Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[M.5.0] - FACE ZAAN

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13/02/2009, 21:18
Mortymer Lagoon (Kamau)

Cogió sin mas miramientos y con cuidado a María - lo haré... pero piensa que si voy yo a luchar no tengo por que morir - sus ojos seguían igual de inexpresivos y sin vida, una visión un tanto escalofriante pues era como mirar a un muerto - Ten cuidado Hugo... - su voz era trémula, cansada, como si los años le pesaran... como si hubiera vivido siglos y no dieciseis años - la muerte no entiende de justicia - y empezó a andar acelerando el paso llevando a María sobre si mismo como si fuera un papel en dirección a alguna zona con nieve abundante para tratar de llamar a Isenhall...

Notas de juego

el pueblo estaba nevado no? al menos la foto sale nevado xD

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13/02/2009, 23:04
Hugo G.Seras (Carroñero)

No proteste ni me inquiete cuando Mortimer me quito de Maria entre los brazos, Morty podria llevarla perfectamente tanto o mejor que yo, pero si que me produjo cierta inquietud. Aunque nunca tuve mucha experiencia con Mortimer, notaba radicalmente cambiado al chaval, y si antes me producia cierta inquietud su actitud en el pasado, ahora sentia una enorme necesidad de bufar y rasgarle la cara por alguna extraña razon. Por suerte, mi lado humano decidio pasar de eso y confiar en el, o mejor dicho, necesitaba confiar en el.

-No te preocupes por mi, Morty, preocupate de Maria.-
Dije aun levemente consternado mientras me despedia de el con la mano.- Yo tambien se jugar con trampas y saltarme reglas, al igual que la muerte.

Despues de eso, Hugo desaparecio y solo quedo un monton de plumas volando hacia el cielo y graznando al cielo infinito. Carroñero se habia puesto en marcha, dispuesto a destruir el ultimo obstaculo para salir de esta pesadilla, Gabriel Zaan.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Transformacion en Halcon
Dificultad: 98-
Resultado: 62 (Éxito)

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14/02/2009, 22:36
Michael Fauchon (Loki)

No podia hacer otra cosa Hugo, mas que intentar que hiciera mas daño, no podia entrar en la mente de esa zorra, asi que solo podia entretenerla. Si te quedas mas tranquilo puedo disculparme por evitarte algun disparo o que hubiera rematado a Maria

Meneo la cabeza cuando se larga

Asi me gusta, metiendote en medio de cualquier lio sin pensar y sin llevarte ayuda, bueno, tu mismo

Mortimer, necesitas ayuda?, se que no te pesa nada, pero no se cual sera la mejor forma de llevarla estando herida

Esperando la respuesta del recien llegado de la muerte miro por un momento el cadaver de Balaguer agachandome junto a el unos instantes

Tenia que haber funcionado, te tenia que haber tocado

Meneo la cabeza por unos momentos algo pensativo
Mira que podian haber caido algun otro, mierda, para que te tendiras que acelerar tanto, estoy convencido que la habria convencido, o al emnos entretenido

Me levanto, cogiendo uno de sus cuchillos y metiendolo en la chaqueta, mientras que comienzo a caminar a la altura de Mortimer esperando a ver si necesita ayuda

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18/02/2009, 16:26
Mortymer Lagoon (Kamau)

Mortymer fue hacía la nieve (que no estaba demasiado lejos pues el pueblo estaba completamente nevado). Se paró sin haber prestado nada de atención al gabacho y con María en brazos cerro los ojos con fuerza y empezó a pensar con intensidad en la Diosa que los había acogido...

- Isenhall... aparece... por favor... - pidió al pasar un poco de tiempo. Su voz seguía sondando cargada y ajada... pero sin saber por que sintió la obligación de ayudar a esa mujer que llevaba en brazos...

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19/02/2009, 21:23
Donovan Dryden (Pretty Boy)
Sólo para el director

