Partida Rol por web

Pone los ojos en blanco cuando le dices de volver con Antti, pero sonríe y sigue caminando.

- Vaaaale. Pero pizza no, deha que yo hago la sena, ¡no quiero comer comida rápida más! - niega rotundamente - Compraré un libro de resetas rusas...

- ¿Qué dices? Si te has pasado todo el día limpiando y ordenando de un lado para otro... - le pasa la mano por el torso - Cómprate un libro de recetas, pero dime qué te apetece y yo hago la cena, ¿vale? Andaa... - le besa cerca del lóbulo de la oreja, sonriendo con picardía. Después pasa el brazo por su cintura mientras sigue dándole besitos por la mandíbula... Alexa es como la vitrocerámica. Tiene su truco, pero una vez que conectas el "fuego", la superficie se calienta para un buen rato...

De nuevo parece que la tensión sexual se paladea en el aire... Se gira lentamente, poniéndote las manos en la cintura y sonriendo bien cerca de tí...

- Bueno... Me apetese "comida húngara"... - ríe, pícaro, de nuevo entreabriendo los labios y rozándolos con los tuyos cuando de pronto los focos de una enorme caravana os ciegan. Herkus os hace pantalla con el brazo, pero un pitido del claxon parece daros un vuelco completo en vuestro sistema nervioso...

- ¡¡ANTTI!! ¿¡QUÉ DEMONIOS HASES!? - grita al distinguir vuestra caravana.

Antti baja la ventanilla a toda velocidad y saca la cabeza por ella.

- ¡¡¡ARRIBA, HOSTIAS!!! ¡¡LE HAN PEGADO UN TIRO A UN MUTANTE JUSTO DELANTE DE DONDE ESTÁBAMOS APARCADOS!! ¡¡EL TÍO ESTABA HECHO UNA MIERDA!! ¡¡VENGA, JODER, CORRED!!

Justo en el momento en el que la luz les ciega y suena el claxon... Lex deja caer su cabeza para apoyarla en la frente del lituano, nuevamente interrumpida...

Cita:

Abre mucho los ojos, sorprendida, e inmediatamente corre para meterse en la caravana y buscar su botiquín de primeros auxilios...

- ¿¿¿HACE CUANTO LE HAN DISPARADO???

Herkus corre también al interior de la caravana, y una vez estáis dentro, Antti arranca todo lo rápido que puede con el enorme vehículo...

- Está muerto, nena - informa el finlandés, ceñudo, con voz queda - Le dispararon en plena cabeza... Tocaron la puta puerta... Pensé que tenía que salir... Me preguntaron por Alexa Czigany y al ver que no estabas se largaron... Te están buscando... Más vale que nos alejemos cuanto antes de Rusia... Siento haber tenido que hacerle un puente a tu caravana, pero tenía que arrancar...

Tras detenerse y escuchar atónita el relato del finlandés, enmudece:

- N-no importa... - niega con la cabeza, bastante intimidada, y tendiéndole las llaves a Antti, aunque ya no hicieran mucha falta... - ...Sal de aquí cuanto antes - se vuelve hacia el sofá para dejar el gorro y el abrigo, tragando saliva, pensativa... Por un momento se había olvidado de la causa por la que huía y por la que había llegado a parar a Rusia...

Luego de unas tres horas de carretera, ya en Finlandia prácticamente quemando neumático, Antti para a un lado de la carretera.

- Joder... Llevo siete horas conduciendo... Le toca a ALGUIEN... - se sienta en el sofá y se deja caer, recostándose. Herkus se había dedicado a esconder en una maleta todo lo que pudiese demostrar la presencia de una mujer en la caravana, por si había que esconderos a tí y a tus cosas. Después de eso no pudo evitar quedarse dormido - Faltan unas tres horitas hasta Helsinki, nena, cuando veas un letrero que lo diga, me despiertas que te guíe - concluye, quitándose los zapatos para quedarse oficialmente torrado apenas unos segundos después.

Lex se coloca un gorro y se recoge el pelo en coleta, tomando el control del vehículo siguiendo la ruta, avisando en cuanto encuentre dicho cartel. Va seria y un poco paranoica, desviando la vista al retrovisor en ocasiones por si alguien les sigue...

Por fin llegáis a la entrada de Helsinki, y cuando te acercas a Antti para despertarle, descubres que está empapado en sudor a pesar de que lleva tan sólo una camiseta de manga de sisa y los pantalones... Herkus, que duerme a su lado, parece haberse destapado y se estira en lugar de hacerse un ovillo...

Ooooooiiiihhh... - se enternece Lex al verlos dormir como angelitos.

