Partida Rol por web

Sacudo la cabeza mientras hago uso de los dones de mi Sangre, esta mujer es dura de pelar y creo que un sutil empujón en nuestra dirección sería lo adecuado. Ya veremos.

- Ser directo es una cosa, puedo respetarlo, pero ser obtuso cae en el mal gust Jefa Calleja. Primero nos sugiere asesinos, y después pérjuros. Creo que su expediente no esté del todo impoluto después de ciertos asuntos que ha llevado a cabo con el señor Domínguez, ¿me equivoco? En todo caso no son asuntos de nuestro interés, no es nuestro deseo dañar su estatus, al contrario, sería un triunfo el poder mejorarlo. Es usted de utilidad Jefa Calleja. Nos gusta donde está. - imprimo encanto a mi voz a medida que hablo gracias al poder de la Sangre.

- Lo único que se ha planteado aquí, es sacar a la luz ciertos asuntos que podrían dar al traste con la carrera de cierto personaje con el cual usted no comulga. ¿Estaría usted en contra de eso en pro de la justicia y su propio interés personal? ¿No cree que su propia situación podría mejorar sin la sombra de una superior que no debería estar ahí, y sólo lo está debido al capricho de un machista empedernido? - espero que mis palabras y mis habilidades en conjunto, sirvan para hacer mella en la disponibilidad de la mujer.

Es usted de utilidad Jefa Calleja. Nos gusta donde está.

Pese a haber dado ya un par de pasos detiene su marcha

- Preferiría no intervenir en sus irregulares asuntos... una cosa es mirar a otro lado y otra muy distinta conspirar. 

Observo como Sofia parece tocarle la fibra sensible a Calleja.

-Que mujer más especial... Parece que nada de lo que diga yo será de ninguna ayuda... Mejor quedarme callado que empeorar las cosas.

A Demetrio se le acabó la paciencia.  Quizás no fuese buena idea...o sí. Pero tanta complaciencia con lo que debía ser hecho, le había exasperado. Se acercó caminando con la capucha puesta y las manos en los bolsillos, con la mirada lo suficientemente baja para entorpecer en cierta manera la visión de su rostro. Quería ser visto...y se le iba a ver. Quería ser escuchado...y se le iba a escuchar.

- Preferiría no intervenir en sus irregulares asuntos... una cosa es mirar a otro lado y otra muy distinta conspirar. 

-Pero  ya es demasiado tarde para eso Julia...¿Puedo llamarla Julia?- Preguntó en un tono algo tétrico, si esperar respuesta. -¿O acaso pensaría esta mujer que el río siempre está en calma?-

-Todo esfuerzo conlleva una recompensa y la suya se llama jefa de seguridad...- Se detuvo a la altura de sus compañeros. De nuevo no esperó respuesta para seguir hablando. - Queremos saber la agenda tanto del alcalde como de su segundo. Actos públicos,viajes, congresos, rutina, patrullas asignadas para su seguridad..., así como todos los datos que nos puedan ser de utilidad, residencia, actividades ociosas, etc. - En este momento  alzó la mirada. Una mirada dura como el acero forjado. - Lo que hagamos con esa información es asunto nuestro y de los nuestros, pero tiene nuestra palabra de que la integridad física de ambos no correrá peligro, al menos por nuestra parte, ya que ÉL, así lo quiere.- Hizo hincapié en el ÉL, dejando claro que tres cojones le importaba lo que ella quisiera.  Estuvo un instante en silencio con la mirada clavada en los ojos de esta. -Creo que he sido bastante claro. ¿Tenemos un acuerdo?- Extendiendo la mano. Una mano pálida y granítica, que recubrían unos guantes viejos y sin dedos, a todas luces, anti natural. -A veces nos toca bailar con la más fea, y la más fea soy yo...puta-

- Vuelvan a llamarme en un par de noches... - termina de retirarse sin ¿atreverse? a tocar a Demetrio.