- Éramos extraños en una situación desesperada cuando nos encontramos por primera vez. Y ahora, míranos... -Donovan suspira, maravillado por lo surrealista de la situación de la que estaba siendo protagonista. Ni en el sueño mas extraño hubiera concebido un día como aquel. Un día que había empezado con muerte y terminaba con la esperanza de una nueva vida. Atrae un poco mas a Dale hacia él, y le vuelve a besar con ternura. Le costaba un mundo separar sus labios de los de la australiana. - vamos a ser padres... Ya se que lo sabías, que todo esto es tu plan... - No había reproche en sus palabras, sino todo lo contrario, quizá incluso una nota de orgullo - Pero, ¿No te parece increíble? O sea, lo acabo de gritar a los cuatro vientos, ¿No te parece una locura? - Pregunta retóricamente pero con cierto humor, pues aún no iba a dejar de hablar. Cuando lo hiciera, sería para volver a abrazar y besar a Dale. Quizá hasta que amaneciera en aquella sierra de vampiros y leyendas de amor. - A mi si me lo parece. ¿Sabes? Nunca hubiera pensado que sería padre tan joven. Bueno, nunca había pensado sobre de ser padre. Siempre me han gustado mucho los niños y me derrito cuando veo a mi sobrina. Tienen una cualidad que los hace maravillosos, que te impulsa a protegerlos y amarlos, y darles todo para que crezcan y se conviertan en personas igual de maravillosas cuando lleguen a adultos... Pero ¿Donovan Dryden padre? - Tuerce una sonrisa y niega ligeramente con la cabeza, no dando crédito aún a la realidad que vivía - Jamás...
Se encoje ligeramente de hombros, recuperando por un momento esa batería de gestos tan suyos, ese lenguaje corporal que lo definía como persona. En el fondo de su corazón, el joven Dryden nunca dejaría de ser un niño rico y caprichoso con un gran problema para las relaciones y pánico hacia las responsabilidades. Y quizá fuera esa su mejor cualidad. El tiempo y las circunstancias le harían cambiar y crecer en alguna dirección inesperada... Pero si amaba a Dale, nunca dejaría de hacerlo. Y si amaba al fruto de su relación, lo protegería y querría mas allá de la muerte.
Donovan no se iba a mover de la puerta del castillo. Ya se había olvidado de Zaan, de Viorica, de Mortymer, Balaguer y María. De Isenhal y sus enemigos... Para sus ojos solo existía un futuro brillante y lleno de esperanza y el pasado solo era eso, historia.
- No se en qué momento mi corazón dejó de latir por egoísmo y comenzó a hacerlo por ti, Dale Lantana, pero si se que jamás volverá a latir de otra manera...- Murmura a su oído con voz dulce mientras posa los labios con ligereza sobre la frente de la australiana.

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11/03/2009, 15:30
Director

Una ventisca helada surgió súbitamente silbando entre los antiguos muros de la recóndita Miklosvar, arrastrando consigo la nieve del suelo y envolviendo en un tornado de blancura a Michael, Mortymer, María e incluso el ave que ahora era Hugo... Ésta vez Isenhall se había puesto juguetona y quería variar el método de teletransporte...

Atrás quedaba el cuerpo sin vida de Balaguer, y también Dale y Donovan...

Notas de juego

Pasamos al hotel, en seguida os doy la entrada.
Misión cumplida :D

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17/03/2009, 14:19
Dale Lantana (Slang)

¿Una locura? No lo era tanto. Era un hecho impulsivo, no loco. Al fin y al cabo, los que no tenían que saberlo ya lo sabían... ¿Qué más daba? Al menos Donovan se había desahogado un poco. Le retiró algunos rizos de la frente mientras seguía hablando, mirándole a los ojos con una sonrisa triste una mirada alegre. Oírle hablar sobre los niños le provocaba un sentimiento agridulce... Él mismo era muy niño...

Cerró los ojos, derretida, con el beso que Donovan le dio en la frente. Un gesto tan sencillo y a la vez tan grandioso, que la hizo estrecharse más contra él... Como si ya hubiese encontrado un hogar, después de todo ese tiempo ensuciando sus venas y vagando de doctrina en doctrina en busca de una respuesta a su soledad. Quién le iba a decir que encontraría aquello en ese lúgubre aunque hermoso castillo. Dio a Donovan un beso en la mejilla, lleno de cariño y agradecimiento, y luego frotó la punta de la nariz con la de él suavemente.

Podría estar así siempre. Como preferir, prefería empezar a ponerse vestidos de gasa en un lugar de clima soleado, a andar por las mañanas y seguir una dieta sana, relajándose por las tardes y nadando bastante, como se recomendaba que hicieran las embarazadas. Pero Donovan seguía enfermo. Aunque sólo fuera por eso, Lantana removería el cielo y la tierra para acabar con el Ígnea.

- Donovan... -ladeó una sonrisa intentando reprimirla, volviendo a mirarle a los ojos y echándose un mechón por detrás de la oreja- Hay que ponerse manos a la obra, ¿eh? Cuanto antes terminemos con... Con toda ésta mierda -se rió tímidamente, no había otra palabra mejor para definir la situación que les rodeaba- antes podré ponerme vestidos holgados y podremos pasear por la orilla de alguna playa, ir al cine a atiborrarnos de palomitas dulces o ir a tiendas de ropita pequeña y comprarles cosas a Amber y a Mini Dryden-Lantana, ¿eh?

