Partida Rol por web

Sonrío ante el comentario de la IA.

- No te preocupes Jason, sólo es una vieja historia sin importancia.

Sigo anotando los valores que se ven en la bolsa hasta que la presencia de alguien de seguridad en la barra del bar me hace desviar la vista de la pantalla.

No es habitual que el capitán de una nave requiera de la presencia de uno de los pasajeros, por lo que lo miro con una cierta curiosidad, tanto a él como a su acompañante, mientras aprovecho para darle un breve sorbo al Benriach. El comentario de la acompañante del hombre me hace levantar una ceja extrañado hasta que este se va con la mujer de seguridad, momento en el que vuelvo a mis quehaceres no sin antes echar una ojeada al resto del bar.

Dio un grito de espanto cuando matan a mi entrevistador. Me giro y veo la muerte apuntándome, mis propios guardias son unos traidores, y me van a disparar con un arma de la competencia encima, tras ese estúpida deformación profesional incluso a punto de morir. Sin embargo detecto esa mirada de terror, no están siendo siendo dueños de sus actos.

Se disparan entre ellos y la sangre me salpica en la cara. Me la limpio con rápidez y asco, me tiro al suelo y me refugio bajo la mesa del defunto Nikolai. No se que hacer, a donde ir, eran mis guardaespaldas y me echarán la culpa a mí. Conecto mi comunicador llamando a mis IA.

-¿Que coño ha pasado Katherine? ¿Cuanto tengo tiempo antes que llegue la seguridad?- le pregunto rápidamente abriendo mi ordenador y sacando el cable de conexión.

-Capitán Silje, ya tengo a Thorn, me dirijo hacia allí. Cortó la comunicación y se encaró a Samuel. -Una pregunta... ¿donde se encuentra su compañera Cassandra Dawson?

Sam mira a la mujer desconcertado.

- Aquí mismo-dice Sam sonriendo-¿ella también está invitada a la reunión?.

-Saludos padre- contesto enseguida.- El viaje va bien, he encontrado una gran fuente de libros en papel y acabo de coger uno para pasar el tiempo que aún me queda para llegar- le explico en mi tono también frío y de forma analizadora.- Desconozco cuánto me queda para llegar, pero lo preguntaré y os informaré para que preparéis mi arribada, espero que con prontitud. Da recuerdos a madre y dile que no se preocupe. ¿Cómo anda tu salud, padre? ¿Es tan grave como dice madre o solo pretende asustarme para que me de mayor prisa?

Pudiste ver como el hombre y la mujer que te acompañaban en el bar se levantaron para acompañar a la recién llegada, ninguno de ellos te prestó atención. Sí en cambio parecía mantenerlo la mujer del cabello negro que, junto a un portentoso café solo, contempló la escena para enseguida volver hacia ti.

¿Qué querrá el jefe de seguridad de la nave de dos pasajeros? Desde luego una ve cosas sorprendentes cada día que pasa. comentó algo jocosa mientras daba un trago a su bebida y echaba una ojeada a su alrededor para luego volver a ti. Me llamo Laura, Laura Durham. Un placer, señor...?

La mujer miró intrigada a Hanna, extrañada por el requerimiento del jefe de seguridad de la nave. Ella misma se presentó a la agente de seguridad.

Cassandra Dawson soy yo. se presentó con un leve asentimiento y sin alzar mucho la voz. La compañera de Samuel se levantó, se puso a la altura de los dos y esperó las indicaciones de Hanna por si ella también había sido requerida.

La IL enseguida atendió a tus peticiones, notabas su voz alterada aunque sabías que no iba a perder los nervios.

No lo sé, Alex. ¿Algún rival te la ha jugado? La reacción de Lara y Jack no fue normal, parecían controlados. Pero eso es imposible, nadie ha podido sortear las seguridades de los implantes neurales, tienen más seguridades que el puto CCP. dijo mientras adornaba aquello con una breve pausa. Segundos, Alex. La seguridad es fuerte en esta zona, sin contar con los militares que seguramente habrán escuchado los disparos.

Intentaste abrir un canal de comunicación, pero enseguida descubriste que el camarote había sido aislado de la red. Era un agujero negro en las comunicaciones, mientras al otro lado de la puerta escuchabas como se acercaban pasos apresurados.

Ya están aquí, Alex. ¿Qué quieres que haga?

