Partida Rol por web

Herederos del lobo

26. La vigilia

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18/12/2012, 11:17
Viviane Flecha-de-plomo

Apoyó la cabeza en su brazo y guardó silencio. En esos casos se solía decir que era mejor tener una madre en casa, pero la verdad es que la perspectiva de hablar con Lyssandra le resultaba todavía más desconcertante. Aunque Adam era buen padre, ella nunca hablaba de esas cosas. Era un hecho. 

Pensó un momento en lo que había dicho, en si lo había pasado bien. Ese había sido el caso, aunque no estaba segura de lo siguiente que iba a pasar.

-Supongo. No tengo mucho tiempo para pasármelo bien -comentó, y era cierto. Aunque desde que la manada era más manada, el poco rato que tenían para descansar resultaba francamente agradable. Se hizo con la cerveza de nuevo y dio un sorbo pequeño para refrescarse. Le surgió una pregunta-. Oye, papá. ¿Cómo conociste a mamá?

Notas de juego

*five years later*.... And this is how I meet you mother.

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18/12/2012, 15:13
Ashley Digna-hija-del-Klaive

-Genial -contestó Ashley meneando el rabo-. ¿Puedes ocuparte de lo de los espíritus de alarma mientras tanto? Puedes aprovechar a intentarlo con la madre de Donny, ya que está aquí.

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18/12/2012, 15:16
Nikos Se-ríe-en-la-sombra

-Ya. Yo siento lo de la tuya -dijo Nikos. El Ragabash debía de rondar su edad, por lo que bien podrían haber compartido instituto y hasta clase de haber coincidido. Estar unidos por una circunstancia como esa era raro-. Me alegro de que no pasara nada al final. Tu madre está bien. Si se la hubieran llevado o le hubieran hecho algo...

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18/12/2012, 15:21
Adam Olsen

-Fue hace más de veinte años ya -dijo Adam-. Siempre supe que era un Pariente y me relacioné con los Garou de manera habitual. Por eso estudié medicina: necesitaban a alguien que pudiese ocuparse de heridas difíciles sin hacer preguntas. Además, quería ser de ayuda a todo el mundo. Cuando era joven era más idealista que ahora.

Adam se rascó la mandíbula.

-Lysandra y yo somos primos segundos y de niños tuvimos algo más de roce. Luego me fui a la universidad y, cuando regresé, mi tías intentaron juntarnos. Al principio me sentí muy intimidado. Lysandra ya era una guerrera respetada y tenía bastantes cicatrices y yo no había estado entre Garous desde mi adolescencia. Acabé por acostumbrarme y nos casamos. Al principio ella estaba mucho más en casa que ahora, pero cuando aumentó de Rango, poco después de tenerte, decidió mantenerse en el Clan por seguridad.

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18/12/2012, 16:05
Sueño-de-arenas-rojas

- Me pongo a ello ahora mismo. - Dijo notablemente emocionado y poniéndose en marcha olvidando por completo que tenía delante a alguien de mayor rango.

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18/12/2012, 16:13
Viviane Flecha-de-plomo

La ragabash escuchó el proceso de su creación, interesada en la historia de sus progenitores. Ahora comprendía mucho más la forma de actuar de su madre, aunque siguiese siendo algo bastante diferente a lo que ella entendía por madre. Sin embargo, encontró entrañables las razones de Adam para ser médico. Posiblemente era el modelo de Pariente que las Furias buscaban para criar a sus futuros guerreros. Estaba orgullosa de que fuese su padre, y no pudo evitar sonreír.

Se le ocurrieron muchas preguntas que hacerle: si la quería, si se arrepentía de la vida que llevaba... Pero no eran la clase de preguntas que quería hacerle a su padre, así que volcó todo ese sentimentalismo en algo que le hiciera sonreír a él también.

-Papá. Me alegro de que seas mi padre.