Odiaba poner los pies en la tierra. Nadie le diría que sería ella quien tuviese que hacerlo dentro de una pareja.

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17/03/2009, 17:41
Donovan Dryden (Pretty Boy)

-Dryden-Lantana... Me gusta como suena. - Donovan también lucha contra la media sonrisa que acude presta a sus labios en respuesta a la de la australiana. La situación no era la mejor de todas las imaginables para sentirse feliz, pero aún así, de alguna forma retorcida, se sentía bien. Todo lo bien que podría estar, claro. Y ya era mucho mas que hace apenas unas horas, cuando el horror de aquella misión se había desencadenado.

- Será mejor que nos pongamos manos a la obra, si - Le costaba romper aquél momento mágico, aquel círculo tan íntimo en el que se había sumergido formado por los brazos de ambos, pero Dale tenía razón. Quería verla pasear ataviada con vestidos holgados de de gasa blanca, dejando un pequeño camino de huellas sobre la arena de una playa desierta comprada con la fortuna de ambos. Una caleta tranquila en alguna isla remota, alejados del mundanal ruido... Y sobretodo de todas las desgracias ajenas a ellos. - Tenemos un par de últimas voluntades que cumplir. No me gustaría ser perseguido por el fantasma de Zaan el resto de mi vida por haber roto la palabra que le dí. - Apenas si podía creerse lo que estaba diciendo, porque lo hacía con total seriedad. Pero ya había vivido demasiadas situaciones inverosímiles como para descartar cualquier cosa como imposible.

Suspira y deja caer los brazos a cada lado del cuerpo, inertes, mientras atrapa entre sus labios una última bocanada de aire, impregnada del olor de los cabellos de Dales. - ¿Vamos? Ni siquiera se por dónde empezar. Luc, mi representante, se encargaba de casi todas mis necesidades. Se desenvolverme en una vida mas o menos cómoda, pero... No entiendo de funerales... - Toma entre su mano derecha la de Dale y entrelaza los dedos con los de la chica, con ternura, buscando fuerza en su fuerza, mirándola con cierto grado de disculpa en los brillantes ojos, que deberían estar de nuevo humedecidos, pero cuyas lágrimas se llevó el Ígnea.

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25/03/2009, 15:42
[Gabriel Zaan]

Toda una vida en Miklosvar, criando perros y limpiando las casas rurales del señor Korshunov, uno de los hombres más valientes e influyentes de la discreta aldea. El cristianismo ortodoxo manda, la religión es el pilar de la vida y el "Ora et labora" se repite hasta la saciedad mientras se trabaja la tierra aún con carros tirados por bueyes. Las mazorcas maceran colgadas en las vigas de los postes y en todas las entradas de la casa están las cruces sumergidas en aceite de ajo, para evitar la entrada a un vampiro al que la región debe, prácticamente, su existencia.

Gabriel Zaan llegó un día a la cochambrosa Miklosvar argumentando que el castillo de Madame Zaan (una excéntrica, viuda del último descendiente Tepes, que a su muerte al ser asesinado por presos de guerra a los que torturara incesantemente, dijo en su funeral "Ura samantha d'ura" -el odio engendra odio-) le pertenecía por derecho testamentario, y una vez pudo demostrar que aquella vieja y abandonada construcción era suya, los aldeanos aceptaron a regañadientes. No tardarían en aparecer turistas muertos, hombres extraños que habían sido desangrados totalmente y abandonados bajo la nieve, pero por otro lado, aquel extraño Gabriel Zaan invertía una inmensa fortuna en levantar el pueblo.

Construyó una clínica médica, restauró los colegios, institutos y albergues, potenciando el turismo con la leyenda del vampiro, prestó ayudas a las familias más pobres e invirtió en los campos de cultivo para mejorar sus condiciones...

De éste modo, los habitantes se acostumbraron a recoger algún que otro cadáver, enterrándolo en los Cárpatos y aceptando en silencio a cambio de un bien mayor a su comunidad. El heredero de la viuda Zaan en su castillo, y los aldeanos en Miklosvar.

Pero en algún punto de aquella convivencia, la joven y candorosa Viorica Korshukova fue secuestrada. Su padre, envalentonado, armó de antorchas a un grupo de hombres y mujeres y entre todos tiraron la puerta del restaurado y magnífico castillo. Gabriel Zaan quedaba expuesto por primera vez ante sus "vasallos". Los más jóvenes no habían ido a aquel encuentro, pero se decía que era la criatura más sublime sobre la tierra...

