Partida Rol por web

A Samuel le costo bastante entender que decía Gishka, pero al final logro quedarse con algo. Saco como conclusión que simplemente son científicos, cosa que le resultaba en parte aterradora, podían querer experimentar con ellos también, pero no le habían hecho nada, así que... podían seguir fiándose.

- Es normal que le canse leer la mente, señorita Gishka -dice amable- Quizás en otra ocasión. Aun así... Me gustaría saber si nos podría ayudar a darle atención medica a una compañera que se encuentra en la entrada mal herida, ademas de nuestros Daas, que seguro que están bastante mal heridos por los diversos combates.

Aunque de un momento a otro llegamos al lugar deseado. Se encontraban en el lugar más alto y realmente se sentía vertiginoso. La arboleda se distanciaba de su vista y a lo lejos, por la derecha el grandioso mar... Que increíble era todo "¿PERO DONDE COÑO NOS HAN ENVIADO?", piensa Samuel algo alterado.

Lo primero que hizo el joven antes de nada fue mirar si había cobertura y si la había, buscar en el GPS donde estaban.

La rubia avanzaba con premura cuando llegaron para subir aquellas escaleras. Quería saber que se veía desde la cima del templo y cuando llegó, puso su mano en su frente y cual exploradora empezó a ver el horizonte... Bosque, montaña y más bosque. Su cara cambió un poco hasta que se giró en dirección a la derecha. Puso los manos en modo prismático y luego se giró con la misma postura a Argy y al grupo. - El MAR!!! WOOOOO!!! Nunca lo había visto! Decía muy emocionada la joven CazaDaas. La emoción reinaba en ella por ahora y saltando con alegría mencionaba al grupo. - Hay que avisar al resto para que vean este paisaje tan maravilloso! Seguro que estarán preocupados! ¿Qué tal si nos separamos, unos para avisar y otros para ayudar a nuestro nuevo amigo Startie Jr. a encender la energía? Miraba de reojo a Ghiskka como diciendo "Te ha gustado tu nuevo nombre Eh! Eres Cool".

Startie seguía ahí pegado también disfrutando del paisaje. Se suponía que estar perdidos en mitad de un bosque y con cierta urgencia de volver al campeonato debería ser una preocupación mayor... Pero para Casey, disfrutar del paisaje parecía más importante. Por otro lado, seguía escuchando a la criatura, las preguntas de Samuel y del grupo en general. Llamó mucho su atención que mencionó que habían dejado sujetos de pruebas controlados por las cápsulas, pero ellos no se encontraron ninguno, solo los robots... ¿Qué pasará cuando se active la energía?

Argenta mantiene la conversación con el extraño ser que ahora les acompaña. Cápsulas de teletransportación, vale... el concepto es el mismo, así que es normal que tengan algo que ver. Pero, ¿que ellos lo hayan inventado? Desde luego cada vez está más interesada en lo que Ghiskha tiene que decir. Quizás ellos sean el principio del entrenamiento de Daas...

¡O quizás sean incluso el principio de los Daas!

-Ya veo. Entonces, lugares como este dieron nacimiento a muchos tipos de Daas, ¿cierto? No importa, si estás cansada no insistiremos.- Al llegar a la parte alta de las ruinas intenta tomar las coordenadas desde allí, aprovechando que ya lo intentó cuando estaban en tierra. Quizás no tengan que llamar a Murray y ella pueda ocuparse de una forma u otra. Comprueba su teléfono móvil mientras escucha lo que los otros dicen y sonrie un poco ante el entusiasmo típico de Casey.

-Si esos sujetos de prueba no están hibernando dudo que sigan con vida, pero veremos. Intentaremos restaurar la energía del complejo, Ghiskha. Tan solo encárgate de que los droides no nos hagan pedazos en cuanto nos vean. Hemos podido con tres, pero estaban bastante bien armados. A propósito... ¿dices que las cápsulas llevan a jaulas?- La verdad es que está muy bien hacer esa pregunta... Ya que le gustaría meter a Quark con su robot en una cápsula para que no esté todo el día con el vigilante de metal detrás. Aunque lo cierto es que ya lo ha reprogramado... Aún quedan muchas preguntas que responder y está ciertamente entusiasmada ante tanta novedad, a pesar de que su rostro no sea muy expresivo.

¿Por qué está esta chica siempre tan tranquila, cansada o directamente apática?

Elisabeth escuchaba de manera algo escéptica las palabras de la insectoide. Después de todo no iba a creerse todo lo que tenía que decir un bicho de dos metros capaz de leer la mente. 

Sostenía a Kessel en brazos, abrazándolo un tanto más fuerte en ocasiones, posiblemente por las leves secuelas que quedaran de los combates anteriores. El cerdito a su vez, se revolvía un poco contra su entrenadora, buscando algo de afecto después de haber sido herido y tratado, a lo que Elisabeth no pudo negarse y comenzó a acariciarle la cabeza distraída con las conversaciones del grupo.

-Supongo que si está cansada no se puede hacer nada.- Inmediatamente después Elisabeth se paró y contempló el basto bosque que los rodeaba y el mar que asomaba por el horizonte, anonada durante un momento a la par que asombrada, y como si le hubiera leído el pensamiento al friki, comentó en alto-¿Pero donde coño nos han mandado? ¿Tendremos siquiera señal para contactar?- La pequeña miró al resto del grupo algo desesperanzada, esperando que alguno de ellos pudieran consolarla de alguna forma.

Ghiska parece también contenta de por fin respirar aire fresco tras tanto tiempo encerrada. Se gira una vez más al grupo para organizar sus acciones apartir de ahora.- Si estar hibernando, muchos sujetos de pruebas estarán bien. Puede que haya en condiciones parecidas a mías, dónde planta sobrevivir. Yo enseñar punto alto, ahora deber ir restablecer energía. Cápsulas teleportar a cuadrículas que pasar antes. Cuadrículas con energía tener barras de energía.- Aclara finalmente la cosa bicho.

