Partida Rol por web

Para su sorpresa, Casey consigue dormir plácidamente en el extraño lugar. Muchas cosas han pasado y parece que con el sueño, las tensiones de alguna manera, se han suavizado. La rubia se levanta la primera, estirándose y bostezando aun medio adormilada.

El grupo aun parecía derrotado de los combates de ayer, y ella aprovechó para volver a mirar las extrañas ruinas rascándose pensativa. Se girada de lado tratando de buscar una nueva perspectiva del lugar y aprovechaba para acompañar a Carlo a explorar las ruinas si fuera posible. Seguía su instinto y desde siempre lo había hecho de esa manera y había encontrado a Argy y a Startie, ahora no iba a ser menos. Sobre Murray, no comentaba nada. Era un extraño al grupo que era muy misterioso y amistoso por igual, y lo que comentó sobre su investigación... No le daba muy buena espina.

Se preparó bien para la expedición y se aseguró de que Startie la acompañaba como siempre. Entonces se aventuró a explorar las ruinas siguiendo su intuición del lugar esperando encontrar información o detalles sobre lo que notó del lugar ayer. De tanto en tanto tocaba las lineas dibujadas en la pared que llamaban bastante su atención tratando de buscar alguna conexión entre ellas y siguiendo a los dos extraños, seguía también los rastros que encontrara del sitio. Todo era muy peculiar y extraño... Y para Casey, familiar.

- Carlo, ¿habíais visto algo taaaan chulo antes? Comentaba mientras andaba la rubia mirando todo a su alrededor como buscando algún detalle de las ruinas o el ambiente que activara su sensor CaseyDaas.

Samuel no durmió muy bien esa noche. No es que estuviera cómodo en un bosque sin ningún tipo de comodidad o que el joven no hubiera echo una excursión en su vida y no supiera nada sobre supervivencia en un territorio hostil, cosas ciertas en su totalidad, sino más bien porque estaba preocupado por B-08. Se mantuvo ateniendo a que no le pasara nada, fuera de lo común, hasta que se quedara él mismo dormido. Liliria no pudo evitar sentir un ligero ataque de celos ante el trato que le hacia su entrenador a esa "mujerzuela", así que mientras él atendía a B-08, ella se dedicaba a llamarle la atención ligeramente. Al veterinario no le importaba en absoluto que intentase "molestarle", sino más bien lo agradecía, podría decirse que le mantenía despierto y entretenido. Al cabo de estar unas horas allí, se quedo dormido totalmente, posiblemente tan siquiera podría despertarle un elefante pasando por encima. 

Por la mañana cuando despertó parecía estar aun reventado por el lugar. Una parte de él pensaba que se despertaría y se encontraría aun en el torneo, pero evidentemente todo lo que paso no seria un sueño, más bien una realidad amarga. El joven tenia algo de hambre y tendría que empezar a buscarse las papas para poder sobrevivir al lugar. Sobre la comida de Liliria el no se preocupaba mucho ya que siempre llevaba encima un poco de comida extra especial diseñada para su tipo de Daas, pero por su propia dieta si se preocupaba... Solo esperaba que por lo menos hubiera fruta o algo por la zona. El joven, antes de proceder con su propia preocupación, reviso a B-08 y si su estado era normal. Después de eso, si estaba fuera de peligro, se dirigiría, sin levantarse, hacia Casey y Carlo, que son los que parecían menos ocupados.

- Buenos días ¿Habéis dormido bien? -dice intentando parecer despreocupado- Y por cierto ¿Tenéis algo de comer o algún plan para comer?

Liliria aun no se había despertado, pero Samuel era previsor y tanto su estomago como su pequeña Daas iban a pedir comida a la primera de cambio.

La estratega del grupo se levanta con algo de mala cara, atusándose el rostro con la mano para limpiarse los ojos. Sin decir nada simplemente se sienta en el pedazo de ruina más cómodo que encuentre para desesperezarse. La verdad es que tras las palabras de Murray se quedó bastante callada y meditante, sin decir mucho hasta que conciliaron el sueño. Por la mañana está casi que en la misma situación, sacando su teléfono de forma torpe para ver si alguien se ha comunicado con ella.

