Partida Rol por web

Dale se resistía por todos los medios a dejar caer su coraza de excepticismo y pesimismo respecto a las relaciones sentimentales. Tenía una cruzada contra el género masculino en lo que a familiaridad se refiere, e iba a ser muy difícil bajarla de ese caballo...
Echa a caminar pasillo adelante, ya fuera de los baños.

- Supongamos que me creo que te molo: ¿Qué pasaría si resulto querer cosas distintas a lo que tu quieres? ¿Qué pasaría si no soy lo que esperas que sea...? No voy a ser como esa pobre chavala española y pensar siquiera que un tío que me conoce de dos días se pueda enchochar conmigo. Ya me fuí de una punta a otra de mi país con un tío al que conocía de un mes y... No, paso, ahora que llevo más kilómetros sé de qué pié cojeais. Da igual que seais "buenos" o "malos"... Todos sois hombres, y por alguna razón o gilipollez cósmica, yo siempre atraigo a los equivocados.

Siguió caminando, mirando al frente.

Sigo sus pasos con las manos en los bolsillos del pantalón, en un estado de "cabreo tranquilo" bastante evidente.
-Ah, cojonudo; simplemente cojonudo... Acabo de convertirme en un "tío equivocado" y metido en un saco... Dios sabrá por qué cojones, pero bueno... -suspiro nuevamente-. Oye, mira, créetelo o no, haz lo que te de la gana, Dale... Yo te he dicho lo que hay, no le doy vueltas al asunto y, en serio, estoy alucinando porque tú lo hagas de esta forma... Yo no espero nada de ti, no me importa que puedas querer cosas distintas: somos diferentes. Tú eres bajita y delgada y yo soy alto y grande; tú eres muy inteligente y a mí me cuesta más aprenderme las cosas; tú tienes los ojos azules y yo verdes. Somos distintos, coño, eso es lo bueno, pero por eso y por muchas otras cosas me gustas... ¡Es que no puedo entender qué coño hay de malo en eso! ¿Qué pasa, que no te gusto? ¡Pues dímelo y ya está! ¡Tampoco he recibido calabazas en mi puta vida, siempre hay una primera vez para todo, ¿no?! Y lo entendería, ¿eh? En serio. No he aspirado nunca a vivir un cuento de hadas... Eso son cosas de la tele, y las calabazas son lo normal en el mundo. Sólo me he declarado, es así de sencillo. No me cuesta pensar en ti como en mi novia. No me cuesta verte en la parte de atrás de mi moto yéndonos a dar una vuelta por el país por el simple placer de hacerlo... ¡Como tampoco me cuesta verme lanzando al capullo de turno por la ventana de un bar porque se le ha ocurrido mirar a mi chica como no debe! Por eso me he declarado, y el resto ya será como tenga que ser. ¿Estoy haciendo algo malo? -me detengo un momento y llevo la mano a su hombro, obligándola a que me mire-. En serio, ¿lo estoy haciendo? Es que te juro que no lo sé, Dale -y es que tengo mis serias dudas... Tal vez he hecho algo que no se debía dentro de "el juego" que hay entre hombres y mujeres...

Las chicas de la habitación tres habían llegado sin más problemas al baño, y habían procedido a cambiarse sin haber moros en la costa, los baños parecían despejados y los bancos de vestuario utilizables. Ya habían salido de la ducha cuando se arremolinaban en torno a los susodichos bancos con los albornoces del hotel puestos y las toallas enrolladas al pelo, haciendo el clásico intercambio de desodorante, cepillos y demás cháchara. Un pequeño lujo de normalidad en medio de aquella locura, del que Lex no pudo disfrutar mucho, estando cansada y ojerosa. Y sin que nadie lo pretendiese, Donovan le abrió la puerta a Hugo desde fuera, que se encontró de esa guisa a Madison, Isabella, Lex y una fresca, tranquila y descansada Dale, irreconocible comparada con el día anterior... Algo habían hecho con ella las otras tres, y no había estado nada mal.

La australiana reaccionó sólo levantando la ceja mirando a los dos chicos que acababan de llegar. No estaba la cosa para humor... O... ¿Qué coño? ¿Porqué no?

- Qué bien: Han llegado los strippers - esbozó una sonrisa cabronzuela apretando los labios, a ver si colaba. Empezar la mañana con música y con un alegrón a la vista no tenía porqué estar mal, y aquellos dos eran precisamente eso: Un alegrón a la vista.

