Partida Rol por web

Me quedo unos instantes mirando al prisionero; me repugna, pero en su voz hay convencimiento, quizás demasiado dadas las circunstancias. No soy tan estúpido como para pensar que sea sincero, pero por vacías que suenen sus excusas hay una parte de verdad. Miro con gesto severo a Sylven y Lord Desmond. No creo en Drake, pero debe ser tan estúpido como parece, o al menos su inteligencia está tras tal capa de aparente estupidez que vale la pena aguardar. Asiento con el mentón fruncido. Bajo la mirada a Drake.

-O eres estúpido o un gran mentiroso, ¿de qué te sentirías más orgulloso?

No puedo matar a un hombre con semejantes dudas en mi cabeza. Y, además, si sospecho que pueda esconder más grandes incógnitas, tal vez sea más inteligente mantenerle con vida. Si es cierto que es tan importante para las "gentes del hierro", tenerle a buen recaudo pueda ser una interesante divisa de intercambio. 

Con un cuchillo en el cuello, un hombre mucho más grande que yo afirmando mi brazo con intención de mutilar mi dedo. Además tres guardias armados. Y los muy idiotas no tienen idea de que hacer conmigo apabullados por la verdad. El perro guardián ladra a mis espaldas. Lo ignoro de plano a la espera de que se pronuncien las personas con verdadera autoridad en el lugar.

Lord Desmond no pierde el tiempo con amenazas vacías, con promesas de dolor y con golpes con la intención de asustar. Simplemente retira la daga de la mano de Drake y lo mira. Y es en su mirada donde Drake puede sentir que Lord Desmond no dudará ni un momento en rajarle el cuello si hace algo que no le guste o sospechoso, que su vida no vale nada y que cada respiro que da es porque él se lo permite.

Ante tantas muestras de carácter y hombría no me queda más que suspirar y desviar la vista con hastío.
-Muy bien, Drake, ahora dime: ¿te has hecho pasar or un miembro de mi séquito por mera admiración o para averiguar si realmente estaba muerta y poder informar después a Asha? Lo siento, pero aunque tengo una muy buena opinión de mí misma me cuesta creer que nadie persiga con devoción mi cadáver después de oírme hablar en una sola ocasión. Recuerda que tus dedos siguen bajo amenaza.

Suspiro dramáticamente.

- Finalmente un poco de cordura. No se por qué insisten en invocar a mi señora a cada momento. Lo diré por última vez y luego ya depende de ustedes lo que quieran creer: Asha Greyjoy no tiene absolutamente nada que ver con todo esto. He venido hasta aquí para llegar al fondo de la verdad no sin algo de desesperación y desazón ante la posibilidad de que estuviera usted efectivamente muerta. Creo que podemos ser de muy buena mutua ayuda. Creo firmemente que puedo ser yo lo más parecido a un aliado que alguna vez tendrán dentro de la Casa Greyjoy y sería una torpeza desperdiciarlo. Para continuar hablando y llegar al punto de en qué podemos beneficiarnos mutuamente, solicito a usted mi Lady que ordene a su esbirro quite su arma de mi cuello. Como acto de buena fe, claro.

Miro a Drake con desprecio desde lo alto.

-¿Quién ha dicho que la Casa de la Luz necesite a la Casa Greyjoy? Si tú eres destacado entre ellos, a saber cómo será el resto -escupo más que digo al marinero.

No tengo tiempo para más palabrería. Vendrás con nosotros hasta que Lord Gendry decida sobre tu futuro -sentencia Lord Desmond.

Kyllian, hermanos -dice en segundo lugar a sus hombres -lleváoslo a la otra habitación y vigiladlo mientras pasáis la noche. Yo me quedaré protegiendo a Lady Water en este lugar.

- Ya cometieron antes la estupidez de no escucharme y perdimos todos mucho tiempo Lord Desmond. No vuelvan a cometer el mismo error. Ni siquiera saben qué tengo por ofrecer. A mi entender es mucho más sabio escucharme, después de todo no pierden nada. Fijaos que después de varios golpes y amenazas apenas han obtenido algo más que lo que ya había declarado de buena gana abajo. Son muy malos interrogadores y ahora demuestran una débil capacidad de intentar obtener algo de todo esto. Si me matan o aprisionan no habrán logrado nada, escuchando quizá obtengan algo y si no lo obtienen siempre pueden volver a la opción "matar o aprisionar"...

Las supuestas confesiones de Drake son tan desconcertantes que por primera vez desde hace mucho tiempo me han dejado sin nada que decir. No me gusta, se cree demasiado listo y me cae antipático, pero eso no es suficiente para ordenar que le corten el cuello, ni siquiera un dedo... Necesito pensar sobre todo esto.

No necesitamos a los Greyjoy para nada, pero si cambiamos la palabra "necesitar" por "utilizar", entonces tal vez...

Con el ceño fruncido y la mirada baja y pensativa aguardo en silencio a que Kyllian y los otros se lleven a Drake de la habitación.

Obedeciendo a los deseos y órdenes de Sylven y Lord Desmondo conduzco a Drake fuera de la habitación. Ha demostrado ser más hábil de lo que parece; razón de más para no quitarle los ojos de encima en ningún momento. 

Mañana saldremos a primera hora. Descansad, mi señora -te dice Lord Desmond

Atad las manos y pies de el Greyjoy -ordena uno de los guardias nada más entrar en la habitación -debemos descansar, mañana partimos temprano.

Asiento alas palabras del hermano y ato a Drake con fuerza. También la arranco un trozo de túnica; si decide escapar Morten tendrá una muestra para seguir su olor
-Hay que vigilarlo con atención. Perder al prisionero sería imperdonable.
Miro a Drake. No puedo evitar una mueca de desprecio.