Partida Rol por web

EL BLOQUE III

EL BLOQUE.

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07/03/2015, 10:44
Director

Aaron subió sin rechistar y apenas hizo falta ayudarlo. La sangre fría con la que puso el pie por última vez en el muerto que hacía de "escalera" y subió a la planta superior os hizo sentir un nudo en el estómago. ¿Nos ha vuelto a engañar?
Pero sus palabras os aclaran qué ocurre exactamente,
No me digas querido amigo..te has quedado sin operario y no sabes como manejar el Nexo. Sí, la cabeza que Duarte había esgrimido contenía no solo el rostro de un soldado, sinó un cerebro privilegiado casi a la altura del propio Aaron.
Mientras no hay disparos empezáis a subir tras Aaron en el orden que habíais establecido. Cuando estáis todos, separados un par de metros por movilidad y por no concentrar demasiado peso sobre el cristal ya debilitado, véis delante vuestro las espaldas de los demás, delante Aaron -convertido en una especie de "protección" móvil" que os tapa parcialmente a Jhonson. La línea formada por los cuatro apunta por el lado de Aaron hacia Jhonson, tras de si la pared de cristal ya tapada por otra de metal, en la que podéis ver los disparos de sus armas...que iban dirigidos hacia vosotros. A la izquierda de donde está Jhonson véis aquel enorme trasto metálico que recuerda a una enorme "caja" de ordenador con un teclado y una pantalla insertados en la plante delantera. De la trasera salen diversos cables conectados a la pared.
Por último, siguiendo la formación pero por el lado encabezado por Alex (a su espalda, a unos veinte metros más allá del agujero en el suelo) hay una puerta que, si todo es simétrico a la habitación en que os hundísteis en el agua llena de cadáveres, debe dar a otro pasillo.

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09/03/2015, 10:53
Shan Mei

Las palabras de Aarón habían dejado claro que Johnson lo necesitaba con vida... lo cual no los incluia a ellos, por lo que Mei tenía muy claro que no podía bajar la guardia. Al subir por la escalera improvisada a la par que desagradable, la chica asiática no pudo evitar sentirse como si se dirigiera al matadero, sobretodo mientras desviaba la mirada para no encontrarse con el rostro muerto de aquel que utilizaban como apoyo.

Al llegar arriba tomaron posiciones tras el viejo, aunque con cautela, ya que el suelo sobre el que se movían parecía apunto de quebrarse completamente de un momento a otro. Mei miraba a su alrededor sin entender para que serviría todo aquello. Los cables, la pantalla y el teclado le recordaban a un ordenador, pero a gran escala, y algo le decía que debía ser importante en lo que tenían entre manos.

Por último, vió la puerta por la que debían haberse marchado los hombres que intentaban acabar con ellos, lugar por el que seguramente regresarían dentro de muy poco con pocas ganas de preguntar y muchas de dispararles. No entendía mucho de estrategia, pero Johnson parecía ser el centro de todo, así que...

- Alex, vigila aquella puerta ya que estás más cerca. Si alguien se asoma no le des oportunidad de disparar. - Y con estas palabras levantó su arma y apuntó a Johnson. - Si intentas algo raro no te daré oportunidad de explicarte, dispararé primero y preguntaré después. - Intentó sonar convincente, aunque no podía estar segura de si le había temblado la voz o no. Todo lo que habían vivido le había hecho cambiar y evolucionar, pero realmente no podía saber si había cambiado tanto. Lo único que tenía claro es que, para no decepcionar a su familia, por una parte, y para proteger a sus amigos, por otra, sería capaz de cualquier cosa.

Notas de juego

Aunque Mei no quiere matar a Johnson, al menos por ahora, intentará dejar ver que no le importaría hacerlo. Si Johnson trata de engañarles de alguna manera (disparándoles, haciendo algún movimiento repentino, etc) Mei no se lo pensará y disparará, valorando si es mejor disparar cerca de él o directamente a algún punto no vital, por ejemplo una pierna o un brazo. No es una tiradora experta, así que en caso de duda es muy probable que trate de disparar a modo de advertencia para no fallar y matar a Johnson.