Los acontecimientos se precipitaban, pero no para Nikolai que te miraba con los ojos abiertos en su violenta muerte.

La voz de tu padre respondió con calma, sin apresurarse.

Estoy bien, niña. No te preocupes. Tu madre es... ¡ah! escuchaste como tu padre le habría dado un pescozón a Marcelo, la voz que salió luego fue la de ella.

Hija, ¿estás bien? Tu padre tiende a quitarle hierro al asunto, pero es importante que vengas. Te echamos de menos, Juli. Esperamos verte pronto. ¿Cómo es Marte? ¿Has estado en la Tierra? preguntó la mujer, tú sabedora de sus profundas ganas por visitar la cuna de la humanidad.

A pesar de ello, notabas que había un tono ficticio en todo aquello. Una pátina de preocupación invisible que no sabías de dónde procedía.

En ese momento, desde los altavoces de la nave se escuchó la voz de una mujer, joven por su timbre, que anunció algo.

Estimados pasajeros, es un placer informarles que nos encontramos en la órbita de La Comunidad, el planeta enano más grande del Cinturón de Faetón y centro minero del sistema Eridanus. En breve pasaremos cerca de sus astilleros, allí nos espera una sorpresa para todos ustedes, el destructor FNV Asdrubal que se encuentra asignado para la defensa de Eridanus. Disfruten del vuelo.

-Bien, vengan conmigo ante el jefe Silje, quieren hablar con ustedes, aunque no se de que. Hanna no esperó demasiado y comenzó a andar hacia el jefe de seguridad, con la esperanza de que los dos viajeros le siguieran sin demasiados peros.

Al oír los comentarios de la mujer, desvío la vista de las pantallas para mirarla, mientras con un toque del dedo detengo el programa del omnipad.

- Wong, Jack Wong. - Respondo con una sonrisa. - No sabría decirle, señorita Durham. - Digo haciendo un gesto de indiferencia con la mano. - Me temo que no conozco ni a los pasajeros ni al jefe de seguridad del crucero, aunque debo decir que me sorprende que usted lo reconozca por la simple mención de su nombre, ¿es usted la agente a bordo de la nave? - Termino con una sonrisa aún más amplia mientras le guiño un ojo.

Por los altavoces anuncian la llegada a La Comunidad y el paso frente a la nave de la FNV asignada al sistema, levanto una ceja con una cierta incredulidad ante el anuncio, pero no digo nada sobre la presencia del destructor en los astilleros.

Las palabras que escuchó por megafonía inquietaban a Sam. La nave llena de militares y ahora...¿El Asdruval en Eridanus? ¿Qué estaba pasando?. 

La invitación de Hannah a seguirle, devolvió a Sam al mundo real.

-Le seguimos.

La mujer rió levemente al escucharte y respondió con gesto divertido mientras se agenciaba un sitio a tu lado.

Bueno, los nombres de la capitana y el jefe de seguridad están en los panfletos de a bordo. Aunque opino que jefe de seguridad es un término algo hostil, ¿no cree? Quizá debería llamarse Primer Oficial o segundo al mando, no sé. No conozco mucho la jerga naval. explicó mientras te mostraba el susodicho panfleto por su omnipad. Soy agente en mi casa y con mis hijos, ahí he de ponerme muy sargentona. 

Laura no llevaba ninguna alianza, por lo que bien podría deducirse que no estaba casada o tenía razones mucho más turbias para esconder su situación marital. Echó otro trago al café terminando lo poco que quedaba.

¿Ha venido con alguien, señor Wong? preguntó con curiosidad. Disculpe que sea algo directa, pero en este crucero todo son lujos, pero me resulta tan aburrido lo fácil.

Más cercana podías oler el aroma a flor de jazmín de su perfume, algo disimulado y agradable. Su gestualidad era tranquila, pero atrayente, con un vestido negro ceñido que no dejaba nada a la imaginación en cuanto a su figura. Podías ver que era una mujer hermosa, que se cuidaba bastante.

Los tres os dirigisteis al puesto de seguridad de la nave que se encontraba junto al puente, a medida que ascendíais cubiertas la presencia de militares era más destacable. Incluso encontrasteis uno de los pasillos cerrados por los mismos, todo entrañaba un ambiente enrarecido que iba aumentando a medida que pasaban los minutos.