Korshukov, sin embargo, amaba demasiado a su hija Viorica como para distraerse con la sobrenatural belleza del vampiro, que recibió a la comitiva con el mentón alto y los brazos tras la espalda.

- ¡Devuélvenos a Viorica, vampiro! -gritó el aldeano, desesperado.
- No tengo a tu hija, aldeano -contestó con calma Zaan- . Pero muéstrame una fotografía suya y te la devolveré.

Bien es cierto que el vampiro la trajo de vuelta, pero Viorica alcanzó los diecinueve años sin haber cambiado un ápice desde sus quince. Asimismo, se decía que era amante de Zaan y que su sangre le era venenosa, por lo que, aunque se veían mucho, ella nunca fue muerta por el vampiro. Sabiéndose fuera de peligro, la propia Viorica llevó a Dana a ver a Gabriel cuando supo de su curiosa habilidad para desaparecer. El vampiro se hizo cargo entonces de enseñar a la joven a potenciar su invisibilidad y la manera en que la chica podía anular cualquier poder ajeno, por lo cual tampoco debió temer al vampiro.

No obstante, Viorica llevaba intranquila muchos días. Estaba seria, ausente...

Hoy es 2 de Diciembre de 2002. Han llegado unos extraños por la mañana, ahora son las 10 de la noche... En Miklosvar ya es hora de dormir, pero sobre la cama, Dana tiene una carta sellada en lacre en un sobre que reza:

Para mi amiga Dana. Viorica.

Notas de juego

Continúo con la carta.

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25/03/2009, 17:57
[Viorica]

Querida Dana:

Quizás más allá de tu habitual indiferencia te preguntes porqué he estado tan callada últimamente... El motivo de mi mutismo y mi ausencia es que cuando leas ésto, seguramente, ya estaré muerta.
No sufras. Ha sido mi elección. Desde que aquellos niños me secuestraron y me llevaron a aquella horrible ciudad subterránea, bajo un sin fin de árboles naranjas como las lenguas del infierno, no he envejecido y nunca podré hacerlo por lo que aquella experiencia le hizo a mi sangre. Soy incapaz de tener hijos del hombre al que amo, y tampoco puedo acompañarle en la eternidad porque mi sangre le es venenosa... Así pues, con la llegada de éstos visitantes en los que Gabriel ha decidido confiar, hemos concretado acabar los dos con nuestra existencia, y te aseguro que me hace feliz poder terminar mis días entre sus brazos.

El motivo de ésta carta, además de una despedida, es de advertencia.
¿Recuerdas el virus del que nos habló Gabriel? Puede afectarte, Dana, y lo hará ahora que una comitiva de infectados del virus ha llegado a Miklosvar. Con toda seguridad, el virus te atacará y desde Miklosvar no podrás nada... Salvo atraer a esa endiablada Gelus Vírica, y a los Dirzas que me secuestraron. Unos y otros
harán pedazos nuestra aldea para buscarte y destruirte... De manera que lo que has de hacer es correr al castillo, donde yo yaceré junto a mi amado, y a quien ahí veas pedirle ayuda y asilo para prevenir o sanar el virus Ígnea. Dirígete, si puedes, a la mujer llamada Dale Leigh Lantana para lograr ese propósito. Coge lo imprescindible, no avises a nadie y no lo pienses más, amiga... Otra vida te espera lejos de ésta pequeña aldea, y debes preservar la que tienes para encontrarla.

Te quiere:
Viorica Korshukova.

Notas de juego

Ya puedes postear.

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25/03/2009, 18:29
[Dana Nicoleta Petrescu]
Sólo para el director

Dana se mordió el labio mientras leía la carta, sin poder evitar que una lagrimilla cayera mejilla abajo por esa amiga que había desaparecido y otra más, por aquel que consideraba un maestro. Pero nada más. Si esa había sido su elección la respetaría al final. Rezó para sus adentros por ambas almas, aunque sabía que su destino era arder una y otra vez en el infierno... Al menos eso es lo que le habían dicho desde que era pegueña.

Un Virus. Afectados. Gelus Vírica.

Todo sonaba realmente problemático y por muy indiferente a todo que soliera ser, el morir consumida poco a poco por esa maldición, así como ver como llegaba la destrucción a su pueblecito no entraban dentro de sus planes. Confiaba en Viorica y además, si Gabriel también confiaba en esos extraños...¿Por qué no lo haría ella también?

Pero hacer las maletas...Se sentía pesada, muy pesada. Lo único que le apetecía era meterse en la cama hasta que llegara la mañana, entrando en contradicción con el deseo de no ver como su carne se iría pudriendo poco a poco. El instinto de supervivencia es más fuerte.

