Partida Rol por web

Entráis en lo que lo que han llamado el salón del rey, es una estancia bastante pequeña para lo que se esperaría de un salón, de suelo de piedra volcánica negra muy pulida que es recorrida por finos hilos luminosos que dan un poco de calor y luz a la estancia… aun así el frió impera en el ambiente.

En medio del salón hay algo oculto bajo un paño de terciopelo rojo y custodiado por estatuas de guardias de más de dos metros vestidos con una armadura negra finamente labrada. Han situado para la ocasión una gran mesa corrida en forma de U un par de sirvientes os indican en silencio a que os situéis en los extremos de la mesa dejando la zona central de la U para los regentes del castillo.

En la zona centras en el extremo izquierdo veis a una figura oscura encapuchada, vestida con la túnica oscura de los monjes del templo pero de tamaño humano…

Aun quedan cinco servicios para completar el frontal de la mesa…

Mientras empezáis a sentaros en la mesa, una joven elfa empieza a tocar el arpa al fondo de la estancia…

Urzam llevaba ya dos semanas sin haber visto practicamente actividad alguna en la zona. El principio habia prometido; de no ser por las arteras triquinuelas de aquella elfa, ahora ya tendria un paso menos que recorrer hacia su pago; de hecho, estaba seguro de que de algun modo se la habia jugado con el destino... pero no podia reprocharselo: su eternidad dependia de ello.

Cuando la frigida reinecilla anuncio que por fin quiza pasara algo digno de mencion, Urzam se alegro por dentro, esperando que al menos les hicieran algun revelador anuncio. Llevar nuestras cosas? Desde luego que lo haria. Lo de la ducha... eso ya era otra cosa.

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Con paso decidido y firme, el repulsivo personaje de aspecto ominoso se acerco al salon del banquete, dispuesto a disfrutar de cuanto aquella velada pudiera otorgarle. Su mano reposaba sobre su cadena plagada de largas puas, a la espera de poder usarla. Fuera de su torso, aferrada a su mano izquierda, esta descansaba languida en el hombro del individuo.

Engalanada con un precioso vestido largo de terciopelo azul marino, Meriele hace acto de presencia en la sala donde tendrá lugar la cena de esta noche. A pesar del generoso escote que luce el elegante vestido de tirantes, aquellos con la osadía de pararse a mirarla de arriba a abajo descubren muy a su pesar que un fino camisote de mallas oculta, que no disimula, sus voluminosos encantos.

Conforme van acudiendo los distintos contendientes, la orgullosa y siempre sonriente elfa comienza a estudiarlos uno a uno exhaustivamente pero con discrección y disimulo. Su intención no es únicamente averiguar sus virtudes marciales, arcanas o divinas, sino también otras capacidades más... mundanas.

Sin embargo, un desagradable escalofrío recorre el escultural cuerpo de la mago de guerra cuando su atractiva mirada se cruza con la oscura y tétrica de Urzam.

-¡Brrr!--se estremece Meriele incómoda--Hay algo en ese enano que me produce repulsión.

Casi de manera inconsciente, la elfa toma asiento lo más alejada posible de la mortífera cadena armada con púas del brujo, su ligero escudo de madera apoyado en su silla y su hoz enfundada al cinto.

Durante el poco tiempo que llevaba aqui habia visto individuos un tanto peculiares y ahora tendria la oportunidad de verles a todos reunidos. De siempre me he imaginado grandes banquetes con mucha gente y disfrutando del presente, sería éste uno de esos? Espero que si.

Con su habitual cara triste y despistada entro en el gran salón y haciendo una rápida visión del entorno, paseo rozando con mis ropajes y mi mano cada una de las sillas, como si buscase la silla perfecta. Como si el destino me guiase me situo delante de la silla 7 empezando a contar desde la entrada por la derecha, sin dar importancia a quien se encuentre al lado o enfrente mio.

Me resulta raro el que nos pidiesen traer todo el equipo aqui, pero como nunca habia estado en un sitio como estos, quizas fuese lo normal. Para que no me moleste apoyo la ballesta en el respaldo de la silla.

Espero ilusionada la llegada del resto del personal, mientras miro a los demas comensales de la mesa.