"Vale, Donovan lo habia dejado bastante claro. Yo tenia problemas, pero el actor lo superaba con creces y tenia para regalar y repartir. Supongo que es lo tipico cuando juntas la familia con el trabajo, o mejor dicho, el fin del mundo." Pense levemente preocupado por el actor, olvidandome temporalmente de todos su defectos y rivalidades. A lo cual, dejando todo eso aparte, se le podia dejar como amigo o una persona que te cae bien.

-Mira Donovan, no es que pueda serte de mucha ayuda, sobre todo porque creo que me he perdido en noveno dedo. Pero no te calientes la cabeza con lo que dice Taylor, es vidente pero no...

"Un momento, hay algo extraño en esta sala." Pense al entrar los baños y dar unos pasos, sintiendo algo que nunca habia sentido en mi vida. ¿Pero que era? Las duchas no eran, tampoco los vestuarios, aunque esas cuatro figuras vestidas con toallas y semi-desnudas...

- Qué bien: Han llegado los strippers

"Ah vale, no era mi imaginacion. Dale esta feliz y contenta y no me ha insultado, y otra vez Dios me restriega en la cara que los milagros estan ahi pero no en las cosas que queremos." Pense divertido mientras solo sacaba mis cosas de higiene de la gabardina y luego me empezaba a desnudar como si nada.

-Mirad, llevo como media semana sin acercarme siquiera una ducha y sin afeitarme.- La gabardina se la tiro hacia Lex, sonriendo divertido e imitando la mala leche de Dale.- Y en todo esos dias, lo normal ha sido que me lie a hostias con algo y me restriegue mi cuerpo con sangre, nieve o barro.- Pantalones fuera y directo a las manos de Dale.- Asi que si tengo que mostrar mi culo a cuatro mujeres ansiosas por un poco de carne para poder ducharme, que asi sea.- Calzoncillos no tiro, ya que para empezar no me los he puesto.- Pero luego no me echeis la culpa sino podeis dejar de soñar con mi trasero en vuestras frias y solitarias noches.

Dicho eso, me largo a la duchas mientras recogo una toalla y con buen humor, para variar.

¡Buenos días!
Donovan entra en el baño detrás de Hugo, cerrando detrás suya y alzando las cejas al encontrarse ahí a casi toda la representación femenina del hotel. Embutido en su traje de dormir y con toda la cara llena de grasa, el actor no era precisamente el súmun del erotismo.
Sonríe de medio lado y deja que Hugo lleve a cabo su espectáculo, atento a como el español se movía mientras se iba desnudando. Desnudando por completo. La verdad es que no estaba nada mal. Alto, fuerte, bien formado y realmente guapo. Ese aspecto salvaje y desarreglado le daba un toque muy atractivo. Pena que fuera hetero y estuviera colado por Lex y María, porque hubiera sido interesante compartir cama con semejante especímen. La experiencia de Donovan decía que los latinos eran muy ardientes en lo que a temas amatorios se refería.

Buuueeeenooooo... ¿Qué os ha parecido?
Alza las cejas, apreciativo, siguiendo el balanceo de nalgas de Hugo hacia las duchas, inclinando incluso un poco la cabeza hacia un lado.
Me parece que yo no voy a seguir su ejemplo, chicas. Embutido en esta cosa debo ser una de las imágenes menos eróticas del mundo... Pero si os quedáis el tiempo suficiente, podréis ver un stripptease invertido.
Se encoje de hombros y deja su ropa sobre uno de los bancos, cogiendo una toalla y dirigiéndose hacia las duchas también, con el plan de dejar el pijama en el suelo y llamar a la "lavandería".

La mente de Lex navegaba por los mundos de Yupi en el momento en que los chicos entraban por la puerta...

- Hey... - hizo un saludo con la cabeza, sonriendo con el comentario de Dale. Atendió a los chicos con una sonrisa cansada, ojerosa, no esperándose el lanzamiento de gabardina del español, la cual agarró torpemente tras alargar el brazo y como si éste hubiese alertado a una liebre jodida. Pero bien jodida.

...Podría esculpirte en barro con los ojos cerrados de las veces que te he visto desnudo, Hugo... - pensó, sonriendo agotada y asintiendo a Donovan. No le alarmaba ver en pelotas a nadie, pero la grasa en la cara era... Era como una de las peores cosas que podía pasarle a un ser humano digno. Una penitencia.

