Partida Rol por web

GELUS VIRICA

[M.5.2] - FILTHY FINGERS

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02/11/2009, 19:23
[Lex Czigany]

Si antes reinaba la duda, ésta acababa de ser destronada por la certeza absoluta de que algo más iba mal.

Alex no bajó la mirada cuando lo hizo Hawkins, pero tragó saliva atendiendo a la no-explicación de la estrella del rock. Cuando éste volvió a extender la mano, la muchacha cogió aire para expulsarlo pesadamente, resignada, con un brillo turbado en los ojos... Asintió finalmente, metiéndose en el compartimento para pedirle el teléfono a Madison, saliendo al momento con los móviles en la mano: El de Dale, que parecía la quinta maravilla de la telefonía móvil (a color, plano y con pantalla táctil) y el suyo propio, cutre y ruin.

Se acercó a Taylor, dejando ambos teléfonos sobre su palma.

- Nada de preguntas entonces... - una leve sonrisa bajo las telas. Su mirada esmeralda expresaba confianza y una amistad cercana: Si no se fiaba de ese hombre a esas alturas de la vida, es que simplemente era imbécil. Si Taylor prefería callar, tendría sus razones.

Se retiró un par de pasos hacia atrás, con aquel movimiento tan endiabladamente natural y embriagador a partes iguales, volviéndose al compartimento donde quedaban sus compañeras. Sólo volvió a dirigirse al vidente una vez más antes de entrar, con un tono entre el reproche y la broma:

- ...Pero no te acostumbres, ¿eh?

Una sonrisa general a los hombres, y posteriormente se adentró en el compartimento, cerrando la puerta tras de sí.

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03/11/2009, 09:04
John R. Dryden

Tenía verdaderos cojones lo fácilmente que se invocaban y se disipaban broncas en aquél entorno hostil compuesto por seres humanos asustados y cabreados. Una vez comprobé que Antti no iba a estallar de nuevo (si es que era humanamente posible cerciorarse de algo como esto) le dejé estar, soltando sus brazos. Un rápido vistazo a los restos de Cadaval permitió darse buena cuenta de lo que un directo de derechas de Koivusaari podía hacer.

Resoplé, negando con la cabeza, con los brazos en jarras. Dan, además, parecía seguir tan tocacojones como lo recordaba de niño. Era él quien, más bien, no parecía acordarse de mí en absoluto. Era lo de menos en aquél momento, a la luz de los acontecimientos revelados.
-Creo que tendrías que venir con nosotros, Antti... Hay algo que debes saber -y la gravedad del tono así lo dejaba de manifiesto.

Sin más, regresé al compartimento, bastante abrumado ya por las circunstancias como para pasar más tiempo en pie. Teníamos que volver al hotel, pero a menos que nos tiráramos del tren en movimiento... No íbamos a poder hacerlo hasta llegar a la próxima estación. Y Kiruna no parecía estar cerca de nada parecido a una civilización. Aunque, eso sí, desvié la vista, curioso, hacia Taylor, quien demandaba un teléfono con urgencia.

Cuando por fin lo consiguió observé con cierto disimulo qué se disponía a hacer. Quizá llamar al hotel... No sería mala idea.

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05/11/2009, 14:31
Taylor Hawkins

Ni una palabra salió de la boca de Taylor. Ni una palabra cuando recibió los portátiles y ni una palabra cuando se daba media vuelta para volver al compartimento.

Sin embargo, todo lo que cayó parecía gritarlo con los gestos y con la mirada. La mano de Lex había rozado la suya al entregarle los móviles, y Hawkins sintió la piel de gallina. La imagen desenfocada del suelo fué todo cuanto quería ver...hasta que consiguió girarse y dar la espalda a las tentaciones.
Fué entonces cuando la soga que lo anclaba al suelo se aflojó, y buscó los ojos de Rewell, inquieto.

- Esto es una mierda.- suspira. Una mierda, sí, y cada vez más negra.

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05/11/2009, 15:39
Taylor Hawkins
Sólo para el director

Taylor trastea en el registro de llamadas del móvil de Lex, fijándose especialmente en:

- Última llamada. Hawkins escuchó que las chicas querían hacer una llamada y espera encontrarla en el registro. Si no la encuentra, pensará que ha sido eliminada.

- Números que se repiten con frecuencia en entrantes y salientes.

Notas de juego

Hawkins espera que Lexy no sea...

...

...en fin, que no lo sea...

..., porque no hace más que darle vueltas a aquel viaje a Londres y a la muerte de Marcos y Arty.

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05/11/2009, 22:03
Director

Las últimas llamadas registradas, son dos a Canadá. En el otro teléfono, el más rudimentario, no hay registros...

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05/11/2009, 22:07
Dale Lantana (Slang)

Una vez se ha establecido el nuevo grupo con el añadido de Antti en lugar de Michael y a falta de Carla, Dan Lantana toma asiento junto a su hermana, carraspea un poco a modo de disculpa silenciosa por su falta de tacto para con los recién conocidos compañeros de viaje... Quizás sobraba lo de echarle los tejos a la novia de aquel mastodonte rubio. Suspira y se hace crujir el cuello ladeándolo.