- Vale, no tenemos cobertura, aun vamos a tener que buscar otras soluciones -dice Samuel intentando calmarse mediante un suspiro.

Si, Samuel estaba alterado, pero tenia que buscar soluciones y no hacer el tonto. Por ahora parecía que estaban en un edificio seguro y donde podían dormir sin que les doliera la espalda ni nada de eso... No obstante también estaban sus compañeros que estaban fuera esperando.

- Gishka tiene razón, ya hizo su parte, no hemos obtenido lo que queríamos, pero cumplió -dice algo más serio- Así que si, lo mejor sera ir a reactivar la energía del lugar, aunque no tengo ni idea de como hacerlo realmente... -da un pequeño respingo, como si hubiera recordado algo- Por cierto Gishka, tenemos unos compañeros fuera, una esta herida y el otro esta buscando comida ¿Te importa que entren y se queden en el recibidor? Ademas ahora mismo como no podemos pedir ayuda... ¿Seria una molestia que nos quedemos descansado? Igualmente... También me gustaría una explicación de como restaurar la energía.

Samuel se mantiene sonriente y formal. Teniendo en cuenta sus condiciones... Habrá tiempo de sobra para hacer todas las preguntas del mundo.

Se rascó la nuca pensativa tras escuchar a Samuel y Ghiskka. - Yoooo... Mmm! Yo acompañar a tú a reactivar energía de templo. Yo preguntar, ¿Haber más templo cerca? ¿Cómo contactar tú con más Ghiskkas? Se paró un segundo pensando. - Para mí, templo ser familiar, ¿tú saber por qué? Miraba a Argy de reojo de vez en cuando, seguía emocionada por las vistas, pero cuando llegó la hora de reactivar la energía, la rubia se serenó y las dudas aun recorrían su mente cabeza. - Yo querer pedir a tú ver especímenes de templo si poder! Además, querer saber si tu poder compartir datos con nosotros! Yo CazaDaas, eso poder ayudar a tú para seguir con templo ¿no? La Inder pedía una alianza a la extraña y chula criatura dado que podría aprender muchas cosas de los Daas con las investigaciones realizadas en el lugar si Startie Jr. compartía algo de los datos almacenados con su equipo y ella. 

Startie por su parte, seguía en la misma línea tras su Inder en retaguardia. Cuando mencionaba Casey su petición sobre datos del templo, Startie también se acercó con motivo de saber si en el templo habría algún Daas parecido a él. Pero todo esto, obviamente no lo expresaba dado que no habla... Todavía. 

- Yo acompañaré a Startie Jr. a reactivar la energía, debería haber otro grupo que avise a los que se quedaron fuera. Comentaba Casey con cierta seriedad, aunque... Es Casey, su cierta seriedad no lo parecía en absoluto. 

Tras echar un vistazo al paisaje Argenta se fija en que las ruinas siguen un poco más hacia arriba, mostrando que hay lugares más altos aunque no sepa realmente qué función tienen. -¿Qué hay ahí, Ghiskha? Las puertas están cerradas, por lo que supongo que debemos restaurar el flujo energético para continuar.- La joven niega con la cabeza y guarda su teléfono móvil tras darse cuenta de que en ese punto no tiene cobertura.

Argenta se mantiene un poco callada, e incluso se atusa un poco la frente como si tuviera una leve jaqueca quizá ocasionada por el sol en la cara de repente. Escucha las preguntas de sus compañeros en silencio y las respuestas que da Ghiskha al respecto... ¿Así que tiene varios sujetos de prueba dormidos? Bueno, la verdad es que es un buen momento para devolverle el favor a la alienígena aunque no haya sido útil, qué menos.

-El siguiente paso es reestablecer la energía, Ghiskha. Luego me gustaría ver al igual que Casey esos sujetos de prueba. Si los Daas han salido de este lugar, posiblemente encontremos seres ciertamente interesantes. Como especialista me gustaría echar un vistazo.- Dice asintiendo con la cabeza y decidiendo ponerse en marcha donde la alienígena les lleve. ¿Quizás a conocer nuevos compañeros? ¿Quizás encuentre ahí alguna que otra verdad tras la que está?

Solo el tiempo lo sabe.

La enana nazi se encogía de hombros mientras sostenía a su cerdo, parecía que la decisión del grupo era obvia, y ella sola no podría llevar toda la contraria necesaria como par evitar aquel acto. Con resignación se limitó a seguir el grupo en cuanto se moviera y con una frase queda añadió;-Supongo que yo sola no puedo llevar la contraria. Y tampoco es que tengamos otra acción más que hacerlo.-

Cuando ambas clones mencionaron la ligera idea de vislumbrar los sujetos de pruebas los ojos de Elisabeth se abrieron ligeramente. Sin duda alguna no era una mala idea, pero desde luego el hecho de ver y contemplar los que la raza de la insectoide consideraba "sujetos de pruebas" era un plan más que aceptable, al menos así se podría llegar a hacer una idea de lo que eran capaces los de su especie.

-Apoyo la idea de la clon inteligente. Al menos si no me queda otra.- El cerdito por su lado hacía un pequeño sonido de acuerdo con las palabras de su dueña "Oiink Oiink" y con una cara feliz por estar en los brazos de Elisabeth se acurrucó nuevamente en su inexistente pecho.