Cogió aquello que consideraba necesario : El abrigo, un par de cambios de ropa, ropa interior limpia, algo de productos de higiene personal, dinero y l carta de su amiga. ¿Para qué más?. Metió estas pertenencias en una mochila junto con una botella de agua y unos snacks que robó a hurtadillas de la cocina.

Ahora tenía que salir de casa a cosa así de las 10.45 sin que su familia se enterase...porque a ver como explicas a tu familia que te vas de excursión a esas horas de la noche para ir a ver a unos desconocidos porque si no tu carne se irá cayendo a pedazos...Jodido. Y más jodido si te encontraba un vecino por la calle a esas horas.

Consiguió por fín que su cuerpo se camuflara entre las sombras y se desnudó. No sabría como lo haría para esconder la mochila pero...Bueno, si la veía algún vecino que se asomara a la ventana, simplemente vería una mochila flotar. Pensaría que está para en psiquiátrico pero al menos no sabrían que era Dana.

Resopló antes de abrir la ventana. Correr en bolingas en pleno 2 de Diciembre no prometía ser una experiencia muy agradable...Se armó de valor

1...2...¡3!...¡¡LA OSTIA QUE FRÍO!!

Abrió la ventana todo lo sigilosamente que pudo y saltó rápidamente el exterior. Sin más dilación corrió como alma que lleva el diablo hacia el castillo.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: Invisibilidad
Dificultad: 37-
Resultado: 37 (Exito)

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25/03/2009, 19:17
Director

Curiosamente, Dale no descartó ni rechazó el asunto de los fantasmas, pero sí que quiso correr un tupido velo, agarrándose al brazo de Donovan y apoyando la mejilla en su hombro mientras le escuchaba. Funerales. En el primer mundo, ella sólo había acudido al de su madre, pero era tan pequeña que no lo recordaba... En África, India y Cuba había visto alguno más, pero el folklore es distinto en todas partes, y hay que respetarlo.

- El funeral... No tenemos porqué organizarlo nosotros. Mañana nos pondremos de acuerdo con los aldeanos para que sean enterrados juntos, con el epitafio que Héctor prefería -tragó saliva y se llevó la mano libre a los labios, con los ojos húmedos y tirando hacia dentro de la mano de Donovan- . Primero tenemos que descansar, tú para no empeorar y yo... Bueno, ya sabes -otra sonrisa volvía sin querer a su rostro-. Además, Zaan vio venir algo así, porque no creo que él fuese a comerse la cena que hay preparada en el salón... Por puro cansancio conseguiremos dormir...

Una vez entraron, la australiana empujó la pesada puerta hasta cerrarla, esperando que Donovan hiciese lo propio con el cerrojo de hierro. Al llegar al comedor, Dale cogió directamente dos platos de comida sobre una bandeja y se los tendió a Donovan, cogiendo ella misma una botella de vino y otra de agua, con las copas.
No iban a comer ahí, no donde seguían el vampiro y su amante... Subirían a la parte de arriba, donde el calor de la chimenea no acosaría al enfermo Dryden.

La parte de arriba de aquel castillo no era mucho peor que la de abajo...





- ¿Dónde prefieres que nos instalemos...? -preguntó Dale, forzando ésta vez una sonrisa resignada. Un lugar precioso, pero empapado de una esencia que ahora yacía muerta a pocos metros de ellos...

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25/03/2009, 19:56
Donovan Dryden (Pretty Boy)

-Aquí mismo. No vamos a explorar toda la mansión con los platos de comida encima... - De nuevo había variado el estado de ánimo de Donovan, que ahora parecía mas lánguido, mas triste. En el exterior se sentía libre, capaz de cualquier cosa. Dentro de la casa del vampiro...

La atmósfera estaba cargada de nostalgia, de sentimiento de pérdida. El dueño que aquella mansión yacía muerto en el piso de abajo, junto a su amada, que había perecido en sus brazos, por su propia causa. Como unos Romeo y Julieta modernos, cambiando a los Capuleto y los Montesco por el Faraón y , se habían envenenado el uno por el otro para poder estar juntos por siempre. Tratando de huir de la realidad habían acabado con sus vidas creando una escena de película. Memorable. Pero pesado para el corazón.