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09/03/2015, 22:19
Pedro Duarte Salinas

Duarte se desplazó lentamente sobre el suelo que emitía pequeños gemidos, como si fuera a romperse en cualquier momento hasta situarse en una de las paredes, el punto donde el piso ofrecería una mayor resistencia. Desde aquella posición avanzó hasta superar el ángulo ciego que suponía Aaron y alzando la escopeta apuntó directamente a Johnson, vigilando a un tiempo la puerta del pasillo que ahora vigilaría Alex. No dejó sin embargo de vigilar al viejo. No se fiaba de él y estaba casi seguro de que en algún momento se la jugaría. Alguien que había sacrificado a su mujer y quizá a alguien más, no dudaría en matarlos si servía a sus fines fueran cuales fueran. Y acabar con el nexo, poniendo término al proyecto y sueño de su vida, no encajaba en la básica mente de Duarte.

Aun así, no dijo palabra alguna. Mei había dicho cuanto tenía que decir y él no tenía nada que añadir. De hecho, el mejicano era perro que no ladraba pero que sí mordía. Si Johnson tenía alguna duda acerca de cómo obraría la mujer asiática si ponía en duda su autoridad u orden, mirando el rostro de Duarte sabria que allí estaba pintada la muerte.

La mirada oscura de Pedro bailó rápida de un lado a otro, observando aquel cúmulo de tecnología que no era sino la causa de todos los males del mundo. Sus manos se crisparon sobre el arma, tentado de disparar contra todo aquello y poner fin a aquel desastre a su modo. Pero sabía que las cosas no funcionaban así. No allí.

-Abuelo muerte, deje de platicar con su friend y empiece con lo que vinimos a hacer. Y tenga cuidado, y no me ande con pinchudeces que si hiciera falta tengo un pinche plomo con su nombre.

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09/03/2015, 22:32
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto un bloque en la vigilancia y posible reacción de Duarte. Vigilancia básicamente de Aaron y Johnson. Secundariamente, la puerta de acceso.

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10/03/2015, 00:44
Alex

Tras sus compañeros subió Alex situándose detrás de todos, pero con visión suficiente para ver lo que tenían delante...Johnson. Aquella sala le llamó la atención con esa especie de ordenador y tantos cables..eso debía ser el nexo, lo que habían ido a buscar. Y solo ese asesino psicópata se interponía entre ellos y el fin de todo aquello.

Aaron habló con él, Alex miró al viejo con desconfianza ya que nunca se había fiado de él y ahora no iban a cambiar las cosas, podía traicionarlos en cualquier momento, pero por desgracia era el único que sabía como detener aquello y lo necesitaban. Se tensó y levantó la escopeta, que la verdad, no sabía si funcionaría después de todo lo que había sucedido, pero era la única defensa que tenía y no pensaba renunciar a ella, aunque acabara explotándole en la cara. No dijo una palabra, solo permaneció atenta a las palabras de Mei y Duarte...Puede que la asiática no lo sintiera así, pero habia sonado más que convincente con sus palabras.....y si no, Pedro estaba ahí, él si que no se andaría con chiquitas.

Un poco a regañadientes (todo sea dicho) apartó la vista del viejo y la centró en la puerta, como había pedido Mei, era más que probable que tuvieran compañía y no pensaba dar cuartel, a cualquier movimiento la escopeta estallaría...sobre la puerta o sobre su cara, eso no lo tenía muy claro.

