Partida Rol por web

Es Eva la primera en llegar al embarque, y, por consiguiente, al avión. Ella se sienta junto a una ventanilla, el asiento a su lado está vacío, mientras que Taylor y Art deben ir juntos y distribuirse como quieran... El vuelo será bastante largo, más de un día de viaje...

Justos de verdad, joder, pero al final conseguimos coger el avión, la chica se me adelanta y consigue la soledad que tanto parece ansiar, no hay ningún problema, me preocupa más el rockero, al llegar a nuestro asiento le "ofrezco" pasar a la ventanilla con un amable empujón, antes de sentarme abro la pequeña mochila y saco una camiseta, Ponte esto tío, no voy a soportarte todo el viaje en plan seductor digo tirándosela.

La idea de pasar más de un día metido en aquel lugar no me hacia ni puta gracia, por lo menos el calor había remitido en el ambiente fresco del avión, aunque dudaba que durara demasiado, cuando el avión finalmente despega me libero del cinturón

Taylor te llamas ¿verdad?, ¿qué decías antes de una casa y conejillos de indias?

¿Cómo lo has sabido? Adooro los asientos de ventanilla.- dice con irónico entusiasmo tras el empujón.

Está acostumbrado a volar, pero no en una lata de sardinas...,y aún hace DEMASIADO calor, aunque el termómetro digital de las pantallas se empeñe en indicar lo contrario.

Se revuelve incómodo en el asiento y estira el cuello buscando alguna azafata con la mirada. Una camiseta vuela y le cae en la cara. Está lento de reflejos.

Estooo...,gracias. No es justo lo que necesito pero ayudará. Tss!! Eh! ¡Azafata!.

Apunta, nena: una jarra grande de agua fría, con mucho hielo. Una botella de Jack Daniel's y...tu número de teléfono.- le dice a la primera azafata que le atienda, mientras se seca el sudor con la camiseta de Art, esperando divertido su reacción.

Parece que vamos a pasar aquí un buen rato- suspira, a la vez que se pasa la camiseta por sobacos y genitales.-,así que vamos a jugar a un juego. Se llama..."Quid pro Quo" y funciona así: tú preguntas, yo respondo. Y luego, al revés.

¿La casa y el conejillo? Ésa es fácil. ¿Has visto alguna vez "Big Brother"? Pues algo así, pero con todos los concursantes tan jodidos como tú y como yo. Hacia allá vamos, pero... ¡eso no es lo más interesante!.

En ese momento, se tapa súbitamente la boca y abre los ojos con exageración.

Tu turno.- dice señalando a Art con el dedo índice.
Por valor de 1500 dólares...¿qué rollito te traes con la rubia?...y más te vale no tomarme por gilipollas.

Perdone, podria traerme algo de agua fría - le pido a la primera azafata que pase por al lado.

Durante todo el viaje intento ignorar o, al menos, no participar en la conversación de Taylor y Art. Atendiendo en los puntos en los que soy nombrada.

El resto del tiempo, descanso.

Debo reconocer que el tipo tenía cierta gracia, esa actitud de estar de vuelta de todo, de pasar del resto del mundo, de sentirse especial, y apostaría mi cabeza a que no tiene ni puta idea de lo que es la vida real, en otras circunstancias probablemente le hubiera partido la cara, a modo de lección, pero ahora se me antojaba una buena fuente de información, y el whisky ayudaría.

No lavaré esa camiseta nunca más realmente en un concurso de gilipollas el jurado lo tendría complicado para dilucidar un ganador, la mención del agua fría me despierta la sed, cada vez estoy más hasta los huevos de esta puta mierda, Otra jarra de agua para mí por favor compadecía en parte a la azafata, tener que tratar con tipos como Taylor, reyes del mundo.

Deberías dedicarte a leer en vez de ver la tele, es mucho más gratificante parece un trato justo, así funcionaban las cosas en todos lados, yo te doy si tu me das, vamos a llevarnos bien, esa era la máxima, Sé que le gusto, pero ya sabes, es pija y rica, tiene que hacerse la estrecha durante un tiempo, exigencias del guión, ya sabes no bajo la voz en ningún momento, así pasará un viaje mucho más ameno, pensando en las artes sexuales de Art, sonrío con mi propio pensamiento, como un niño de tres años ante una “ingeniosa” ocurrencia, vuelvo a centrar mi atención en la pregunta de Taylor Su padre murió de lo mismo que posiblemente nos este afectando, y ella es la única pista que tengo de la jodida enfermedad, he investigado sobre el posible origen del virus, o una cura, y no he averiguado nada callo unos segundos, pensativo.