- Bueno... Como iba diciendo -espera que Rewell sepa retener al finlandés a su lado cuando suelte la bomba de Hiroshima sobre sus cabezas- es una pena que no hayáis venido todos, pero la cosa está jodida. Tenemos un vehículo esperando en Lulea cerca de la estación. Nos sacarán de aquí y os llevaremos a algún lugar mejor que éste... Desde ahí podréis planear lo que os de la gana, os echaremos una mano.

- ¡Eh, eh, eh, Dan! -Dale se vuelve de pronto, golpeando el canto de una mano sobre la palma de la otra pidiendo "tiempo muerto"- ¿Cómo que "es una pena que no hayamos venido todos"? ¡No jodas! ¡No podemos dejar atrás al resto, faltan un huevo y medio! ¡Catorce personas, tres de ellos críos! ¿No se puede dar la vuelta?

Dan temía que ocurriera aquello, tenía asumido que en algún momento llegaría esa parte...

- Poco antes de que llegarais hemos tenido noticias... El faraón ha mandado agentes a liquidar a muchos de los vuestros, al parecer se han cansado de vosotros... Si no han llegado ya, estarán al llegar, Dale... -el australiano suspiró brevemente mirando a su hermana, que de pronto tenía el gesto completamente descompuesto. No podía evitar pensar, principalmente, en los críos y en Donovan...

Antti por su lado frunció el ceño y entreabrió los labios, con los brazos cruzados sobre el pecho.

- No sé de qué coño va ésto -irrumpió- ... Lo que sí sé es que cualquier capullo de Gelus Vírica que intente entrar en el hotel saldrá muy mal parado. Isenhall se lo cepillará antes de que el pobre imbécil pueda preguntar por el baño...

Dale no iba a perder el tiempo en explicarle las cosas al finlandés. Se había llevado las manos a la cabeza y cerrado los ojos. Una vena gruesa se dejaba notar en el centro de su enrojecida frente. Levantó la vista y, sabiendo que no era lo mejor que podía hacer por sus vidas, de forma irracional, gritó:

- ¡¡REWELL, JODER!! ¡¡PARA ÉSTA PUTA CHATARRA, HACED QUE DE LA VUELTA, POR DIOS!!

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05/11/2009, 23:56
Nadra Oluwatobi

Me quedé de una pieza, la verdad es que no entendía nada de lo que estaba pasando. Miré a la joven con cierta sorpresa y luego al chico que escupía sus dientes como si fuera cualquier cosa; no pude evitar pensar en Roan, seguramente estaría feliz de poder ver aquella escenita de un tío escupiendo sus dientes. De no ser porque había demasiado público, creo que habría vomitado. La sonrisa de Madison y su charla con aquel chico me hicieron sonreír sin que lo piense demasiado al mismo tiempo que por fin tomé asiento, tratando de entender qué era lo que había acontecido antes de mi llegada.

Aunque según las palabras del desdentado, lo que había ocurrido había hecho enojar a un celoso Antti o eso entendía. Últimamente me tenía que conformar con las cosas que yo iba entendiendo y corría el grave peligro de estar equivocándome en todo pero no tenía más opciones; estaba segura que mi hijo entendería más de estas cosas que yo misma. Crucé la pierna y me envolví en el abrigo un poco, a pesar de estar con calefacción, aún sentía frío.

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10/11/2009, 13:09
John R. Dryden

Taylor estaba jodido, y no me extrañaba ni un puto pelo. Después de todo, en aquella situación, ¿quién no lo estaba? Sin embargo suspiré largamente y pasé el brazo tras los hombros de mi amigo, estrechándole levemente y palmeando su hombro con la intención de darle todo mi ánimo, por poco que fuera. Era lo último que necesitábamos: deprimirnos en una situación como aquella. Cualquier cosa vendría mejor, incluso la furia combinada con algo de terror.

Emociones que tampoco tardaron en hacer acto de presencia.

Desvié la cabeza hacia Dan, completamente alucinado por sus palabras. ¿Que el mismísimo Faraón había enviado agentes para acabar con los nuestros? Aquello no era una mala noticia... Era bastante peor... Sobre todo porque...
-Antti... Isenhall está con ellos, me cago en la puta... -musité, horrorizado. El acceso incontenible de furia que sentí en ese momento se materializó en la forma de un estallido de llamas esmeralda que surgieron directamente de las cuencas de mis ojos. Fue un instante en que las lenguas flamígeras se alzaron y disiparon en el aire. No dañarían a nadie por ahora, pero eran muy reales. Más ahora que había descubierto una nueva forma de manipularlas.

No necesité mucho más que los gritos desesperados de Dale para actuar. Si ella había perdido los nervios y daba una orden, ella que tenía mucha más visión que yo; ella que era capaz de planear al milímetro; ella que a fin de cuentas había hecho posible que alcanzáramos las recientes revelaciones... Entonces yo debía actuar. Y actué.