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10/03/2015, 11:45
Jhonson

Jhonson solo necesitaba vivo al viejo, así que cualquier cosa que sobresaliese detrás de él recibía un disparo de Jhonson. Cada intento de sobresalir de detrás de Aaron acababa volviendo hacia atrás con una bala silvando delante de vuestras cejas. Aaron avanzaba para dejaros espacio, avanzaba lentamente, como una oveja hacia el degolladero. Aún así el viejo era la menor de vuestras preocupaciones: indistintamente de quién moría, él seguía vivito y coleando. Duarte vuelve intentar salir de detrás de la protección de Aaron y solo sus nervios templados hacen que retroceda a tiempo.
Luego: el desastre. Escucháis como la puerta tras vosotros se abren y el aviso de Alex. ¡Soldados a nuestra espalda!!
Seguidamente escucháis la voz de Johnson que grita a estos ¡¡Disparad!! y dispara para ponerse a cubierto tras el nexo, no sin recibir un disparo de la escopeta de Duarte que le vuela la mano izquierda, la protección de Aaron funcionaba hacia ambos lados y el descuido le había costado caro. Aún así, ahora Jhonson estaba parapetado tras el Nexo y os apuntaba con la pistola que llebaba en la mano derecha y con su cara roja de rábia volvió a gritar MATADLES!! YA!!

Notas de juego

En breves plano de situación táctica ;)

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10/03/2015, 21:36
Director

Se abre la puerta delante de tus ojos y ves como tres soldados vestidos de armadura pero sin casco (como Duarte y Shan Mei) entran junto otro vestido de traje. Este último hace unas señas a una civil para que se quede esperando en el pasillo. Todo ocurre en milésimas de segundo: al momento los cuatro están dentro (el que no va vestido con la "armadura" negra junto a la puerta, delante del tramo de pared que oculta a la civil)
Tras el último grito de MATADLOS de Jhonson los tres soldados con armadura quitan el seguro.

Notas de juego

El ver aquella civil ha hecho que no dispares, ahora la chica está a salvo en el pasillo.
Solo para tí, Alex es la única que ve estos detalles porque miraba hacia la puerta.

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10/03/2015, 21:41
Director

Y en ese momento, con la puerta abierta al pasillo que acaban de abrir los soldados se escucha algo enorme golpeando una puerta al final del pasillo. El golpe, aunque no lo es, suena seco y fuerte, como un disparo.

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11/03/2015, 15:55
Pedro Duarte Salinas

El sudor empapaba la espalda de Duarte, que caía en finos regueros, empapando la ropa bajo la armadura. Sus intentos de moverse habían resultado inútiles, bajo la constante amenaza de las balas de Jhonson. A duras penas se mantenían con vida y ello era gracias al temple del anciano que lenta pero pertinazmente avanzaba a la búsqueda de aquel que no podía ser definido como su enemigo, su némesis. Pedro no pudo evitar sentir admiración por el viejo aun sabedor de que el otro lo deseaba tan vivo como Aaron quería vivo a su contrincante y que difícilmente le dispararía. Era un duelo de titanes.

La tensión hacía que Duarte rechinara sus dientes, los músculos de la mandíbula tensos como el acero y su mirada oscura, relampagueando de furia, buscaba un hueco, una fisura que le permitiera matar a aquel monstruo asesino, un monstruo aun peor que él mismo. Y súbitamente llegó.

El grito de advertencia de Alex acerca de la presencia de soldados fue la ocasión que había buscado. La némesis de Aaron sin duda los había visto y cometió un error. Huir de su aventajada posición para hallar la protección de aquel extraño aparato. El atronador disparo de su escopeta reventó la mano durante su carrera, una explosión de huesos, carne y sangre. Olió el miedo de su presa y una sonrisa lobuna se dibujó en su macilento y ojeroso rostro.

Mas no perdió el tiempo. Soldados a su espalda y una orden ladrada. La de matarlos. Duarte sabía que tarde o temprano moriría. Y que lo haría posiblemente allí, en el bloque, quizás en aquella misma sala, bajo el peso del plomo escupido por el ánima del cañón de un arma. No tenía miedo. Se sabía pecador y culpable y recordaba las palabras del Maestro dadas a su apóstol. Pedro, quien a hierro mata, a hierro muere.

Pero ellas, las hembras de su manada de coyotes debían sobrevivir y si para ello él debía morir, estaba dispuesto. Solo había una baza posible, una oportunidad que aprovechar. Hacerse con Jhonson y convertirlo en el salvoconducto de su salvación. Ignoraba si lo conseguiría pero cuando menos lo intentaría.