Dejó la gabardina sobre el banco, levantándose para dirigirse frente al espejo dispuesta a desenredarse la melena. La batalla de las Termópilas era una basura comparada con la contienda que mantenían pelo y cepillo, nada menos que a las santas seis y media de la mañana...

- Conozco a una que va a apuntarse al club del "té con valeriana"... Parezco un panda - comentó con aire mermado, entre tironcitos.

Me recién pongo la toalla en la cabeza sobre el cuerpo, cuando la puerta se abre dando paso a Hugo y Donovan. De forma instintiva llevo mis manos sobre mi pecho en forma de cruz poniendo las manos sobre los hombros... Pero que... digo hasta que me doy cuenta de que debe ser normal, y que a la entrada no es que haya visto un cartel con el dibujito de una mujer meando...

Entonces llega algo todavía más inesperado... lejos de marcharse hasta que estuviéramos listas, se despelota mostrándose como su madre lo trajo al mundo, y de aunque quiero apartar la mirada, no puedo sino mirarlo... lo cierto es que tiene un cuerpo escultural... esta realmente bueno... mis ojos se clavan en sus mofletes mientras se contornean como si fueran dos flanes duros y tersos, y mi rostro se gira a la par que el de Dónovan mientras por mi mente pasa el dulce sonido de pegar un buen cachetazo a semejante monumento...
En ese momento me percato de mi situación, y mis mejillas se ruborizan, para acto seguido dar media vuelta y empezar a rebuscar nada en concreto entre mi neceser...

Una ducha normal, de las de toda la vida… que sirviera para lo que sirven las duchas, limpiar, que parecía que nos hace bastante falta a todas, y despejar. Eso era lo que me apetecía, pero parece que aquí, hasta eso se hace un mundo.

Lo cierto es que me lo estaba pasando bien hasta que entran, sonrío al verlos, pese a esperar a María, (a una mujer, vamos)… cayendo en la cuenta de que los baños, entonces, son unisex. Abro la boca para decir un simple buenos días, cerrándola bruscamente de nuevo con apertura directamente proporcional de ojos, al comprobar el desnudo integral de Hugo. ¡¡DIOS!! Bajo la mirada mientras sus pasos se alejan, no me esperaba algo así, no quiero analizarlo, no quiero verlo, frunzo el ceño, abochornada, evidentemente incómoda, tendré cuidado en las cosas, que diga, la gente aquí parece tomárselas al pie de la letra. Striper. no vuelvo a levantarla hasta que Donovan se va, más recatado que el otro, pero por si acaso no voy a arriesgarme….

Me cierro aún más el albornoz sobre mi misma, sonriendo tímidamente al comentario de Lex, no serás la única, tiene toda la pinta. Me quito la toalla de la cabeza, restregándola para quitar más restos de humedad, y, tras peinar el pelo, carraspeo, Bueno… voy a vestirme, nos vemos en la habitación,… o en el comedor. Sonrío de nuevo, menos violenta ya y salgo por la puerta.

Dale ladea la cabeza al igual que Donovan, observando el movimiento de posaderas de Hugo mientras camina, luego de haber abierto mucho los ojos y tirado al suelo el pantalón. Que te guste un culo no quiere decir que te gusten unos pantalones sucios de una semana.

- ¿Qué me parece? Le habría dado un palo, pero me da miedo que se me quede la mano pegada después de haber dicho eso de la media semana sin ducharse, qué asco - y el "qué asco" lo dijo sin dejar de mirar, hasta que el español entró en una de las cabinas de duchas. En cuanto a lo que dijo Donovan... Sí, se quedaría a ver el striptease invertido.

- Música y hombres espectaculares desnudos: Ésto es un despertar y lo demás es mierda. ¡Hasta a las princesitas canadienses se les ha hecho el chirri coca-cola...! - se carcajeó mientras se retiraba la toalla del pelo y empezaba a pelearse con los mechones achicharrados de tinte rubio y llenos de nudos. Cuando vió que no iba a ser tan fácil y que molaba más gritarle a otro si te tiraba del pelo, decidió hacer el clásico intercambio con Lex cogiéndole el cepillo y desenredándole. Luego le dió su propio cepillo y se dió la vuelta - No era té, era tila.

