Partida Rol por web

-Busco a harpia. Si no eres tu, mas te valdria irte de aqui.- dijo Urzam agarrando con fuerza la cadena, que comenzo a crepitar con fuerza.

-Busco a harpia. Si no eres tu, mas te valdria irte de aqui.- dice el enano agarrando con fuerza la cadena, que comenzo a crepitar con fuerza.

Los chispazos de la cadena te hacesn ver por unos instantes el rostro conocido del enano que te partio el cuello en el patio...

Pero cuando vas decir algo unos grios detras tuyo te detienen... no entiendes lo que dicen pero no son amigables...

Alfren reconoce al enano y opta por correrse del paso, acercándose a la pared - Pues son todos tuyos... - le contesta sin mucho ánimo de volver a pelear con el brujo... ni de ayudarlo.

- Supongo que esos que vienen por allí son sus amigos... suerte! - le comenta sarcásticamente - Yo ya me iba... no quiero molestar -

musha… musha.. musha…

Un hálito reconfortante pareció rodearme… acariciar mi ensoñación para llevarme a otro lugar… placentero… cercano… conocido… musha musha…. Cerré los ojos dejándome invadir por aquel susurro de caricia, con la sonrisa suave dibujándose en los labios… inspirando aquel aliento… y disfrutandolo…Sabía que era… una voz rozando mi alma como se rozan las cuerdas del koto… Abrí los ojos despacio… enfocando la bruma del estanque… Allí estaba…

No despegué los ojos de él mientras con las manos apenas cruzadas, dejadas caer lánguidas sobre la falda… me inclinaba respetuosa… con la sonrisa dibujada en los labios rosados… con la chispa en la mirada negra…

Mi Seirei…..

No dije más… ansiosa de su voz y su consejo… respetuosa y fiel a su figura y su importancia…E inclinada le escuchaba… con el pelo meciéndose bajo la brisa que parecía manar de sus pulmones… El Seirei hablaba… y yo de nuevo me sentía ensoñar… acariciada por aquel susurro suave…

Hai… mi seirei…… Hai……. Ha…. Su voz se diluía como lo hacía su forma física… y yo apenas podía mantener los ojos abiertos… el aliento cálido en los labios mientras me abandonaba a su voz… ha.. i…. mientras me diluía yo también…

Abrí los ojos sin sobresalto… con esa extraña sensación de abandono tras ser tocada por el aliento de un dragón… Estaba tumbada y girando sobre mi misma me puse en pie rápida… Y allí permanecí un segundo… inspirando con fuerza los últimos rastros de la voz del seirei… y sonreí mientras iniciaba el camino…

Un callejón… una vieja… mi destino……… Hai…

Escuchas la voz de Alfren, y ves como se pega a la pared.

Al fondo del callejon, aparecen tres siluetas achaparradas. Hablando entre si..

No comprendeis el idioma, al rato en un forzado comun

¿qUIENN vaaAAaa?

Encendiendo unas antorchas para iluminar el callejon veis que son... gente con una forma un poco estraña... Dos de ellos con una espada corta en la mano y el otro con la antorcha.

-Urzam Bolhekdosh; busco a la harpía. Es alguno de vosotros, o solo estáis en el lugar equivocado en el momento equivocado?- dice Urzam con media sonrisa que mas parece una muea, mientras se hace a la pared contraria de Alfren.

Al despertarte observas alrededor estas en una terraza a unos 4 metros del suelo, abajo observas como tres hombres... bueno hombres al fijarte mejor ves que tienen pelo y un aspecto ratonil bastante desagradable... hombres-rata...

Dos de ellos estan blandiendo unas espadas cortas... el tercero porta una antorcha y grita unas palabras al callejon que no consigues ni enetender ni escuchar...

El semiorco no tiene idea de lo que está pasando. Simplemente se mantiene a distancia del enano, con la guadaña empuñada y preparado para evitar cualquier ataque del extraño competidor - Como dije... son todos tuyos - comenta sin querer entrometerse en el combate que parece se avecina, aunque curioso respecto a los extraños cuerpos que vislumbra al final del callejón

"Los malos encienden 1 antorcha"

Un murmullo… la necesidad extraña de observar… y al intensificar la mirada aquellas criaturas se dibujaron en la semipenumbra de la calle… Hombres… rata?..

El leve nudo de repulsión se me acomodó en el estómago… Nunca había visto a ninguno de aquellos seres, y poco sabía de ellos… pero ese extraño instinto me provocaba el desagrado y la desconfianza… Respiré hondo… no debía ser así… aquel no era el Do…

Aún así, la actitud de aquellos tres humanoides me llamó la atención… Espadas… malas palabras vertidas a la sombra del callejón… Qué era lo que ocurría?

Para bien o para mal su camino y el mío se entremezclaban…

Sea…

Los hombres rata volvieron a gritar algo al callejon... por los gesto parecian que llamaban a alguien...

Al observar mejor las sombras ves como colgando de tu balcon hay una red que debe ser como una trampa... tambien observas como 2 hombres rata estan agazapados a la entrada de lo que parece una tabernilla con sendas ballestas en la mano...

Por cierto, la puerta del bancon esta cerrada. La peudes forzar pero te oiran

bajar por la red sin activar la trampa y sin enredarte trepar 18
descolgarte del balcon salto 13 y sin hacer ruido movimiento silencioso 15

Los humanoides os ahcen un gesto y entendeis algo asi como seguidnos...

No se acercan estan esperando a que os movais...

Cobardes...

La mirada llameaba ante la visión de la trampa... de la emboscada... Cobardes... Pero que honor podía esperarse?...el leve bufido ardiente se me escapaba del pecho... aquellos seres debían tener más de ratas que de hombres...

A quién esperaban? Por qué? No importaba... tan solo su felonía y su traición... No lo permitiría...El acero abandonaba suave y ligero su resguardo... los ojos buscaban sin descanso...

puedes recoger la red y usarla +3 a la tirada de trepar para descolgarte yquedara inutilizada.

La chispa… el relámpago cruzando negro de los ojos… y los dedos hábiles recorriendo aquella red que se cernía amenazante sobre la penumbra del callejón… sujetándola… sintiéndola rasgar bajo el filo de la katana…

La sonrisa de me perfilaba en los labios… la malicia en la mirada… y dejando caer la red lánguida e inerte ahora… escalerilla improvisada para mi cuerpo… descendí por ella sintiendo el esfuerzo en las piernas y los brazos… la adrenalina recorrerme… ese cosquilleo reconfortante y conocido… la batalla acercandose…

Apenas un esfuerzo… me descolgaba de aquella red con el movimiento suave y medido… Y suave tocaron mis pies por fin el suelo… y suave fue el brillo de amemizu en aquel callejón oscuro…