Partida Rol por web

Dejo escapar un gran suspiro y giro sobre mis talones para alejarme de Roswall, pues de momento no tenía más asuntos que tratar con él y no le veía sentido a permanecer allí.

Baltazar salio primero tras recoger unas plantas y luego el resto acompañados de Jack. Verduga se quedó en el interior durmiendo, sin saber de todo lo que había pasado. Al cabo de cinco minutos aparecio Roswall por la puerta y comenta:

Vamonos ya. Aquí poco podemos hacer.

Gray no salio de la cueva ni Roswall dio explicaciones de su charla con él. Jack no podía mas que lanzar miradas asesinas hacia él, pero se mantenía a distancia para no atacarlo de nuevo por instinto. Rosswall llevó a sus magos por otro camino diferente, el cual evitó pasar por el mismo edificio del gremio oscuro. Todo el trayecto fue plácido y se llegó hasta el poblado donde inició, el lugar donde se partio de la historia del cáliz, se conoció a Jun y dejó a aquella chica rubia que sobrevivió al ataque de la arpía.

Como ya se habían encontrado, el poblado hacía olor a muerte, a cadáveres. Segun entraban por la calle principal podian ver a aldeanos muertos y desgarrados por el suelo. Algunos conocidos pero no parecía haber supervivientes mientras andaban.

Tal como os dije. Dice Rosswall mirando el lugar. Otra aldea masacrada por ese demonio. De aquí obtuve el cáliz.

"Si matamos al demonio ¿Nos convertiremos en magos demonslayers?"
"Y si en vez de un demonio, me cargo a un diablo ¿Me convertiría en una Devilwoman, o en una Devilman Lady?" le pregunta al maestro del gremio, mas instruido.

Lo cierto es que con el poder combinado del grupo, así como con la ayuda de Jack, Nurgle se siente capaz de enfrentarse a cualquier cosa.

¿Y como matamos a esa cosa? - pregunto mientras contemplo la devastación dejada por ese ser.

Roswall sé que tienes la reapuesta a mi pregunta, venga no te la guardes para ti y ya que estamos en eso, podrías enseñarme a crear fuego de la nada, pues siempre tengo problemas con ese elemento en particular. - digo pensativo mientras evalúo como es posible que un sólo enemigo pueda causar tanto daño.

Parece que sabes leer bien las mentes, Baltazar. Siempre tan perspicaz. Seguro que ello te ha servido para resolver muchas misiones. Sobre cómo acabar con ese demonio, difícilmente lo podremos matar, pero yo me puedo encargar de sellarlo. Tantos años de estudio me han hecho aprender un poco sobre la magia de Zeref. Vosotros lo debilitareis mientras yo preparo el conjuro. Necesitaré algo de tiempo.

De la puerta de una casa se ve salir a aquella chica rubia que sobrevivió a la masacre del demonio en otro pueblo. Ella llevaba en la boca un poco de carne que iba comiendo. En su rostro mostraba dientes afilados mientras mordía como una bestia. Miraba fijamente al grupo, pero más centrada en Jack, el cual mutuamente se reconocieron.

Al ver la matanza, mi gesto pasó a ser uno de desolación y pena. No era secreto que, de todas las razas existentes, la humana distaba de ser la que más apreciaba, pero eso...

La verdad, no escuche la conversación. No pensaba en planes maestros. Ni siquiera me importaba lo que decía Roswall, tanto menos al ver a esa "mujer" de nuevo, engullendo parte de alguna persona. Mi gesto se contorsionó con fiereza, y todas las plantas que brotaban a mi alrededor estallaron en flores espinosas de color rojo sangre, mientras la transformación brotaba de mí. La piel se endureció como la de un oso, dándome un aspecto aterrador antes de que me brotase el pelo, mientras los músculos se marcaban y crecían. Las uñas se alargaron de manera siniestra, al tiempo que un rugido atronador se abrió paso por mi garganta, lanzando una nota gutural y terrible.

Inconscientemente, cuando apoyé las manos en el suelo, adoptando una posición cuadrúpeda mientras el rugido se convertía en un gruñido de cazadora, empleé el hechizo que haría brotar un bosque de buen tamaño a nuestro alrededor, bosque que haría lo que estuviese en su mano por frenarla.

No tenía ni la más remota idea de dónde se acababa de meter.

Por su parte, Nurgle se da un respingo.

Ver a una mujer comiendo carne no es nada raro ¡Como si no estuviesen buenas las hamburguesas! Pero eso de los dientes... ya se me hace más raro ¡Y parece que conoce a Jack!

Institivamente, Nurgle se pone en en guardia

"¿Tenemos OTRA pelea? ¡VAMOS!"

Al observar a mis compañeras niego levemente von la cabeza y protejo mi cuerpo con mi armadura de piedra al tiempo que observo a la mujer y evalúo mi siguiente movimiento.