Mientras bosteza y mira el teléfono Argenta mantiene muy concentrado su oído, buscando escuchar algunas de las cosas que está diciendo Murray a la persona con la que habla. Aún ha contado muy poco de su investigación para que se termine de fiar de él, pero no le parece un mal hombre. Es más, ahora que sus vidas están en juego preferiría ayudarle antes que resignarse a morir y ya está. Pero no es que esa pueda ser su decisión teniendo en cuenta lo profundamente retrasado poco agradable que es el sujeto del BGI.

-... Casey, saca a Startie. Debe de estar muy asustado tras lo que ocurrió y posiblemente esté deseando saber si estás bien.- Dijo la entrenadora con gesto perezoso extrayendo su propia cápsula de su bolsillo. -También le debo una disculpa por engañarle.- Es hasta gracioso ver lo que se preocupa por cómo se sienten sus compañeros de batalla. Cuando ella saca de su cápsula al bueno de Quark... el bichejo naranja deja escapar un pitido que suena como un llanto emocionado, lanzándose a "achuchar" a su entrenadora.

Achuchar significa producirle una serie de descargas eléctricas que la dejan frita y con el pelo todo estirado, siendo capaz de encajar perfectamente con la moda más anticuada. Argenta se cae un poco hacia atrás en la ruina en la que está apoyada...

Y se empieza a reir.

-Ja... jaja... ¡Jajajaja!- Deja escapar una carcajada bastante animada. O Quark le ha freído el cerebro o lo que ha pasado le ha hecho mucha gracia, pero teniendo en cuenta lo raro que es verla reírse, la situación resulta hasta algo cómica. Argenta saca de su mochila sus guantes de goma y le palpa la "cabeza" a Quark para evitar más calambres.

Samuel, mientras esperaba una respuesta, no pudo evitar distraerse viendo la relación de Argenta con su Daas. Ciertamente siempre parecía haber estado entretenida con el ambiente que le rodeaba pero también preocupada por el mismo, como si tuviera la necesidad de controlarlo todo ¿Quizás eso sea parte de la vida de un estratega? ¿Tendrá que controlarlo todo para sentirse bien o simplemente necesita olvidar su ambiente para encontrarse a gusto? Igualmente, dentro de lo que cabe, aunque tanto la gemela Casey y Argenta sean similares, sus reacciones y su forma de afrontar una situacion son completamente diferentes. Eso es lo que las diferencia y las permitía ser dos entes diferentes, a la vez que distinguirlas.

El joven veterinario se quedo mirando a Argenta, no embobado o con cara de pervertido, sino más bien pensativo y sonriente. Posiblemente esa reacción le recodara su propia relación con Liliria, aunque también podría tener otras interpretaciones.

Elisabeth fue la más remolona a la hora de despertarse, si bien aquello no era el lugar ideal para dormir, tampoco es que hubiera dormido mal. En cambio, a la hora de abrir los ojos, un malestar horrible le recorrió el cuerpo, tenía un aspecto desastroso de pies a cabeza, sus ojos estaban rojos y su piel algo amarillenta. Para como solía ser su aspecto habitual era una imagen que impactaba bastante.

Sus movimientos eran lentos y aparatosos, aunque aparentemente ella no parecía asustada ni preocupada en lo más mínimo. ¿Quizás sería algo normal? Lo que estaba claro es que muy sana no parecía. Reincorporándose con cierta parsimonia se quedó sentada junto a un árbol, sin poder llegar a levantarse, seguramente porque no tenía fuerzas para ello. 

Al ver a los demás tan...campantes, un rastro de envidia recorrió su mente, aunque solo fuera durante un segundo maldijo su propia condición. Y como tratando de alejarse de aquel tema añadió, dedicando una mirada hacia Samuel y Violet;-¿Qué tal está nuestra bella durmiente?- Mientras esperaba una respuesta abrió uno de los bolsillos de su pantalón y sacó dos jeringuillas, y una tercera rota por la mitad, probablemente por la caída del día anterior al entrar en la brecha negra.-Tsk...- Elisabeth no parecía muy contenta de ver aquello, pero no esperó demasiado en quitarle el plástico a una de las jeringuillas y desabrocharse la camisa, inyectándosela en el brazo. Tras unos instantes la retiró y la guardó en un bolsillo diferente, alejada de la otra dosis.