Ante la afirmación por parte general del grupo Ghiska os lleva a todos abajo a la zona de los generadores de energía. Parece que hay algunos rotos y otros gastados, por lo que la cuestión ha sido ir al almacén a por células nuevas y suplantarlas. Desde la consola de la sala de energías gran parte del complejo ha vuelto a brillar en tonalidades azuladas y anaranjadas. Lo que parecían líneas negras en realidad parecen ser conductos de energía que ahora brillan en esos colores. Hay partes de todas formas de las ruinas que están totalmente destrozadas por cualquier causa.

Esto habrá reactivado los sistemas generales, pero no las zonas concretas de cada sección. Si quieren activar algún aparato deberán ir allí para hacerlo funcionar. Ahora hay corriente simplemente. Las defensas sí que parecen haberse activado y las jaulas para sujetos de pruebas también. Lo que antes sólo eran cuadrículas ahora proyectan haces de luz hacia el techo de la sala, cortando el aire. También véis algún que otro aútomata reactivado, pero que no os ataca al acompañar a Ghiska. Parece que les da algún tipo de señal mental.

Sobre la parte de arriba, parece que hay una gran antena emisora y receptora de señales Uhkii. No obstante, sólo se enciende si alguien con rango suficiente lo hace. No está permanentemente encendida. Sin embargo, si lo que usábais vosotros también iba por ondas es posible que haya interferido con las de la zona, absorbidas por la antena.

Para conectarse con otros centros Uhkii parece que precisamente usaban esa misma antena. También ha dicho que hay una lanzadora cuántica en la parte superior que puede llevarle a otros templos Uhki. Tras poder acceder a un mapa bastante bien perfilado del mundo en una de las terminales- posiblemente mejor que los que tenéis los Inder, pues lo tenéis todo muy inexplorado- Jangalee como recordamos está dividido en cinco continentes. Los Inder viven en la parte norte oeste. Parece que estáis en Yah, el continente inexplorado a su este.

Pero lo más importante es que os lleva... al criadero principal de bioespecies de la zona. Hay una graaan cantidad de especies que reconocéis perfectamente como Daas salvajes o incluso bastante raros. Están todos en vainas como las de Ghiska, muchas estando podridas y totalmente muerto-pero aún conservado su interior- en lo que ahora es un líquido verde oscuro. Otras muchas están abiertas con restos de huesos por el suelo... y algunas han florecido y han permanecido vivas extrayendo la vida de las cercanas o de los tubos de energía de las paredes.- Probablemente por eso haya habido un corte energético-

También Carlo fue a buscar a los dos que estaban fuera y entrasen. Al hablarles de Ghiska al parecer se quedaron flipando, pero cuando vieron como todo se encendía y tras ver que efectivamente no era peligrosa pues no han dicho mucho más. Aunque Murray parece de un humor de perros igualmente.

Al final, tras un buen rato de contar y Ghiska observar en el terminal cuántos especímenes siguen vivos, podéis encontrar crías hibernadas sin nacer de los siguientes Daas. Al parecer aunque la mayoría son sujetos que podrían vivir en esta zona de bosque denso, hay algunos sujetos que se usaban para pruebas fuera de su entorno y por eso están aquí.

Cuando todos se reunieron para alcanzar el siguiente objetivo del templo, dieron el paso de encender los generadores. Lo cierto es que Casey estaba super emocionada de nuevo buscando cualquier resquicio de extrañeza en el camino que saciara su curiosidad innata. Iba encabezando al grupo andando dando botecitos de alegría y siguiendo a Startie Jr. hasta la sala de los generadores. -Estoy contenta Argy! Has escuchado a nuestra compañera Eli! Me ha llamado inteligente jijiji Decía mientras seguían el camino con una sonrisa vivaracha. 

Estaba encantada y más cuando todo se ilumino e hizo pium pium volviendo el lugar de tonos anaranjados y azulados. Miraba todo con la curiosidad de un niño... Los robots, la extraña antena, la geografía que mostraba aquél mapa que sin duda, no estaba recogido en los libros que ella había leído obligada. 'Nos han mandado bien lejos del super torneo WOoo' pensó la rubia. 

Llegó el momento, el criadero de Daas! Casey comenzó a correr de una vaina a otra mirando a los durmientes, tal y como estaba su nueva y extraña amiga. Al igual que con el Uhkki, pegaba su cara muy cerca de la vaina para ver lo mejor posible el interior de ellas. Cuando todos se reunieron en la terminal donde Ghiskka mostró los Daas que seguían con vida, ella se dirigió rápidamente a confirmar uno por uno como eran y si alguno llamaba su atención. Fue así que lanzó un grito de felicidad cuando vio a uno que estaba en el catálogo del torneo y no pudo pedir en la tienda. - Yeeeeeh Argy! Mira, Mira! Señalaba a un Snorunt 'hembra' que estaba entre la lista que mencionó Ghiskka. 

Por otro lado, al ir viendo todos como eran, hubo otros dos que llamaron la atención enormemente de la rubia clon inteligente, resultaban ser un Axew y una Mawile. - WuoooOO, ¿Es posible que amiga Ghiskka permitir a amigos Inder poder liberar algunos Daas? Así nosotros ayudar a tú a dar información si querer. A mi gustar mucho eso Señalaba a los tres que llamaron su atención. - ¿Qué pensar grupo? Digooo... ¿A vosotros cuáles os gustan? Perdón jiji, hablar en Uhkkiniano es muy difícil! Decía rascándose la nuca algo avergonzada. - ¿Y bien Startie Jr.? ¿Nosotros poder? Miraba muy ilusionada al Uhkki, parecía que no iba a aceptar un no por respuesta, aunque el grupo diría realmente...

Argenta va echando un ojo a todo el complejo mientras avanzan acompañando a la extraterrestre. Que menos que hacer unas cuantas preguntas cuanto más avanzan, cosa que forma parte de su personalidad y de su... particular manía de ir teniendo en cuenta cada detalle. Eso sí, la alegría que tenía Casey por haber malentendido las palabras de Elisabeth le divertía bastante.