Las piernas de Duarte saltaron como como dos resortes liberando toda la tensión y energía acumulada en aquellos segundos de batalla, lanzándose a una carrera sin cuartel, un sprint imposible rodeando a Aaron, donde la propia inercia lo arrastrara al encuentro con el otro monstruo de aquel circo. Jhonson. Recorrió aquellos metros como si fueran kilómetros, sordo y ciego a los disparos que sin duda llegaban del frente y de su espalda en un intento de frenar su suicida carrera. Se lanzó al suelo, un par de violentas vueltas campanas, inmune al dolor de su herida en el costado, ignorante de si era una orden de su cerebro o fruto del impulso de un impacto en su espalda. Pero sus manos aferraban la escopeta con fuerza y rogaba a su Diosito que las vueltas acabaran junto a Jhonson, cuya cabeza encañonaría tan pronto como se detuviera. El abuelo muerte lo quería vivo y ahora él también. Porque era su pasaporte, su seguro de vida. El de ellas. Y quizá el de la humanidad superviviente. El único freno a aquellos soldados nacidos a su espalda.

 

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11/03/2015, 16:22
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Notas de juego

Esto va a ser caro, pero lo merece. Invierto tres bloques en el éxito de la acción.

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11/03/2015, 23:31
Shan Mei

- ¡Soldados a nuestra espalda!! - Había gritado Alex, haciendo que Mei se girara a toda velocidad, mientras los gritos de Johnson se clavaban en su alma como agujas en la piel. Llegó a ver como Duarte le volaba una mano a aquel maldito hombre y, segundos después, corría hacia él con intención de capturarlo, suponía la chica asiática. No iba a dejar a su compañero actuar en solitario, pero no iba a salir en su busca, iba a protegerle como pudiera de los soldados que entraban en tropel por la puerta que ahora tenía enfrente. Sabía que un intercambio de disparos sería fatal, pero no veía más opciones y no estaba dispuesta a morir acribillada, al menos sin llevarse a un par de esos hombres por delante, como mínimo.

Se agachó casi por instinto para ofrecer un blanco más pequeño, pero preparada para saltar si disparaban en su dirección. Preparó su arma y apuntó al soldado más cercano. Disparó y sin pararse a mirar si había acertado al primer soldado saltó hacia la izquierda, apuntando a aquel que estaba más alejado de la puerta. En su interior ardía el fuego de la batalla que su padre siempre había intentado inculcarle, el espíritu guerrero que nunca había sabido invocar hasta aquel preciso instante. Creía escuchar las palabras de su maestro y padre mientras disparaba: "Templa los nervios como el acero, ataca con la velocidad del viento y fluye como el agua".

Notas de juego

Mei va a disparar primero al soldado que está más cerca (el que está en la puerta, "arriba del todo"). Después, sin detenerse a ver si ha acertado o no, saltará hacia la izquierda (teniendo en cuenta que está mirando a la puerta) y volverá a disparar, esta vez apuntando al soldado que está "abajo del todo" en el dibujo. No se si me quedan bloques, pero si tengo alguno lo gasto en que la acción de Mei funcione lo mejor posible. Tras estos dos disparos, en caso de que Mei siga viva, seguirá disparando hasta acabar con los soldados o morir en el intento.

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12/03/2015, 22:11
Alex

Alex quedó vigilante, mirando a la puerta y lista para disparar a lo que entrara sin ningún miramiento. Y de repente la puerta se abrió y ella pegó un grito de alarma hacia sus compañeros.

El dedo de Alex se movió por instinto para apretar el gatillo.......o casi. Detrás de los dos soldados que habían entrado había una chica, una civil al parecer que no tenía mucho que ver con aquellos mercenarios, y Alex desconcertada, dudó. ¿Qué pintaba una chica con esos asesinos?¿qué era lo que pintaba en un lugar como ese?, estaba tan fuera de lugar que parecía otro de esos espejismos a los que les había acostumbrado ese búnker desde que entraron... En cuestión de segundos la chica había desaparecido en el pasillo y la indecisión de Alex le costó que de repente hubieran dos soldados más ahí dentro. Disparos comenzaron a sonar detrás de ella, balas silbando a su alrededor y ahora cuatro soldados frente a ella, que estaba al descubierto totalmente. "Bien hecho Alex, muy bien hecho. Pues bueno, no es la primera vez que te ves la cara con la muerte en este sitio, así que de perdidos al río". Sus compañeros parecían atareados, aunque evidentemente no podía girarse para ver que estaban haciendo...tenía que llegar hasta aquella chica, podría ser la clave o tal vez no, pero si estaba ahí era por algún motivo.

