Partida Rol por web

- Querida... Cuanto antes llegues, antes podrás ducharte, no pongas más "peros", tenía que haberme marchado, pero he vuelto - le dice a Eva con cierta delicadeza, tratando de que se relaje un poco. Se gira sobre sí misma para mirar a los pasajeros del asiento trasero: - Haced el favor de comportaros o abro la puerta y os quedáis en Los Ángeles, ¿de acuerdo? - aunque su tono es de reproche, su voz no se alza - Ésta chica acaba de perder a la única familia que tenía. Tened un poco de consideración.

Una vez todos estáis dentro, el taxi se pone en marcha hacia el aeropuerto, alejándose cada vez más del lugar del incidente...

- Os recomiendo que os deshagáis de vuestros teléfonos móviles... Nos traerían problemas si quisieran localizarnos...

Apago el teléfono móvil y entro resignada al coche, junto a la ventanilla, sin decir una palabra y sin mirar a ninguno de los que me acompañan.

¿No tiene este trasto aire acondicionado?

El tono de su voz es angustioso. Cierra los ojos y echa la cabeza hacia el respaldo del vehículo, mientras sun mano temblorosa tienta la puerta buscando algo para abrir la ventanilla.

Dioss! Es...es como el jodido caballo, pero...pero mucho mejor. Tengo...tengo que volver a probarlo. Tengo que...

Vuelve la cabeza hacia Art, exahusto, con los ojos entornados y la mirada perdida.

Joder, tío. Impresionante lo tuyo,eh?, balbucea. Con esos brazos, tú y yo podríamos ganar una buena pasta.

Taylor deja car su mano sobre el brazo de Art, momento en el que su mirada adquiere una repentina lucidez y una sonrisa cansada de dibuja en su boca.

Quería odiarla, quería culparla de toda la mierda que me estaba afectando, quizás hacerla responsable de todo lo que me ha ocurrido durante mi vida, he peleado contra el sistema, contra las jodidas corporaciones, pero ella era algo físico y real que por fin tenía a mi alcance, alguien con quien desahogarme, eso es lo que quería…

Pero allí en aquel lugar, con mi brazo rodeándola durante unos instantes, siento que es una persona igual que yo, su dolor y su miedo, todo aquello que no he parado de sentir en los últimos diez años, la miro detenidamente, sus ojos perdidos en algún punto del paisaje, mirando en sus recuerdos, recordando sus miradas, y siento ganas de abrazarla y decirle que todo va a ir bien, debo ser un maldito gilipollas. El calor se acentuaba, pero empezaba a acostumbrarme, Taylor se sorprende de mi fuerza, pero no de que sea capaz de teletransportarme, curioso cuanto menos, y luego estaba esa extraña chica de la que el músico parecía estar colgado, me llevo la mano a la cabeza rascándome ligeramente la nuca, con cara de comprender cada vez menos, deseoso de recibir respuestas que seguramente me llevarían a más preguntas, estúpido juego.

Creo que tu ya ganas una buena pasta digo mientras miro su mano tocarme con suspicacia, aparta tu mano tío, que las estrellas del rock tenéis gustos bastantes raros muevo el brazo para sacudirme su contacto, dirigiéndome a la mujer del asiento delantero Seré bueno de momento, lo prometo

No, tranquilos, si queréis daros el lote, a mi no me importa - digo con desgana cuando oigo a Taylor admirar los brazos de Art. - a mi mientras no me mezcleis en vuestros lios, yo no me meto.

Me dirijo a Lior, para dejar un poco de "intimidad": Lior, una pregunta, ¿vamos a ir ahora al aeropuerto?

lo que ves es una extraña casa perdida en lo que parece un bosque salpicado de nieve...
Parece que estás estudiando la casa, reconociéndola...

Se oyen muchas voces y hay más gente de la que la cabaña podría o debería albergar... Por ahí se oye algo como "¿¡Y tenemos que estar aquí los diecinueve metidos!? ¿¡Hasta cuando!?", "Pues hasta la siguiente pista", "Mierda, ¡JODER, QUIÉN HA SIDO EL PUTO CERDO QUE HA DEJADO ASÍ LA DUCHA?", "¡CALLAOS YA, HOSTIAS!", "¿Vas a salir con la cantidad de militares que hay buscándonos? Genial, si hay medicinas, tocaremos a más cuando estés muerto", "Pues preparáos porque hasta que no seamos veinte, no vienen a darnos la siguiente pista..."

Los rostros que puedes distinguir son los siguientes (amén del de Eva y Art):

Todos parecen más o menos enfermos, pero las tres presencias que más te llaman la atención son las que una pequeña que con suerte tendrá un año, preciosa, que parece observar todo con preocupación desde los brazos del joven de cabello rizado rubio...

Y finalmente, dos jóvenes poseedoras de una belleza tal, que tu mente se resiente al acabar la visión... Una* viste de negro, con ropas muy acorde con el estilo metal en general...

La otra** lleva unas ropas más hippies, pero también lleva cara de peores ánimos, como si estuviese cabreada...