Regresa a comisaria.

Cuando la mujer se aleja doy una corta carrera tras ella y aún ejerciendo la influencia de mi Presencia, la sostengo del brazo suavemente mientras susurro - Estamos en el bando de Aurelio Dominguez y de aquel que está por encima de él. No lo olvide y sirvase de comprobarlo, le llamaremos, cuidese. - le suelto sin más ceremonia y vuelvo con paso más rápido en dirección a Arturo. - ¿Nos vamos? Ya está todo dicho aquí -.

-Si, vámonos, poco hemos obtenido... Una cita para dentro de dos noches, sin tan siquiera una vaga promesa de hacer lo que "amablemente" le hemos pedido...
Espero que Rodrigo haya tenido más éxito.
¿Alguna sugerencia sobre dónde ir? Si no tenemos nada, iré a estirar de algunos hilos... Tal vez podamos acceder al ayuntamiento por otros caminos.

Demetrio miró a Arturo arqueando lo que debió ser alguna vez una ceja, para luego volver a su seriedad de siempre. -Nuestro éxito ha sido total, Arturo. Tendremos la información en dos días y ella ascenderá una vez conseguido lo que nos proponemos. El trabajo de hoy está hecho.- Volvió a colocar las manos en los bolsillos. - Lamento tener que dejaros, pero ahora debo atender unos asuntos. Si no me llevan mucho, pasaré a veros por donde siempre.- Comenzó a caminar con amplia calzada. -Buenas noches...-

-Eso espero...

Digo mientras el nosferatu se aleja.

-¿Sofia? ¿Se te ocurre algo o también tienes asuntos propios que atender?

Oigo por unos momentos los pasos de Demetrio mientras se aleja, se entremezclan con el ruido de mis tacones que baten furiosamente el suelo mientras camino a buen paso. Por último, al ser interpelada, reduzco ligeramente el paso.

- Si te parece podemos familiarizarnos un poco con la ciudad. Una visita a la Plaza Mayor y sus alrededores podría resultar beneficiosa. Es terreno que pisaremos antes o después y conocerlo nos sería útil. Yo quiero hacer algunas compras también, y esa zona puede que tenga algo abierto todavía. Si quieres después podemos volver al Eliseo. ¿O propones algo a mayores? -.
 

-Era más que nada por si tenias algo en mente que nos permitiese avanzar en nuestra tarea, si no hay nada, y pese a lo tentador de la compañía, creo que iré a investigar algunos asuntos por mi cuenta...

Dicho esto comienzo a caminar hacia la zona universitaria.

-Nos vemos al final de la noche en el Eliseo... Os diré si he logrado avanzar en algo.

Me despido de Arturo con un gesto, mientras me encamino hacia el centro. La verdad tengo curiosidad por ver si pasa algo esta noche. Me familiarizo con la ciudad, su pulso y sus costumbres, así como su distribución. Parece que las ciudades han crecido bastante, tendré que aprender a conducir después de todo. Qué fastidio.

Hago algunas compras, bien aconsejada por algún solícito viandante o trabajador municipal, sobre lugares abiertos a horas tardías, tipo grandes almacenes o tiendas de 24 horas. De vuelta al Eliseo, ya tarde paso por la zona centro y alrededores, más cultural, que aún estado cerrada al público (aparentemente) me cautiva con su bello diseño. Uso a discreción mi habilidad de leer la mente para sondear gente recuerdos y absorver información de todo tipo, tengo que aterrizar en la épòca

Pero sobre todo, me mantengo alerta por si alguien me sigue, me vigila o está pendiente de mi indebidamente. Finalmete regreso al Eliseo en un taxi. No me queda tanto dinero, todo es caro, o pedí poco dinero quizás. Mañana más. Uso el "portatil" el resto de la noche para seguir poniendome al día y finalmente subo a pasar el día ami cuarto.  Dos días para Calleja. Descontando.