Mientras tánto, al decir Donovan "lavandería" no ocurre nada. Pero Dale procede a decir:

- ¡Mis maletas! ¡Quiero mis putas maletas de ropa!

Al abrir Madison la puerta para marcharse, tres acólitos entran: Uno se encarga de recoger la ropa sucia, y los otros dos portan una maleta en cada mano. Dale señala una y el acólito que no lleva la seleccionada se marcha. La australiana, sonriente y satisfecha, abre su maleta y selecciona la ropa. Entra en una de las cabinas de water y sale ya vestida, con el abrigo y todo.

- Hale... ¿Nos vamos a desayunar? Bueno, no: Yo me quedo a ver a Donovan mojado - otra sonrisa de oreja a oreja.

Creo que todos hemos pensado en lo del palo... Y en lo de la mano pegada por tiempo indefinido
Estalla en una ligera risa cristalina y se mete en la ducha, cerrando la puerta y colgando la toalla de ella.

A Donovan se le escucha cantar en la ducha la misma canción que le había despertado con un buen humor que parecía acentuado por el merecido descanso bajo el chorro de agua templada. No es que cantara como los ángeles, pero tenía una bonita voz y no desafinaba.

Tras un buen rato -el tiempo que había calculado mas o menos que tenía antes de desayunar- el actor regresa a la zona del "vestuario" con la toalla enrollada a la cintura. Las gotitas de agua que aún resbalaban por sus perfectos abdominales desde sus bien marcados pectorales le daban un aspecto muy varonil. Aspecto que se completaba con una media melena rubia peinada hacia atrás de cualquier forma por del agua. Las que nunca le habían visto desnudo descubren que no solo es guapo, sino que tiene un cuerpo muy bien formado. Ancho de espaldas, estrecho de culo... maricón seguro. Como decía el dicho. Y esta vez estaba solo medio equivocado.

Se acerca hasta su ropa, la extiende con cuidado, desdoblando pantalones y jersey y mirando a los primeros con algo de desagrado.
Se han arrugado... Bueno...
Se encoje de hombros y sonríe, mirando a Dale con picaresca.

Empieza entonces a mover la caderas a un ritmo que, por el momento, solo él mismo escucha. Hasta que empieza a canturrearlo, aumentando cada vez mas el tono y utilizando mas "pista" para bailar. Tan elegantes, atrevidos, medidos y sensuales son sus movimientos que es prácticamente imposible creer que la toalla no se mueva de su sitio. Arquea el cuerpo como si fuera fluido mas que sólido, siguiendo las pulsaciones del ritmo de la canción con golpes de hombros al aire... Un espectador entendido se daría cuenta de que está bailando una coreografía. La historia de como aprendió Donovan semejantes pasos... queda para el recuerdo.
Ni siquiera se detiene cuando si alguien mas entra en los baños.

Para cuando acaba la canción, de espaldas a las chicas, se quita por fin la toalla y la lanza hacia atrás y arriba, sin volver la cabeza, sonriendo solo para si.

Y eso es todo señoritas. Ahora, si me disculpáis, voy a vestirme.
Y lo hace en un santiamén, con esa sonrisilla pícara en la cara que le daba una expresión zorruna.

Una vez calzadas las botas, se levanta, da una palmada al aire y se dirige hacia la puerta de salida del baño.
Y ahora, a desayunar. Bailar para abrir el apetito está muy bien, pero solo si luego puedes llenar el estómago con algo bien rico.

Me quedo parada al lado de Dale, en cuanto veo su ropa que aparece, sonriendo, una sonrisa que se congela…. Menos mal que no me he ido (negaré mientras viva haber pensado algo así)…Ahora sí, ahora me quedo roja como un tomate mirando la perfección a un par de metros, incapaz de dejar de mirar a ese adonis, niego con la cabeza, avergonzada e hipnotizada, de arriba abajo…. esto no es nada propio de mí, pero….