-Bueno...no es por alarmar a nadie, pero creo que deberíais saber algo, ya que nos vamos a quedar por aquí un rato más.- Aprovechó esa pausa para abrocharse la camisa nuevamente.- Ayer al salir de casa no esperaba que un bicho con poderes interdimensionales nos mandara a dios sabe donde, por lo que solo cogí tres dosis de...esto...- Carraspeó sin querer dar más detalles.- Por lo general suelo necesitar dos de estas dosis al día, pero si me apuro, puedo aguantar con una. Eso significa que tengo hasta mañana, a partir de ahí puedo llegar a tener un problema algo serio.- El aspecto de la enana mejoraba poco a poco y en cuestión de algunos minutos ya volvía a ser la de siempre, esa cosa parecía milagrosa.- En fin, ¿Tenemos algún plan?-

Samuel no esperaba que Elisabeth, si esa que le había dado una impresión de una loca de psicótica, se acercara a preguntar. No obstante no desaprovecho la oportunidad, dentro de lo que cabe ella también era parte del grupo tanto de el del torneo como el de grupo de supervivencia. Ademas seguro que al parecer ser algo... Militar sabrá como sobrevivir en un entorno hostil como estas ruinas en medio del bosque.

- Buenos días, Elizabeth -dijo el auxiliar de enfermería improvisado- Sobre Violet... Podemos decir que esta bien, sin embargo me preocupa que no despierte en poco tiempo -dijo mirando a la joven inconsciente- No quiero alarmar, así que me callare lo peor simplemente. Solamente añadiré a decir que a ella le afecto de una forma especial todo lo que sucedió por lo que prefiero simplemente regirme en "Despertara pronto", mientras tanto yo me ocupare de sus cuidados y su trasporte.

Sinceramente el joven parecía muy seguro tanto de lo que hacia como de lo que decía, no es poco experimentado. No es que el cuidado de Daas fuera muy diferente que él de una persona, aunque también dependía del tipo de Daas, sin embargo durante su carrera había aprendido muchas cosas. Samuel se impresiono bastante al ver como la joven sacaba una jeringuilla, no es que nunca hubiera visto una ni tampoco es que nunca hubiera puesto una, era más bien como si se tratase de un suceso inesperado.

- ¿Es eso insulina? -dijo curioso el veterinario en practicas- ¿Tienes diabetes?

Con esa pregunta acribillo a Elizabeth. Sinceramente no se esperaba que la joven tuviera diabetes, no obstante podría estar adelantando acontecimientos y resultar que no lo tuviera realmente.

Carlo se gira tras terminar de otear el interior de las ruinas y volverse hacia una Cassey que tiene encima. Mira al grupo un poco más a lo lejos y levanta la voz para que todos le oigan.- Parecen bastante antiguas, pero creo que tienen algún mecanismo de iluminación en el interior por que veo luces. Al margen de las que entren por las rendijas entre las rocas claro. Si no tenéis nada mejor que hacer podemos echarle un vistazo dentro.- Comenta cruzándose de brazos mientras espera una respuesta de cualquiera que no sea Cassey, que sabe que va a querer entrar.

Murray termina de hablar y vuelve también hacia el resto al ver que se han despertado. Por suerte Argenta escucha lo que efectivamente viene a comentar a todos.- Acabo de hablar con un contacto que tengo en Vagrand. No sabe dónde localizarnos actualmente, pero si le enviamos alguna señal a su número desde un sitio elevado puede que nos localice. En el peor de los casos ir a un punto elevado puede mostrarnos la topografía del terreno. ¿Qué pensáis?- Pregunta él poco después de Carlo.

Violet aún soba pero parece bastante calmada y que duerme plácidamente. Hay varias opciones, y las ruinas pueden ser un buen sitio al que subir desde dentro para otear el horizonte, pero no son exageradamente elevadas y buscando quizás encuentren algo mejor, o no.

Argenta observa a Cassey toda entusiasmada dar vueltas por ahí buscando a saber qué. La verdad es que ella también tiene interés por las ruinas, pero carece de la energía de su hermana para estar tan temprano brincando por ahí. Se arregla el pelo con las manos mientras Quark flota por ahí, lanzándole Argenta el secador para que se entretenga un rato. Y la verdad es que se entretiene arreglándole el pelo tras los calambres... ¡Que Daas más amable y dedicado! Bueno, se lo arregla a base de lanzarle ráfagas de viento que hacen temblar sus mofletes.