El semiorco estaba mas que confundido con toda la extraña parafernalia que rodeaba a lo que el creía serian un algunos combates a muerte y nada mas, con el espadón listo y los músculos tensos Zenram esperaba que en cualquier momento le saltase encima alguna criatura infernal para enfrentarse a él por el trono, mas nada de esto sucedió, por el contrario, su confusión fue en aumento cuando se menciono algo sobre un baile... es que haría falta un ritual en el que se sacrificara alguna virgen para luego bailar a su alrededor y pelear en una gran batalla donde el ultimo en pie seria el vencedor y heredero al trono?

Convencido de esto ultimo el bárbaro se dirige al lugar indicado y se encuentra con algo totalmente extraño, un grupo de individuos vestidos de forma hilarante e incomoda para una batalla...

Si ser estos enemigos yo ya ser rey....

Necrull llego elegantemente tarde a la cena. Le habían informado a última hora y tuvo que ir a los barracones a buscar su equipo.

Si para una habitación hemos tenido que pelear 3 no quiero ni imaginar que tendremos que hacer para cenar.

Una vez cambiado de ropa, por una igual de practica pero limpia, y pertrechado com si fuese a explorar un terrible dungeon se dirigió a la cena.

Cuando llegó observó que había bastante gente, además del enano y de la elfa vio a dos semiorcos y una humana, joven.
Se fue a sentar al lado de la maga, para que viera que no le guardaba rencor.

Ten cerca a tus amigos pero más cerca aun a aquellos que quieres matar

El semiorco, orgulloso de su nueva armadura y fundamentalmente de su victoria ante el lobo penetró en la sala sacando pecho. Por un momento dudó si llegar con su caballo, pero finalmente recordó la única vez que lo había intentado en el castillo de su "padre". NO, no es una buena idea se planteó. Solo espero que, si resulta necesario pueda ir a buscarlo

Pese a las palabras de su anfitriona, ni pasó por su cabeza la posibilidad de bañarse - Es MI olor - murmuró - Mejor que se acostumbren a el... lo seguiré teniendo cuando gobierne -

Alfren se mantuvo cerca de una ventana y buscó con la vista las caballerizas. estaba preocupado por su corcel, esperaba que esta vez, si lo llamaba, este acudiría a su presencia como siempre había hecho.

Entre en el salón, poco a poco, esperaba llegar antes y no tener que hablar con nadie pero seria difícil ya que la gente estaba sentada ala mesa aun con muchos sitios vacíos…

Buenas noches…

Y me senté a la mesa en el extremo más alejado… sacando mi libro y empezando a leer hasta que todo el mundo hubiese acudido… y la “fiesta empezase.”

Un enano de las llanuras… entro en la sala sus músculos casi no le dejaban pasar por la puerta, y entro examinando a todos… tenia la cara toda llena de cicatrices y los brazo plagados de toscos tatuajes, a la espalda llevaba un hacha bellamente labrada que despedía un vaho blanquecino… se paro a la entrada y miro de hito en hito a cada uno de los presentes, con una inclinación de cabeza saludo a los dos enanos y con una sonrisa tosca a las mujeres…

Con una fuerte palmada en el hombro al clérigo que estaba en la esquina se sentó a su lado…

Somor!! Carne fresca!!! Esto va a ser muy divertido….

¿Y la comida y el vino?¿Y Shiu?

Va seguro que aparece la ultima para hacerse notar.

Mirando la mesa vacía, puso los pis sobre ella, saco un cuchillo y un tosco trozo de madera y empezó a tallarlo

Tras una divertida velada en el mercado con mi compadre... no una si no media docena de cervezas cataron nuestros paladares... jamás había visto a un tipo beber con semejante velocidad, vaya que sí... bueno en el pueblo teníamos a Jack Levois que un día se bebió creo dos docenas, vaya que sí, pero no a la velocidad de mi compadre y él era el triple de grande...

Ambos entramos en el salón envueltos en una conversación... y nos recibe la melodiosa arpa.

-. Venga Compadre... ¿cómo que no?... cuando sea Rey crearé otra plaza de Rey así serás Rey conmigo... no digas que no es buena idea... ajajajajajajajaja... vaya que sí!!.- Entramos en la sala tras habernos perdido en un par de ocasiones por el castillo. -. O bien podríamos ser Reyes a media jornada... ¿qué me dices?...-

Vaya, vaya... así que este es el lugar. Me dediqué a observar la instancia unos instantes... El salón del Rey, vaya que sí... aunque debería cambiar su nombre por al más original... ummmmmm... el salón del Rey Zacksan... jajajajajajaj... claro que sí!!!!... aun no era el Rey y ya empezaba a notar la carga de trabajo... debería tomármelo con más calma...