¿Qué es lo más interesante?, y como bonus por mi buen comportamiento, ¿Quién es la chica que nos ayudo en la calle?

Cita:

ô_o Arqueo la ceja de este modo, mirando a Art directamente a los ojos, primero con cara de desconcierto, y luego con una cara que dice claramente, antes muerta.

Me acuesto en mi asiento, reclinando el respaldo un poco, y escuchando, como hasta ahora, la conversación.

Cita:

Bien, ahora se lo que quieres... pero no te pienso decir nada. - Pienso, orgullosa de mi, muy seria, y prometiendome a mi misma que Art no sacara nada de mi.

¡Atención! Uno de los concursantes solicita el... ¡ROYAL BONUS!- aplaude. La inminencia de esa jarra helada le suelta (aún más) la lengua. Se le nota relajado, eufórico...quién sabe si son realmente estos últimos viajes al "País de Nunca Jamás" los que sofocan su paranoia aguda.

Vuelve la cara hacia la ventanilla y susurra algo incoherente tapándose un poco la boca, mientras de reojo mira a Art. Asiente, entornando los ojos y se gira, encarando al "concursante".

No ha sido fácil para el jurado.- dice, mantiendo el suspense - ,pero...¡El ROYAL BONUS ha sido aceptado!. Pulgares hacia arriba, índices hacia Art, la cabeza ligeramente ladeada y una sonrisa de oreja a oreja. Se lo está pasando pipa.

En mi opinión, creo que la rubia necesita a alguien que le saque el palo que lleva encajado en el culo...y lo sustituya por algo más...cómo decirte..."humano".- explica, ahora algo más serio.Hazme caso, a las niñatas pijas les encanta: todas estas mojigatas están pidiendo a gritos una buena sesión de "fisting". Sólo hay que saber escucharlas.

Vamos al grano:
una cabaña entre bosques nevados, un montón de militares fuera y viente personas dentro...incluyéndonos a nosotros tres y . Hace una pausa.El "subidón" es fuerte. ¿Donde está su prudencia?
...y a un niño pequeño.

La cabaña parece cómoda, pero dentro...se establece algún tipo de competición, de búsqueda. Me recuerda a esa peli...¿cómo se llamaba?...Sí, joder, esa de Kurt Russell antes de darse al whiskey...¡La Cosa!. Nuestro culo no va a estar a salvo ni dentro ni fuera. ¿No te parece excitante?.

La chica no..., no la menciones. Contrólate, coño!!

En cuanto a la morenaza..., tiene el trasero más prieto que he palpado en mi puta vida. Está buena, ¿eh? Ya la viste. Y es rápida. Jodidamente rápida. Eso de los...metahumanos..., he escuchado algo por aquí, otro poco por allá, pero siempre me han parecido cuentos chinos. Hasta que ví lo que es capaz de hacer esa tía. Y hasta que os ví a vosotros dos.

Taylor agacha la cabeza, pensativo. No es fácil digerir esta nueva condición.

Mi turno, vaquero: ¿cual era tu relación con el padre de la rubia? Es fácil. Sólo una pregunta y sin gastar mi "Royal Bonus". Así que no te cortes y extiéndete.- sonríe-Suéltamelo al oído si quieres, pero cuéntalo todo...Y procura ser sincero...porque "los jueces" tienen medios para saber si mientes.

Guiño un ojo a Eva al sentir su mirada fija en mi, acompañado de una sonrisa Todo a su tiempo muñeca mis palabras surten el efecto previsto, dudo de la determinación que pretende reflejar, es un sentimiento que no es posible imitar.

El showman continúa regalándome grandes muestras de su repertorio, así por lo menos el viaje resulta más ameno, asiento a su explícita explicación de lo que necesita Eva, con una sonrisa, pero esta se borra de mi cara al oír nombrar a los militares, ¿qué coño pintaban esos allí?, me importaba una mierda no tener el culo a salvo ni fuera ni dentro, pero sabía que con el ejercito rondando, las cosas no saldrían bien.

“Metahumanos”, así es como nos llamaba, a la mierda, yo me considero un tipo normal, de los de toda la vida del barrio, me gusta el Hockey, las hamburguesas y las animadoras joder, puedo teletransportarme, de acuerdo, pero no puedo pintar como esos tipos que venden sus cuadros por millonadas, cada uno tiene unas características, ¿y tú que sabes hacer Taylor?, no me creo que nada, sino no estarías jodido, me guardaré esa pregunta de momento.