La mayoría de preguntas que hace Argenta al respecto son sobre la antena y sobre encontrar una forma de poder comunicarse con la civilización. Quizás haciendo algo con la antena puedan recuperar la cobertura, quién sabe. También le pregunta sobre esa lanzadera y si planea usarla, porque el que estén en otro continente es algo complicado si quieren llegar al torneo. En general, empieza a pensar un plan de acción para volver, y qué menos que hacer una foto al mapa del mundo. Podría ser un material muy interesante.

No obstante, llegar a la sala de cría la deja muy sorprendida pero a la vez muy dolida. No puede evitar sentir lástima por los que murieron, más por los que ahora son huesos que por los que murieron en sueño, desde luego. Tuvo que haber sido una experiencia horrible para esas criaturas. Lo primero que hace es señalarle a su grupo cuáles son los raros -parece conocer a Jirachi de hecho y le resulta entrañable encontrar-, y tras ello empieza a mirar más detenidamente, parándose delante de algunas de ellas. -Gracias por la oferta, Ghiskha. Echaré un vistazo a ver qué puedo encontrar.

Primero se para delante de un extraño Daas lagarto. Ella se lleva una mano a la barbilla y luego asiente levemente con la cabeza, de hecho mirándolo muy atentamente y comprobando su género. -Éste... es muy interesante. Me gustaría quedármelo.- Tras ello sigue caminando por la sala, como si estuviera poniendo buen ojo en tomar algunas decisiones. Duda entre un par, pero finalmente se acerca a otra vaina.

-Vaya... Este pequeñín debería ser rosado. Es interesante...- Tras decidirse entre otro similar a un perezoso y el pequeño amarillo, Argenta sonrie conforme cruzándose de brazos. -Vendrá conmigo, si no te importa.- Justo cuando decide que ya ha tenido suficiente pasa por una vaina más, parpadeado con cierta curiosidad como si algo le hubiera llamado la atención.

Durante unos momentos se muestra pensativa pero luego finalmente asiente decidida. Sí, es la última incorporación que necesita de acuerdo a su estrategia. Un pequeño guerrero cargado de cuchillas. -Decidido. Este se ha llevado mi interés. Ha tenido suerte de no cortar la planta; parece afilado.- La estratega ya ha decidido cómo estará conformado su equipo. Lo gracioso es oir a Quark haciendo ruiditos de sorpresa cada vez que ella se acerca a uno, como diciendo "uooooahhh, gentecilla nueva".

Sin embargo, cuando va a volver con sus compañeros, Argenta se queda delante de una de las vainas con la mirada ensombrecida en silencio. Cierra los ojos y toma un poco de aire, frunciendo los labios. Es como si hubiera recordado algo ciertamente triste.

-Disculpa, Samuel.- Le dice si pasa cerca de su lado, peinándose de forma distraída el pelo, con los ojos entreabiertos. -¿Te importaría llevarte a este? Es una especie muy leal y noble con su entrenador. Muchas veces desprestigiado por su apariencia siniestra.- Mira hacia arriba un momento y cruza sus brazos. Algo... le pasa con ese tipo de Daas. -Además, podría ayudarte a entrenarlo.- Añade para luego darse la vuelta y volver con Ghiskha, separándose del grupo y quedándose a solas un momento. -Te gustará.

¿Por qué alguien tan pasiva como ella parece de un momento a otro algo melancólica o nostálgica?

Samuel observo toda la tecnología con bastante curiosidad. Todo parecía digno de una película de ciencia-ficción. No es que estuviera mal, pero todo se sentía demasiado extraño. Tenían que salir de aquí y volver con sus familias, aunque seguro... Que nadie iba a llamar a Samuel al teléfono. Su padre estaría ocupado y su madre lo único que echaría de menos seria que no tenia a Liliria para experimentar psicologicamente con ella. Ciertamente se siente bastante bien fuera de casa y ademas Liliria seguro que se siente más segura fuera de casa.

Al llegar a la sala donde estaban los especímenes sintió extrañeza por ellos. Eran Daas que estaban allí desde hace mucho tiempo... No se podría saber si estaban esperando o estaban simplemente inconscientes de su propia existencia... Era duro verles. No reconoció a la mayoría, podría distinguir sus tipos con facilidad, pero... no sabia quienes eran. Se quedo mirando todo bastante distraído. Hasta que Argenta le quito de su empane.

Argenta señalo con algo de pena uno de los Daas criocongelados. Era un absol recién nacido. Ciertamente su aspecto era perturbador ¿Quizás por sus ojos rojos infernales, su azul abisal y su blanco tan puro? No sabia que se debería de sentir. No sabia que le unía a ese Daas, pero parecía estar muy apenada por él ¿Argenta ocultara algún secreto oscuro detrás de todo o simplemente es empatia por un Daas tan desafortunado?

- Bueno... Pedirme que me haga cargo de un Daas es algo muy duro -dijo algo dudoso- No es que no lo quiera o me resulte extraño, pero tengo que cuidar mucho a Liliria y no se si se sentirá celosa de tener a otro Daas en la casa -se queda un momento mirando a Argenta- Igualmente... No creo que si la tuviera quisiera entrenarla como tal... Creo que seria mejor criarla y después ya si eso se pensara en entrenarla. Aun es una cría, sera mejor cuidarlas bien.

Samuel mira a Argenta mientras se aleja yéndose hacia Gishka. Mientras tanto él se queda pensando que hacer con él absol, así que decide que su pequeña Liliria. Asi que decide sacar de su capsula a la pequeña Daas, que no parece estar de muy buen humor. Lo primero que hace al salir es buscar a Samuel y pegarle berridos y levantar las manos como si estuviera imitando a alguien que le echa una bronca.

