Partida Rol por web

La zona oscura al final del templo, pequeño y oscuro... aqui hay enterrados reyes desde hace generaciones...

Dime que es lo que necesitas... vas a un lugar oscuro y solo... y no hay tiempo...

Tienes a tu disposicion todo el material de la ciudadela...

-Puesto que poseo mi espada y mi escudo, mi valor y mi entereza... Sólo cosas mágicas o útiles os puedo pedir. Entre los primeros... Vos sabréis de qué disponéis. Por pedir... ¿Una gema, un anillo que me preserve de ataques mágicos, del fuego...? ¿La magia aplicada a mi espada para que sea inquebrantable e infalible? ¿Que mi escudo detenga la fuerza de un ejército entero, que prevea los ataques de saetas lanzadas desde lejos? ¿Un ungüento que todo lo cure...? No me tentéis, puedo ser muy imaginativo. En cuanto a lo segundo... cuerda, lámpara que me alumbre, agua y comida si he de estar encerrado tiempo... y si los tenéis mágicos también... que no se agoten, que la cuerda obedezca mis órdenes, que la lámpara no se consuma... ya os lo digo. No dejéis que pida. Mejor otorgadme, guerrero, pues si pido no vais a poder satisfacer mis peticiones...

Yo tampoco tengo ni idea de que hay alli abajo...

Pasando por el almacen de la guardia te tiende una antorcha siempre ardiente... y unos frascos de agua bendita y dos potis de curacion, yo este creo que lo necesitaras seguro

Coge lo que necesites.

Miró a su alrededor, y recogió algunas cosas básicas. Manta, cuerdas, algunos viales.... Un cuchillo, y una antorcha inextinguible. Algunas cosas más, pertrechos de supervivencia. ¿Quién sabe lo que se encontraría en la oscuridad...?

Perfecto, movamonos... antes de que pase algo con esos huevos.

Atravesando el viejo templo del centro de la ciudadela llegais a una pequeña zona muy lugubre con varias criptas.

Aqui es el acceso mas directo al mausoleo del Eventhan, ten cuidado era un clerigo maligno y un elfo oscuro... ambas cosas son temibles... ten cuidado

Con eso te abre la puerta de una cripta, y te ahce un gesto de que pases...

Abajo hay una puerta de hierro que hizo contruir Shiu, esta es la llave, despues habia otra puerta mas el unico consejo que te peudo dar es que los aspirantes al trono no teneis ningun lugar vedado, podeis entrar en cualquier sitio de la fortaleza. Si sabeis como.

Asiento, y tomo la lleve. Le dedico una mirada, sé qué es el poder de lo oscuro. El poder del mal. Espero que mi propia Luz arrase con esas sombras que sin duda me acechan...

-Supongo que no vienes. Deséame suerte.

Y me pongo en movimiento, desenvainando mi espada. Voy en busca de compañeros, Aspirantes como yo mismo. Pero en el camino, no sé qué puedo encontrar. Y aún así, tampoco sé qué puede ocurrir cuando los encuentre... si es que los encuentro.

¡Suerte!

Tras esas palabras te deja bajando unas escaleras de marmol oscurecidas por el tiempo, el sonido de la puerta al cerrarse detras tuyo te hace estremecer.

Sacando la nueva antorcha comienzas a bajar hasta lo que es el sepulcro principal, que sta cerrado con una fina verja de plata, sacando la llave abres la verja... y pasas a la sala contigua, en medio una tumba suspendida en el aire...

Grabado en comun, aqui yace Everthan...

La sala es de un marmol blanco cristalino que refleja la luz de la antorcha iluminado a la perfeccion toda la sala, todo es de marmol excepto una puerta de plata completamene pulida que refleja como un espejo.

La puerta no tiene ni cerraduras, ni pomo ni nada donde asirla para poder abrirla.

Me acerco a la puerta, la observo con detenimiento, pero aunque su superficie es una belleza, no advierto en ella nada que parezca que sirva para abrirla. Al menos a primera vista. Por lo que la observo con detalle, antes de poner mi mano en ella.

Cuando finalmente descarto que tenga cerradura, o mecanismo alguno a la vista, poso mi mano abierta, la palma entera, sobre su centro.

-¡Soy Ewan Brightlight, Caballero de la Orden del Crepúsculo! ¡Aspirante al Trono! Si la magia te mantiene cerrada, muestra quién te custodia, o ábrete...

Al poner la mano sobre el espejo un leve cosquilleo recorre tu brazo, casi imperceptible... mientras observas el espejo ves que algo no cuadra...