-Trataremos de volver cuanto antes a nuestro destino, Elisabeth. No ha sido algo que esperáramos desde luego.- Mira de reojo un momento al veterinario y niega despacio, como diciéndole "no es insulina". Pues claro que no lo es teniendo en cuenta que hace un momento estaba amarilla y tenía los ojos rojos... ¿qué rayos le pasa a esa chica para trastornarse así? Argenta simplemente guarda su opinión acerca de las modificaciones genéticas que posiblemente tenga la chica -¿anda en la veintena y parece una niña?-.

Al llegar Carlo y Murray ella se cruza de brazos mientras Quark sigue dándole airecillo. La verdad es que le va echando el pelo a cada rato sobre la cara y es una situación cuanto menos curiosa el verlos jugar así. -Gracias por ir a mirar, Carlo. Propongo echar un vistazo a esas ruinas. Si subimos a algún punto elevado de las mismas podremos comprobar si es suficiente suficiente altura para ser localizados, y si se diera el caso de que no lo fueran, aprovecharemos el estar ahí para ver lugares más altos a los que llegar. Sencillo.

Casey estaba entusiasma y emocionada. - Argy, Argy! Me suenan mucho estas ruinas... No se por qué, pero me son familiares o al menos, algunas muy parecidas. Vamos a explorar YAY!! Y busquemos ese lugar alto. Decía la gemela mientras esbozaba una sonrisa. Parecía como si el ayer no hubiera existido... Aunque en algo hace caso a su hermana, y libera a Startie de la cápsula comprobando que todo esté bien.

Nada más salir, el Daas salta sobre la rubia bastante preocupado ya que fue un duro golpe el último combate que tuvieron. Sin embargo, todo parece ir bien y tras un rato de acariciar su extraña cabeza, el Daas se relaja y comienza a emitir sonidos bastante contenta. Además, Startie también observa una vez asegurado de que su entrenadora está a salvo, el lugar en el que están, y por ende, las ruinas.

Casey por su parte, avanza liderando al grupo adentrándose a las ruinas y haciendo gestos a alguien para que despierte a Violet. Parece que la chica quiere conocer por qué esas ruinas son tan familiares y qué es lo que le espera descubrir en su interior. - Vamos!! A la aventura!! Juajuajua  Mientras aceleraba el paso asegurándose de que su hermana, Carlo, Murray, Elisabeth o Violet le acompañaban. si nadie le acompaña, suelta un sonoro "Startie! Te elijo a ti! Mientras seguía avanzando a descubrir algo desconocido.

Por otra parte, también miró con curiosidad las acciones de la cosplayer militar, aunque no comentó nada dado que no entendía realmente que es lo que ocurría. Se quedó en su mente cabeza aquellas dudas.

Ninguno de ellos había respondido a su pregunta, así que no pudo más que obviar que nadie tenia hambre, aunque él evidentemente si. No podía hacer mucho más que observar las decisiones que iban a tomar. Alguien, quieran o no quieran, tenia que quedarse con Violet o llevársela. Dejar a una mujer inconsciente sola no era la mejor de las ideas y llevarla era peligroso. El poder de la indecisiones acosaba a Samuel de una forma irrefutable. No quería perderse la expedición, pero dejar a Violet en la intemperie y sola no era una buena idea. Solo quedaba una opcion y era intentar despertarla, sino posiblemente la tenga que cargar al peligro.

- Ey, Violet -decía mientras le daba ligeros golpecitos en los cachetes- Despierta, es hora de irnos.

Samuel intentaba hablarle de una forma no preocupante. Esperaba que se despertase porque estuviese minimamente durmiendo en vez de estar inconsciente. Después de eso se dirigió al resto.

- Si no despierta la cargare dentro, dejarla aquí fuera, sola, no es una buena idea -decía acomodándose las gafas.