Me puse en pié en un visto y no visto, abriendo apresuradamente la puerta del compartimento con la intención de salir corriendo hacia la cabina del piloto tan deprisa como fuera capaz. No tocarían a mis hermanos y a mi sobrina... No tocarían a Victoria... No tocarían a nadie, joder... Aunque tuviera que parar aquél tren a hostias.

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11/11/2009, 17:31
Taylor Hawkins

A juzgar por el nivel de abstracción de Hawkins manipulando los teléfonos móviles, cualquiera podría decir que tras esas pequeñas pantallitas se encondía el paradero del Santo Grial, un informe completo de la CIA sobre el asesinato de Kennedy e incluso la fórmula de la jodida Coca Cola. Taylor pulsaba las teclas con parsimonia: buscaba algo dentro de aquellos aparatejos de mierda.

- Me cago en mi puta madre...- dijo hasta cuatro veces, entre dientes, mientras meneaba el pulgar sobre el minúsculo teclado, presionando aquí y allá, tragando saliva y limpiando las molestas lágrimas que chorreaba el virus de los cojones.- Me cago en mi puta madre...- dijo por quinta vez, en esta ocasión mirando a Rewell y negando con la cabeza. Sintió sinceros los animos de su amigo y devolvió el gesto con unas palmadillas en el pecho. Sin embargo...

...ese consuelo era como el del colega que te muestra su pesar por la muerte de tu gato, cuando lo que de verdad te sucede es que se te está cayendo la chorra a pedazos. Taylor guardó los móviles en el bolsillo y asistió a dos mazazos más: uno, la noticia sobre el nuevo capricho del Faraón. Y Dos, la ira de Johnny Boy.

Con la cara de un skater con sobredosis de marihuana, empantallado en el interior de una burbuja, Hawkins intuye desde lo alto de la parra la figura traslúcida de su colega saliendo del compartimento. Taylor quiere hablar, pero se come las palabras porque el aire entra en vez de salir. Y el caso es que, ahora mismo y tal como están las cosas, el californiano estaría de acuerdo con casi todo. Con las medidas más viscerales y con las más meditadas.

- No van a matar a mi hija.- le dice al suelo. Y lo afirma no porque vaya a hacer algo para evitarlo, sino porque tiene la certeza de que...- Ella le es útil a ese cabrón.. Pero, ¿qué hay de María?.

Taylor se muerde el labio y mira a Dan.

- ¿Sabes por qué nos quieren eliminar?. Yo te lo diré: porque no valemos una mierda. Somos una puta banda. Iremos allí y nos matarán a todos,...salvo a aquellos que despiertan su interés. Victoria, probablemente Hugo, Rew y...

Aquí Taylor parece atragantarse. Se vuelve a la ventanilla y el aire refresca su cara, que no su ánimo.

- Lo que no entiendo es por qué cojones no lo hace ELLA misma. Esa hija de puta fabrica pinchos de hielo, ¿sabéis?. Así de largos.- Taylor, de espaldas al resto, coloca la palma recta de su mano a todo lo que dá de largo el brazo.- También podría ordenárselo a..., bueno,...a esa maricona. No recuerdo su nombre. Sólo sé lo que le hizo a Alice. Joder, ¡esto es de locos!. No me cuadra. ¿Por qué el Faraón manda gente al Hotel cuando tiene personal allí para hacerle el trabajo?. A lo mejor, no sé,...a lo mejor la zorra y el viejo verde tienen sus diferencias...

Al volverse, Hawkins mete la mano en el bolsillo. No es momento para ser pacientes.

- Voy a necesitar un pepinazo. Speed, coca, anfetaminas, Ritalín,...lo que sea. Diez o doce latas de Red Bull también me valen.

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16/11/2009, 13:25
John R. Dryden
Sólo para el director

Avancé a toda prisa entre los reducidos pasillos del tren en dirección a la cabina del piloto. "Tengo que parar el tren", ese era el único pensamiento que tenía en mi cabeza. Y por Dios que lo haría. Dentro de mí crecía cada vez más ese ansia tan reconocible, ese fulgor del color de una de las gemas más preciosas que quemaba sin hacer daño. Sí, deseaba liberar mi poder, porque con él me sentía más seguro y más poderoso. Capaz de hacer cualquier cosa. Sabía, además, que aquella fuerza no sólo se quedaba en una transformación increíble y en la recientemente descubierta capacidad de manipular mi propio fuego para hacerlo a la vez una defensa y un ataque... Lo que no sabía es si tendría tiempo de descubrir qué otros usos tendría.

Estaba bastante seguro, llegados a ese punto, de que moriría. Y no de viejo. Moriría joven, probablemente sin llegar a formar la familia con la que, en el fondo, siempre había soñado. Moriría sin tener mi propio taller de reparaciones. Muchas veces lo había imaginado. No sería el más grande ni el más glamouroso, pero sería fiable. Fiable, serio y honrado. En mi opinión no se podía pedir más a un taller. Me gustaba pensar que aquél negocio sería un reflejo de la forma de ser de su propietario. No sabía si esto sería así, pues mi opinión sobre mí mismo era, cuando menos, algo difusa. Creía conocerme a mí mismo, sí, pero cuando me observaba a través de otros... Como por ejemplo mi hermano... Tenía mis dudas.

