Partida Rol por web

Nikolai cierra el puño en torno a sus bolas metálicas. Si intentaban llevarse a Hana o a él, les iva a dar un par de mamporros bien dados. De eso no le cabía duda.

El furgón negro llega justo delante de vosotros. Derrapando rueda.

De él bajan el Sr. Phelps, que ya conocéis y dos militares armados hasta los dientes.

El primero en hablar es el Profesor, que se pone delante de Nikolai.

Bien, bien, bien... Creo que habéis llegado muy lejos... Dadme todo lo que habéis cogido de la Granja de los Ryan, inmediatamente - mira alrededor - ¿Y dónde está Linds? Tiene que estar con vosotros... - su expresión es seria e inocente a la vez.

Los militares se ponen a su lado en forma de guardaespaldas, completamente serior y con las armas en alto, aunque no están apuntando.

Linds intenta pasar desapercibida... Pero sin querer mueve una piedra con el pie haciendo ruido...

Cierra los ojos, y suplica que no la hayan oído.

Hana agarra la mano de Nikolai de nuevo fuertemente, y se asusta aún mas al ver salir a Phelps junto con los militares.
Espera,mirándolos.
Hana permanece callada, para que conteste Nikolai

Vaya, pero entonces... ¡Usted no es un profesor normal de universidad! Dice, fingiendo asombro con sarcasmo. ¡No me lo puedo creer! Que cosas tiene la vida, oiga. Luego su mirada se vuelve más dura. No tenemos nada de nada, viejo. Nikolai levanta la mano que no está cogiendo a Hana. Puedes registrarnos si quieres. Ultimamente pierdes muchas cosas, ¿No?

El profesor se gira a la dirección de donde había el sonido de algo caer... Y le hace una seña a uno de sus guardaespaldas para que vaya a ver, el que está más lejos de donde ha venido el ruido. Obedece.

Tras unos segundos, el militar aparece de nuevo, sujetando a Linds por el brazo. Ésta está intentando liberarse, podéis comprobar que tiene el pelo rojizo encendido chispeando, y sus ojos se han vuelto rojo intenso... Pero parece que su calor, al militar no le afecta para nada.

Ignora las palabras de Nikolai, y se centra en Linds - No te esfuerces, querida, el hombre que te está sujetando tiene el poder de aguantar altas y bajas temperaturas. Bien, apúntala.

El militar que sigue sujetando a Linds, la coge más fuerte por el brazo, y pone la pistola que llevaba colgada en la cintura justo en la cabeza de ella, y con la mano en el gatillo. El profesor dirige ahora la mirada a Hana y Nikolai.

Hana. Ven con nosotros, o tu amiga sufrirá un grave accidente

A Hana se le empañan los ojos en lágrimas, no quiere que le suceda nada a Linds. Mira a Nikolai, y se suelta de su mano, acercandose a Phelps, para que no le hagan nada a Linds.

Su cuerpo tiembla y se puede ver el miedo en sus ojos.

Linds, no te concentres en el tío. ¡El motor, concentrate en el motor de gasolina! le grita Nikolai.

Se ríe de Nikolai.

No seas iluso... Aun no tiene suficiente poder cómo para poder hacer nada, además de que el coche está preparado para transportarla... No somos tan idiotas.

Mira al militar que sujeta a Linds, y le hace un movimiento con la cabeza. El hombre empieza a arrastrar a la chica, que sigue resistiéndose hasta el furgón. Hace otro breve movimiento al otro militar, que coge a Hana suavemente y también la mete dentro del furgón.

Nikolai puede oir como cierran la puerta una vez las han metido a las dos dentro - No les haremos nada, Nikolai. Puedes estar tranquilo... Vivirán como reins... - los dos militares vuelven a aparecer - Hasta luego - el profesor entra al furgón.

Uno de los militares levanta el arma y... Le da a Nikolai en la cabeza, con un fuerte y sonoro golpe, provocando que el chico caiga al suelo inconsciente.

Nikolai cae al suelo, y queda inconciente...

Algo húmedo te despierta. Te duele la cabeza y tardas un poco en recordar todo lo que ha pasado, cuando te mueves un poco, ya no hay nada húmedo que te esté molestando. Abres los ojos... Es uno de los perros de Linds, con el que te llevabas tan bien.

Te incorporas, en un primer momento todo te da vueltas pero enseguida te equilibras. El perro sigue saltando a tu alrededor contento. Miras el cielo, el sol no se ha ido del todo, pero está despejado y las estrellas empiezan a escurrir su mantel...

Nikolai estaba... Furioso no llegaba a describirlo. Todo era culpa suya. Todo.

Se dio cuenta, con sorpresa, de que iva a matar a Phelps. Aquello no era como en los comics, desde luego. No sonaba una tétrica música ni nada por el estilo. Iva a matarle, con sus propias manos. Le sorprendió lo poco que le sorprendía esa revelación.

Se encaminó a la granja de los Ryan.

Llegas a la casa de los Ryan, los perros te ladran y juguetean contigo.

Nikolai abre la bolsa de sus cojinetes y deja que floten en el aire. La rabia le consume, apenas siente esfuerzo al hacerlo. Lanza su consciencia a la cerradura, girando el pomo de la puerta sin tocarlo y abriendola de un portazo.

¿¡Pero qué...!? - la Señora Ryan llevaba una bandeja con ensalada que deja caer al suelo, debido al portazo de Nikolai - ¿¡Pero quién eres tú!? ¿¡Qué quieres!?

Se coloca entre Nikolai y su mujer, mirando amenazante al chico.

¿Quién eres y qué quieres?

Nikolai levanta una mano, y una de las bolas flota hacia ella. De repente sale disparada, rompiendo uno de los cristales de la casa. -Solo lo preguntaré una vez. ¿Que les han contado a los de Genetic?