Partida Rol por web

Una semana después, vuestro transporte abandona el hiperespacio sin percances en el sistema solar de Jenghe. A sólo diez minutos de vuestra entrada empezáis a recibir la señal de las balizas que informan de que el sistema es feudo del ducado de Norris. Pronto veis el anillo de polvo que rodea el planeta, fruto del repentino impacto de un asteroide gigante hace casi cuarenta años. Casi la totalidad de la población del planeta fué aniquilada o evacuada. Hoy día no sabéis en qué condiciones estarán, pero hay tres gigantes de gas alrededor del sol, por lo que incluso repostar en Jenghe sería opcional.

tras salir del hiperespacio y contemplar el panorama, me dirijo a mr dietri.

- repostaje y continuamos imagino... -

-Qué paisaje tan desolador... Esto se ha convertido en un desierto yermo. Si el impacto se produjo después de los acontecimientos del libro... esto va a estar muy distinto de cómo estuvo. No sé si puede quedar nada que ver aquí, nada que no sea nuevo, y por tanto, inútil desde nuestro punto de vista. Aunque hay que verlo, claro.

Vic ha subido al Puente de Mando para contemplar con el resto la maniobra de aproximación y presenciar el atraque. Cualquier contingencia que surgiera podría abordarla desde ahí también, y en estos casos prefería ser una más de la tripulación a permanecer aislada en su Sancta Sanctorum, en lo más profundo de la nave.

-Hasta la más poderosa de las flotas se queda en nada cuando la comparas con una buena lluvia de asteroides. He visto naves con un buen boquete en el casco y el culpable solo era un tornillo o un trozo pequeño de chatarra espacial... - Dex se acerca más al cristal para ver si se divisa la marca que el impacto debió dejar en la superficie del planeta. - Antes de decidir donde repostamos, deberíamos intentar comunicarnos por radio. - añade más serio que de costumbre.

Pronto responden a vuestras llamadas solicitando permiso para repostar. El permiso os es condecido rutinariamente y de hecho se os anuncia que el astropuerto dispone de combustible no refinado. En esencia, igual que si repostáseis en el gigante gaseoso, pero pagando. No debe ser un planeta muy turístico ni tampoco muy entusiasta con los visitantes, pero no tenéis datos que lo califiquen de peligroso.

-Creo que no deberíamos perder tiempo en este planeta. Este planeta no es uno de los que nos interesan y no creo que estando tan cerca de Regina nos pagasen a buen precio los componentes electrónicos que llevamos. Yo optaría por el salto en cuanto repostemos y seguir nuestro camino hasta que encontremos lo que buscamos. ¿Alguno de vosotros tiene algún motivo para querer hacer una parada aquí? Si no es así, deberíamos preguntarle al capitán si tiene algún interés él o alguno de los otros tripulantes y si no, seguir camino.- digo muy seria, esperando sus contestaciones.

Silenciosa y severa como siempre, Berenice ha entrado en la sala mientras Artemis hablaba y la ha estado escuchando con los brazos cruzados. Tan pronto la piloto ha hablado, da su propia opinión.

-En realidad, es el tipo de planeta perfecto para vender lo que traemos. Es cierto que está cerca, pero tiene poca gente, poca industria de componentes electrónicos y su tecnología está bastante atrasada, inclusive su astropuerto. Puede que no paguen mucho más que un planeta más aislado, pero creo que merece la pena intentarlo. Después de todo, no debemos olvidar- dice, aludiendo a Artemis pero sin mirarla -que esta es también una expedición comercial.-

Dante levantó su cabeza del panel de navegación hasta encontrar la mirada de Jared, y se le quedó observando por un momento antes de contestarle.

-Eso depende del capitán.- se limitó a decir.

Después se incorporó y caminó hasta encontrarse al lado de Berenice. Mientras tanto los otros contemplaban el desolador paisaje planetario. La caída en desgracia de un mundo siempre deja consternada el alma de quien lo contempla, mejor centrarse en lo importante.

-Tenemos pendiente tratar un par de puntos sobre la carga.-

-¿Señor?- responde Berenice, momentáneamente confusa. Luego, asiente y hace ademán de dirigirse fuera de la sala en la que estáis para hablar en privado con Dante.

- ¿que tenemos pendiente sobre la carga...?

jared, habitualmente con gesto serio y relajado, frunce el entrecejo sorprendido por el comentario.

- ¿algo que el resto de la tripulación no podamos o debamos escuchar? - insiste, ante el ademán de berenice y dante de salir de la sala.

Dante se torna al escuchar las palabras del señor Danks con gesto divertido, muestra en el rostro su habitual sonrisa socarrona y de forma cómplice da respuesta moderada al “valeparatodo”.

-Perdone mi descortesía. Va a ser una buena conversación, ¿le apetecería unirse?-

No puede evitar contener una sonora risa grave que le da un punto de distensión a la explicación pedida por Jared. El ofrecimiento parece parcialmente sincero pues tampoco hay mayor problema en que escuche, es presumible pensar que de querer discreción se hubiera optado por un modo más sutil de pedir audiencia.

-Mire, lo único que tiene que hacer es salir con nosotros. No era necesario ni que hubiera pedido permiso.-

Añadido este apunte se torna y cede el paso a Berenice de forma cortes.

-Por favor.- le dice indicando la puerta con un gesto de su brazo.

- fectivamente, resulta sorprendente que proponga una reunión discreta felante de toda la tripulación. -

serenamente, se encamina hacia la puerta abierta...

- teniendo en cuenta que fuimos berenice y yo quienes seleccionamos el cargamento, aceptaré su amable ofrecimiento. sí, estoy interesado -

y, a continuación, sale por la dichosa puerta.