- Claro que serás bueno - afirma Lior, sacando un cigarrillo marca Silk Cut y echándoselo a la boca para encenderlo. Tiene la deferencia de abrir la ventanilla para que el humo no le de a Eva... - El aire acondicionado no es bueno, lo sé - se cala unas gafas de sol - Tranquila, Eva: Vamos al aeropuerto.

Dicho ésto, da por zanjada la conversación y se mantiene en silencio hasta llegar al lugar citado, donce baja y os entrega tres billetes con destino a Estocolmo.

- Buscad "Ankoivu" - os susurra, para que el taxista no alcance a escucharla - Todo recto desde la entrada por carretera a la ciudad, cuando veais la primera señalización, seguid adelante hasta un camino de tierra. Adentráos más allá del camino siguiendo éste y buscad la cabaña. Yo me marcho aquí.

Saco una libreta y un bolígrafo del bolso, donde apunto las instrucciones de Lior. Cojo uno de los billetes de avión y me despido:

Bueno, pues, supongo que ya nos veremos en otro momento. Gracias por la ayuda.

Espero a que mis dos queridos compañeros de fatiga tengan un minimo de educación para entrar al aeropuerto e irnos de este maldito país que no me ha traído nada bueno, y del que voy a guardar el peor de los recuerdos.

De nuevo el frío. Es bueno: aunque se canalice a través de su cerebro, logra aplacar ligeramente el calor de su cuerpo. Es como...un placebo, al que cada vez está más enganchado.

No puede evitar una mirada iracunda hacia Art cuando éste le aparta la mano. Oye algo: Art, Eva, Lior...hablan, pero su mente está demasiado ocupada como para "escuchar".

Hay...tanta energía en esa casa...Pero, ¿qué me dices de La Chica, tipo duro? Si, la que parece estar enfada. Esa ropa tan hippie...,su pelo...lo lleva exactamente igual que Victoria cuando la conociste, ¿recuerdas? Estudiadamente descuidado,...apostaría mi vida a que su tacto tiene que ser...

Pensamientos cruzados se enmadejan en la mente de Taylor. Al cabo de un rato, mientras el coche se mueve y los demás hablan...empieza a sentirse algo más despierto (sólo un poco) y comienza a divagar, trabándosele a veces la lengua.

¿La pasta? Nunca es suficiente, colega. Nunca!. Así está organizado esto: los cabrones te meten esa idea desde que eres un enano y te obligarían a consumir hasta tu propia mierda si ellos fuesen los dueños de los derechos.- la boca pastosa no le deja pronunciar con claridad.
Conozco gente que podría subirte a un cuadrilátero. ¿Cuanto pesas? ¿85? ¿90? Peso pesado. La Gran Esperanza Blanca, tío! Parece que lo estoy viendo: MGM de la Vegas, Saturday Night Show...Joe Cortez como árbitro y Michael Buffer cobrando 25.000 pavos por decir...- un grito desafinado sale de su garganta, ahí mismo, en el taxi-Let's get ready to rumbleeeeeee!!!

Ríe a carcajadas.
Lenox Lewis en una esquina y...¿cómo te llamabas? ¿Al?... Bueno, no importa...¡"El Soldadito Parguela"!. ¿Te gusta el nombre? A mí me encanta.

Taylor es conciente de que la imparable e inconexa verborréa puede ser producto de esta nueva "droga" que está probando, a veces placentera, a veces dolorosa...siempre satisfactoria.

Pues eso.-prosigue-Lenox lanza un directo de izquierda que no llega a impactar y prepara la mano derecha. La suelta con todas sus fuerzas y entonces...¡El soldadito parguela se teletrasporta hacia un lado!,...un día me tienes que explicar cómo coño haces eso..., Lenox se queda con la boca abierta...y tú se la cierras de un "Croché" de derecha que lo pone en la lámpara.

30 segundos de combate... Vencedor por K.O en el primer asaltoooo...¡La Gran Esperanza Blanca! ¡El Soldadito Parguela!- grita, intentado sin éxito tomar el brazo de Art y levantárselo, a modo de victoria.

Las apuestas, 20-1 en tu contra. Millonarios. Así de fácil. Y sólo tienes que decir "Sí, quiero".

A Taylor no le importan las conversaciones que puedan tener los demás mientras él no para de decir estupideces. Sólo sale de ese demencial estado cuando el coche se detiene y Lior habla:

Cita:

.

Que alguien me eche un cable. Estoy tan...cansado.- dice, sin poder quitarse de la cabeza a esa brutalmente atractiva mujer que pudo ver en sus "sueños".

“La gran esperanza blanca”, no era una idea muy original, pero seguro que funcionaba, me hubiera podido gustar sentirme así, forrarme de dinero y dejar todo de lado, olvidarme de él, de todo aquello que sucedió, volverme uno de ellos, sonrío al escuchar toda la verborrea de Taylor, a pesar de que era autentico capullo, puede que no este demasiado desencaminado en sus ideas, lástima de toda esta mierda.