Entonces vio como Casey entraba de forma directa en las ruinas. No obstante entre tanto ánimos y griterío Liliria se acabo despertando, con un poco de mala leche, sin saludar a nadie ni con ningún intento comunicativo lo primero que hizo fue dirigirse a Samuel y pedirle comida. El entrenador abrió su mochila y le dio un pedazo muy pequeño de comida a la pequeña, este le miro con disgusto y siguio pidiendo más.

- Liliria, no ahora no se puede -dijo serio.

La pequeña Raltia se enfado y se fue a seguir Argenta, pero no le pidió nada, simplemente actuó como una niña mimada y se dirigió con otra persona que le cayera bien. Después de pegarse a ella, miro a Samuel y le saco la lengua tirándose de la pestaña inferior, como si se estuviera burlando de él. Samuel suspiro y siguio intentando despertar a Violet.

La pregunta que realizó Samuel pilló por sorpresa a la pequeña. ¿De verdad? ¿Diabetes? No entendía como se podía ser tan tonto. Si hubiera sido algo tan simple como una puñetera diabetes, hubiera dicho simplemente eso. Lo mejor era pasar de aquella estúpida pregunta y tratar de hacer algo productivo con el tiempo que tenían antes de que todo se complicara mucho más.

Con un aire de cansancio que se disipaba poco a poco se puso en marcha dirección a las extrañas ruinas que se adentraban poco a poco en la oscuridad. Al menos uno de los clones iba delante, así que ante cualquier imprevisto sería ella la más afectada. No se podía quejar. 

Por un momento se le pasó por la cabeza la idea de sacar a Kessel, pero la verdad es que no quería hacerlo hasta que no se recuperara del todo, cosa que no pasaría hasta al menos dentro de unos veinte minutos. El pobre cerdito podría asustarse o preocuparse al verla en ese estado, que por lo general mantenía bajo control y no suponía demasiado problema para su vida diaria. Mientras se adentraban en aquel lugar oscuro e inexplorado recordaba como habían acabado así por gracia del destino, o más bien por gracia de un hijo de la gran puta al que se le había metido en la cabeza matarles. Al menos estaba claro que le había salido mal.  

Violet para desgracia de Samuel parece que no despierta. Murray se ofrece a quedarse con ella mientras busca por los alrededores bayas o algún tipo de comida que puedan eso, comer. Aunque las probabilidades de hacer eso sin tener supervivencia subidas en la ficha son bastante bajas. El resto del grupo pues se adentra en las mismas. La parte superficial está bastante cubierta por vegetación, y en muchos de los techos hay huecos o simplemente están al aire libre. No quita sin embargo que la iluminación sea mediocre, pero lo suficientemente llamativa como para poder explorar con cuidado.

Da la sensación de que algo importante había sido construido ahí hace mucho mucho tiempo. ¿Quizás algo de sus precursores Inder? La verdad es que la historia de los mismos es motivo de bastante controversia. No se suele hablar ni escuchar mucho al respecto. Las ruinas por su parte son bastante laberínticas y el grupo simplemente va por el camino más iluminado y menos bloqueado por escombros ( :( ) en el momento. Hay algo que os llama la atención, y es que pasáis por muchas puertas que parece que deberían estar cerradas, pero están rotas por el tiempo o por algún golpe.

Tras unos minutos andando por las ruinas superficiales llegan a una gran bóveda excavada en tierra. Unas escaleras poco pronunciadas os hacen entrar en la sala. El cambio de ambiente es bastante notorio, mientras que la parte superior podría haber sido usada en su momento como punto de reunión o referencia esta se había usado claramente para otros fines. Un gran número de mecanismos de piedra, metal y cables oscuros están repartidos por el lugar. La bóveda está separada por los cables y pequeñas paredes de piedra en cuadrículas. Cada esquina de la cuadrícula termina en un poste con punta bastante afilada, con el mismo tono que las paredes con líneas oscuras y cables conectados a la misma.

Y por último, dentro de cada cuadrícula hay un círculo negro dibujado en el suelo. Al final de la sala hay tres puertas conectadas con cables totalmente cerradas. O al menos dos de ellas, pues una está medio rota y con sus fragmentos esparcidos por el lugar.

Entre las puertas hay como unas estanterías excavadas en roca, con algún tipo de instrumentos y herramientas encima, no identificables desde la entrada de la sala dónde estáis. Aunque viendo más a lo largo de la enorme sala podéis diferenciar que hay más estanterías por el resto de paredes también, no es algo único del fondo.