Un salón enorme de piedra volcánica con unas mesas en disposición de U envolviendo un misterioso objeto velado en el centro por un paño de terciopelo rojo, custodiado por dos estatua de dos metros de alto. Wowwww... que pasada, vaya que sí... La mayor parte de los asientos ya tenían dueño... ni rastro de Jimeko...

-. Eyyyyyy!!!!... no hace falta que se levanten!!!!...- Le digo a todos los presentes por si tuviesen ánimo de hacerlo, al fin y al cabo aun no era el Rey.-.Bienvenidos a todos y todas, claro que sí!!!... espero hayan dejado algo a los presentes que traemos hambre de enano, vaya que sí!!!!. Soy Zack Steel del humilde condado de Brufth... y aquí mi Compadre Drako que aunque lo parezca no estamos emparentados jajajajajajaja claro que sí.- Nos presento animoso. Busqué con mis inquietos ojos un lugar en dónde sentarnos juntos con un hueco también para la mujer... Aja!!!!.... ahí en el centro había cinco asientos libres, claro que sí... más que suficientes. -. Mira compadre!!... unos asientos libres allí en el centro...- Y me encamino airoso hacia ese lugar saludando y sonriendo a todas aquellas extrañas caras que nos veían pasar. -. Mira Compadre!!... más de los tuyos... me pregunto si escasean reinos en vuestras tierras, vaya que sí!!!... jajajajajajajajaja...- Saludo entusiasmado con un guiño a la arpista apremiándola con las palmas... tomo nota para mi reinado... -. Recuerda que cuando veamos a Jimeko hay que cabecear para saludarla... debe ser una costumbre su zona... extraña sí, pero debemos hacer que se sienta como en casa, claro que sí!!!.- Le recuerdo a mi compadre lo que acordamos en la quinta cerveza, ya próximos al lugar reservado.

En la esquina de la mesa, una inquietante figura oscura encapuchada y a su lado un tosco enano cuyos brazos parecían troncos. Vaya dos acompañantes... pero que no se diga que Zack no es un Rey educado. -. Buenas noches caballeros... mi nombre es Zack Steel... parece que el destino nos ha reservado hueco juntos, vaya que sí...- Con una sonrisa de par en par. -. Mi acompañante es Drako... mi compadre... digno aspirante al trono, claro que sí!!!.-

En eso, uno de los despistados sirvientes se aproxima, avergonzado a mi posición para decirme algo. -. Vaya, así que estos asientos ya están reservados... no hay problema... no se preocupe hombre, nos sentaremos en otro lugar, claro que sí.- Mis ojos vivos se dirigen al Compadre. -. ¿Verdad compadre?... ningún problema... claro que no!!!.- Mis ojos retornan al rudo enano y su siniestro acompañante. -. Es una lástima, vaya que sí!!... ya tendremos ocasión de compartir una agradable conversación a lo largo de la noche, claro que sí!!.- Exultante, y animoso, acompaño al sirviente que nos recoloca. -. Seremos tres, claro que sí!!!.- Le termino por decir al sirviente.

De nuevo el destino quiso que nos sentásemos al lado del orco de la guadaña... pronto me di cuenta porque los asientos adyacentes se hallaban vacíos... que peste!!, vaya que sí.

-. Enhorabuena por la hazaña!!!, vaya que sí!!... mi nombre es Zack Steel y aquí mi acompañante Drako...- No perdí el tiempo en iniciar la conversación. -. Su hazaña fue beneficiosa para nuestros intereses, claro que sí... jajajajajajajajaja... que sepa que tenías un tres a uno en contra... jajajajajajajaja... claro que visto como se te dan los animales... jajajajajajaja... Venga hombre!!!... brindemos por la fortuna!!, claro que sí- Tomando mi copa, por ahora vacía para brindar con el hediondo orco.

Dejando libre el asiento al lado del enano... reservado para Jimeko, claro que sí.