Dale tenía toda la razón del mundo, como siempre. La experiencias del día habían hecho mella en la psique del joven actor hasta límites imposibles. Noticia tras noticia, situación tras situación, el muchacho se había visto obligado a debatirse con cosas que jamás había vivido. Ni siquiera visto. SI alguien le preguntara por aquel día, cosa que seguramente alguien haría, solo podría responder que estuvo teñido de muerte. De muerte en todas sus formas. Muerte rápida y violenta, muerte lenta y dolorosa. Muerte elegida y muerte caprichosa. Muerte repentina y muerte por enfermedad... Muerte por odio y rencor y muerte por amor...

- Morir por amor... Qué concepto tan extraño ¿Eh?... - Donovan deja los platos sobre la mesa de la biblioteca y acerca los sillones de lectura hasta ella, preparando uno para Dale y otro para si mismo, justo al lado, para sentarse lo más cerca de ella que pudiera. Busca con la mirada el mueble bar que debería haber en esa estancia, pues, si conocía a los hombres con dinero -y los conocía, había vivido con uno durante toda su vida- seguro que habría uno. Cuando lo encuentra se acerca y abre los cajones hasta dar con un abrebotellas, que se lleva consigo de vuelta a la mesa, invitando a Dale a tomar asiento. Abre entonces la botella de vino y sirve una copa, justo antes de servir otra de agua y ponerla al lado, frente a Dale. Hace lo propio con sus copas y toma asiento. Quizá por lo extraño del lugar, quizá por lo escaso de la luz, pero los movimientos de Donovan son exquisitos, cuidados hasta el detalle. Casi podría decirse que flotaba como un alma exenta de cuerpo mientras se dedicaba a ir de un lado a otro.

- Por amor se debería vivir, nunca morir. El amor debería ser el motor de nuestros cuerpos, el alimento de nuestras almas.- Parecía que Donovan iba a comenzar otra de sus elocuentes disertaciones sobre lo que pensaba de las cosas, pero se detiene antes de continuar y sonríe cálidamente, solo para la australiana. - Tengo la garganta reseca por culpa del Ígnea. Las disertaciones dramáticas y los gritos a la luz de la luna no se llevan bien con esta maldita enfermedad.- Niega lentamente y se lleva la copa de agua a los labios, vaciándola de un largo trago. - Será mejor que comamos algo y busquemos un cuarto en el que descansar hasta mañana. Estoy rendido. Y tu también lo pareces.- Toma de nuevo las manos de Dale entre las suyas y baja ligeramente la mirada, para contemplar la finura de los trazos de su piel, su delicadeza de muñeca de porcelana - Yo viviré por ti, Dale. Y por nuestra criatura... Viviremos para siempre.- Y sin avisar, se adelanta y desliza una mano hasta la nuca de la chica, acercando sus labios a los de ella y besándola con un sentimiento que haría derretirse a las velas que los contemplaban desde un candelabro cercano.

La atmósfera podría ser tan opresiva que aplastara el ánimo de Donovan... Pero su amor era tan libre que le daba alas para encumbrarse hasta lo mas alto.
Por ella.

-Viviremos para siempre...

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25/03/2009, 20:36
Dale Lantana (Slang)

Dale agradeció cada una de las atenciones con una sonrisa, hasta que Donovan se sentase a su lado para comer. Dio un trago de agua, con los ojos fijos en los soles del rostro del actor, y le escuchó con atención.

Estaba de acuerdo con él. Si algo había descubierto con él era que el amor no podía ser destructivo, como lo fuera con Mick... Donovan había sido luz desde el principio en su vida... Elevaba el sentimiento a un ser que acertaba a ser eterno, póstumo seguramente para ellos... Un espíritu capaz de acariciar y templar el alma, un sentimiento encerrado en un reloj de arena de cristal irrompible... El amor junto a él, era un fantasma con pulsaciones...

- Por amor se obvian los conceptos de vida y muerte, Donovan... -Dale parecía dubitativa. Era joven... Al fin había alcanzado lo que parecía un sueño imposible, que se había resignado a dejar escapar, y por otro lado las situaciones que les envolvían no podían ser más adversas. La comida estaba deliciosa. Debería haberle encontrado un punto agridulce a todo aquello... Pero sólo podía sentir la parte dulce- Eso es lo que hace eternos a los que se enamoran -le sonrió, tras aquel precioso beso que él le había entregado. Cogió entonces el tenedor de él, pinchó una pieza de carne y se la puso delante de los labios al padre de su futura hija- ¡...y a sus peques!

La vida era estupenda. Podía serlo... Era como oler un aroma delicioso desde el dormitorio, cuando sabes que proviene de la cocina, y lo único que se debe hacer es acortar la distancia...

- Claro que viviremos el uno por el otro... Y ambos por el tercero... -una sonrisa casual, más relajada... La melancolía flotaba en el aire, pero la alegría estaba en ella- ¿Se te ocurren nombres chulos? -una risilla, incluso tímida.