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18/12/2012, 16:57
Tres-Acordes

Alecto los miró de reojo con el hocico sobre las patas delanteras, pero al final se levantó, sacudiéndose ligeramente. No es que Lluvia-de-sangre le cayera especialmente bien, pero cuando te criabas con Regalo-de-plata las bromas sobre Furias Negras siempre te causaban una ligera incomodidad. Se estiró traquilamente:

-Voy a dar una vuelta por ahí -dijo a Donny-. Intenta no moverte mucho.

Y se fue con un ligero trotecillo. Necesitaba meditar y recuperarse del exceso que había hecho con el roce materno.

Notas de juego

AL LAGO.

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18/12/2012, 19:31
Sueño-de-arenas-rojas
Sólo para el director

El Lupus se marchó del Bound trotando y moviendo el rabo de un lado a otro y sacando la lengua. Por fin iba a poder hacer algo más útil que pegar unos cuantos zarpazos al aire. Se encaminó hacia el bosque sin un rumbo fijo, repasando mentalmente cuales eran los pasos que necesitaría para el ritual.

- Tengo que convencer a algún espíritu para que se vincule al amuleto, no, a tres, necesitaré tres amuletos. Supongo que cualquier Gaflino servirá… - Murmuraba para sí.

Dio un par de vueltas más alrededor del Bound, se sentó, murmuraba para sí mismo algo ininteligible y luego salió corriendo adentrándose en el bosque.

Durante los tres días siguientes deambuló durante horas buscando por el bosque y la Umbra Cercana hasta que dio con lo que podrían ser tratados como amuletos. No podían ser cualquier cosa, se trataban de objetos que iban a ser el hogar de tres pequeños espíritus y debían ser escogidos con cuidado. Uno tiene que ofrecer una casa limpia y acogedora si pretende convencer a alguien para que viva en ella.

El primer día, tras varias horas de búsqueda, dio con una piedra en la Umbra Cercana con una forma parecida a la luna gibosa, como la de los Theurges. La cinceló un poco aunque no era muy habilidoso, por lo que optó por pedirle ayuda a alguien del clan que fuera más diestro.

Al día siguiente estuvo otras cuantas horas de caza hasta dar con un puercoespín. Fue complicado dar con él y también cazarlo, se clavó unas cuantas púas en el hocico. Dio gracias a Gaia y a Selene bendiciendo la caza, le arrancó las púas, las recortó  y las ató con una tira de cuero.

Por último, en el tercer día, encontró una hermosa concha a la que la luna arrancaba reflejos plateados. La llevó al clan, la templó al fuego y le hizo un pequeño agujero por el que pasarle una tira de cuero para usarla de colgante. Tras encontrar cada amuleto lo llevaba al clan, lo bendecía y lo limpiaba y purificaba en el manantial del Bound. Después, deambulaba por la Umbra en busca de espíritus a los que convencer para que le prestasen su ayuda. Logró convencer a un par de pequeñas Lúnulas y a un Gaflino de Jabalí que se mostró más amable al conocer al Theurge.

Al amanecer del tercer día convocó a los espíritus en la Umbra, ante las brasas aún incandescentes de la hoguera del clan. Se puso sus ropas rituales, unas pieles que le regaló su mentora cuando partió, se colocó el brazalete y colgante egipcios que trajo consigo de aquellas lejanas tierras en las que se había criado, los cuales solía guardar para estas ocasiones y se purificó en el Bound, meditando durante una hora antes del encuentro.

Al despuntar el Alba en el horizonte, Sueño cogió su daga de rituales, se hizo un corte en la mano y sostuvo con esta los tres amuletos, alzándolos sobre las brasas ante la atenta mirada de los espíritus, dejando así que la sangre los manchara.

- Cuando esta sangre caiga a las brasas, vuestro vínculo quedará sellado, amigos míos. Vuestro hogar serán estos tres amuletos que he creado y purificado para vosotros. A cambio, vendréis a avisarnos en cuanto sus portadores corran algún peligro. - Hizo una breve pausa y añadió. - Que vuestra existencia tenga un objetivo y que Gaia cuide de vosotros.

