Partida Rol por web

Taylor da un frenazo inmediato que provoca que los coches que podía tener detrás se le empotren contra el maletero, los airbags saltan golpeando las caras de Eva y Hawkins, los cláxon empiezan a pitar, los gritos a sonar... No tardarán en sonar también las sirenas...

Tras el golpe contra los airbags, por supuesto acompañado de un agudo grito, me revuelvo para quitarme la maldita tela de la cara y salgo del coche, tambaleándome como pueda.

Taylor hunde su rostro en la inmensa bolsa que le acaba de salvar la vida. Y a pesar de la violencia del impacto, la nota suave, mullida,...confortable: aquel vendedor de coches no lo engañó.
Milagrosamente sólo advierte un pequeño tirón en la zona de su biceps derecho, producto de la rabia con la que estiró el brazo. El codo no llegó a impactar contra la cara del desconocido, y la inercia le hizo perder momentaneamente el control del coche.

Excitado, una demente carcajada sale vomitada por su boca: ella parece estar bien.

¡¡¡Ostiás, qué viaje!!!- rié, mientras aparta el airbag del pasajero para poder dejar visible la guantera. Ahí, entre las multas, está la carta y el dossier: dejarlos allí sería una graaan cagada.

¿¡Estas loco o qué!? ¡Casi nos matas, maldito descerebrado! - Pego una patada al coche, haciéndome más daño yo que el coche en cuestión, pero eso ahora no importa.

Sal de ahí ahora mismo, nos vamos de aquí ya, y ¡LA PRÓXIMA VEZ CONDUZCO YO! - le chillo a Taylor.

He cambiado de opinión- dice, mientras sigue rebuscando en la guantera.
Así, enfadada, estás bastante más buena que la morena de esta mañana.

Taylor mira de reojo a la chica. Las gafas de sol se quebraron tras el golpe, y en su lugar, un hilillo de sangre se desliza por su cara hasta llegar a los labios.

¿Te has tirado alguna vez a una megaestrella del rock?- pregunta jocoso, y prueba el sabor de su propia sangre con la lengua.

No, todavía no he encontrado ninguna que merezca la pena, pero cuando la encuentre, te lo haré saber, ¡ahora sal del maldito coche y vamonos de aquí! - Grito histérica, buscando el bolso dentro del coche.

¡Estúpido cerdo descerebrado!, cuando vea a Hanne voy a matarla, ¡todo esto es culpa suya!

Nuevamente esa extraña fuerza que me impide moverme, justo cuando me disponía a resistirla el chiflado que conduce el vehículo da un brusco frenazo.

Maldito cabrón, es el único pensamiento que puedo esbozar mientras consigo agarrarme con mano izquierda a un lateral de la carrocería, a pesar de todo el impacto es potente, con fuerza, el trozo al que permanecía anclado se abolla, y consigo mantenerme en el coche con alguna difcultad.

Mientras discuten ambos agarro el bolso que esta caido en el suelo del coche, y se lo muestro a la chica ¿Buscas esto muñeca? pregunto mientras se lo tiendo, Iros a la puta mierda y no me hagáis enfadar, joder, solo quiero charlar un rato contigo digo mientras me dispongo a saltar fuera del coche por si fuera necesario...

Tras lograr Art permanecer en el coche luego de abollar la puerta agarrándose, entre el diálogo de los tres jóvenes, empiezan a oirse sirenas policiales y los conductores que han chocado tras Taylor empiezan a bajarse con cara de pocos amigos de sus vehículos...

Asegurándose de recoger la carta y el dossier, Taylor sale del coche...y lo hace con la sensación de que, por fin, sus acciones tienen algún sentido.

Las sirenas, el "peligro real"...le desentumece, le despierta y le divierte.

Aprieta el culo, nena. Toca correr.- dice al tiempo que palpa el bolsillo de las bermudas, comprobando que el móvil sigue donde debe estar.

Con una mezcla de incredulidad y fastidio, mira a Art por el rabillo del ojo. Su maniobra para dejarlo tirado ha sido un desastre,...pero por mucho riesgo que suponga tenerlo encima, siempre será menos "evidente" que las sirenas.