Cuando bajáis a la sala empezáis a escuchar ruiditos de entre las paredes de las cuadrículas. Los primeros pasos que da Carlo en el lugar resuenan bastante en la bóveda.- Joder, sí que es grande este puto sitio. No parecía tan grande desde afuera. Lo peor es que hemos bajado en vez de subido.- Una gran verdad querido Carlo. Una gran verdad. Pero lo más importante de todo es que los ruiditos se hacen más sonoros, pudiendo empezar a ver todos cómo salen unas estatuillas raras flotando desde algunas de las cuadrículas.

Hacen muchos sonidos raros como Bip bop bip mientras abren sus ojos rojos examinando a los integrantes del grupo. Tras unos instantes de análisis todos parecen llegar a la misma conclusión.- Madiskit otijeto.- Es lo que dicen los tres especímenes a la vez justo antes de lanzarse hacia el grupo.

Samuel suspiro al ver que la joven no reaccionaba. "Esto cada vez va a peor", pensó el auxiliar. No obstante no podía dejar que sus aliados se marcharan sin él y por suerte Murray parecía estar dispuesto a no entrar a allí y buscar su preciado desayuno. No dudo mucho más en entrar y se quedo cerca de Argenta, no por ella, si no por la pequeñaja que la acompañaba.

Liliria por su parte seguía frustrada por el comportamiento de su amo. "Dame más comida", "Dame más atención", "Grrr", es lo único que se le pasaba por la cabeza a Liliria. Estaba incomoda, molesta y cabreada, todo a un nivel superior. Desde el inicio del torneo Samuel no se comportaba con total normalidad con ella ¿Quizás era una etapa de madurez? ¿Quizás se había aburrido de ella? Lo que sentía el pequeño Daas se encontraba en el punto álgido entre los celos y el miedo. Mientras tanto Samuel se encontraba en la tesitura de no saber que hacer y como reaccionar ante esta situacion. Él ayudaba a los demás de formas desinteresadas y era útil en el equipo a su manera a pesar de que estaba cada vez más lejos de Liliria. 

Como fuese, la pequeña siguio acompañando a Argenta y él se mantuvo cerca de ella.

- Siento todo esto, Argenta -le susurro en bajo.

Cuando entro en la nueva sala se quedo patidifuso, incluso se volvió a colocar las gafas, posiblemente porque no se creía lo que habían encontrado. Sin embargo la aparición de los especímenes Daas raros descoloco al veterinario. "¿Cuales eran sus intenciones?". Entonces miro a Liliria de soslayo, ella no parecía muy asustada, más que nada mantenía su actitud normal que tenia ante cualquier persona desconocida.

- Liliria, prepárate y solo ataca si ellos atacan -dijo Samuel con determinación y sin moverse mucho.

El joven no sabia muy bien que iba a pasar o tan siquiera si Liliria iba a responder a sus ordenes.

Argenta no tarda en mirar todo a su alrededor una vez entra en el extraño lugar. Puertas derruídas, extraños pasillos llenos de cables y material bastante peculiar... ¿a qué civilización pertenecerían? Supone que a algún precursor Inder, pero no evita echar un vistazo a todo lo que la rodea.

Que las puertas estén destruídas solo indica o que son muy antiguas o que otros han entrado antes que ellos. Desvalijadores de ese tipo de construcciones en busca de tesoros, posiblemente. "Argy" no tarda en darse cuenta de que la pequeña cabezona de Liliria le ha cogido una especie de aprecio. No puede evitar dejar escapar una sonrisa suave al cerciorarse, negando un poco con la cabeza al notar su mirada clavada en la nuca. Al oir las disculpas del entrenador, la estratega mira a Liliria y hace un cabeceo hacia Samuel cruzada de brazos, como diciéndole en regaños que le haga caso. O funciona, o pica un poco a la pequeña Daas, que es lo que le gusta.