- Ya... Lo se... Lo siento... No te enfades más -dice mientras le acaricia la cabeza y esta cede ante las caricias de su maestro pero sin dejar de lado su actitud algo tsundere- Tengo una buena noticia para ti ¿Te apetecería tener un amigo nuevo? -dice señalando al absol.

Liliria se giro y vio al pequeño ser criocongelado. Ella no sabia mucho sobre lo que pasaba y había aparecido allí. Sus habilidades de escalada fuera del cuerpo de Samuel eran bastante deprimentes, así que le pidió que la aupara para que pudiera ver bien a la criatura. La pequeña se acerco al cristal, pego su cara al frio y sonrio.

- Liliria... deja de buscar frió ¿Te gusta? -dice Samuel paciente.

La pequeña Raltia separo la cara del cristal y miro al pequeño durante un momento. No sabia porque, quizás por empatía o quizás por otros motivos más mundanos. Pero sentía pena por aquel Daas criocongelizado. Metiéndose en la mente de la pequeña, no recordaba con claridad como encontró a Samuel, pero si supo que se sentía sola hasta que encontró a la persona que pudiera acogerla. Recordaba sus cuidados y también el miedo que sentía antes ¿Ese pequeño absol también tendría miedo? ¿Simplemente estaba totalmente inconciente de todo?

Liliria alzo la mano y acaricio el cristal, después miro a Samuel e hizo un gesto un poco extraño. Sonrió, se puso las manos en la cabeza e imito uno de las acciones que tanto había visto en los animes que veía el joven veterinario.

El veterinario por su parte no sabia que hacer ¿Reírse o tomarlo como que lo aceptaba? La pequeña podía ser muy grosera de vez en cuando y posiblemente intolerante ante ciertas situaciones, pero era buena en el fondo, así que Samuel le dio un beso en la cabeza y le fue enseñando también los otros Daas. 

Sus reacciones eran dispares, a veces vía a algunos y les daba igual y otros parecía repelerlas, sobre todo la de aquel Ratls, posiblemente por que es su enemigo natural en el cariño hacia Samuel. No le gustaron la mayoría, pero si vio a una criatura que le causo curiosidad, el Jirachi.

Liliria golpeo a Samuel cuando lo vio, señalo al techo y se quedo mirándolo. A Samuel le costo bastante entender la referencia, pero al fijarse en la forma del Daas lo comprendió, parecía una estrella. En cierto modo a Liliria le encantaba mirar las estrellas desde la ventana cuando se aburría y no lograba incordiar a su dueño, pero no entendía como podría llegar tan lejos su fetiche en que le gustase un Daas en forma de estrella ¿Quizás le traía buenos recuerdos el espacio? Nadie podia entender la mente de un Daas y sobre todo si este es femenino.

La pequeña no le llamaron más la atención y como Samuel no tenia en mente tener Daas para usarlos expresamente para combatir, realmente no tenia intenciones de crear un equipo equilibrado, sino más bien poder criar y ayudar a más Daas abandonados. Después de su decisión se dirigió a Gishka junto a Argenta y la expresiva de Casey.

- Señorita Gishka, me gustaria quedarme con el ejemplar de Absol y aquel que tiene forma de estrellita, parece que a la pequeña le gustan -dijo mirando a Liliria y acto seguido esta volvió a su sala de control cerebral de Samuel, su cabeza.

Cuando termino de hablar miro un momento a Argenta y le sonrió, mientras tanto la pequeña Daas parecía intentar hablar, pero lo único que salían de su boca eran galimatias sin sentido para todo el mundo, sin embargo su maestro si parecía poder interpretar su dialogo. Le pidió que guardara silencio y que después le daría algo más de comer, ciertamente no fue mucho más que eso.

-Ahahaha...claro...-Esa fue la respuesta que le ofrecía a Casey, la cual, no sabía si lo decía en serio o la estaba vacilando. Fuera como fuere, ella seguía a su bola, y planeaba dejarla así.

La loli vislumbraba con cierto recelo toda la tecnología que era capaz de distinguir entre los pasillos de la demacrada instalación. A decir verdad el proceso de reactivar la energía le pareció bastante más sencillo de lo que se esperaba, imaginaba un complicado entramado de cables y un puñado de piezas únicas de aspecto extraño y macabro que habrían de buscar por todo el recinto, nada más lejos de la realidad, la loli se veía algo decepcionada.

Los ojos de Elisabeth se iluminaron y abrieron de par en par cuando se mostró ante ellos la sala llena de Daas que para ella, eran desconocidos en su mayoría. A su vez el pequeño cerdito que llevaba en sus manos también soltó un pequeño bufido de asombro y terror al ver a todos aquellos bichitos dentro de las capsulas. "Oink..." Escondiendo el morro en los brazos de Elisabeth mientras esta avanzaba entre los especímenes, observándolos y curioseando. Algo empanada, escuchaba las solicitudes de sus compañeros para con el insectoide de llevarse alguno de los Daas que allí se encontraban, ni corta ni perezosa Elisabeth comenzó a inspeccionarlos con más detalle cuando se percató de esa posibilidad.

Cuando sus ojos se posaron en el pequeñín dorado que dormía tranquilamente en su capsula, apretó con un poco de cuidado a Kessel, emocionada de ver algo tan pequeñito y adorable dormir de manera tan plácida. Sin duda alguna no sabía qué tipo de Daas era, ni ninguna de sus habilidades, pero sin duda lo necesitaba. Algo tan bonito a sus ojos no podía ser malo. Y en alto, mencionó;-¡¿Puedo coger yo a este?!- Casi lo pedía como una niña pequeña de verdad, algo gracioso de ver para como era su personalidad habitual.

