Partida Rol por web

No tardaron mucho en subir la suave pendiente, y apenas llegaron a la cima su objetivo se abrió ante ellos: una gran hondonada se extendía tras la colina, y en su centro se alzaba la Gran Garganta. A esa distancia no se podía percibir la barrera que la cubría, pero la gigantesca grieta resaltaba como el carbón en aquel terreno de suave hierba.

Debe de tener por lo menos veinte metros de largo -comentó impresionado Ren. No se había separado de la niña de ojos marrones y, aunque había estado vigilando a Jin toda la subida, ahora su atención se centraba en la garganta frente a ellos... y en los hollow que aún les acechaban. Se habían mantenido a cierta distancia desde la aparición de Aizawa, como si no reuniesen el valor necesario para acercarse, pero a cada segundo que pasaba se iban acumulando más y más entre los árboles.

Tranquilizado al ver que Mazaki desistia de sus patibularias intenciones Amidamaru centro su atención en asuntos más acuciantes.

Su destino, la Gran Garganta, podía verse ahora con toda claridad, impresionante y perturbadora. El camino no presentaba dificultades, pero si la situación de la graganta en sí, pues aquella depresión rodeada de bosquecillos no parecía demasiado defendible, especialmente contra arqueros o caballería... - Espera... ¿¿en que demonios estoy pensando?? -. Se sacudíó de la cabeza aquellas extrañas ideas y se dijo a sí mismo que los hollows seguramente se abalanzarian sobre ellos tan poco recuperasen sus dispersos números y valor, o más bien su hambre. Así y todo aquel lugar resultaba tan propicio para una emboscada que decidió compartir sus sospechas con su instructor suplente.

 - Los hollows parecen estarse agrupando de nuevo, Urashima-sempai, y tal vez nos ataquen tan pronto nos acerquemos a la garganta ¿que creeis que deberíamos hacer? - Sus ojos volvián a escudriñar el terreno en busca de enemigos mientras hablaba, bastante más tranquilo despues de haber podido comprobar el bajo nivel de los que antes les acechaban - ¿Alguna sugerencia, Aizawa-dono? - Honestamente amidamaru no tenía intención de desobedecer a su superior, por temporal que fuese, pero tampoco quería desaprovechar la sabiduria del shinigami presente más experimentado.

Me encojo de hombros ante la reacción violenta del chico del malfario.

-Acaso no tienen alas los peces?- respondo, sonriendo enigmáticamente, al chico, antes de reemprender el camino al lado de Ren-sama y los demás shinigamis de la 5ª. Al llegar al punto álgido de la colina se despliega ante mí un paisaje que me corta el aliento, una gran grieta en el mundo.

-El mundo se ha roto...- murmuro, asombrada. De fondo oigo el entresonar de los hollows intentando reagruparse de nuevo. Me echaría a temblar ahora mismo si no fuera porque no quiero que Ren-sama se burle de mí.

"Es un mal sitio de estar, nos pueden acorralar fácilmente..." mal pìenso para mi misma. Tener como única salida una enorme grieta a las espaldas no es la mejor situación estratégica del mundo, la verdad. Pero esas decisiones quedan en manos del líder del grupo, no en las mías, así que espero a las órdenes de Ren-sama o bien del chico de mirada triste.

Mazaki empezaba a rayar en la soberbia. Sin mas, se pone al frente encabezando la marcha hacía la gran garganta -Haz lo que quieras- dice sin hacer mucho esfuerzo en buscarle con la mirada para hablarle.

Una gran grita oscura y tenebrosa se divisaba en el horizonte, era de verdad impresionante en dimensiones -¿Como algo así no a causado mayor problema para la Sociedad de Almas? sin duda aquellas barreras que defienden la zona deben de ser aun mas increibles que la misma garganta-

Las palabras de Amidamaru resonaron en el aire haciendo salir a Itashi del hipnotico estado en el que se encontraba. Mira de reojo a Ren esperando a que este hiciera la primera sugerencia, era seguro que un shinigami de su categoría sería mas propio para organizar una estrategia.

En respuesta a Amidamaru, Itashi no pudo evitar hacer un comentario para romper un poco la tensión del momento ante la nueva y posible subita amenaza que se dibujaba al unos metros del grupo: -No hay nada de que preocuparse, afortunadamente contamos con Mazaki para que nos abra el paso- dice en un tono obviamente sarcatico, sin preocuparse sobre si era escucho por el que servia de referencia. Ya en un tono mas serio continua: -Lo cierto es, que hay que organizar a los mas prestos para resistir los ataques en caso de una posible emboscada, Mazaki y los que van con él parecen ser buenos para la tarea, aunque en lo posible trataremos de mantener esos Holow a raya desde la distancia con algunos Kidô-

Es lo que esperaba. En el momento en que comienza a moverse hacia mí puedo vislumbrar cuales serán sus pasos para acercarse, dejando la espada en su mano torpe confía en agarrarme con la suficiente presteza para tirarme al suelo y poder acuchillarme una vez controlado.

Es una treta conocida, en el pasado la usé contra otros, sobre todo aquellos rivales que podían resultar peligrosos si se les dejaba espacio para maniobrar su arma.

Y debido a eso también sé contrarrestarla... doy un paso atrás cogiendo carrerilla, aumento mis capacidades con la energía vital de que dispongo y esquivo habilmente su ataque lánzandome hacia él pero cogiendo su flanco en el preciso momento que intenta agarrarme. Apenas tengo que mover mi zampakutoh, se la clava él solo en su estómago, tan sólo necesito añadir mi fuerza para terminar con él.

Cuando cae al suelo la desclavo limpiamente, esperando que no vuelva a levantarse. Mi viejo yo no habría sido tan magnánimo, habría saltado sobre él y le habría cortado el gaznate con el wakizashi segundos después de haber aterrizado.

Pero yo ya no soy un asesino... o eso quiero pensar.