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25/03/2009, 21:02
Donovan Dryden (Pretty Boy)

Acepta con deleite el bocado que Dale le tiende con su propio tenedor y comienza a masticar, saboreando aquella delicia que, no sabía por quién, había sido preparada para ellos en expreso por orden del Zaan.

- ¿Nombres? -Donovan no puede evitar dejar escapar una seca carcajada ante aquella idea. Seca, no por la falta de humor, sino por la falta de humedad en su cuerpo. Inmediatamente llena la copa de agua otra vez y la vuelve a vaciar de un largo trago. Estaba mucho mas sediento que hambriento o incluso cansado. Los efectos del Ígnea se multiplicaban en los momentos de tensión y se dejaban sentir en los de relajación. Estaba muy bien diseñada aquella maldición.

-Vaya... Si te soy sincero, no. Lo más que he pensado en estos años han sido nombres para películas o mascotas. Pero nunca para un hijo mío.- Se encoje de hombros con una media sonrisa, casi disculpándose. Era curioso ver esa actitud en alguien como Donovan, que siempre había dado la imagen de alguien enamorado de sí mismo. Quizá el verdadero amor creaba ese efecto en la gente como él. Quizá los egoístas y arrogantes niños ricos con un pequeño corazón en el pecho podían reconocer sus errores y ablandarse ante la persona amada. -Pero tenemos nueve meses por delante para encontrar el nombre mas adecuado. No puede ser cualquiera, por supuesto. Va a ser el hijo o hija de un par de estrellas del mundo de la música y el cine. Va a ser un Dryden-Lantana, no lo olvidemos. Se merece un nombre a la altura, un nombre que transmita fuerza pero elegancia, que pueda ser asociado con la realeza pero que esté al alcance de las masas... No se si me explico.- Termina con una risa igual de tímida que la que antes emitiera Dale. No dejaba de ser un adolescente. Y esa situación no dejaba de irle algo grande.

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30/03/2009, 19:48
Dale Lantana (Slang)

- Bueno... En Nueva York o en Hollywood la pobre criatura triunfaría mucho con un nombre estúpido para mascota o película -rió un poco intentando quitar hierro a sabiendas de que de forma velada, no lo lograría, al menos consigo misma- Pero la verdad es que no sé si quiero algo así.

Lo de Dryden-Lantana empezaba a sonar como verdadera música para sus oídos, y eso que habiendo visto a la pobre y desquiciada Jolene y a Rewell, lo último que habría deseado sería incluir aquel apellido en su familia. No obstante estaban el señor Arthur Dryden, Saphire (porque para ella siempre sería Saphire) y el rubio de oro. No obstante, eso de la realeza le sonaba raro. No quería un John Rewell, o una Elisabeth Jolene, o un Arthur Donovan...

- A mí me encantan las cosas exóticas... Maya es un nombre de niña que me encanta, y... Hay uno muy cursi en Australia (aborigen) que también me gusta: Lalaine -se rió- . También me gustan los nombres franceses, por ejemplo... Pero una cosa te voy a decir: ¡No quiero que el nombre de mi bebé tenga nada que ver con la Commonwealth!

Dale intentó en los momentos siguientes llevar la conversación por derroteros más cómodos para Donovan, combinando temas que al actor le agradaban con el que les ocupaba, como por ejemplo preguntándole nombres de personajes de películas que le llamasen la atención, haciendo bromas incluso con la Teniente Ripley de Alien o el propio Godzilla, todo con objeto de arrancarle alguna risilla al actor, mientras iba llenándole el vaso de agua a medida que continuaban charlando, induciéndole de forma natural a que bebiera cuanto quisiera...

La hora de la cena se terminó largo rato después, y el cansancio vencía a pasos agigantados... Ya harían lo que restaba al día siquiente, de momento había cama para elegir.

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31/03/2009, 22:33
Donovan Dryden (Pretty Boy)

-Lalaine...- Repite entre labios, saboreando la textura del nombre como quién paladeara un vino reserva de las mismísimas Francia o España. Había decidido que le gustaba ese nombre, aunque no supiera lo que significaba, si es que significaba algo, claro - Me gusta como suena...

Y a partir de ese punto a Dale le resultó extremadamente sencillo llevar la conversación por dónde quería porque Donovan estaba lo suficientemente cansado como para no poder hacer ningún esfuerzo por oponerse o impedir tan hecho. Estaba rendido a todos los niveles: físico, anímico y mental. Apenas si podía mantener o los ojos abiertos o la atención fija en Dale. Aunque siendo actor novel como era estaba acostumbrado a ciertas privaciones, siendo niño rico como también era, estaba acostumbrado a dormir cuando se le antojaba. Y llegados a cierto punto, se dio cuenta de que no podría seguir en pie.

