Partida Rol por web

Los hombre rata se llevan un susto tremendo al oir tu voz... a uno se le cae el arma al suelo y el que porta la antorcha no sabe a donde mirar su mirada va de tu espada al fondo del callejón…

Piedad!!! Piedad!!! No querer problemas!!!

Mirando al fondo del callejón…

Con vosotros no problemas… Stik, ser bueno… amigos Stik buenos… vosotros buenos con Stik!!

Temblando los hombres rata reculan apartándose de la guerrera y de la entrada del callejón.

Avanzando unos pasos ves que al fondo del callejón hay dos figuras… no las puedes distinguir pero por la silueta pueden ser un humano y un enano.

El semiorco se mantuvo atento a lo que pasaba. El enano que lo había vencido no le causaba demasiada confianza, pero la presencia de la extraña guerrera oriental lo terminó de descolocar.

Con todo, se mantuvo atento a lo que pasaba, con su guadaña firmemente aferrada en las manos, sin querer involucrarse en un combate, pero dispuesto a defenderse si hacía falta

Advirtiendo una nueva encerrona de aquel lugar de locura, Urzam siguió al resto al interior, con inusitada precaución. El primero en hacer un gesto amenazador hacia él recibiría la primera sangre, sin duda.

Con claridad ois unos pasos que se acercan a vustra espalda...

Mirando por el rabillo del ojo veis que es una figura humanoid y que estara a unos 30' intentando andar sin hacer ruido...

Tambien ois los gritillos de los humanoides del tunel pidiendo piedad a la Samurai.

El humano que tienes a tu espalda se acerca intentando lelgar de manera silenciosa hasta vosotros.

La situación se estaba complicando, el enano, en quien no confiaba, a su lado, alguien a sus espaldas y la samurai, aparentemente, al frente, combatiendo con los extraños seres que habíra visto hace un rato.

- En caso de duda siempre al frente - comentó e semiorco en voz alta, parafraseando a su padrastro. Con la guadaña en sus manos, decidió que la precaucion había sido demasiada y avanzó decidido.

Se retiraban... cobardes cómo ratas... ratas cómo eran... Y con el porte aún tan afilado como la katana que destellaba en mi mano, la mirada se me perdió a traves del callejón... Negro rompiendo el negro y adivinando formas... Un humano... un enano...

Di un leve paso... inclinando la cabeza y aguzando el negro de los ojos... Quizá fueran ellos la presa de aquellas ratas... quizá fueran parte de la emboscada...

Levanté la barbilla mientras la espada se vencía levemente sobre la cadera... mientras oscilaba hacia delante y atrás impelida por el suave vaivén de los pasos... Pasos suaves.. hombros fuertes... mirada más que eso..

Quienes eran? las palabras del Seirei en mi frente como una caricia... El callejón oscuro... la vieja arpía... Una senda.. un destino...

Sea...

Alfred se hacerca hasta Himeko poniendose a su lado enfrente de las ratas que se han arrinconado a la izq del callejon en el que estabais... en un pequeño trozo de tierra que tiene varias cajas de madera biejas en el suelo y unos daos ahi tirados...

miestras el enano se ha queda en la oscuridad del callejon... espectante...

Los hombres rata tiemblan... como ratas acorraladas...

Tranquilos.. no quere hacer daño... nosostros buenos... buenos buenos

No queriendo perderse lo que sea que fuera a ocurrir alli delante, Urzam avanza hacia los ruidos tambien, viendo la extrana escena:

-Harpia, donde esta.- dice simple y lanamente el enano mientras desenrrolla la temible cadena, con evidentes dolorosas intenciones.

Alfren sigue aferrando su guadaña, sin entender lo que está pasando pero sin gustarle demasiado la presencia de hombres rata en lo que espera serán sus dominios - Si... buenos... claro - repite con sorna mientras se ubica al lado de la samurai y mira a su alrededor, intentando asegurarse que no haya más licántropos escondidos en las cercanías.

El semiorco y aquel extraño... enano...

Inclinaba la cabeza mientras les observaba... con la mirada atenta y el gesto interesado... Alfren se acercaba mientras aquel extraño enano se hundía en unas sombras que le envolvían casi a voluntad... Y casi podía sentir los dientes de aquellas ratas castañear aminalados...

Cita:

Entorné la mirada sorprendida a una sombra impenetrable... Harpia... entonces ellos también la buscaban...

Solo fue un paso hacía aquellos hombres rata que hechos casi un ovillo temblequeaban bajo nuestras miradas... Solo un leve gesto de la muñeca... y el filo de la katana giró y se perfiló aguzado en aquel callejón...

Vosotros...... la cota tintineó levemente a cada uno de los pasos que me acercaban a ellos... Dónde encontraré a la Harpía?....solo por vuestro deshonor al colocar esa trampa ya merecéis morir... Asi que hablad... Solo lo preguntaré una vez....

Siiii

Vieja Harpía Siiiii, nosotros conocer, sí

Si nosotros llevar vieja Harpía … vosotros dejar ir…

El hombre rata todo nervioso cruza entre vosotros y empieza a ir para el fondo del callejón…
Cruzando entre otros dos hombres rata con sendas ballestas , baja unos escalones y se adentra en una vieja casa toda sucia y desvencijada…

¡¡Tranquilos!!¡¡ Amigos!!

Al cruzar la intersección veis a Necrull cómodamente apoyado en la pared observando la escena, con una sonrisa os saluda y espera a que paséis para seguiros…