De camino a ver al jefe Silje, pudisteis oír que habían detenido a alguien en alguna de las cubiertas superiores y que había habido un tiroteo en uno de los camarotes. El paso ligero que llevabais os impidió informaros mejor de la situación, pero a todas luces aquello parecía controlada y no alargó más consecuencias.

Al llegar al puesto de seguridad, Pauwel Silje se encontraba en pie atendiendo al que parecía un oficial de la Armada Federal,  pausó la conversación al veros entrar. El veterano exmilitar os saludó con su aire marcial habitual, aunque se permitió una sonrisa sincera al ver a Samuel y a Cassandra dándoles la mano a ambos.

Sam, Cassie. Me alegro de veros, que bueno que os asignaran para este viaje. Lamento haber interrumpido vuestras vacaciones en el espacio. dijo con tono indescifrable, pero que notasteis preocupado. Gracias, señorita Agnarsson. Por favor, no se vaya lejos.

Pauwel introdujo al militar en la conversación, que por el comportamiento bien podría ser el hermano de este.

Os presento al capitán Kennard Alexandersen de la 5ª Compañía de Marines. Está al mando de las tropas presentes en la Plavalaguna, es un viejo conocido y un buen soldado.

El capitán saludó con seriedad dando la mano a cada uno de vosotros, el asentimiento casi severo parecía el de un profesor malhumorado.

Un placer, caballero y señoritas. saludó escueto. Lamento las molestias que mis hombres les hayan podido causar, se trata de una situación.. excepcional. se permitió decir, aunque no se encontraba a gusto con admitir aquello.

Pudisteis apreciar un símbolo en la hombrera de la armadura de combate de Kennard, un escorpión, el cual no lo habías apreciado en la mayoría de los soldados con los que os cruzasteis.

-Estoy perfectamente, madre. De Marte no conozco mucho, apenas salgo del complejo de laboratorios- explico, tampoco es que quiera ir a otro sitio que no sean los laboratorios. Me habla de la Tierra, que no tuve oportunidad de ver aún.- Espero visitarla en breve, quizás para mis próximas vacaciones, aún no se cuándo. Ya sabes, madre, tengo mucho trabajo y si queremos hacer avances, mis salidas han de ser mínimas y mi dedicación máxima.

Escucho los altavoces, atentamente, sin prestar atención a lo que replica mi madre.

-¿Has oído éso madre? No tardaremos en llegar.

Quito la vista rápida de lo ojos del muerto, me gustaría regiustrarlo para ver si tiene algo encima que me pueda esclarecer que ha pasado, pero tras alzar una mano vacilante hacia él, me viene una arcada y me tapo la mano con la boca. No, no puedo. Quizás ellas si.

-Katherine, estamos aislados de la red, pero no de su base de datos- conecto el cable al terminal de Nikolai- descárgate todo lo que puedas para ver si damos con lo que ha propiciado su muerte, luego ocúltate como sub-rutina, para que no te descubran, en cuanto puedas y esté abierta la red, escapa a la nube.

Sigo escondido debajo de la mesa, para quitar el cable cuando entre la seguridad, tecleando buscando una entrada para mi IA, aunque estoy bastante nervioso, y mis manos tiemblan bastante.

Tu madre, desde luego, era mucho más sentimental que tu o tu padre. Al ser hija única esa emoción era, en ocasiones, asfixiante para ti. Haberte ido a una galaxia de distancia te había permitido darte otra perspectiva de las cosas, claro que aquello no significaba que te hubieras convertido en una hija modélica.

Oh, hija. Lo entiendo, lo entiendo. Tu trabajo, tu padre es como tú y parece venir de familia. hizo una pausa y luego prosiguió. Ya estáis cerca de casa entonces, a un salto de distancia de Eridanus. Te esperaremos en el espaciopuerto cuando llegues. ¡Cuídate, Juli! luego intervino tu padre despidiéndote hasta que colgaron.

Volvió tu soledad para con los libros, la lectura no era lo más amena del mundo. Estaba sembrada de detalles técnicos y teorias algo anticuadas, pero era un estimulante ejercicio mental. Mejor que el de tener que esquivar las pretensiones de Alexandre.

Diste entonces cuenta que este no había dado señal de vida en toda la mañana. Normalmente era insistente y omnipresente, pero desde el desayuno se había esfumado. ¿Mejor, no?