Se acerca primero a Herkus, retirándole el cabello de la frente y besándole ésta, susurrándole al oído - Herk... Ya hemos llegado a Helsinki. Ve espabilando... - le agita ligeramente el hombro. Después se acerca a Antti, el cual está empapado de sudor... - Anttii... Despierta, hemos llegado... - Se queda un momento extrañada, observándolo...

¿Por qué suda tanto? ¿Está enferm...? - abre los ojos como platos y se echa hacia atrás, pegándose a la pared, con cara de horror.

Antti no parece reaccionar, mientras que Herkus se remueve incómodo, levantándose aún con los ojos cerrados, quedándose un momento con la cabeza colgando hacia delante...
Cuando la levanta y te ve, frunce el ceño y mira a Antti. Suda, sí, pero...

- ¿Qué pasa...? - pregunta, extrañado.

Es... Es físicamente imposible sudar a esta temperatura. Tiene que estar enfermo... No se despierta... ¿Y sí...? - niega con la cabeza, preocupada. Si se había contagiado de lo que creía, se lo había pegado a ella y a Herkus muy probablemente... Coge su botiquín, y aunque apenas siviera de nada, se pone una mascarilla y unos guantes. Se acerca a él y coloca un termómetro en su axila...

- Échate a un lado, Her... - se vuelve al finlandés - Antti... - le da golpecitos en la cara - Antti ANTTI DESPIERTA, JODER, VAMOS - le sigue dando golpecitos, zarandeándolo si éste no se despierta...

Antti se despierta pesadamente, irritado, apartándose de tu presencia como si le agobiara.

- Joder... Me siento de culo... ¿Qué coño pasa...? - al abrir los ojos y verte con mascarilla, frunce el ceño y abre mucho los ojos - ¿¡Qué cojones pasa!?

- ¡¡No te muevas, te estoy tomando la temperatura...!! - le sujeta el brazo para que no se mueva. Intenta relajarse, tragando saliva... - Tranquilo, dime qué te molesta... ¿Desde cuándo has sentido calor y te has encontrado mal? - examina su piel, en busca de algún tipo de erupción o irritación...

- Desde que se fueron los tíos que te buscaban, ¿porqué? ¿Qué coño pasa? ¿Estoy malo? - pregunta sin que eso parezca importarle mucho.

- ¿...A tí qué te parece? - dice echando un vistazo a su ropa húmeda por el sudor - Sudas muchísimo y creo que, LÓgicamente, tienes fiebre... Esos tipos... - frunce el ceño. Si buscaban mutantes y se habían cargado a uno... - tienen que haberte contagiado... NO ESTOY SEGURA pero... Es una posibilidad... - niega con la cabeza, apartándose de él y deteniéndose a pensar - ¿...Cómo eran? ¿Te hicieron algo?

- No me hicieron nada - se quita el termómetro, que marca una fiebre de nada menos que cuarenta y dos - Joder... ¿Es esa puta enfermedad? Me cago en todo, ahora verás... - Abre la puerta y sale al pleno paisaje nevado junto a la carretera de entrada a Helsinki. Se queda parado, apretando los puños mientras el viento le revuelve el cabello y Herkus le mira espectante... No suda, pero no parece molestarle el frío que entra desde fuera... De pronto, la nieve al rededor de Antti empieza a solidificarse hasta cuartearse, palidece y las gotas de sudor van cayendo como pequeños copos de nieve... Su pelo, empapado en sudor, empieza a helarse mientras mira hacia arriba con los ojos cerrados y expresión de alivio... Cuando vuelve a abrir los ojos, ya no tiene mala cara y el rubor vuelve a sus mejillas, así como su sonrisa a su rostro - Ya está - dice entrando - Ya podemos ir a mi casita - sonríe, frotándose las manos, cerrando la puerta tras de sí y yendo hacia el volante.

Alexa observa el espectáculo junto a Herkus

- ¿Cómo... Cómo has hecho eso, Anttilope? - pregunta cuando éste se sienta al volante, alucinada - Espe... - Si estabas contagiado LO ESTAS CONTAGIANDO TODO - Es genial que sepas congelarte a temperaturas pasmosas PERO CONTAGIAS... CONTAGIAS IGUAL - se vuelve hacia la cama, para quitar las sábanas y meterlas en una bolsa de basura, después se retira los guantes y la mascarilla y los tira a la basura...

SOY UNA HISTÉRICA DE MIERDA

- Pppppffffff... - se lleva las manos a la cabeza... - No vuelvas a abrirle a NADIE sospechoso, ¿deacuerdo? A NADIE. Como si preguntan por la madre que nos parió, A NADIE.