...la tumba detras tuyo no esta reflejada...

Te das la vuelta para mirar a tu espalda y tampoco esta.

¿Qué ocurre aquí...? ¡Por la Luz del Crepúsculo! ¡La Tumba!

Es espeluznante la visión de la Cripta vacía, con el espacio que antes ocupaba el túmulo flotante frente a mi, en toda su extensión. Un escalofrío recorre mi espalda cuando pienso que eso puede significar... la vuelta a la vida del maligno Everthan... por mucho que eso cueste de asimilar.

Me rehago inmediatamente, aprieto los labios y me yergo, empuñando mi espada y mi escudo, presto a la lucha. Con calma, y precaución, ando por el lugar en el que debería estar la tumba, mirando cuidadosamente, buscando una explicación. Doy toda la vuelta al recinto, hasta volver a situarme frente a la puerta.

Espero que algo ocurra, si no he visto nada por el lugar que haya llamado mi atención y que pueda conducirme a abrir la puerta, o a entender como hacerlo...

Recorriendo el lugar empiezas a dar vueltas... hasta que por azar tocas la puerta de entrada a la estancia... esta cerrada y el pasillo que se divisa detras de ella no es por el que has venido...

un pasillo oscuro, las paredes de piedra estan todas recorridas por vetas rojas que iluminan tenuemente el camino... dandole un aspecto sanguinolento y triste...

El pasillo no es el mismo... los muros que diviso detrás de la puerta son inquietantes. Una sensación de estar dentro de algo vivo me atormenta. Se acelera mi respiración... he de seguir...

Si el pasillo no es el mismo por el que he venido, la puerta, sí. Es la que he atravesado antes. Y de la que tengo la llave. Saco la llave de plata de la bolsa de mi cinto, y la introduzco de nuevo en la puerta de la Cripta... si no puedo abrir desde aquí la otra puerta, la de espejo... quizá halle la manera desde el otro lado.

La puerta se abre, dandote paso al lugubre pasillo.

Cuando te adentras por el con la espada preparada y la antocha en alto ves que el tiempo ha pasado duramente tambien por aqui, el polvo esta acumulado en el suelo, avanzando poco a poco hasta llegar a una puerta de madera oscura con pomo.

De pronto me asalta una sensación extraña, una impresión ominosa. ¿Acaso estoy en el mismo lugar, pero en otro tiempo? ¿Quizá la Tumba aún no se halla en su Cripta, porque aún no ha habido que hacerla...? ¿O hace ya mucho que ha desaparecido...?

El pasado... el futuro. ¿Qué es más aterrador...?

No puedo detenerme a pensar. Acerco mi mano al pomo de la superficie de madera... e intento abrir también esa puerta...

Al abrir la puerta el paso de los años se han dejado notar haciendo un gran esfuerzo la consigues empujar hasta hacer un hueco por el que tu cuerpo pase.

Después del duro suelo del pasillo, la mullida alfombra que pisas ahora es un contraste bastante agradable... observas la habitación en la que acabas de entrar unas estanterías de madera albergan multitud de libros hasta el techo... la capa de polvo es muy gruesa excepto en la alfombra que se ve un camino gastado por el uso... con las estanterias a ambos lados comienzas a andar hacia el fondo de la habitación que permanece a oscuras...

Los pelos de la nuca se te erizan... una sensación de maldad te sobrecarga un instante… para después oir una voz al fondo de la estancia...

Amo… Amo… Amo…

Cuanto más avanzo en esta pesadilla, más maligno se muestra el halo de lo que me rodea. La voz tétrica en el fondo tiene una connotación que me estremece. No llego a vislumbrar quien pronuncia esa palabra... Amo...

Avanzo lentamente hollando la alfombra gastada, mirando con los ojos afinados el final de la habitación, la espada presta. pero algo me dice que la carga de magia es tal aquí, que dudo que un arma sea efectiva. Quizá lo sea una voluntad fuerte, y un corazón recto.

A lado y lado las estanterías acumulan libros y polvo, ambos de muchos años, quizá de siglos. Siento como si a cada paso que doy retrocediera en el tiempo. Y avanzara hacia el averno...

-¿Quién está ahí? ¿Quién vive...?

Temo la respuesta...

... no ser amo...

La figura que aparece en tu zona de luz es grotesca... la ropa rota y deshilachada, carcomida por el tiempo. Las cuancas vacias sin ojos parecen mirarte mientras olfatea el ambiente...

...amo no querer gente aqui...

Con un rugido animal se abalanza contra ti...