Un disparo de Mei desde detrás suyo le indicó que no estaba sola en aquella guerra "Bien". Miró hacia el agujero, podría usarlo como trinchera, aunque no era factible, necesitaría una mano para agarrarse al cadáver y solo dispondría de una para disparar..y dejaría a Mei totalmente sola frente a esos tios...no, no era factible. Se agachó y saltó hacia su derecha para esquivar y ofrecer un blanco algo más complicado (no creía que siviera de mucho) y disparó a uno de los soldados con la escopeta, rezando a todos los dioses habídos y por haber que el arma no le estallara en la cara...

Notas de juego

Alex dispara al soldado que está más próximo al marco de la puerta empezando por arriba

 

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13/03/2015, 17:06
Director

La adrenalina os llena la sangre y aunque escucháis gritar a propios y extraños os ponéis en acción:
Duarte empieza a correr hacia Duarte, recibe un disparo en la espalda que le impulsa más aprisa aún hacia su objetivo, este -Jhonson- dispara sobre él con despesperación, el primer disparo -dirigido a la cabeza- lo detiene Duarte con una mezcla de instinto y suerte con la escopeta, los tres disparos siguientes le golpean en el pecho, dolorosos, muy dolorosos, pero por suerte ninguno le abre la demasiado reciente herida. Duarte salta por encima de el Nexo deslizándose sobre el metal del mismo para coger fuerza y estirar con fuerza las piernas, los dos pies impactan en el rostro de Jhonson haciendolo caer hacia atrás, la caída hace que pierda la pistola que cae lejos de ambos y cuando Duarte cae encima de él ambos empiezan una dura pelea a base de puñetazos. Jhonson está mucho más cursado en artes marciales...pero le falta una mano y está perdiendo mucha sangre: Duarte no tiene técnica pero tiene rábia, aunque también está cansado de todo cuanto ha vivido...

Shan Mei dispara a un soldado -al cual alcanza en la pierna "blindada"- que al mismo tiempo le dispara a ella, nota el puñetazo invisible de la bala impactando sobre la armadura a la altura del instestino... Shan Mei gira por el suelo mientras escucha como los demás grita voces, pero su concentración está en otra parte. Cuando dispara al segundo soldado se queda petrificada: el soldado recibe el disparo en el chaleco antibalas del estómago con las manos alzadas, totalmente expuesto: el arma sobre la cabeza y solo su brazo derecho cubriendo su rostro expuesto.

Alex gira sobres si misma para disparar sobre uno de aquellos soldados, se queda petrificada tras disparar a uno de sus disparos. A pesar de que su disparo estalla a pocos centímetros sobre su cabeza el soldado sigue con los brazos alzados, el arma muy arriba, casi como un antorcha, la otra mano sobre la cara, protegiendole la cabeza. La sangre fría que demuestran aquellos soldados es digna de admiración.

Solo en ese momento Shan Mei y Alex escuchan como el único de los soldados que acababan de entrar y que no vestía con traje-armadura, y Aaron, ambos gritan Alto el fuego, alto el fuego!!!

Todo se detiene durante unos segundos mientras Duarte y Jhonson continuan una pelea que, por su aspecto, solo puede acabar en la muerte de uno de los dos.
Lerman!! grita Aaron hacia alguno de los acabados de llegar ¿Tienes la formulas?? En las palabras de Aaron, por primera vez, se percibe la preocupación.

Notas de juego

Espero no haberme liado en nada...si lo he hecho en alguna de vuestras acciones decidmelo plis!!