Con el paso tranquilo y el leve crujir de la armadura al caminar acompañándome, llegué al salón en el que se celebraría la cena... El pelo se recogía en una alta coleta huérfana ahora de cualquier adorno, y el flequillo...largo hasta casi rozar los hombros... enmarcaba el gesto tranquilo del rostro... el brillo atento de la mirada....

Detenida en el dintel de la puerta observaba el interior... Varios comensales... rivales... se reunían ya alrededor de la mesa... y soltando con un solo gesto el nudo de la cuerda que pendía de Amemizu y la mantenía en su lugar y en su vínculo a mi cuerpo... la deslicé fuera de su prisión entre las cuerdas de la falda que se anudaban alrededor de mi cintura... sosteniéndola en la mano derecha... muda de toda amenaza, mientras me inclinaba en el saludo respetuoso...

Konban wa.... la mirada los abandonó apenas un segundo mientras el gesto permanecía inclinado y el pelo lacio del recogido resbalaba y caía de los hombros sobre el pecho... La cota de escamas roja y dorada, ligeramente grade, cubría el kimono de seda blanca y caía sobre la hakama negra de algodón que amplia velaba las piernas.... El arco a la espalda, la katana en la derecha... y el brillo de su acero en el de los ojos... Buenas.... noches...

Me erguí para entrar con calma en aquel lugar... con el andar sereno y la sonrisa sosegada... y de nuevo la voz me detuvo... Zack volvía a agitarse en su asiento al lado de Compadre Enano... y hacía ellos me encaminé con el paso firme y la mirada interrogante... En pie, Zack-san se inclinaba a mi llegada...

Zacarías-san... las inclinaciones se repetían... obligada a ella por cada una de las suyas... Compadre Enano-san.... Konban wa... volvía a inclinarme... igual que lo hacía él... suave y espigada yo, con la katana pendiendo de la derecha... demasiado brusco y rápido él... mientras su voz manaba sin cesar de sus labios... Una nueva inclinación de aquel hombre... y retuve la sonrisa que amenazaba con estallar en mis labios mientras mantuve la mía... esperando que las suyas cesaran....

Me senté en el lugar que me señalaron como asignado... junto al enano que me miraba extrañado... y posando la katana a mi diestra sonreí a aquellos que compartían la mesa... Konban wa... Soy Himeko Hoshi... Samurai de Akane Buke... es un honor para mí compartir mesa... acero y sangre... con vosotros....

El semiorco observó al charlatán y una sonrisa se dibujó en su rostro. Ya había visto, en el castillo de su "padre" a juglares con anterioridad, pero nunca supuso que uno de ellos podría atreverse a competir por el trono. Sin embargo no se iba a quejar. Probablemente ninguno de sus conocidos hubiera supuesto que el se animaría a hacerlo.

Las felicitaciones le llegaron más hondo de lo que hubiera pensado - Gracias - atinó a contestar - pero solo era un lobo, no es la primera vez que me veo con ellos - Tras una pausa añadió, como con miedo - Claro que a caballo es más sencillo -

Alfren cada vez extrañaba más a su fiel Coloso y la larga lanza de caballería que había quedado en el arzón de su montura.

La entrada de la extraña del kimono fue demasiado para el semiorco. simplemente se quedó mirandola, sorprendido de los extraños ropajes y las armas que manejaba con tanta parsimonia.

Algunos enanos, otro semiorco, la extraña mujer de los tatuajes, otros humanos más... el torneo sería, cuanto menos interesante. Alfren flexionó los músculos y tomo una copa de la mesa... dirigiéndose al charlatán la levantó ´lentamente mientras pronunciaba en voz muy alta... casi a voz de grito - Si, brindemos por la fortuna... por el triunfo... Y POR EL NUEVO REY... sea quien sea, jaja -

Un enano acompañado de un humano entra en la sala con paso firme y decidido, viste una cota de bandas oscura sobre la que lleva unos ropajes para darla aspecto de elegancia, en su espalda porta un escudo paves con un simbolo, una jarra de cerveza negra sobre un hacha con sangre. En su cintura, en el lado derecho lleva un hacha de guerra enana con signos de haber pasado alguna que otra pelea.

Poco a poco Drako se iba acostumbrando al constante parloteo de Zack, era muy difícil conseguir decir algo sin que este le cortara, pero poco a poco le iba cogiendo el tranquilo, a fin de cuentas todo el mundo tiene que parar a respirar.