Sea como fuere, todo aquello ya no iba a ocurrir. Porque, después de todo, ¿cómo se podía escapar de aquella situación? De pronto los amigos se habían convertido en enemigos. De pronto el ser al que estábamos "ayudando" había resultado ser otro monstruo más. Y el Faraón... Bueno, se sabía tan poco acerca del Faraón que uno sólo podía temblar de miedo ante su mención. Porque si todo lo que ocurría, que más parecía un juego macabro que otra cosa, estaba siendo orquestado por él... ¿Acaso no era digno de ser temido?
Puede que sobreviviera a sus esbirros. Si tenía suerte. Pero si algún día el Faraón se hartaba de un idiota de dos metros con demasiada fuerza y dos cojones bien grandes... Bueno, entonces la suerte terminaba.

Sabía que eso ocurriría algún día.

Mientras tanto lo único que podía hacer era seguir moviéndome, pues era la única manera de seguir sintiéndome vivo. Vivo, con sueños y posibilidades. Al menos eso nunca lo tendría el Faraón... Nuestros sueños eran nuestros y de nadie más...

Notas de juego

Pues eso, que voy a la cabina del piloto, xDD.

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17/11/2009, 06:37
Antti Koivusaari

Cita:

-Antti... Isenhall está con ellos, me cago en la puta...

Por alguna razón, Antti recibió un mazazo directo al pecho, de parte directa de su mente. Le creyó inmediatamente, y eran las expresiones de Dale, Rewell y Hawkins lo que tomó como prueba para ello.

Cita:

al parecer se han cansado de vosotros...

Cita:

¿Sabes por qué nos quieren eliminar?. Yo te lo diré: porque no valemos una mierda.

No pudo evitar recordar la espantosa explosión hacía unos meses. La muerte de todas las personas, en su mayoría demasiado jóvenes e incluso niños, que había tenido que ver. En la lealtad que había prestado a la Dama de hielo sin reservas... Y en Sloane. Aquella zorra que había hecho volar los convoy con sus amigos dentro... Fue porque Isenhall estaba enamorada de Adrien y éste temía que pudiera hacerle daño a "su pelirroja". Meses después de la desaparición de O'Hara, Adrien prefería a Alice Doyle e incluso destrozado por el virus, la conseguía. No tardaron en morir ambos. Y ahora ésto...

En contraste con la furia de Rewell, la histeria de Dale y la repentina alexitimia de Taylor, Antti se lleva el índice y el pulgar a los párpados cerrados y aprieta los labios, escuchando lo que sucede como si estuviera sumergido. Las lágrimas pugnan por salir, y el rostro ebúrneo del nórdico se tiñe de rojo. Siente el impulso de ir con John, pero las palabras de Taylor le retienen.

- No lo entiendo... Hemos tumbado comandos de Gelus Vírica en el pasado, hemos... Jodido sus instalaciones... ¿Por qué coño...? -se limpia finalmente una lágrima que empezaba a salir y vuelve a apretar los dientes. La frase de Taylor rechina entre sus sienes: "Iremos allí y nos matarán a todos,...salvo a aquellos que despiertan su interés. Victoria, probablemente Hugo, Rew y..."

¿Y? No podía arriesgarse a que Lex o él mismo no le interesara a ese cabrón.

Cita:

- ¿Te quedarás conmigo?
- Vivimos en una locura... Pero conseguiré que no tengas miedo a perderme. Puede que en el camino me olvides, pero no me perderás...

Antti se levantó igual de rápido que John, saliendo del compartimento.

 

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17/11/2009, 07:03
Dale Lantana (Slang)

Tapándose la cara después de haber pegado el grito necesario para tranquilizarse, Dale dejó que el finlandés fuera a detener a Rewell de la orden que ella misma le había dado... La razón fue el esclarecedor comentario de Taylor, que no hizo más que decir en voz alta lo que ella se negaba a admitir: Si iban ahí, les matarían... O verían morir a otros que habían llegado a querer. Se apoyó en una mano temblorosa, ambos codos en las rodillas juntas y el otro brazo laxo.

- Sanuye no está de acuerdo con Isenhall -dijo, sorbiendo el llanto- . En cuanto a hacerlo ella... Puede que esté buscando algo entre nosotros. Tiene favoritos... Pero por lo demás no somos más que "mortales" que rivalizan con su poder. Ella y los suyos podrían sentirse amenazados por la imagen de los... "Metahumanos", o como quieras llamarlo... -Su mirada estaba perdida. No podía dejar de pensar en Amber y Donovan- Y respecto a tener sus diferencias... No creo que el faraón sea una de esas "deidades principadas"... Quizás la haya amenazado...

Dale se quedó callada entonces. Su hermano le echó un brazo sobre los hombros, estrechándola contra si.