Cierro la boca de sopetón, que, maldita sea, no sabía que la tenia abierta, y le doy a Dale en el brazo… carraspeando, Yo… Dale, que…. te cojo algo… ropa…. ¿Vale? niego con la cabeza, venga ya, por dios, Madi… creo que ha asentido, pero no estoy segura de que sea a mi, a lo mejor sólo está bailando, sólo la veo de refilón…

Entro corriendo en un baño a vestirme, respirando profundamente nada más entrar y ya sí, salgo más repuesta. Agradecida a que haya estado de espaldas, si no, como para volver a mirarlo a la cara…

Isabella no tarda en regresar la mirada al escultural cuerpo de Donovan, movida en parte por las palabras de Dónovan de que se había arrugado... Me giro y observo que se trataba de su ropa... Entonces se pone a contornearse como un auténtico stripper, y ya mi mirada se fija en el, sin poder evitarlo...

Dale hace lo mismo aunque totalmente sin disimular, y no puedo evitar reírme ante la mirada que me dirige, asintiendo con la cabeza... En cuanto Donovan se quita la toalla damos un paso hacia delante y procedemos a una clásica doble cachetada a los mofletes del trasero de Donovan "El culo de tus sueños" Dryden...

El sonido suena más de lo normal si cabe por el agua que cubre al mismo... Oye ya dirás a que playa vas a bañarte culitoooo digo totalmente emocionada y por primera vez desde que estoy aquí riendo...

Por su parte Donovan al mirarse al espejo puede apreciar como en cada uno de los mofletes de su culo ha quedado una roja marca de las manos de Isabella y Dale.

- Té, tila... Colacao... - negó la pecosa, encogiendo un hombro como diciendo "¿Qué coño más da si son las siete de la mañana?"

Al igual que el resto, la muchacha pidió su maleta para esperar mientras hundía la cabeza en el fregador con agua fría y comprovaba que, efectivamente, tenía los párpados más blancos que una tiza. Escuchaba la cancioncilla de Donnie a sus espaldas. Se puso una mano de gorra, no se atrevía ni a mirar... y casi pudo imaginarse las luces de neón removiéndose vertiginosamente y los bailarines de Madonna siguiendo sus movimientos desde atrás...

Cuando llegaron sus pertenencias, se metió en una de las cabinas para vestirse . Al salir (algo más veraniega), abre los ojos con una sonrisa incrédula al escuchar las cachetadas en el culo...

Cita:

- Esto es... increíble- negó con la risilla incrédula, las mejillas algo coloradas, y tirando hacia la puerta de salida. Nada de lo que había vivido en ese hotel tenía absolutamente nada que ver con lo que estaba ocurriendo en el baño, que ahora resultaba ser el Bar Coyote.

Dale se dedica a la observación cada vez menos pasiva. Tenía una debilidad patente y notable por los hombres guapos. Cualquier mujer la tenía en mayor o menor medida, pero la australiana había veces que se tiraría por un precipicio si un Donovan, un Hugo o cualquiera que les llegara a la altura y no tuviera nombre se lo pidiese.
Escuchó a Madison en algún rincón del mundo que no le interesaba y movió la mano dándole permiso para Dios sabe qué... Y cuando percibió las "ondas salidas" y la mirada de Isabella, la cosa salió que ni ensayada: Donovan obtuvo dos bonitos y definidos tatuajes de manos rojas en el trasero.

Dale se parte de risa haciendo palmas striptease de Donovan, al comentario de Isabella y la jugarreta colegial que ha llevado a cabo con ella... Hasta que la carcajada se le corta de golpe al mirar a la puerta, pues ve lo mismo que Lex descubre al salir...:

Cuando llegó se encontró a su hijo en medio del baño moviento el trasero delante de unas crías hormonadas que lo miraban descaradamente. Sí: Su hijito, su angelito de rizos rubios había crecido y se había convertido en una striper barata... O mejor todavía: Gratis.

Se quedó clavado al suelo bajando la vista, cerrando los ojos y haciéndose pantalla con una mano, horriblemente avergonzado mientras su vástago canturreaba "I'm in love with my self" y escuchaba el comentario de Isabella tras las dos sonoras palmadas.

Cita:

- No lo sabe usted bien - responde Dryden, abochornado*.

Carraspea entonces pasando al lado de su ya vestido (gracias a Dios) hijo y las señoritas que le han sellado el trasero. Se mete en uno de los baños completos.