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16/03/2015, 17:17
Shan Mei

Tras el grito de "Alto el fuego" Mei se quedó quieta unos segundos, aunque se rehizo enseguida y miró a Duarte, batiéndose contra Johnson en una batalla de la que seguramente solo uno de los dos saldría con vida. No le importaba el resto del mundo. Le daba igual que el anciano pareciera entenderse con los recién llegados, ya que les habían dado la tregua necesaria para ayudar a su amigo. Miró a Alex y dijo: -"¡Que se apañen, vamos a ayudar a Pedro!" y con estas palabras salió corriendo hacia donde la pelea se estaba desarrollando.

Los dos hombres se revolvían y peleaban como jabatos, pero Mei estaba acostumbrada a tratar con la rabia. Su entrenamiento, aunque no había sido llevado hasta su culminación, fué lo suficientemente completo como para hacerle enfrentarse a hombres mucho más grandes y fuertes que ella en el pasado, así que no se lo pensó, le dió su arma a Alex y se entrometió en el combate, atacando con todo lo que recordaba y centrándose en desestabilizar a su enemigo para que Duarte pudiera salir de allí o darle el golpe de gracia, lo primero que decidiera hacer el hombre.

Notas de juego

Mei va a meterse en la pelea de Pedro y Johnson. Como no se que está pasando, lo que quiere hacer a rasgos generales es separalos a los dos, y si ya de paso puede darle un buen golpe a Johnson y dejarlo en el suelo inmovilizado, mejor. Para ello utilizará todo lo que sabe de artes marciales.

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16/03/2015, 18:57
Pedro Duarte Salinas

Poco o nada tenía aquella batalla de limpia. Lo que había empezado como un intento de apresar a aquel hombre y usarlo como rehén, había acabado como otras muchas peleas de Duarte en un callejón solo iluminado por una errática bombilla reflejando su luz anaranjada en el vapor expulsado por los sumideros de cualquier ciudad estadounidense. Había bailado en una danza de balas que lo habían dejado aún más dolorido, pero la rabia, el empozoñamiento acumulado en las últimas horas, el saberse responsable de la vida de sus dos compañeras, le insuflaba la fuerza necesaria para enfrentarse a Jhonson. Puñetazos, patadas, mordiscos. Todo valía.

El arma de su enemigo había resbalado lejos y su propia escopeta colgaba inerme a un lado tras haber detenido con ella un trozo de plomo que hubiera acabado con su vida a buen seguro. No tenía tiempo para diálogos ni con Dios ni con la Virgen, pero si sobrevivía, las velas que arderían en la iglesia servirían para incendiar Roma nuevamente. Recibió un puñetazo que lo hizo gruñir y girar levemente la cabeza momento en el que vio cómo Mei se lanzaba en su dirección dispuesta a intervenir echándole una mano. No pudo evitar sentir orgullo por ella, una hembra coyote dispuesta a luchar por su manada, pero aquello era algo que no podía permitir. No podía permitir que Jhonson la dañara. Una mano se cerró en la empuñadura del machete, el arma más fiable de cuantas había usado en aquella madriguera que era el Bloque. Era el momento de zanjar aquel asunto.

En un recóndito lugar de su cerebro aún palpitaba la necesidad de mantenerlo con vida, pero de igual modo su instinto el decía que aquel hombre jamás colaboraría con ellos. Era él o ellos. Y Duarte decidió. Un relámpago de metal reflejando la luz blanca de aquel cubículo cruzó el aire.

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16/03/2015, 19:09
Pedro Duarte Salinas
Sólo para el director

Notas de juego

Gasto un bloque en la pelea.

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17/03/2015, 01:01
Alex

Aquel disparo la dejó atónita...era evidente que no había acertado, pero aquel soldado mantenía una postura extraña, sin inmutarse ante el retumbar de la escopeta...y es más, no habían hecho ni un solo intento por dispararles a ellos. Alex se arrodilló sin dejar de apuntar a esos tipos, la orden de alto el fuego había sido muy autoritaria y todos la habían seguido por instinto...menos Pedro que seguia enzarzado con Jhonson. Mei la miró y le lanzó su arma, que casi se le cae al intentar cogerla al vuelo. Alex, parpadeó un par de veces aún sin comprender, hasta que vió a la asiática lanzarse al barullo.