¿Estocolmo?, ¿Ankoivu?, ¿que cojones estaba pasando aquí?, tendré que poner un par de cosas claras antes, menuda jodienda, Venga mamonazo, yo te echaré una mano con la mochila en la espalda y Taylor apoyado en mi brazo entramos en el aeropuerto, esté tío va hasta arriba de alguna mierda, no sé si lo dejarán montarse en un avión, pero antes de llegar a ninguna zona de embarque me dirijo a la chica

Eva, espera un momento, ostia un repaso al grupo, desde luego no se cual de los tres presentaba peor aspecto, bueno si, estaba claro que el músico, pero no le andábamos demasiado a la zaga, y luego aquella extraña fuerza, a la mierda, nunca supe mentir, Te busco porque quiero averiguar como murió tu padre, y sobre todo, quiero encontrar una cura para la enfermedad que se lo llevó mis ojos buscan el azul de la chica, directos Y no dispongo de demasiado tiempo según parece

Taylor agradece el gesto guiñando un ojo. Aún lleva los papeles...y, a pesar de las indicaciones de Lior, se asegura de portar todavía el móvil.

Están todos jodidos, colega.- susurra mientras siente lo liviano que resulta su peso para los brazos de Art.-Todos, en esa casa...., como nosotros.No quiero convertirme en un Conejillo de Indias.

Se deja llevar. La debilidad se mitiga poco a poco, pero aún es pronto incluso siquiera para andar con soltura por su propio pié.

Hace años que no cojo un vuelo "público". ¿Hay por aquí alguna licorería?-pregunta, algo más lúcido. Quién lo diría.

Mientras Art le ayuda a caminar, trata de imaginarse a sí mismo llamando a Pete por el móvil. Con esos pensamientos como base...hace uso de la precognición.

No confío en ti, y no pienso decirte nada sobre mi padre. - digo tajantemente y sin mirar a la cara a ninguno de los dos.

Me acerco al mostrador del aeropuerto para enseñar mi billete de avión y poder subirme cuanto antes, intentando no darle vueltas a todo lo que me a pasado en menos de 48 horas.

Voy tras la jodida niña a la zona de embarque, arrastrando a Taylor, todos jodidos dice, ¿conejillos de indios en una casa? ¿De qué coño estás hablando?, y nada de beber más joder, cuando lleguemos a Estocolmo haz lo que te de la gana, pero si la liamos en el avión tendremos problemas, yo doy consejos, otra cosa es que los siga.

Puta mierda, maldita zorra, ¿por qué lo hace todo tan complicado?, no me fío de tí, idiota, ¿acaso yo me fío de ella?, ¿y qué importa?, todo a su tiempo.

De acuerdo niña, no me digas nada sobre tu padre, pero podría ayudarte, sirvo para algo más que cargar sacos de mierda digo en un tono de voz quizás más elevado de lo que hubiera debido, después me vuelvo hacia el músico al que continuo cargando, No te lo tomes a mal tío, pero hueles como uno cojamos el puto avión.

La voz de megafonía resuena en el aeropuerto:

- Aviso: La puerta de embarque del vuelo con destino a Estocolmo, Suecia, cerrará sus puertas en cuatro minutos.

Tal como es de grande el aeropuerto y lo lleno que está de gente, más os vale correr...

Más os vale daros prisa. - Comienzo a correr en dirección a la puerta de embarque.

De vez en cuando suelto algún Perdón!, Disculpe!, Lo siento! cuando tropiezo con alguien en la carrera para tomar el avión.

Uuuffff resoplo hastiado del calor, la gente y la niñata esta, y encima cargando con este tío, ya añoraba mi asqueroso apartamento de Queen, y eso no era nada bueno.

Llevando casi a rastras al rockero adelanto a Eva y empiezo a abrir paso, soy más grande que ella y mucho más resistente a los empujones, más nos valía llegar a tiempo, dudaba si la falta del mismo para pensar era buena o mala, de momento sólo me quedaba guiarme por el instinto, aunque este a veces no estaba conforme con las compañías.

Coooñó!!- exclama Taylor, con una risilla incrédula y los ojos (ahora sí) bien abiertos.

Apoyando su brazo sobre los hombros de Art, observa cómo la gente se va haciendo a un lado. Como el jodido Moisés abriéndose paso entre las aguas. Igualito.

A veces, incluso, nota cómo sus pies se despegan del suelo...y hace verdaderos esfuerzos por tratar de seguir ese ritmo imposible, y por intentar no dejar caer el dossier o el móvil.

Como es costumbre en él, visualiza la situación: Taylor Hawkins, archiconocido batería de "Sniper", en medio de un aeropuerto público, sin camiseta, "arrastrado" por "Mr. Muscle".
Lior decía que fuesen cautelosos con aquello del móvil. Que convenía ser precavidos.Ya...
Llevar una pancarta que dijese "Hey! ¡¡Sígueme hasta Estocolmo!!" habría sido más sutil.

De todas formas, no hay opción. El avión se larga...y lo que los espera no puede ser peor que esto. O al menos no tan ciertamente malo.

Motoorbreath!! ...is how I live my life! I can't take it any other wayyy!!!- canturrea con dificultad mientras, ojalá sepan exactamente dónde, sus compañeros le llevan hasta el terminal de embarque.