Suspiro durante unos instantes, echando un vistazo a la gente de alrededor, enfrascada en sus propios mundos, después miro a la chica, ella no tiene la culpa después de todo, La empresa de ese mamón, ha colocado el puto virus en todos los botes de perfume, esas grandes marcas fabrican muchas más mierdas de lo que la gente se cree, yo me dedicaba a joderlas en mi tiempo libre, no es nada personal guapa, esa vez me acerqué demasiado y ahora estoy jodido estoy seguro de que la chica nos está escuchando Pero se cargaron a uno de los suyos por error, y el cadáver desapareció misteriosamente me encojo de hombros, no hay gran misterio, podría haber sido cualquier persona en lugar de Eva.

La azafata trae todo lo que habéis pedido.

Taylor bebe de la helada jarra como sí fuese lo último que vaya a hacer en la vida, y experimenta un doloroso placer. El agua chorrea sobre su pecho.

Agarra por el cuello al "Viejo Jack" y le pega un buen trago. Agua, whiskey, agua, whiskey...y un eructo que bien podría empañar los cristales de la ventanilla.

Hay en su mente unas palabras grabadas a fuego. Su rostro es serio. Se acabó el jodido concurso.

"... necesitamos gente competente, no un atajo de niños asustados... ¿Qué más dan las vidas de los incompetentes?" - susurra. Sus ojos no están en este mundo.

"Fameite...ha muerto".- dice, ofreciéndole a Art la botella.

Imito el gesto de Taylor al beber un gran trago de agua, me parece como si llevara media vida metido en este avión, de pronto, todo cambia, su actitud, su voz, su forma de hablar…

¿Pero que coño? agarro la botella que me tiende Taylor, parece que va a ser necesaria, doy un largo trago, observo extrañado al músico. ¿Qué coño estás diciendo?, ya sé que Fameite esta muerto... este tipo estaba colocado, joder, busco interrogante a Eva, para después dirigirme de nuevo al hombre.

¿Qué significa eso de que necesitamos gente competente?, ¿quién la necesita? estas cosas me cabrean joder, no me gustan los yonquis, sobre todo cuando empiezan a decir gilipolleces.

Con un susurro lleno de determinación y rabia les digo a Taylor y Art:
Solamente os voy a decir tres cosas, después os ignoraré el resto del viaje, y si me es posible, me iré por mi cuenta nada más bajar del avión:
-Una, mi padre no se dedicaba a poner el virus en los perfúmenes, pues también habría sido peligroso para él, pero aunque lo hubiese hecho no deberías haber tenido ningún problema a no ser que te dedicases a esnifar perfume de mujer en tus ratos libres, o quien sabe, a lo mejor por la noche te transformas, y no precisamente al estilo de un hombre lobo.

Señalo con furia a Art, descargando la frustración que todavía no he podido liberar tras la muerte de mi padre, bastante enfadada y herida al acusarle de algo de lo que, con total seguridad, no habría hecho nunca... no, el sería incapaz de algo así..

-Dos, si hubieses leído la pagina web de Leah Roe sabrías que ese maldito virus se contagia por todos los medios de propagación posible, así que, más tarde o más temprano, estarías jodido igualmente.

En este momento miro a mi alrededor, bajando un poco la voz por si algún curioso esta cotilleando.

-Y tres, estáis hablando de metahumanos en un lugar publico, a viva voz, y con toda la tranquilidad del mundo, la gente, aunque no lo creáis, no los tiene muy bien vistos que digamos, si bajamos del avión y hay un cuerpo especial de policías esperando para cazar metahumanos, tened por seguro que no os ayudare a escapar.

Dicho esto me doy la vuelta, acomodandome en mi asiento con la maxima naturalidad posible, pero echando chispas por los ojos.

La chica necesita desahogarse, es lógico, percibo en ella esa rabia y frustración que me es tan familiar, pero no quiero recordar, ahora no, ¿qué se cree la niña esta?, devuelvo la mirada furiosa a la joven, no por sus palabras, sino por hurgar en una herida que nunca cicatriza, maldita sea.