Le parecía más apremiante ahora mismo analizar toda la situación...era tan extraño lo de aquella chica...y Aaron al mando de un grupo de soldados de esos.....lo miró con desconfianza de nuevo levantando de nuevo su arma para estar preparada...

- ¿Qué es lo que está pasando aquí? ¿Quienes son estos tipos? Y dí la verdad por una vez -  su voz sonó dura. Ya estaba harta de sentirse un juguete.

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17/03/2015, 23:41
Aaron

Ante la pregunta de Aaron a un tal Lerman uno de los cuatro soldados que había entrado y que realmente vestía de civil a pesar de llevaba un arma y se movía como un soldado profesional respondió:
-Sí, señor. O eso creo.
Desde detrás de él, de la puerta abierta, se escuchó el tremendo solido de algo enorme golpeando una puerta lejana. Luego una chica se mostró y gritó a aquel hombre con rábia acumulada Sí, las llevamos, la joven recordaba el nombre de algunas carpetas que se habían creado y recordaba perfectamente una llamada Formulas-Aa que, en ese momento, tomaban bastante sentido.
Aaron tras escuchar aquello gritó hacia el mexicano Duarte mata a ese cabrón!! ya que luchando a medias jamás conseguiría acabar con Jhonson.
Son... deben ser amigos dijo Aaron, aunque ni el mismo parecía convencido de aquello. Lerman es mi mano derecha. dijo, y aquello sí sonaba a verdad. El hecho de que no les disparasen confirmaba aún más aquellas palabras.
Duarte en aquellos momentos estaba demasiado concentrado para escuchar todo aquello, dió un tremendo cabezazo a aquel monstruo que, tras golpearse a su vez contra el cristal creó nuevas y pequeñas grietas tintadas de rojo.
La respuesta fué otro cabezazo de Jhonson que reventó la nariz de Duarte. La lluvia de golpes continuó hasta que Duarte consiguió aferrar su machete y, tras finalmente posicionarse sobre Jhonson, lanzó un brutal golpe que hizo retroceder a Shan Mei y no meterse entre ambos. Jhonson consiguió levantar de un rodillazo el cuerpo de Duarte y esto desvió ligeramente aquel golpe dándole un valioso tiempo extra. En ese tiempo había girado levemente el cuello, levantado la mano izquierda para cubrirse y clavado un puñal en el costado de Duarte. Pero lejos de haber salvado su vida, el machete de Duarte no encontró oposición en la cercenada e inexistente mano izquieda de aquel monstruo... y si bién este había movido el cuello para esquivar el golpe solo había conseguido que en vez de cortarle el cuello de un golpe limpio, el machete se clavase en una grieta del cristal y le cortase "solo" la mitad del cuello.
Duarte calló de costado delante de Shan Mei, el chaleco antibalas de la "armadura" había impedido que el cuchillo se hundiese más allá de la mitad de la hoja. Mientras, al lado de Duarte, Jhonson se ahogaba con su propia sangre mientras burbujas de oxígeno se formaban en el lateral de su cuello, mezcladas con la sangre que manaba a borbotones de la herida mortal.
Aaron gritó a los recién llegados, ¡atended al hispano!! y luego se dirigió a Lerman e indirectamente a Isabella Traedme las formulas y empecemos con el Nexo, no hay tiempo que perder.

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18/03/2015, 00:07
Director

Notas de juego

Duarte, solo para tí: la herida es mortal, lo notas. Quizás no por ella sola, pero si con el resto de las heridas. Sabes que vas a morir, pero aún te queda un tiempo...
Esta vez un bloque no ha sido suficiente para vencer y sobrevivir, aún así puedes rolear "que no pasa nada", o "que estén tranquilas", a las chicas... te has ganado de sobre el derecho a acabar esta partida y el derecho a rolear la muerte de tu personaje cuando más te convenga respecto a la historia. Con esto te digo que no hago "público" tu estado, rolea como más te convenga.
Y sí, las reacciones con ambos personajes fueren totalmente coherentes ;)

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18/03/2015, 22:07
Pedro Duarte Salinas

Jadeaba. Los pulmones apenas lograban verter el suficiente oxígeno en su sangre y Duarte, de costado en el suelo, sintió su sabor metálico en la boca. Con un nuevo jadeo, apoyando ambas manos en el suelo, se incorporó lo suficiente como para apoyarse en la superficie metálica del nexo. El frío del metal contra su cabeza le espabiló un tanto. Las piernas estiradas, las manos desmadejadas sobre el regazo, los párpados cerrados, la respiración gorgoteante. Abrió los ojos y su mirada se clavó en la empuñadura del metal que sobresalía en su costillar.