-Un poco surrealista, ¿no? - comenta, perdiendo pronto el interés por la pequeña reunión privada.

-Si al final bajamos, será mejor que tomemos precauciones. En planetas de este tipo suele haber indeseables con ganas de hacerse gratis con todo aquello que puedan malvender. La operación de descarga, si vendemos algo, podríamos cubrirla con una de esas preciosidades. - señala en la dirección donde la nave tiene montadas sus armas. - Y en tierra, será bueno que todos llevemos algo de hierro encima, aunque solo sea para impresionar. - guiña un ojo a Artemis.

Vic se gira hacia Dex, y afirma a su comentario, aunque éste se esté dirigiendo a la piloto en realidad.

-Sí, tienes razón. Y, ¿sabes?, surrealista creo que se queda corto... No entiendo demasiado toda esa parafernalia de la gente de alcurnia, joder. No, soy una mujer sencilla, quizá demasiado... bueno, tosca, si lo queréis así. Pero se expresan de un modo, y se comportan con un amaneramiento que muchas veces se me escapa la intención. Puede que todo este misterio no sea más que barniz social, yo qué sé. Pero por lo menos me parece surrealista, sí. Por lo menos...

Se encoge de hombros, negando vigorosamente con la cabeza. Es cierto, Vic no está familiarizada con la interacción social, prefiere las máquinas y su ronroneo previsible y ajustable. Se pierde en los motivos de las personas, y no entiende muchas veces su comportamiento. Pero algo en lo que se cuece entre los componentes de esta tripulación se le escapa, y eso la hace sentir incómoda.

Dante salió de la sala de mando siguiendo a sus dos compañeros y una vez se encontró en el exterior se detuvo apoyándose contra una pared y comenzó a hablar en tono tranquilo manteniendo los brazos cruzados.

-Me preguntaba qué es lo que deberíamos cargar una vez hallamos dejado el material tecnológico. Sea aquí o en cualquier otro mundo, eso no me importa demasiado, confío en tu preparación para decidir el lugar más adecuado para la venta. Lo que realmente despierta mi curiosidad… es la siguiente carga… ¿qué creéis que se podría vender mejor en Dinomn? Es un mundo que jamás visité y por el que siento cierta curiosidad, estaría bien detenernos allí e incluso pasar unos días. Seguramente se pueda hacer averiguaciones sobre la ruta del Gyro Cadiz en un mundo de clase B como aquel.

También he estado pensando que… quizá sea el momento de sugerir al capitán la opción de añadir pasajeros a la expedición. Reporta beneficios a la vez que compañía variada para amenizar los saltos. De hecho, cada día encuentro más desapareado al señor Danks, no quiero que piense que está recibiendo un sueldo por hacer nada, eso podría llegar a hacerle sentir que no le valoramos y dado que no se le ha fijado un cometido concreto esta sería buena ocasión para que se le dedicara a labores como Asistente de Aborde entre salto y salto. Sería un puesto que encaja perfectamente con vuestro talento.

¿Qué opina, señor Danks? ¿Estaría dispuesto a lidiar con ese tipo de carga?-

La última pregunta se efectua con gesto marcadamente intrigado y tornandose el tono bastante más alegre.

La puerta del capitán se abre, dejando pasar a un Viktor sonriente y erguido, cual joven explorador en su primer día de academia, casi un "ender", como le llaman en el ejército a los novatos, aunque el origen etimológico alienígena de la palabra se haya perdido excepto para los más sabios de los xenólogos imperiales.

-¡Por fin nuestro primer destino!- dice acompañando la exclamación de su ya famoso tic de frotarse las manos -¿Cuál es el plan? Oh, quiero decir, ¡comuniquen con las autoridades y pidan permiso para aterrizar!-

-Yo calificaría Dinomn de mundo agrícola, por lo que víveres es justo lo que menos pueden necesitar. Dependiendo de su grado de industralización actual, aunque el de hace cinco años era bajo, podrían necesitar importar maquinaria y medicamentos para la producción agrícola o los animales. En general, productos con un alto grado de manufacturación, pero que además les sean útiles.-

Tras soltar como una autómata este discurso, Berenice se calla, esperando la respuesta de Jared con las manos cruzadas en la espalda y su mirada de inspector fiscal.

La mujer mira al recién llegado con expresión neutra. Parece que va a decir algo, pero finalmente da un suspiro corto, y se calla. Se gira hacia Artemis, y señala el panel que tiene delante de ella, sentada en el sitio del copiloto.

-¿Hago los honores...?

Antes de que llegue el asentimiento de su compañera, acciona el intercomunicador, y pide permiso para el atraque, tras identificar la nave y su carga. Es obvio que hay que hacerlo, y Dante no está presente para ello.

-Sí, señor. - responde sonriente a Viktor, exagerando un poco su entusiasmo para ponerse a su nivel.

-Comentaba con las chicas que sería interesante tomar algunas precauciones cuando bajemos, solo por si acaso. ¿Qué opina, capitán?

-Eh.. ¿precaución? ¿De qué tipo? En fin, un poco descortés por su parte, McCoy, presuponer..- de repente se queda callado. Es increible que haya sido tan torpe. -Oh. ¿Quiere decir armas? Oh, claro, claro. Bueno, depende de lo que sea legal en el planeta.. de todas formas, dudo que vayamos a tener problemas, no estamos en un mundo incivilizado. Pero bien, es su trabajo McCoy, haga lo que crea más conveniente. Muy bien.- termina, palmeándole el hombro.