Miro a Taylor, luego a Art y luego fuera del coche en la dirección en la que llega el sonido de sirenas, vuelvo a mirar a Taylor, otra vez a Art.... vamos, repito el ciclo un par de veces, nerviosa y sin saber que hacer. Necesito el bolso y su contenido, no puedo pararme a hablar con el tipo este, y por supuesto, la policía hasta donde se, no va a servirme de nada...

¿Qué hago?

La poli desde luego no es la compañía deseada por mi en estos momentos, y estos dos parecen algo perdidos sin saber bien que hacer, por suerte o por desgracia, siguen siendo mi mejor opción, la niña rica.

Vamos nena, que nos pille la poli no parece bueno para ninguno digo respondiendo a su mirada, arrojo el bolso para que lo agarre Venga, hagamos caso al colgado este, ya hablaremos luego mis ojos buscan los de la joven, estos parecen dubitativos.

Vamos hasta aquella esquina, después de llegar comportemonos con normalidad echo una última mirada a Eva, me encojo de hombros Soy tu mejor opción para escapar, no parecéis demasiado acostumbrados digo empezando a correr.

Taylor sabe que no está para una carrera de fondo. No es sólo su lamentable estado de forma, es...

el maldito calor...Ya está aquí otra vez, más fuerte, más...desesperante...

Aún así, echa a correr con todas sus ganas, lo que se traduce en un patético trote cochinero que, espera, sea suficiente para ganar la esquina que señalaba Art...y una vez allí, buscar con la mirada el primer taxi.

Si nos pilla la poli...E- estamos...muertos. Creedme.- dice jadeante.

Vale, sácanos de aquí y hablaremos, pero que sepas que no me fío de ti. - le digo a Art con tono seco y ceño fruncido.

¿por qué tengo que colaborar con tanto bicho raro? Hanne, voy a destriparte cuando te vea

Sonrío cuando veo que la chica finalmente nos acompaña, y más aún cuando se dirije a mí.

Eso es porque todavía no me conoces nena, pero en cuanto lo hagas te volverás loca por mí, rubia

En cuanto alcanzamos la esquina les hago un gesto con la mano para que se detengan, tras lo cual comenzamos a andar con más tranquilidad. Me vuelvo para comprobar si alguien nos sigue, el jodido rockero me va a joder, es demasiado conocido, Seguid andando, y tú digo dirigiendome a Taylor intenta pasar lo más desapercibo posible, puta mierda de ciudad, que calor más asqueroso

Cita:

Taylor se acerca a Art y, justo delante de su cara, expulsa un maloliente y sonoro eructo: de su boca pastosa emerge un olor nausebundo mezcla de whiskey y jugos gástricos, junto con las últimas gotas de saliva que aún le quedan.

¿Qué tal así?- dice quitándose los restos de baba pegadas a la comisura, permaneciendo atento a la llegada del primer taxi.

El caos que ha provocado el vehículo de Tylor continúa. La policía se centra en pedir una grúa y llevarse el coche para dejar abierta la carretera por esa vía, cogen la matrícula y al cabo de un rato empieza a sonar el móvil de Tylor...

Los primeros acordes de "Surfing with the alien" empiezan a sonar desde el bolsillo de las bermudas.

Taylor le da la espalda a sus dos compañeros y, sin dejar de andar, saca el móvil.

¿Que diablos quieres ahora, Pete?

Mira la pantalla para comprobar el número desde el que se hace la llamada.

Me quedo mirando al capullo de Taylor, con esa actitud no llegará demasiado lejos, aunque tampoco parece que le importe.

Joder tio, como sigas comportándote así vas a ponerme realmente cachondo digo ignorándole cuando suena el móvil y me vuelvo hacia la chica.

Rubia, seguro que tienes pasta, ¿que tal si nos invitas a una cena romántica mientras hablamos?, se me ocurren varios temas, pero la estrella será tu padre, no lo dudes miro nuevamente el lío organizado, Sigamos andando, no hay que tentar a la suerte busco con la mirada el primer transporte que encontremos, bien público o un taxi, no interesa robar otro coche.

La llamada proviene del número de la policía...