Al seguir deambulando por la instalación, se encontró con otro pequeño Daas, acurrucado y dormido sobre si mismo, con una expresión de enfado incluso mientras dormía. Algo así de pequeñito, capaz de tener una cara como esa incluso mientras sueña, consiguió que le recordase a la propia Elisabeth, algo que nunca admitiría en voz alta.-Este también me gustaría poder llevármelo, si es posible.- Y con cuidado señalaba al pequeño monito-cerdo encabronado.

Y cuando ya pensaba que no podría encontrar nada más que le interesase por aquel lugar, comprendió que se había equivocado, que de hecho, había muchos de los especímenes que le hubiera gustado llevarse, pero que de una forma u otra le habría sido imposible cargar con tantos a la vez o mantenerlos como se merecían. Aunque pese a todo, un último bichito se cruzó por sus ojos y consiguió que al menos, hubiera un hueco más en sus brazos.

Era perfecto, en todos los sentidos, se había ganado un hueco en el corazón de la pequeña en el mismo instante que sus ojos se cruzaron con él. Daba igual por donde lo mirase, ese era el último Daas que necesitaba en su pequeño grupito.-Este también me gustaría, sería el último que quiero.- Aquellos tres pequeños bichitos que había elegido ya brillaban en el corazoncito de la loli.

Una vez hubo elegido a todos los Daas que quería, se acercó a Argenta y le preguntó- ¿Me podrías decir algo de estos tres pequeños? Me gustaría saber algo de ellos más que sea.- Ante su desconocimiento, recurría al saber de la clon inteligente.

Ghiska tiene una serie de respuestas tanto afirmativas como negativas a las preguntas que les plantea sobretodo Argenta. En primer lugar parece que lo que hace las señales no puede desactivarlo aún para que pueda haber cobertura. Sobre la lanzadera, sí, puede activarla y ver a qué otra puede conectar. Sin embargo, es eso, para poder ir a otro punto, la otra debe tener al menos un mínimo de energía disponible. Puede significar muchas cosas.

Tras todo, deja al grupo hacer sus cosas con los distintos Daas. Ya os había dicho que os podéis llevar los que queráis. El resto los liberará para que no consuman más energía de momento. Si váis queriendo pues va liberando uno a uno los Daas que le pedís. Están conectados a la máquina, así que puede ya abrirlos por el sistema normal. La máquina se encarga de romper la vaina con suavidad para que no explote de repente.

Tras dejar de abrir vainas ella se acerca a Argenta.- ¿Qué tener pensado entonces hacer? ¿Usar lanzadera? Poder volver si querer. Yo estar aquí tiempo largo.- Aclara la alienígena mientras Carlo da vueltas por el lugar con gesto soberbio de: "Peasants, no necesito estos Daas"

Murray está a su bola mientras examina las instalaciones más que los Daas en sí mismos, bastante sorprendido por lo que ve. Violet parece que sí que se ha encariñado con un par de Daas. Le pidió a Ghiska que los sacase también. Tiene ahora un Bidoof y el Goomy. Ahora tiene a MiniMoquete y a Pelusillo. Los nombres de sus Daas están al nivel de Cassey.

Al ser respondida por Ghiskha no duda en contestarle sin problema alguno. -Quizás podríamos usar la lanzadera para ir a un sitio más cercano en nuestro continente. Pero a saber dónde nos dejan.- A fin de cuentas... ¿y si existe un centro así ya ocupado por el BGI? De hecho desvía la mirada a Murray y le pregunta al respecto. Si el BGI sabe algo sobre estos centros está claro que debe de estar utilizándolos para cualquier cosa. -A propósito, Ghiskha. ¿Pueden guardarse objetos físicos en vuestras cápsulas? Me sería de increíble utilidad.

Por otro lado, Argenta va a recoger a sus nuevos compañeros. Se la ve algo entusiasmada y se le nota un poco en las facciones, cosa rara en ella. Quark la va siguiendo medio en precaución medio entretenido viendo toda esa cantidad de extrañas criaturas que claramente no molan tanto como él.

En primer lugar recoge al lagarto de aspecto peligroso, el cual parece... ¡un jodido manojo de nervios! En cuanto le acerca la mano se le sube rápidamente por el brazo y de ahí a la espalda, olisqueándole el pelo y despeinándola un poco. -Hmm... Así que no vas a estarte quieta.- Argenta cierra un ojo y sonrie bastante... contenta, entre dientes. Busca a la negra lagartija con la mano y la acaricia por el cuello, bajando los dedos lentamente por lo que sería su barbilla. Eso parece tranquilizar a la bicha. -Medea. Sí... me parece acertado.

Mientras la nueva Daas de su equipo sigue explorando a su "mami", Argenta va a buscar a la siguiente criatura... esa pelota dorada extraña que no se ha movido siquiera de su sitio. Al acercarse un poco a ella, la entrenadora bosteza un poco y le rasca la cabeza al Daas que cualquiera diría que está muerto. Pero cuando va a tomarle, la criatura abre un ojo y le clava la mirada como si no le gustara que le saque de la cama, así que... se echa a flotar hacia ella y se apoya encima de su cabeza. Ya tiene cama nueva. -... Y tú serás Freud.- Dice con un poco de pereza, ya llevando a dos bichos encima.

Finalmente camina hacia donde se hallaba la criatura afilada. Está despierto y está mirándola, extendiendo los brazos hacia ella como si le pidiera que le aúpe, muy alegre. -¿Y tú? Te veo muy contento... Llevabas demasiado tiempo ahí escondido, ¿verdad?- De hecho lo toma con ambas manos y lo levanta con una sonrisa aún soñolienta. ¿Tanto le gustan los Daas para estar tan entusiasmada? Entonces... algo raro pasa.