-Dale... Vamos a dormir.- Anuncia como una afirmación que no admite discusión, no como una pregunta. - Elige un cuarto, el que sea, y vamos a descansar. Lo necesito... Lo necesitamos.- Se corrige en el momento, empezando a pensar de forma dual en lugar de individual, como siempre había hecho. Le llevaría algún tiempo acostumbrarse, pero seguro que al final lo lograba.

Se levanta de la mesa a cámara lenta, apoyando ambas palmas sobre la madera noble y suspira, sonriendo con cierta tristeza. -Preferiría dormir lejos de aquí... pero no me veo con energías para volver al pueblo, así que habrá conformarse. Solo espero que la tragedia de estos amantes no nos atrape a nosotros por dormir entre los malditos muros de la residencia del vampiro...-

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15/06/2009, 23:46
Donovan Dryden (Pretty Boy)
- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: PER
Dificultad: 93-
Resultado: 18 (Exito)

Notas de juego

Percepción : D
18!! Mira que bien empieza la cosa! xD

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15/06/2009, 22:39
Director

Dale no se opuso a la idea de Donovan. Por muchos sobresaltos que el día trajo consigo, ya iba siendo hora de terminarlo y el cansancio se volvía insostenible.
La joven y afamada pareja acabó en uno de los dormitorios de la suntuosa hacienda. Las camas eran confortables, la habitación estaba limpia... Sin duda alguien lo había puesto todo a punto para recibir huéspedes.

No fue del todo difícil entrar en calor para Dale, quien se tapó con los edredones dispuestos en el lecho. Lo difícil fue para Donovan, quien se sentía como en el más duro de los agostos africanos.

El chico tragaba saliva una y otra vez para hidratar su garganta, en alguna ocasión tuvo que levantarse, y aunque llegó a dormirse vencido por el agotamiento, el sueño fue bastante ligero.

Quizás no fuera del todo malo, pues a las tres horas de acostarse (hora y media de lograr dormir) Donovan escuchó claramente que la puerta principal se abría, algunos pasos débiles crujían en la madera y Dale parecía sumida en un profundo y plácido sueño... Como si nada más que una buena perspectiva de futuro ocupase su mundo...

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16/06/2009, 21:37
Donovan Dryden (Pretty Boy)

Donovan abre los ojos cual rapaz que hubiera estado atenta durante toda la noche a los tenues pasos de un ratón de campo, fijando la mirada en el techo de madera decorado con intrincadas filigranas. Quizá pudiera leer algún indicio de lo que estaba pasando abajo, pero no creía que fuera capaz de ello. Agudiza el oído, sin mover ni un centímetro su cuerpo y manteniendo la respiración al mínimo para poder escuchar los pasos sin llegar a despertar a la belleza rubia que descansaba a su lado.

¿Más enemigos? ¿De verdad aún quedaban más enemigos y sucesos horrendos que vivir aquel día? ¿Es que no iban a respetar ni siquiera la noche de luto por aquel desgraciado vampiro? ¿Es que no iban a respetar sus malditas y necesarias horas de sueño? ¿No bastaba con todo lo que había pasado para que encima vinieran a por más?

Donovan se lleva las manos a la cara, mordiéndose el labio inferior de pura frustración y deseando no haberse metido en todo esa vorágine de mutantes. No era la primera vez que lo hacía, ni sería la última, por mas que perjurara que llegaría hasta el final haciendo por el camino todo lo que fuera necesario. Así era Donovan. A veces, simplemente, necesitaba quejarse. Aunque fuera en el más absoluto de los silencios.

Bueno... Si ese desconocido quería encontrar a Donovan, por la Reina Isabel que lo encontraría.

Se levanta con sumo cuidado de la cama, sin moverse más que lo necesario e intentando no hundir demasiado el colchón, para evitar despertar a su bella durmiente. Camina por el suelo como un felino al acecho y se acerca hasta la chimenea* para coger una de las varas de hierro forjado que se usaban para remover las ascuas y cenizas. Sujetando con fuerza su nueva arma y sintiendo que el peso de aquel trozo de metal le daba unas fuerzas y seguridad que en realidad no tenía, sale del cuarto dispuesto a darle a quién fuera que estuviera merodeando tanto actor inglés como para hartarse.

Notas de juego

*Si es que hay una, claro. Sino, buscará algún otro tipo de arma improvisada xD