- Ni puta idea de dónde encontrar la mierda en Lulea, Taylor -retomó, más apática, la palabra- ... Pero el Red Bull está en todos lados...

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17/11/2009, 07:19
Carla

Carla suspiró paseando la mirada entre las tres mujeres ahí presentes. Adrián seguía, inocentemente, limpiándose la boca. Tomó aire y lo soltó:

- No quiero que os pongáis histéricas. Ésto es lo que hay, tenéis que acostumbraros a que ésto es una guerra: Aquellos de los vuestros que no hayan subido a éste tren van a morir o serán secuestrados por la gente del propio Faraón Verde. Incluido mi propio hermano, Hugo. En un principio llegamos porque Dale y Dan estaban en contacto por si la cosa se ponía fea, y ambos decidieron que la cosa ya lo estaba lo bastante. Tiene pinta, por la reacción de vuestros compañeros, de que no teníais ni idea de que pertenecéis a la propia Gelus Vírica...

Adrián abrió los ojos como platos. Él se sabía la parte de "sois de Gelus Vírica", pero lo de "los que no hayan subido a éste tren van a morir o serán secuestrados" le pillaba muy por sorpresa. Se incorporó parpadeando rápidamente y extendiendo una mano hacia ella en señal de poner freno a aquella información.

- ¡Alto, alto, alto...! ¿Qué coño quieres decir con eso de antes? ¡No me habéis dicho nada, joder!

- ¡Porque eres una nenaza, Ghost! -rugió ella, aún de brazos cruzados- ¡Tú estabas medio dormido cuando recibimos el aviso! El mismísimo Faraón ha mandado agentes al ICEHOTEL a liquidar a la plantilla porque le es molesta. ¡Gulliver está con ellos desde hace tiempo y ni se lo imaginan, joder! Si te lo hubiéramos dicho habrías saltado del puto tren para avisarles y que fueran a salvar a sus amiguitos.

- ¿¡Y qué coño de problema hay con eso...!? -algunas gotas de sangre y saliva salían despedidas de la boca al hablar.

- ¡Jaleo, Ghost, jaleo! ¡Se habrían dado la vuelta y tanto tu como Dan habríais ido con ellos a morir por intentar salvar lo que no tiene una puta solución! ¡Es gente directa del jodido Viejo Verde!

Ghost tragó, sin dejar de mirar a Carla, que parecía un témpano.

- Mataron a Lady Lior cuando se enteró por Gabriel... Y nos matarán a nosotros si vamos a ese nido de avispas -explicó finalmente.

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17/11/2009, 09:43
Antti Koivusaari

Yendo hacia el vagón del maquinista, al que había que acceder saliendo al exterior del último y, en un arranque de intrepidez saltar al techo y de ahí a la ventana del mismo, Rewell fue retenido por la potente mano de Antti Koivusaari, que le dio la vuelta estrellándole contra la pared exterior del vagón mientras el aire, gélido, se clavaba en los rostros de ambos.

- ¡NO, REWELL! ¡NO LO HAGAS, NO SERVIRÁ DE NADA! ¡NOS MATARÁN A NOSOTROS TAMBIÉN, JODER!

No logró afianzar una buena presa sobre Dryden, quien pudo ver los ojos enrojecidos y húmedos del finlandés...

- Mira, tío... -la voz le temblaba, apenas podía contener el llanto... Todo un año luchando en nombre de Isenhall, con la esperanza de que los demás se curaran gracias a ella tarde o temprano...- No vamos a salvarles... ¿Lo entiendes? Si Isenhall está con ellos... No hay nada que hacer, joder... Lo único que lograrás será matarnos al resto también...

- Tiradas (1)

Tirada: 1d100
Motivo: CaC - Presa
Dificultad: 46-
Resultado: 57 (Fracaso)

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17/11/2009, 17:46
Nadra Oluwatobi

La mujer llamada Carla se había soltado a hablar con tal elocuencia que sus palabras eran claramente entendibles y peor aún, poco asimilables pero eso ya era cuestión de cada una de ellas. Abrí los ojos como dos platos cuando dijo eso de que todo aquel que no estuviera en ese tren iba a morir y ¿quién carajo era el faraón verde? No, debía ser una puta broma porque no aceptaba que mi hijo no estuviera allí conmigo cuando yo había subido al jodido tren por pura casualidad. Sven no se habría llevado a Roan si hubiera sabido, no. Mi corazón estaba oprimido y me costaba respirar mientras miraba la sangre del tipo que enajenado le preguntaba a Carla de lo que estaba hablando; no pude evitarlo me acerqué a ella furiosa.

-Dime que es mentira todo lo que estás diciendo...-aunque parecía más bien una orden.

Sin embargo sus gestos, su forma de pararse, sus palabras llanas, planas y concretas me gritaban en la cabeza que no, que ella no estaba mintiendo.

-Tengo que volver a ICEHOTEL, sacar a Roan de allí aunque tenga que tirarme de este maldito tren-dije.