- Así se haga. – Susurraron los espíritus al unísono.

Acto seguido sueño dejó caer unas gotas de sangre a las brasas y en cuanto estas las tocaron, los espíritus se esfumaron como el humo en el aire. Estaba hecho.

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19/12/2012, 20:52
Alecto Tres-Acordes

Cuando se acercaba al lago, Alecto pasó a su forma homínida. Le gustaba sentir el peso de la guitarra en la espalda cuando meditaba; después de todo, Awen también iba a sus mismas batallas y ambas gastaban juntas su energía, así que era justo querer sentirla a su lado cuando recargaba pilas. Desgraciadamente, Alecto nunca había tenido demasiada paciencia con los asuntos espirituales, aunque meditar en el corazón del túmulo era de las que encontraba más llevaderas. Aún así se levantó apenas pasada una hora, sacudiéndose los vaqueros y sintiéndose mucho mejor.

Tenía cosas que hacer.

- Tiradas (1)
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19/12/2012, 22:07
Canción-de-la-honesta-muerte

Canción, el Anciano Galliard, estaba con reunido con Hécate y enseñándole una historia. Alecto esperó pacientemente a que la Metis se fuese a cumplir con sus obligaciones antes de abordar al Anciano. El Lupus la saludó moviendo la cola. En el Consejo había gustado mucho su actuación y por ello mismo podía tener esperanzas en ocupar la vacante de Maestra del Aullido.

-Dime, Cliath Tres-Acordes. ¿Qué te trae aquí?

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20/12/2012, 00:55
Alecto Tres-Acordes

Alecto optó por la vía directa, consciente de que no sabía mentir ni quería, al menos no a menudo. Con el aire más servil y respetuoso que supo adoptar, se aclaró la voz:

-Me dijeron al llegar y he comprobado durante mi estancia que el clan está necesitado de mucha ayuda después del... incidente. No hay muchas formas en las que yo pueda prestar mi ayuda, pero una de ellas, que sería un gran honor, es ofrecerme para ser la nueva maestra del aullido. Sé que soy joven y que hace poco que soy parte del clan, pero soy hábil y entregada -Alecto tomó aire, dándose cuenta de que no tenía mucho más que decir-. Como Galliard del consejo, apreciaría mucho cualquier opinión o consejo que me pudieses ofrecer al respeto -dijo educadamente, intentando disimular su nerviosismo.

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20/12/2012, 01:14
Canción-de-la-honesta-muerte

-No pasó desapercibida tu habilidad y la belleza de tu voz -dijo el Galliard-. Los Ancianos nos regocijamos por haber visto a una joven Garou de tanto talento. El próximo Consejo será dentro de media luna. Un buen Maestro del Aullido debe ser capaz de entonar cada voz con soltura en cualquiera de sus formas y eso necesita entrenamiento. De aquí a siete días te haré una prueba, Tres-Acordes, y si la pasas puedes llamarte la nueva Maestra del Aullido. Ahora ve y practica todos los aullidos y llamadas.

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20/12/2012, 01:26
Alecto Tres-Acordes

Alecto no pudo suprimir una sonrisa. Asintió, luchando para no empejar a dar saltitos sobre las puntas de los pies:

-Muchísimas gracias. No desaprovecharé la oportunidad -dijo, eufórica pero intentando mantenerse respetuosa y calmada. En cuanto se alejara de allí iba a darle puñetazos al aire hasta hartarse. Posiblemente una danza de la victoria, también. No descartaba un poco de air guitar.

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20/12/2012, 23:14
Donny Botón-del-pánico

Donny asintió y soltó un bufido. No sabía qué más decir. Ni siquiera estaba seguro de que estuviese bien. Pero recordaba la carta mejor de lo que le hubiera gustado y sabía que incluso si no se despertaba, la alternativa era mil veces peor.

-Voy a ver qué está liando mi manada -dijo al de un rato, y se puso de pie. De patas-. Nos vemos. Si las Sirvientas te tocan la moral dímelo y les doy una lección, ¿vale?