Partida Rol por web

Un viejo decrepito espera aqui a su nuevo alumno

Un salon bastante escueto con un par de sofas y un hogar al fondo que fomentan la conversacion...

Levanta la vista y te observa minuciosamente

Ya...¿tu que haces aqui?

Y sentandose en el sofa espera tu respuesta con el ceño frunccido

Me acerco al hogar, y al anciano que se sienta junto a él. Me inclino, en señal de respeto, y me yergo de nuevo. respondo calmo, con voz tranquila.

-Te saludo, Maestro. Vengo a aprender. He pedido que me ayuden a andar en la Senda de la Sabiduría. Y al parecer te han adjudicado esa carga...

Si el resultado es optimo no sera una dura carga.

Con un gesto el estraño hombre se enciende una pipa, y tras darle unas caladas te la ofrece...

Veras, la sabiduria se supone que se adquiere durante años de estudio y experiencia. Yo soy de la opinion de que el que es sabio, lo es siempre y se basa en su capacidad para tomar decisiones... aveces duras a veces sin importancia...

Nos ha tocado una dura tarea joven, tenemos que reclutar a los jovenes que lucharan a nuestro lado, arrancarlos del lado de sus padres e intruirlos para que no mueran tontamente en la primera batalla.

¿estas preparado?

-Estoy preparado para dar lo mejor de mí mismo, Maestro. Espero que eso sea suficiente.

Tomo la pipa que me tiende, y aspiro una bocanada de humo. Me deleito con el sabor del tabaco, mientras asiento a las palabras del Sabio, y aquilato mis propias posibilidades.

No se si sera suficiente, pero esperemos que baste

El tono era cortante y duro. Sin ninguna maldad ni riña sino una sentencia firme.

Recoge tus cosas, iremos a la aldea de Shir Hurdak a reclutar diez barbaros jovenes... preparate para la batalla son tierras peligrosas.

Sin mas el hombre se levanto.

Al alba en el patio de la fortaleza.

-Al alba. En el Patio. Allí estaré. Será un honor acompañaros, y un privilegio aprender.

Me levanto, como una sombra del gesto del anciano. Aspiro una última bocanada, y le devuelvo la pipa. Una breve inclinación de respeto, y salgo de la Sala.
No le haré esperar...