Miré a Madison y luego a Lex, era verdad que no éramos las mejores amigas, vamos, no podríamos serlo porque yo era la nueva pero esperaba de todo corazón que ellas no supieran ni una palabra al respecto de lo que Carla decía con tanta frialdad o lo que a mí me parecía frialdad. Empujé el hombro de la joven de las malas noticias para abrirme paso hasta la puerta, en verdad estaba decidida a volver al hotel y sacar a mi hijo de allí.

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17/11/2009, 17:42
John R. Dryden
Sólo para el director

Tan pronto sentí el empujón que me puso contra la pared encaré a mi agresor con la firme intención de destrozarle por completo. Tanto fue así que cargué el puño y lo preparé para, como sabía que debía hacer gracias a mis clases de boxeo, golpearle en la boca del estómago. A eso le seguiría un gancho de izquierda y, finalmente, un directo de derecha. No había mucha gente que pudiera soportar eso viniendo de mí, y yo lo sabía.

Pero no hubo golpes de ningún tipo.

Las intenciones y las ansias de golpear se disiparon casi de golpe al ver el rostro de Antti. Él era todo un tío duro. En cierto modo me recordaba a Dan, quien había sido un día mi mentor, en cierto modo, aunque ni siquiera él lo sabía. En gran medida ni siquiera yo lo supe. Y estaba al borde del derrumbamiento. Al fin y al cabo, por muy duros que pudiéramos ser o pretender ser todos nosotros... Sólo éramos hombres. Había cosas que, como siempre ha ocurrido con los hombres, nos afectaban tanto que era imposible levantar defensas contra ello.

En esta ocasión se había producido algo así, precisamente. Acontecimientos demasiado grandes, imprevisibles y jodidos. Cuando la furia se apartó, dejó un poso más amargo que la hiel en mi interior. Mi familia... Mi familia entera... Amber, Donovan, Jolene, mi padre... Todos estaban en el hotel. Y el propio Faraón había mandado a un grupo para matarles o raptarles. La señora del hotel, del lado del mismo cabrón, tenía poder absoluto ahí. No sólo para anular los poderes de cuantos quisiera, sino también para acabar con los que necesitara en un abrir y cerrar de ojos.

En resumen: Antti tenía razón. Ir al hotel suponía la muerte para todos y no poder rescatar a nadie.

Me llevé una mano a la cabeza, sintiendo cómo el gélido viento empezaba a entumecerme los músculos. Si había una palabra para describir lo que en mi rostro se reflejó en aquél momento, esa era "desesperación". Cogida de la mano con la frustración más absoluta.

Sentí los ojos arder, pese al frío. Cubrí el rostro con ambas manos cuando saltaron las primeras lágrimas y lo siguiente que descubrí fue que mi espalda se había deslizado por la pared en la que reposaba. Me vi sentado en el suelo, derrumbado de pronto. Tendría suerte si llegaba a conocer el destino de mis hermanos, mi padre y mi sobrina... Y Victoria... Y todos los demás...

Víctimas de la traición más repugnante y despreciable de manos de una zorra que, supuestamente, defendía a golpes el valor y el honor... Entre llantos odié a Isenhall. La detesté y deseé verla muerta, a mis pies, con la cabeza destrozada. Y al Faraón. Y a todos los cabrones de Gelus Virica. Porque, aunque no hubieran matado a nadie de mi familia (cosa que ni siquiera sabía), me habían apartado de ella de forma definitiva. Y eso casi era como si estuvieran muertos.

"Otra vez...", pensé, entre una turba desbocada de emociones. "Ha ocurrido otra vez...". Pero esta era diferente. Ahora no había tenido ningún control sobre los acontecimientos.

Mis ojos ardían, pero no había fuego en ellos. Sólo lágrimas. Y no pude hacer más durante unos instantes. No quería que nadie me viera así... Pero ahí estaba Antti. Aunque, de alguna manera... Que él me viera así no me incomodaba tanto.

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17/11/2009, 20:22
[Lex Czigany]

Una vez cerrada la puerta, Alexandra ni se imaginó que la posterior revelación de Carla iba a amenazar con casi hacerla caer de culo de la impresión. Los ojos se le abrieron de par en par y la respiración se le cortó de golpe. Inmóvil tras la sacudida, y con una mano en la boca, la chica fue notando repentinamente cómo iba formándosele una pelota en plena boca del estómago; el jarro de agua fría le impedía interrumpir a los españoles mientras hablaban, pues ni siquiera estaba prestando atención a todo, sino que se había quedado con las frases principales...

Cita:

Aquellos de los vuestros que no hayan subido a éste tren van a morir o serán secuestrados por la gente del propio Faraón Verde.

Cita:

Tiene pinta de que no teníais ni idea de que pertenecéis a la propia Gelus Vírica...

Cita:

Mataron a Lady Lior cuando se enteró por Gabriel.