Cita:

Estas dando por hecho que conseguirás derrotarme amigo, y eso sera muy difícil para ti jajajaja

Al pasar junto al semiorco un hedor comparable al de los cerdo invade la nariz del enano

Maldita sea, huele peor que una mofeta muerta, crei que dijeron que habia que venir lavados maldita sea.

Haciendo caso omiso al semiorco se sienta al lado de Zack. sin casi tiempo para sentarse aparece la extraña mujer de antes y Zack parece enloquecer, comienza ha hacer gestos extraños y a llamar la atención de la chica, que al final se acerca.
Si cómico era ver a Zack inclinándose, mas lo era ver como la mujer respondía a cada una de las inclinaciones con otra inclinación.
Desde luego que es extraña
Cuando por fin Zack se cansa de hacer inclinaciones el enano hace una unica ligera inclinación.

DSaludos señorita, mi nombre es Drako, del clan Filosangrante, encantado

Aquellos mequetrefes lo estaban poniendo del higado; y aun en su silencio, el hecho se notaba por sus constantes cambios histericos de postura. Sus guanteletes jugueteaban con la cadena que portaba, moviendo los espinados eslabones como si ansiara usarlos. La carne sobre la mesa apenas si le llamaba la atencion... en cambio la que vestian los huesos de los presentes... esa si que arrancaba el brillo de sus ojos.

Pronto podria abrir esos cofres "lorzosos" y liberar su interior a las "bondades" de su patrocinador.

Rey? Quien queria ser Rey? Otro tipo de cadena, si bien mas ligera que la que ya lo atenazaba, igual de indeseable. No, acabaria lo que habia venido a hacer, utilizaria el titulo exclusivamente para lo que se le habia encomendado, y luego se marcharia, con toda una existencia por delante. Aquel era el trato:

-Estupidos.... estupidos muertos; pero no lo saben.- dijo con aparente inconexion con respecto a las conversaciones que se desarrollaban a su alrededor.

Necrull observaba atentamente a cada individuo que entraba presentandose. Él no se dignaria a entablar conversación con ninguno de ellos a menos que fuese realmente necesario. Recababa cualquier información que pudiesen soltar en sus insulsas conversaciones.

Mmmmm, lo que más me mosquea es que estemos aquí todos armados. No le auguro nada bueno a esta cena.

Por si acaso no había provado bocado ni tomado bebida. Nunca se sabe.

Al entrar, el joven Sebastian se llevaba la capucha que ocultaba su rostro recorriendo con la mirada el gigantesco comedor, primero, pasando por los adornos que la guardan y después por todos los comensales, a decir verdad ninguno de ellos da miedo, aunque eso es lo que menos importa.

Su rostro era casi angelical, sus cabellos largos y limpios hasta los hombros guardados por un pañuelo de color azul donde tenía grabadas unas rosas sin espinas. Sus manos estaban cubiertas por unos pequeños guantes de cuero hasta los nudillos, ágiles en todo momento para coger se frágil arco que sostenía a su espalda al lado del carcaj. Los pantalones eran de cuero marrón al igual que sus botas, en ellas se ocultaba el mango de algún arma, probablemente alguna pequeña daga. Una espada corta donde se refleja que no le ha dado mucho uso y una mochila de cinto era todo lo que sostenía en su cintura..

-Esos preciosos ojos ambarinos y esa dulce y grácil figura... ¿Pero qué demonios? ¡Céntrate, Sebastian!- se reprocha a sí mismo -El anciano ya indicó con claridad que debías estar completamente focalizado en luchar con nobleza y orgullo. No debías buscar nada más que lecciones de respeto y humildad en este Torneo... ¡Los maestros... siempre los maestros! Estoy seguro de que debe haber mucha vida por descubrir más allá de sus aburridas enseñanzas..-

-Eh... esto...Ah, sí. Soy Sebastian, algunos me dicen que soy un niño, otros el pequeño guerrero que ha nacido para ser rey algún día..- Se encoge de hombros, a decir verdad no le importa lo mas mínimo ser un rey, primero tiene que aprender a enfrentarse contra sus adversarios.

Allí espera de pie, esperando que le ofrezcan un sitio para comer, ciertos sonidos empezaban a sonar dentro de sus entrañas.. ¿que queréis? lleva un día entero sin poder llevarse algo a la boca...