-Lo sabías Pedrito, quien a hierro mata a hierro muere. Lo dijo el buen Jesús y él nunca mintió -susurró para sí.

Giró un tanto la cabeza y sus oscuras pupilas se encontraron con las de Mei. Sonrió y lo bueno que podía haber en Duarte afloró en aquella sonrisa.

-Venga acá, chamaquita. Yo ya no puedo moverme, güera. El pinche chacal me mató -tendió la mano izquierda con un esfuerzo que se reflejó en su ceño fruncido y en un chispazo de dolor que cruzó por sus ojos. No pudo mantener la mano tendida que cayó al costado. Minúsculas burbujas de saliva sanguinolienta, se rompieron en la comisura de los labios. La nariz rota había dejado de sangrar. Y aquello solo podía significar que otra hemorragia se llevaba la vida del mexicano. Sintió más que vio a Mei. El calor de la asiática, de su cuerpo, lo inundó como un bálsamo y cuando sus manos cogieron la suya, dulcemente, fue como si una madre, una hermana, le tocara con aquel amor propio de ellas-. Mei, se me acabó el tiempo. La Cadaverizadora me ganó el turno y ahora bailaré con ella. Pero no se me entristezca, güera. Esto es bueno. Bueno, sí. Yo ya cumplí. Ustedes están bien y vivas y parece que ellos son gringos decentes. Pero esté alerta siempre, como la buena coyote que es. Quizá el abuelo muerte hasta dijera la pinche verdad y yo ya no tengo lugar acá. Se me acabó el pleito. Me toca purgar mis pecados y fueron muchos en esta vida. Solo ustedes fueron cosa buena en mi pinche existencia. Ustedes, como mi madre y mi Lucía, en gloria estén. Con ustedes me redimí -cerró los ojos una vez más y una solitaria y diáfana lágrima cayó por la sucia mejilla de Duarte, deteniéndose en la incipiente barba que oscurecía su rostro. Aun así, era una lágrima de alivio, ajena al dolor y a la pena-. Pero no teman, desde allá donde esté, desde el infierno que me está reservado, cuidaré de ustedes, aunque tenga que pegarme con el mismísimo Satanás y su corte de ángeles caídos. Mis güeras, mis coyotas, mis guerreras -las palabras surgieron en un suspiro-. Deben vivir, hacer de este pinche mundo algo mejor. Y cuídeme de la güera Alex. Usted es más fuerte y ella aún no ha visto todo su potencial. Y algún día, cuando ambas estén bajo el cielo azul y vuelvan a reír, acuérdense de este pinche espalda mojada que compartió vida y muerte con ustedes y tómense un tequila a mi salud. Y rían y bailen, porque será bonito -tosió y un pequeño reguero de sangre resbaló de su boca-. No tengo nada que dejarles. Ni siquiera mi medalla de la Virgencita que me regaló mi mamá. Acá nos despojaron de todo, pero tienen mi bendición si de algo sirve. Dios me las bendiga, güeras -aún tuvo fuerza para alzar la mano y así acercar la de Mei a sus labios. Depositó un beso en ella, tierno y frío por la cercanía de su muerte-. Las querré siempre.

La mano perdió fuerza y cayó. La cabeza contra el metal se mantuvo rígida, la mirada perdida en algún punto frente a él. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro que pareció rejuvenecer.

-Vienen. Las veo. Mi mamá. Y mi Lucía, mi amor -no hubo más palabras. La respiración se fue mitigando hasta detenerse, sin que la sonrisa llegara a desaparecer. Duarte ya no estaba.