El Daas... se le derrite en las manos. Y como está adormilada por culpa de Freud, Argenta no se lo ve venir de ninguna forma. Así que una masa de gel rosa le hace PLOTCH en toda la cara y la hace caerse de culo. El boliche paquidérmico se levanta de su cabeza y flota por ahí solo para que no le molesten, mientras que la lagartija se pone a oler al ser extraño. Argenta se quita el ser viscoso de la cara con un ojo cerrado y... deja escapar una animada carcajada. -¡Jajajaja!

-Oh, sí que he sido estúpida... He caído en una trampa que no esperaba encontrar. Este babosín es bastante interesante, de hecho... De los tipos de Daas más extraños que conozco.- ¡Oh, porras! Hubiera sido una incorporación fantástica para B-08. Le falta maximoquete. -... Tú serás Jekyll. Pequeño estafador.- Y... se la ve jugar durante un rato con los tres. Luego la lagartija molesta al paquidermo y la hace dormir para que le deje en paz. Quark por su parte se acerca y deja escapar ruiditos y se hace el guay y el remolón utilizando su robot, como el típico chulo de gimnasio tensando los bíceps. Quiere quedar CLARAMENTE como líder de manada, por favor. Lo peor es que Jekyll intenta imitar sus poses de robot con su cuerpo baboso para robarle un poco de coolness.

Vaya equipito le espera...

En cualquier caso tras un breve momento de ralajación mira hacia Elisabeth para contestar a sus preguntas con algo más de tranquilidad. -El primero, ese pequeño dorado, tiene un crecimiento interesante. Suelen ser muy competitivos y producen electricidad desde su pelaje. De hecho... el tuyo es inusual. Debe de brillar en una tonalidad única. Alimenta su ánimo de competición pero sin pasarte.

-El segundo es un poco peligroso, pero si no lo separas de tí no tendrás problemas. Es un buen luchador, pero es muy irritable. No trates de hacer que compita contra el pequeño dorado o te aseguro que acabará pateándolo hasta que se le pase el mosqueo. Eso sí, es un Daas muy fuerte.

-El tercero... es un Daas muy solicitado. Posee una variabilidad genética fascinante, lo cual permite que tenga muchas formas de alcanzar su forma final a depender de cómo lo has criado. Quizás al principio no destaque demasiado, salvo porque es mono.- Y así responde a sus preguntas... ¿pero esta mujer que tiene, una Daaspedia en la cabeza?

Samuel escucha a sus compañeros, no es que tenga mucho que añadir. Eso si, al ver que Violet esta mejor se acerca a ella de forma amable mientras Liliria lo pilota.

- Me alegra ver que ya estas mejor -dice Samuel de forma amable mientras observa que Argenta ya empezaba a recoger sus Daas y ella los había recogido ya- Aunque creo que debería dar la bienvenida a los nuevos miembros de la familia.

Sin perder tiempo, el veterinario y su conductora Liliria se acercan a cada capsula a buscar a sus nuevos compañeros. La primera fue la de la pequeña absol. Esta salio de la capsula y cuando empezó a caminar parecía un gato pareado y casi sin pleno control de su aparato locomotor. Era divertido verle intentar caminar, pero al final acabo siendo algo inteligente y echarse en el suelo. Samuel no pudo evitar reírse un poco y cogerlo en brazos mientras buscaba con la mirada al otro Daas.

Por parte del pequeño jirachi la criocongelación no le hacia afectado tanto como al absol y ya parecía querer cotillear por todas partes. Se movía como un niño que había empezado a andar y a toquetear todo lo que podía. Incluso antes de dirigirse a Samuel ya intento acercarse con curiosidad a Argenta, pero Samuel lo detuvo a tiempo.

Con el absol en brazos, recogió al Jirachi y la verdad es que era mucho más ligero de lo que pensaba. El jirachi miro fijamente a Samuel durante unos seguros y después ladeo la cabeza dudoso.

- Soy Samuel y ella es Liliria -dijo mirando hacia arriba donde estaba la pequeña Raltia mientras sonreía con su típica sonrisa afable.

Es lo único que respondió mientras sonreía y abrazaba el pecho de Samuel. Mientras tanto la absol se desperezaba y no quería despertarse de su sueño frió y quería volver a quedarse dormida. Al intentar hacerlo el pequeño jirachi empezó a molestarla picandole con su dedo, ciertamente parecía divertirse bastante. Como única respuesta, el absol maulló dejándose hacer.

Samuel los dejo en el suelo a ambos y Liliria bajo de la cabeza para intervenir como nueva "onne-sama" "hermana mayor" del nuevo grupo. Jirachi siguio picando a la absol para que se despertara y el absol se dejaba picar sin desperezarse mucho. Liliria cuando vio esto se interpuso entre ellos y gruño hacia el jirachi para que parara de hacerlo.

El pequeño Daas estrellita miro con confusión a Liliria e hizo algo totalmente inesperado, le pico la cabeza con cuidado a su hermana mayor. Liliria no pudo evitar molestar un poco y perder la poca paciencia que tenia. El otro se partió por la reacción de su hermana mayor cabezona y después la abrazo sin importarle mucho lo que intentara. Liliria no supo como responder de buenas a primeras, pero al final cedió ante el cariño de la estrella.

Mientras tanto, la absol por el ruido de fondo no podía dormir bien, así que se levanto, vio que se le habían despertado sus músculos y empezó a caminar hacia Samuel maullando. Cuando llego, restregó su cabeza por sus talones mientras ronroneaba feliz. Liliria no vio esta opcion como posible, así que se acerco al Daas gato catastrófico y lo cogió en brazos. La pequeña ni siquiera se resistió a ser cogida con Liliria, solamente maulló mirando a Samuel. La Raltia se alejo un poco hasta la posición del jirachi y empezó a acariciarla y restregarle el coco por ella. Despues de eso le indico al jirachi que hiciera lo mismo, así que allí estaba la absol siendo sobada por dos Daas como si fuera un peluche. En respuesta... solo maulló mirando a Samuel, como si estuviera pidiendo un rescate.