Una vez duchado y relajado por fin salgo de la ducha sonriendo como un idiota y con la toalla en el pelo, hacia tiempo que no sonreia asi, ¿Seran esto que llaman felicidad?. Mientra me fui al lavabo y empeze a afeitarme la barba y el bigote, pensaba al ritmo de "Don`t worry, be happy" que tarareaban mis labios que tampoco podia quejarme. Si era cierto, estaba jodido, pero Donovan me habia recordado que aqui todo el mundo se encontraba jodido de una manera o otra, la diferencia es que mis problemas podia resolverlos... a medias."Sigh, daria lo que fuera por poder resucitar al emo de Marcos y a Artie. Aunque eso signifique acostarme con Balas y su desconocido fan nigromante. Mmmmhhh, creo que ya esta."

Recogi el pelo en una coleta y contemple mi obra, liso como un culito de bebe menos por la perilla. No podia evitarlo, me gustaba mas tapar mi cara bajo pelo facial que tapara las mejillas y me diera una imagen mas ruda, asi que se podia interpretar ese pequeño punto como una señal de que volveria a dejar la cuchilla de afeitar el dia en que no tuviera que preocuparme por que la sangre me tiña de rojo la barba.

-!Acolito¡.- Dije con el mismo tono autoritario que Dale y chasuqeando los dedos.-!Traeme ropa¡

Como no, el acolito viene para darme un trozo de tela que sustituya el que se ha llevado, y nada mejor dicho, ya que solo trae un mono de nieve que cubre desde el cuello hasta las rodillas con zip incluido."Perfecto." Lo cojo mientras le señalo la puerta, y luego me pongo el mono con la maxima tranquilidad posible y evitando pillarme con el zip la entrepierna. Como he dicho antes y repetire miles de veces, no era un stripper, pero ser un cambia-formas exigia tener muy poco apego a estar vestido y saber desnudarte y vestirte en cuestion de segundos.

Y asi una vez vestido y arreglado, me preparo para ir al comedor y preguntarle al vidente sobre mi futuro. Aunque claro, no sin antes recordar que tenia que despedirme de las chicas y mirar por ultima vez el perfecto cuerpo de Lex. Que ahora que lo pienso, es extraño que se hayan quedado paradas en la entrada.

-¿Ocurre algo, Lex?.- Pregunto con leve curiosidad mientras me dirigo hacia la puerta.- Os veo un poco palida a las dos.

El señor Dryden. De toda la gente que podría haber llegado en ese momento, tenía que ser precisamente su padre el que apareciera. Dios... Si pudiera, le pediría que un acólito que se lo tragara hacia el suelo...

Baja la mirada y suspira cuando su padre pasa por su lado y niega lentamente con la cabeza, abochornado. Aunque no arrepentido, se había divertido y mucho. Y eso es lo que contaba al final del día. la sonrisilla, aunque casi muerta, aún estaba en su cara.
Adiós buen rollo. Hola cruel y despótica realidad. Me voy a desayunar.

Y sale del baño palmeando a su hermano en el hombro al pasar por su lado a modo de saludo.

Llego al baño silbando alegremente "Riders on the storm" de The Doors, aunque a gran velocidad debido al acojonante frío que reina en el hotel. Únicamente con la toalla de baño a la cintura, el neceser en la mano y en el otro brazo la ropa para hoy, chupa de cuero incluída. Mantengo el pelo recogido en una coleta alta, para facilitar el baño. -Buenos días -saludo a quien esté en el interior, sin reparar especialmente, al menos en un primer momento, en quienes son los presentes. Después alzo la vista para hacer una mejor inspección.

Mis ojos se convierten en platos soperos, y mis mejillas en tomates al ver al padre de Donovan... Casi puedo notar como se me corta la respiración, y cuando pasa tan solo puedo tartamudear un poco... Yo... esto no... es lo... Joder a ver con cara le digo yo ahora que quiero hablar con el... no hace ni caso... Miro a Donovan y a Dale...y cuando su padre desaparece no puedo evitar soltar una pequeña carcajada por la sitaución, que rápidamente desaparece. No quisiera que volviera a aparecer porque se haya dejado el champu.

Sin más pido mi ropa a uno de los acólitos y me visto, tras lo que me dirijo a Dale... ¿Vamos a desayunar algo? le pregunto con una sonrisilla... Será mejor que no la dejemos sola, la verdad es que se ha levantado estupendamente, pero si vuelve a recaer...

Entonces entra el hermano de Donovan... levanto la mano agachando la mirada al suelo, y salgo del baño, tirando de Dale... ya había tenido suficiente cuerpo serrano para una mañana.