Pero en mitad de la impresión que le había provocado toda esa información, Nadra no tardó en hacerse de notar, y Lex la miró con una preocupación evidente; comprendía su reacción, y no cambiaría su pellejo por el de la senegalesa en ese momento. Casi no le salía la voz cuando musitó…

- ...Espera - posó la mano en el hombro de ésta antes de que abandonara el compartimento, escudriñando el suelo, incapaz aún de levantar los ojos aún. El cuerpo comenzaba a responder con un pulso acelerado y una debilidad generalizada en rodillas, brazos y hombros. La saliva se acumulaba en la boca obligándola a tragar sonoramente a cada poco. Su mirada centelleaba, dubitativa... De un momento a otro, su mente había pasado a trabajar en un caos de nombres, mitología, personajes de cuentos y armamento. Pero ni la mitad de aquel impacto psicológico podía apreciarse bajo la penumbra del burka. No... La húngara no tenía ni idea de cómo reaccionar frente a aquel desastre - Espera... - repitió, esta vez cogiendo aire y expulsándolo en una bocanada casi ahogada, intentando coger la sartén por el mango. Los ojos no dejaban de brillar.

Un montón de mierda. Juraría que una excavadora acababa de arrojarle toneladas de estiércol, pesado y húmedo, sobre sus hombros cansados. Casi optó por descojonarse, incrédula de semejante idea, pero la mala experiencia y la intuición le recomendaban que mejor sería hacerle un cuestionario a la pelirroja. Dio gracias, una y mil veces, porque Antti estuviera en el compartimento contiguo.

- Antes de que sigas, C... Carla, te agradecería que, primero, me explicaras en qué bando estáis y de dónde habéis sacado toda esa información que os han dado - posó la mano en el posa-brazos del asiento. No había narices a posar el culo después de aquello, pero necesitaba agarrarse a algo – Si lo que dices es cierto, si hay topos en el IceHotel y hemos pertenecido a Gelus Vírica sin saberlo... ¿Cómo es que mandan agentes para acabar con nosotros? ¿Por qué no lo ha hecho la propia Isenhall? - frunció el ceño. Si Isenhall realmente pertenecía a Gelus Vírica, no sólo habían picado el anzuelo torpemente: estaban jodidos, sin posibilidad de retorno. Isenhall podría haberlos matado a todos desde el primer momento... ¿Pero por qué no lo había hecho? ¿Se habría encariñado con sus mascotas? Si era así, ¿qué papel jugaban ella y sus compañeros en todo aquello? ¿Por qué matarlos cuando pertenecían al mismo grupo, aún sin saberlo? ¿Quiénes coño eran los topos...?

Antti...

Él era uno de los mandamases junto a Victoria y Lior. Llevaba años ayudando a la causa, aún estando sano... ¿Le habían mentido también a él? Alex era incapaz de sospechar del finlandés. Era, de hecho, el que más cercano quedaba de los “novatos”. En cambio, a Victoria no se le había vuelto a ver el pelo desde lo de Lior... Y Lior...

Mierda... No puede ser...

- Carla... Quiero que, si lo sabes, me digas quiénes son esos topos. Que me expliques quiénes son Gulliver y Gabriel... - Un escalofrío le recorrió de arriba abajo; volvió a coger aire, buscando a la pelirroja con gesto grave - Y cómo es que sabes que Lady Lior está muerta. Por favor...

Muerta... No podía ser: era inmortal. Alex se preguntaba si aquello tendría algo que ver con el repentino cambio de Reisel. Al fin y al cabo, desaparecieron los dos al volver ella de Lancanshire. Sólo de pensarlo se le ponía el vello de punta y le atacaba un terrible dolor de cabeza... Pero tenía que mantenerse algo escéptica, o por lo menos quedarse segura de todo antes de salir por patas del tren.

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18/11/2009, 01:44
[Madison Greens]

Calladita estoy más guapa. Y eso que no se puede decir que hable demasiado…

La respuesta de labios de Carla y su parsimonia hacen que la boca se abra de par en par, llevando las manos a taparlas de puro horror con lo que dice. Niego incrédula y totalmente superada por las funestas noticias que ha dicho la muchacha que está con nosotros. Ni siquiera tener a Adrián al lado es un consuelo ante la angustia que ha ido creciendo hasta superar todos los umbrales mientras escuchaba a la chica.

Los nuestros…

¡Las niñas!... ¡Andrea!. Esas son las tres caras que llegan con total nitidez a mi mente. Las dos pequeñas por ser las más vulnerables, y Andrea por haber sido yo la idiota que lo ha convencido para que se quede cuando estaba dispuesto a irse a seguir su vida. Que triunfo Madi. Apúntate una cagada, una bien gorda. Casi noto como me quema su regalo en el bolsillo del pantalón…

… y otro niño, claro. Roan. Por dios… Veo a Nadra levantarse con la más normal de las reacciones y a Lex interceptarla. Difícil elección, más información importante que puede ayudar o valiosos minutos para llegar lo antes posible al hotel helado que en realidad es un infierno en toda regla.

Son… son los mismos de Cartagena, los que nombra. Os lo dije, el tal faraón ese había mandado específicamente a por nosotros. Vaya porquería de aportación. Hablo lo más rápido posible mientras me levanto. Si hay que salir, no seré yo la que entretenga.