Su entrenador no pudo evitar reírse de la situacion y el comportamiento de sus pequeñas mascotas. Rápidamente acudió al rescate de absol para que no la agobiaran más. La absol no reacciono mucho y se restregó al pecho de Samuel relajada.

- Bueno bueno... Vamos a tranquilizarnos un poco... ¿Vale? -dice mirando a Liliria y a jirachi - Aun os tengo que dar un nombre a los dos...

El joven no era bueno en absoluto dando nombres, sin embargo algo se le habia ocurrido al verles, aunque lamentablemente no iba a ser muy dinámico-fantástico como muchos creían.

- Tu, jirachi -dijo señalandole con el dedo- Te llamaras... ¡Blesse! -dijo con determinación mientras este daba saltitos de alegría y volvía a abrazar a Liliria mientras esta parecía estar ligeramente celosa- Y tu... Seras.... ¡Lain! -dijo mientras la absol le miraba un momento y volvía a intentar retomar el sueño.

Liliria intento escalar de nuevo a Samuel para volver a su trono, sin embargo Blesse no podía escalar ni levitar aun, así que al verse solo en el suelo tiro un poco de Liliria. Esta al verle solo en el suelo, con cara de pena e intentando alzar la otra mano hacia ella, no pudo resistirse y con parsimonia, y un pesado suspiro, bajo y le dio su muñón al pequeño bebe. Este lo acepto cogiéndolo con ambas brazitos. El joven entrenador no pudo evitar sonreír al ver la actitud madura de su Daas. Acto seguido de eso se dirigió hacia Gishka esperando al resto del grupo.

- Ya ya estoy listo ¿Cual es el siguiente paso?

Elisabeth asentía con cuidado varias veces ante las explicaciones de Argenta, al contrario que como de costumbre su rostro no reflejaba ningún tipo de mala hostia, parecía que simplemente quería saber más de los pequeños que pronto estarían bajo su cuidado.

Al primero al que recogió fue al pequeño Shinx, el pequeñito dorado bostezaba ampliamente como quien se despierta de una larga y soporífera siesta. Y dejando a Kessel en el suelo con cuidado, recogió al bichito recién despierto y lo acunó en sus brazos sonriendo. Sin duda alguna la pequeña loli parecía otra persona a la hora de tratar con sus Daas pequeños y peludos.-Con que un pequeñín competitivo ¿Eh? Seguro que tu y yo nos llevaremos muy bien ¿Verdad que sí bonito? El hecho de que tengas ese color seguro que es una señal.- Y mientras hablaba le acariciaba la barriga como quien mima a su querida mascota. El pequeño shinx movía las patas con cada caricia por parte de Elisabeth y sonreía restregandose con su nueva dueña.

Después de aquello, fue tras el segundo elegido. El monito encabronado ya tenia cara de mala hostia incluso antes de despertarse, cosa que le gustó a Elisabeth, no pudo contener una pequeña sonrisa al verle despertar y observar a su alrededor el nuevo mundo que estaba descubriendo.-Me gusta esa mirada. Aunque debes saber que no seré blanda contigo.- El monito se acercó despacio a Elisabeth, miró hacia arriba, y escaló rápidamente por su pierna hasta subirsele al hombro. La pequeña loli sonrió nuevamente y alzó una mano hasta acariciarle la cabeza al berserk peludito. Mientras tanto, Kessel y Shinx comenzaban a conocerse, olisqueandose y jugando. Mientras uno soltaba pequeñas llamitas por los orificios nasales el otro soltaba pequeños chispazos de su pelaje. La pequeña nazi se veía feliz mientras los observaba a ambos.

Y por último el que más había llamado la atención de Elisabeth, ese Daas que según Argenta era capaz de crecer de muchas y distintas maneras. Algo que hacía que fuera incluso más interesante para ella. Su aspecto casi de peluche solo era un añadido...¿o no? No pudo soportarlo más y lo recogió a toda velocidad, esperando que despertase totalmente de su sueño y viera la cara de su futura dueña. 

Mientras el pequeño Eevee abría los ojos, Elisabeth aprovechaba para acariciarlo cariñosamente con una sonrisa jovial en su rostro, mientras de la forma más dulce posible susurraba-Buenos días bonito, encantada de conocerte.- La bola de pelo soltaba un pequeño gruñido complacida con las atenciones de la nazi. Aunque al ver la cara de enfado del Mankey pegó un brinco, escondiendo el rostro en el pecho inexistente de su nueva entrenadora. 

Sin duda alguna era una escena graciosa ver a una persona como Elisabeth, que hasta el momento siempre había sido de una forma un tanto bruta, sonreir de aquella forma mientras era rodeada por un montón de bichitos peludos que a su vez parecían tan...agusto a su lado. ¿Quizás la que hasta entonces había sido una cabrona despiadada empezaba a descubrir un lado más tierno?

Quizás haber acabado allí no era tan malo como pensaba...

Dejando un poco de lado a sus nuevos amigos durante unos minutos, se giró hacia Argenta y la insectoide una vez más, alegando;-Entonces ¿Qué hacemos? Supongo que no queda otra opción más que confiar en esa lanzadera. ¿Teneis alguna otra idea o todos pensamos igual?- Además, al ver que Murray se perdía por el lugar, alzó la voz esperando que la escuchara-¡Viejo! ¡¿Tú que opinas?! ¡Saber lo que piensas sería de ayuda en esta situación!- Su usual tacto la delataba.