-Bueno, quizás mas tarde encontremos una subida. O tengamos que hacerlo a mano.- Responde a Carlo encogiendo los hombros sin resultar ni muy optimista ni muy pesimista. Observa la bóveda algo confusa sin conocer cuál podría ser su utilidad, pero hay cables y eso es algo interesante. -Quark, busca algún tipo de dispositivo que tenga energía.- Le dice al pequeño y simpático boliche naranja, el cual se dispone a buscar por ahí.

En cuando las estatuillas se levantan, la entrenadora entra en alerta, frunciendo levemente el ceño. -Parece que nos hemos topado con algún tipo de sistema de defensa... Voy a echar un vistazo, tened cuidado.- Como siempre, lo que tiene que hacer en primer lugar es buscar datos y factores afines para la batalla. Primero, se dirige hacia la estantería más próxima a mano izquierda y observa a ver qué encuentra. Es importante saber primero qué son esas cosas que van a atacarles, y si hay alguna herramienta en el lugar... ¿Todas esas cajetillas contuvieron estatuas alguna vez?

La verdad era que Elisabeth apenas se estaba fijando en la ruinas que había a su alrededor, más bien miraba hacia el suelo, buscando no tropezarse con alguna piedra y abrirse la cabeza contra alguna esquina puntiaguda. Dentro de lo malo, el hecho de ser tan pequeñita y delgada le permitía moverse con mayor facilidad sin peligro de golpearse la cabeza con nada extraño, así que al menos era un punto a su favor.

Aunque el ver a aquel Daas dar tanto por culo a Samuel comenzó a sacarla de quicio a ella ¿Como podía ser tan puñetero? Es decir, si fuera algo tierno, bonito y rechoncho como Kessel pues mira...pero ni siquiera sabía qué era lo que veía en aquella cosa blancuzca y espeluznante. Aunque si bien era verdad que ver toda aquella escena consiguió hacer que sintiera cierta envidia de no haber sacado a Kessel antes. Pobrecito, llevaba desde el día anterior metido en su capsula y sin salir, haciendo memoria creía que nunca había estado tanto tiempo dentro de su capsula...

Un sentimiento de culpabilidad recorría su cuerpo, y para cuando habían llegado a aquella sala bastante más grande que el resto de la estructura no se lo pensó dos veces a la hora de sacar a su bicho.-Creo que va siendo hora de que salgas un rato..- Y con aquellas palabras sacó a su cerdito, que durante unos segundos perdió la vista en la penumbra del lugar, sin saber donde estaba. "¿Buuu..?" 

-Parece que efectivamente hemos descendido, no sé hasta que punto encontraremos aquí un lugar de referencia.- Y tras terminar aquella frase unos ruidos extraños invadieron la zona, descubriendose tras unos instantes aquellas tres criaturas que probablemente fueran Daas, aunque eso ella la verdad, no lo sabía a ciencia cierta. Se alegró durante un momento de haber sacado a Kessel.-¡Enciendete Kessel! ¡Prepárate por si acaso!- Y tras ello el cerdito empezó a canalizar su ki calor interior, tratando de hacer su cuerpo estallar en llamas. Mientras tanto, Elisabeth desenfundaba su arma y apuntaba hacia los bichos de manera preventiva.

Casey y Startie estaban mirando todo boquiabiertas, como si todo fuera suuuper alucinante. Liderando al grupo junto a Carlo y con cuidado, pero con pasión... Sigue mirando todo. No sabe con creces que está buscando pero lo que si siente es que hay algo familiar en todo este lugar... Al menos para ella. Se adentraban cada vez más en las ruinas y ella y Startie estaban pegados por si había algún percance reaccionar a tiempo.

Cuando entraron en la bóveda se paró a observar todo con detenimiento. Se dirigió a una de las estanterías, la más cercana... a investigar que es lo que tenían. Posteriormente, se percata de que había un grupo de estatuas que no parecían amigables. Hizo señas a Startie para prepararse para lo peor.

No hacía mucho que habían salido de un combate pero sabía que Startie estaba preparado para darlo todo en este también. La Inder se reagrupo con el resto a esperar la reacción de los extraños Daas. - Startie, prepárate para otra lucha salvaje! Esto nos hará más fuertes! KYAAA! Hacía un gesto de kárate y se ponía en posición. Además, también observó los cables esperando ver algún rastro de corriente o energía. 

