Partida Rol por web

Veo como Meriele intenta guardar el libro, mientra este de repente emite una voz.

¡¡Que coño es esa cosa!!

Veo como lo guarda en la mochila, y continuamos con nuestra carrera.

No vamos a salir de aqui por ahora... la puerta estara cerrada.

Vosotros correr... os alcanzaran igual

Con horror veis como de las vetas rojas, los huesos desperdigados que hay por el suelo se van formando poco a poco y cobrando vida...

Seguis corriendo por el pasillo por donde llegasteis... aunque el crepitar de huesos es cada vez mas fuerte hacia donde os dirigis...

Noto con cierto miedo como esa voz que sale del libro tiene cierta razon. y digo.

Entonces que quieres que hagamos Libro. Madre mia quien me vea dira que estoy loco preguntando a un libro

-Pero, ¿qué coño haces?--espeta Meriele a Anatil sin ralentizar el paso--¿No ves que sólo trata de embaucarnos?

En ese momento, la elfa de los tatuajes se percata de la humareda que comienza a emanar de su mochila y exclama enojada:

-¡Mierda! ¡Maldito libro del demonio!

-¡Corramos, clérigo! Ya debe faltar poco...

Para vuestro disgusto veis que la puerta metálica esta cerrada al final del pasillo pero lo peor es una enorme figura de hueso que esta saliendo por un hueco que al abrirse la puerta quedo tapado, la enorme figura blande un hacha enorme en una mano y un escudo de madera carcomida en la otra.

Sus cuencas vacías se vuelven hacia vosotros y unos luces rojas desde su interior os observan, con paso lento empieza a recorrer el pasillo en vuestra dirección… el hacha va golpeando las paredes haciendo saltar chispas…

Pero ahí no acaba lo peor… la mochila de Meriel estalla en llamas… justo en su espalda… con el barullo de sonidos a vuestra espalda y el enorme esqueleto enfrente vuestro estáis atrapados.

-¡Joder! Esto va a estar realmente complicado--afirma Meriele sin apartar la mirada del esqueleto mientras coge la mochila en llamas por una de las asas y la lanza hacia adelante para ganar algo de tiempo. 

Inmediatamente después, la elfa de los tatuajes entona un cántico arcano para terminar lanzando un rayo de escarcha a su propio petate.

-Los muertos vivientes son cosa tuya, clérigo--comenta finalmente volviendo a ponerse en marcha en dirección al libro y la puerta de escape.

Desde las llamas surge una voz cada vez mas gritona:

HUMANO AYUDAME!!!, INVOCA MIS PODERES Y TENDRAS LA MAYOR GLORIA DEL MUNDO

El humo de la mochila se ha dispersado y ya no arde... mientras el suelo tiembla mientras el terrible esqueleto ogro se acerca a vosotros... balanceando el hacha de pared a pared.

Viendo como el ogro de aproxima, decido que este es el momento para poder hacer lo que me han enseñado

El intento de expulsion del clerigo solo hace que el esqueleo fije su atencion en el cargando este hacia el clerigo a toda velocidad... con el hacah raspando la pared de piedra saltando chispas...

-¡Por todos los dioses! ¡Tenemos que acabar con esa cosa, clérigo!--exclama Meriele algo amedrentada por el enorme esqueleto y su poderosa hacha.

Mientras arrastra la humeante mochila que guarda el grimorio, la joven elfa se aleja un poco del cuerpo a cuerpo al tiempo que comienza a entonar una antigua letanía en el lenguaje de la magia. De pronto, se escucha un agudo grito de guerra y un haz de luz azulada sale disparado de las manos de la maga hacia el muerto viviente.

-¡Iiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Asustado por la situacion y viendo que mi intento de dominarlo a sido nulo, e incluso le he avivado mas su ira, decido con el mangual asestarle un golpe certero, pidiendo ayuda a Hextor para que acabar con este ogro.

Hextor dame fuerzas.

El golpe en la carga del enorme esquelto destroza el abdomen del clerigo que a duras penas se mantiene en pie.

Al intentarlo rematar el hacha se clava en el muro hacindo saltar casquillos de piedra por todo el pasillo.

-¡Nooooooooooo!--exclama Meriele enfurecida, y al mismo tiempo ciertamente asustada, al contemplar el feroz tajo que el esqueleto acaba de infringir en su compañero--¡Maldita sea!

-¡Reza a tu dios, clérigo! Tienes que cerrar tus heridas...

Sabedora de que apenas tendrá un segundo más que perder, la elfa de los tatuajes da un nuevo pasito atrás para alejarse del engendro de huesos y buscar la cobertura necesaria para proferir un nuevo rayo de mortífera energía mágica hacia la criatura.

-¡Iiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaa!

Desde el suelo viendo como tengo destrozado mi abdomen, tras un rezo digo.

Hextor ayudame................

El esqueleto pasando del todo del clerigo que se debate entre la vida y la muerte salta a por la bella maga.

-¡Eh, saco de huesos! ¿Se puede saber qué pretendes?--trata de despistar Meriele al esqueleto mientras da un pasito hacia atrás y vuelve a conjurar uno de sus mortíferos rayos de energía arcana.

-¡Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-¡Vamos, clérigo! ¡Levanta! ¿Será posible? Mira que dejar a una dama indefensa... Éste debería ser tu trabajo, no el mío--se queja la mago de guerra con la intención de provocar en su compañero algún tipo de reacción que los ayude en semejante aprieto.