Jack ese es el demonio que has estado cazando, dime sabes algo sobre él o sólo vas a a hacer lo de siempre mi amigo. - digo mientras evalúo la situación.

Y tú, ¿Por qué no nos mataste cuando pudiste?

La mujer soltó el trozo de carne que tenia en la boca mientras le daba el ultimo mordisco y se empezó a transformar en el demonio que era. Una mujer desnuda de 2.5m de altura con pies de águila, alas en la cabeza de ave con dos antenas y garras en las manos tambien.

Por que no os maté preguntas? Por que me encontraba débil y necesitaba mas comida. Os use para llegar a otro pueblo y veis el resultado. Los humanos sois tan fáciles de engañar.

Rie descaradamente  mientras se eleva algo mas de 1m del suelo.

Sí, es ella. Reconozco ese olor. Aun no me enfrentado a ella, pero huelo maldad y alguien bien poderoso. Debemos trabajar todos juntos.

Jack sacó su machete de dentro del cinturón que llevaba colgado. Sonrio mostrando sus dientes y adoptando un actitud mas ofensiva.

Rosswall dio varios pasos hacia atrás y comento:

Os dejo la pelea a vosotros. No me quiero manchar las manos. Cuando esté bastante débil, usaré el conjuro para apresarla.

Se sentó en el suelo adoptando una extraña pose similar a la de loto, pero sin cruzar tanto las piernas. Puso su sombrero delante suyo boca arriba y empezo a realizar extraños gestos.

Necesitaré que alguien me encuentre un recipiente con tapa. Servirá para encerrarla.

Toma aprovéchalo. - digo mientras saco una pequeña lata del bolsillo de atrás de mi mochila. - Sólo no olvides sacar mis calcetines sucios. 

Una vez dicho eso me concentro y creo un dragón de agua que lanzo contra la criatura intentando derribarla.

Kinn se movió veloz por entre los árboles, como una depredadora, como siempre buscando sus aperturas antes de atacar. Si no fuese por su monstruosa fuerza en combate directo, parecería que es una asesina más que una combatiente. Sus ojos brillaron siniestros, anticipando mucho dolor por parte de ese "demonio".

"Puede que seas un demonio, una diablo o una furry con la rabia, pero hay algo que debes de saber"

"Mi justicia es una sola ¡KOUSHIROKOU BEAM!"

Con determinación para evitar que esta mujer siga haciendo daño, le disparo sendos rayos desde los ojos.

Es hora del concierto. Vamos a cantarle una nana a ese demon¡o.

Pike convoca a su violin y empieza a tocar para apoyar a sus compañeros. Una cancion de cuna empieza a sonar a ritmo lento.

Sirene evito los ataques de Baltazar y Nurgle con un vuelo lateral para encararse hacia a Kinn y atacarla con sus garras hacia los árboles que habia creado. Con una cierta inestabilidad por la cancion de cuna, ataco con furia desgarradora.

Rosswall seguia preparando el conjuro.

Por más demonio que fuese, la jungla seguía siendo el terreno de Kinn, y ahí era más rápida, con lo que las garras de la demonio pasaron alrededor de Kinn, que a pesar de tener sus propias y brutales garras, cedió algo de terreno hasta que la demonio se vio rodeada de árboles. Con los ojos reluciendo con ferocidad, Kinn soltó un rugido ininteligible para sus compañeros, aunque quizás la demonio lo entendiese.

"Unas garras corruptas no vencerán las garras de una auténtica cazadora."

Tras lo que esquivó un garrazo vertical de la criatura, encontrando un apoyo con el pie derecho en un árbol tras el salto lateral, y contraatacó haciendo caer ambas garras con fiereza contra el demonio.

"No vas a ir a ninguna parte!" La presencia de otra chica cosplayer exhibiscionista, como Sirene, hace que me ponga de mal humor. Es como si intentase imitar malamente algunas de las poses y las formas de combatir de mi madre. Ella si que era capaz de luchar de forma increible.

Vista la situación, y sabiendo que esta tia intentará dominar el combate con superioridad aerea, hago tambien una pose, y extiendo unas alas de luz y de rayo que salen desde mi espalda, desgarrando un poco lo que sea que tenga detrás mia -seguramente, un árbol o una roca-

"¿Ahora entiendes ya ves por que no llevo nunca camiseta, Balazar? ¡No tenia mas remedio, hombre!"
"Como me ponga algo más grande, lo destrozo!
 

Visto esto, me echo a volar y a lanzarle otro rayo láser desde los ojos a Sirene, quien sigue esquivando.

La situación estaba saliéndose de control, la criatura era excesivamente veloz y mi dragón no podía alcanzarla, por lo que cambié de estrategía.

Tal vez si lograba cortarle las alas la situación mejoraría, pero nuevamente su velocidad parecía jugarme en contra, lo que empezó a frustrarme y mucho.