero, al contrario que el sargento, su gesto era más afable que él. Con una leve sonrisa os fue dando la bienvenida, pero sin perder las posturas de soldado.
Sean bienvenidos todos a esta aula de formación. Soy la teniente Marta Danchev, estaré al cargo de su formación teórica durante el tiempo que dure su preparación. anunció con voz firme. Conmigo aprenderán los protocolos de actuación, equipo a su disposición y táctica básica para desplegarse sobre el terreno. Entiendo que no son militares, por lo que cualquier duda que pudieran tener a lo largo de las clases les invito a preguntar sin temor.
Danchev rezumaba autoridad, pero de aquella que no se imponía por el miedo, sino por el respeto. Os daba la impresión que los hombres a su mando le eran totalmente leales, pues parecía el tipo de persona que predicaba con el ejemplo.
Señor Thorn, señorita LeCompte. Un placer volver a verles, en mejores circunstancias al menos. saludó con un atisbo de simpatía rememorando los momentos previos a la evacuación de la Plavalaguna.
Sam participó de la clase de Ioannidis dentro de sus capacidades, pero sin forzar. Era consciente de que a su edad, no debía dar el 100% y se conformó con dar el 60% sin preocuparse demasiado de los gestos de desaprobación del instructor.
La clase teórica le resultó más atractiva. Ya conocía a Danchev y le caía bien. Era de esas personas a las que la autoridad les sentaba como un guante y que la ejercían con tal naturalidad que uno la aceptaba con reservas. Nada que ver con el estilo pomposo de Ioannidis.
Respecto a la materia, estaba familiarizado protocolos de seguridad civiles. Y por lo que había visto, los protocolos militares no distaban tanto de los protocolos de emergencia que había visto. Estos eran quizá más minuciosos, remarcaban más la escala de mando y eran...menos...prácticos. Se notaba que estaban hechos por militares,...pero supo que lo llevaría bien.
-El placer es mío, Martha...-contestó Thorn sonriendo complacido al ver que la teniente le recordaba-Le debo una por lo del Plagaveluna.
En el entrenamiento físico no destaco precisamente, una cosa es estar en una forma física medio decente y otra muy distinta el tipo de entrenamiento al que nos somete el sargento Ionannidis, para el que no estoy preparado, por lo que suelo estar entre los rezagados del grupo y, en más de una ocasión, junto a la doctora LeCompte.
Después del entrenamiento físico matutino toca ducharse, comer, ir a la habitación a descansar y después ir al aula para el entrenamiento teórico. Al entrar saludo con un gesto a la teniente Danchev, justo antes de que un rictus asome a mi cara por el agotamiento del entrenamiento de la mañana.
- Teniente Danchev. - La saludo con una leve reverencia. - Soy, ¿el recluta?, Jack Wong. Espero que me sepa perdonarme por no saludar más apropiadamente, me temo que estoy un poco agotado. - Digo justo antes de sentarme, o más bien dejarme caer, en una silla, mis ojos muestran cierto interés cuando menciona la palabra "equipo".