Suspiro entristecida, lo que ha dicho Carla nombra casi a las mismas personas que me contó Adrián, era un desconocido y me dio más información trascendental que la gente del Icehotel en todo el tiempo que llevó allí con ellos. Y por la reacción de mi preciosa amiga no soy la única a la que tratan de esa manera. Desde luego no es un consuelo.

Tenemos los teléfonos Lex, podemos llamar y avisarlos…. Tendremos algún número, ¿no?... ¿el de Hugo?... No me quiero ni imaginar la que va a liar Taylor (que mala suerte que le hayamos dado el móvil hace precisamente nada) cuando se entere… con toda la razón del mundo, claro está. Me sorprende no estar oyendo ya gritos o el freno de emergencia del tren activándose y consecuentemente un tremendo frenazo. Se ve que ahí fuera no han llegado todavía al meollo del horroroso asunto.

Dale. Un detalle que quema el corazón. ¿Lo sabía cuando nos fuimos o se ha enterado después? No puede ser que los haya abandonado a su suerte sin decirles nada. No, la idea se resiste a cristalizar en mi cabeza. Todo lo que tiene de dura por fuera lo tiene de blanda por dentro.

Me retuerzo las manos mientras me muerdo con fuerza el labio inferior. El agobio me está dando unas ganas bastante considerables de llorar. Pero no pienso hacerlo, no por vergüenza ante el chico guapo, sino porque eso no serviría absolutamente para nada. Ni siquiera para aliviar un poco la tensión. La maldita impotencia que me está quitando el aire de alrededor.

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18/11/2009, 02:24
Carla

Adrián columpió la cansada y descentrada vista de unas a otras: La determinación y el temor de Nadra, las preguntas de Alexa intentando mantener la calma, la histeria contenida de Madison, la frialdad de Carla, quien curiosamente era la más joven...

La española se sacaba un cigarro y se lo ponía en la boca, encendiéndoselo con un casi imperceptible temblor en las manos, evitando los ojos de la africana. Se lo encendía mientras, a la lumbre de la pequeña llama, trataba de escoger palabras rápidas y a la vez adecuadas, huyendo de melodramas o falso optimismo... La situación se explicaba por sí sola.

- De lo malo, lo mejor: La gente de Sloane... -se identificó con boca pequeña y carencia de orgullo, a petición de la húngara- Sabemos lo de Lior porque ella se puso en contacto con nosotros para indagar en nuestra motivación, en por qué antiguos compañeros de Sloane se unían a ella a pesar del asunto de la explosión de los convoy. Lo último que se supo es que partió a informar a su hijo y el resto de huéspedes a su cargo en el ICEHOTEL, pero hace veinticuatro horas encontraron en Miklosvar los cadáveres de Gabriel, su novia Viorica y la cabeza decapitada de Lior, metida en una caja dedicada a Donovan Dryden... -caló el humo de su cigarro y se lo quitó lentamente de entre los labios usando todos los dedos de una mano, formando con ellos una pinza- Sabemos que han venido porque tenemos un agente radar que nos avisa, tiene hackeadas algunas de las comunicaciones de Gelus Vírica. Captamos el aviso por radio... Y, ¿por qué no lo ha hecho? Yo qué sé, tía... -extendió la mano con la palma hacia arriba, negando con la cabeza- Lo único que sé es que cuando sus agentes parecen curarse o dar con algo interesante, la mayoría de ellos la palman, tengo cincuenta pruebas en formato cadáver para demostrarlo. Esperaba que vuestra amiga la lista supiera decirnos algo... -No podía evitarlo: Cuanto más nerviosa se ponía, más fallaban sus dotes sociales- Gabriel era Zaan, el vampiro de Miklosvar, de los nuestros... Gulliver es un intermediario directo del Faraón, encargado del espionaje para el mismo... No sabemos quién es, pero lo que es seguro es que está infiltrado entre vosotros. A Isenhall la llaman los de verde "la Reina de las Nieves", y es otra intermediaria directa. Danny cree que se trata de un teleporte...

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18/11/2009, 02:54
[Adrián Cadaval]

Adrián ya había oído, visto y empatizado suficiente. Puede que Carla tuviera razón: Ésto era una guerra, y había que acostumbrarse... Pero no hay guerra sin lucha y resistencia. Se puso de pié llevándose los dientes perdidos (en el paño) al bolsillo, y apoyándose como podía en la pared del vagón, dejando caer el peso del cuerpo sobre ese apoyo.

- ¡A la mierda, Carla! -fruncía el ceño, decepcionado una vez más por los procederes de "su" bando, la insensibilidad en la que intentaban rebozarles para freirles luego en la sangre hirviendo de inocentes por los que pudieron haber hecho algo. Algunos no eran "metahumanos" o "mutantes". Algunos querían ser "superhéroes". Miró entonces a Nadra y a sus amigas... Más vale morir por la gente que por una causa perdida o huyendo... - ¿¡A qué esperáis!? No puedo seguiros... ¡DETENED ÉSTE CACHARRO!