Adelanto mi cuerpo hasta casi rozar la oreja de la chica al hablarle al oído mira pequeña, yo también voy a decirte tres cosas mi voz tampoco esta exenta de enfado uno, me da igual que tu padre pusiera el virus en el perfume o no, eso ahora no es importante, si tu dices que no sería capaz, te creeré, pero a veces los padres no son lo que aparentan crece nuevamente la furia en mi interior, dos, he leído la puta página y hay muchas cosas en ella que investigar, los virus no suelen propagarse de todas las maneras posibles, por eso quería encontrarte, para que me dejaras investigar el cadáver de tu padre, él ya esta muerto, pero podría ayudar a los vivos suspiro intentando relajarme, algo que a duras penas consigo…

Tercera y última, aunque no menos importante, estás muy buena, los metahumanos no existen ¿no?, y eso de largarse por su cuenta no esta bien, así que, cuando bajemos del avión, te vas a portar bien, vamos a ir todos a esa mierda de casa, y luego, puede que te muestre lo que hago por las noches con una niña rica como tú, te aseguro que quedarás bastante complacida, nunca me he acostado con una mujer con tantos ceros en su cuenta no había amenaza en mi tono de voz No me jodas, aunque te cueste creerlo, buscamos lo mismo digo mirando la jarra de agua junto a ella.

Touché!.- dice mirando a Eva.

Complacido y colocado, vuelve a echarle un tiento a la botella, acomoda la nuca y cierra los ojos. Si hay suerte, incluso pueda ser capaz de dormmir un rato.

La azafata obviamente es una niña pija y ha preferido obviar la petición de su teléfono (más que nada por el olor corporal de Taylor) limitándose a hacer su trabajo.

Por otro lado, Hawkins no iba a aguantar mucho más, puesto que gracias al uso abusivo de alcohol y estupefacientes, cae profundamente dormido.

Andrea despierta en su apartamento. No sabe en qué momento se durmió, pero así ha sido...
Una ligera sensacitón de embotamiento lo invade, y la verdad es que tiene de todo menos ganas de levantarse. No ha tenido una buena racha últimamente, pues cada derrota en las mesas y cada copa saben a ella...
¿Dónde estará Sara?

Es de noche... Empezar a dormirse a deshoras debe ser mala señal...
La televisión estaba encendida, y sólo se oían noticias deprimentes, como siempre...

Cita:

Paso las manos por mi rostro, arrojando el mando de la tele sobre los pies de la cama, restriego mis ojos, no me siento con ánimos de ir al garito de Bert el manco, tengo calor, miro al balcón de mi dormitorio, abierto, pero el aire frío que entra no es suficiente, las noticias son cada más extrañas, presto atención a ellas, apareció de la nada para violar a una cría, y lo mismo me lo he cruzado por la calle alguna vez.

Pura probabilidad, maldita sea, ¿qué estaba pasando en el mundo?, ¿se habrá vuelto loco?, siempre he pensado que toda la vida han pasado las mismas cosas, simplemente que ahora se conocían más, pues la información se divulgaba con más rapidez, pero a veces te hace dudar del lugar en el que vivimos. Haciendo un esfuerzo me incorporo, sólo un cómodo pantalón de pijama, largo, mis pies pisan la alfombra, y abandono la amplia cama donde duermo solo, siempre duermo solo, nadie se queda en ella, desde que se fue.

Abro un poco más la puerta corredera que da el exterior, me he prometido no pensar en ella, sólo sus malditas enseñanzas, la ciudad se ve hermosa desde aquí, desde lo alto, pero hace tiempo que no las disfruto, ¿por qué sigo echándola de menos?, nunca más, lo puedo repetir hasta la saciedad, mentirme una y otra vez, nunca me dio una explicación, creo que me la merecía, se acabó, enfadado o cansado, no lo sé, apoyo la cabeza contra el cristal, con mi respiración empañándolo.

Debo salir, ir a jugar a las cartas, perder de nuevo, o intentar que mi suerte cambie, pero, no la suerte no existe en el juego, aunque tal vez si en la vida. Encamino mis pasos hacia el cuarto de baño, dispuesto a darme una ducha, subo el volumen de la televisión al pasar, todo menos pensar.

La ducha no es lo bastante fría ni estando al mínimo... Pero la humedad ayuda mucho.
Tras la reconfortante ducha, cuando apenas habías puesto un pié fuera de ella, oíste que llamaban a la puerta.

- ¡Policía de Nueva York! ¡Abra la puerta, señor Scerri! - una voz de mujer, latina seguramente...