Startie por su parte, hizo un ruido de Startie asintiendo a las órdenes de su maestra y esbozó una Startiesonrisa al ver que su Inder estaba tan animada, quitando la preocupación que arrastraba el pequeño debido a los anteriores encuentros. 

-Este sitio es increíble Argy! Seguro que aquí encontramos algo super chulo! Pero antes, hay que KYA! Esboza una sonrisa a su hermana y al resto, repitiendo el anterior gesto de kárate. Parecía que trataba de motivar al grupo, y simplemente se dedicó a esperar y observar el cableado tratando de comprobar si seguían un patrón o si desembocaban en algún lugar en concreto y si había rastro de energía. 

Startie, por su parte, se adelantó y empezó a concentrar en los Daas para golpear en caso de hostilidad. 

Todo ocurre bastante rápido. Argenta por su parte intentaba identificar si esas cajetillas estuvieron llenas totalmente por estatuas en algún momento, lo cual es bastante difícil de saber. En algunas hay más estatuas tiradas pero que no parecen funcionar. Quark se pone a dar vueltas por tooodo el lugar buscando algún rastro de energía, y el único que encuentra es el proveniente de las mismas estatuas que tienen delante flotando.

Mientras tanto, Kessel se enciende en fuego y Elizabeth apunta a las cabezas raras flotantes. Cassey se pone a mirar por el suelo siguiendo los cables y Startie la protege de cualquier ataque que pudieran hacer tanto al Dass como a la Inder. Samuel es el que está más atento mientras todo el mundo está por ahí mirando de cerca o examinando cosas desde media distancia, y Liliria espera también para atacar.

Carlo mira al grupo con cara de "¿Por qué todos van a su bola?" mientras el fuego purificador de las estatuas cae sobre tres objetivos. Argenta, Startie y Elisabeth. Literalmente desde sus "extremidades" disparan varios rayos láser. Los tres disparos son muy rápidos y dan en sus objetivos. A Argenta en el costado, Elisabeth en el pecho-que no tiene- y a Startie en toda la cabezota.

Startie enfadado le da un golpe con su bolaextremidadrara de vuelta a una de las estatuas que lo echa un poco hacia atrás. Liliria al notar combate también ataca, pero no pasa nada. Carlo saca finalmente una de sus cápsulas y se une a la batalla también, ordenando a su Daas propinarle un garrazo a la misma estatua que Startie. El garrazo pilla algo dormido al Metang, que no consigue conectarlo con la rapidez suficiente. Sólo le da de refilón.- ¿Pero podéis centraros chavales? ¡Que estos autómatas no tienen buenas intenciones hostia puta!-

Samuel observa como el ataque de Liliria no tiene ningún efecto en los llamados autómatas. Eso hecha para atrás al joven, esta vez solo sera una carga para el combate. Se mantuvo dudoso y sin saber que hacer. Observa que su grupo quiere ver las ruinas, pero el combate que tienen entre manos no les ayuda mucho. El veterinario se mantiene observando sus posibilidades de actuación mientras analiza la situacion.

"Vamos a ver, Samuel. Piensa un poco, el ataque de Liliria no hace efecto, posiblemente si son autómatas al no tener cerebro físico no pueda afectarles. Sigamos instrucciones, lo primero, evitar daños a Liliria."

Liliria observa a su entrenador con cara de "¿Que hice mal?" y corre hacia él olvidando, parcialmente, todas las demás redecillas personales. Se cubre con la pierna de Samuel y observa a los Daas con cara de "¿Que cojines sois, bichos del averno?".

- Lo siento Liliria, vas a tener que meterte en la capsula y esperar a que todo este seguro -dice mientras obliga a Liliria a introducirse en su capsula mientras ella le cambiaba el gesto hacia su sueño a uno de preocupación.

"Ahora sigamos, buscar un lugar seguro"

- Vais a tener que resolver el conflicto sin mi, pero intentaré ser de ayuda como pueda -dice mientras corría hacia la entrada y se intentaba esconderse, principalmente para no dar más problemas.

"Siguiente, intentar ayudar en algo"

El veterinario se quedo allí escondiéndose de los Daas enemigos e intento observar el entorno, no para observar la magnificencia y perfección de la arquitectura de los precursores Inder, sino para buscar algo que pueda ayudar al grupo.