Partida Rol por web

Akairaku estaba ensimismada, casi dormida en el lugar donde estaba sentada. Solo le faltaba una burbuja saliendole de la nariz, y el rebote que dió cuando oyo una voz tan cerca de si, sin duda fue gracioso de alguna forma. Observó al chico sin saber por qué se dirigia a ella, asi que supuso que simplemente era educado o se aburria. - Ehh... hola. Soy nueva, es mi.. primer dia aqui, si. Y sí, estaba sentada con esa. - su gesto demostró el asco que le tenia en un santiamen, quizás demasiado terca y orgullosa para mentir sobre algo así. Observó al chico con curiosidad otra vez antes de responder. - Soy Akairaku, encantada. ¿Tambien eres nuevo?- lo preguntó mientras jugueteaba con el colgante, aun poco acostumbrada a tratar de forma normal con gente asi. ¿Seria hijo de buenos padres adinerados? ¿Seria un chico humilde?

Adel coge preferentemente flores azules en los jardiles de Isaaera... Parece que es su color favorito. Cuando se encuentra con Devi alza un poco la ceja y se acerca a ella.
-Vaya... Me resulta raro verte por aquí sola. Creí que ahora irías con la niña esa de fuego en todo momento. ¿Es tu amiga de la infancia o algo así? -chasquea un poco la lengua, sin dismular su desagrado por Akai... Y es que si la enana no hubiese sido tan orgullosa, quizá no le habría cogido tanta manía-.

Las flores más azuladas que se encuentra son esas algo cían, le recuerdan a las que trataron en clase.

-Suerte pues, yo no estoy apuntado a esas clases.- Dice Kross tirándose en el sofá. -Me quedaré cuidando el lugar en caso de que vengan las cabras vampiro a llevarse nuestras joyas.- Cierra los ojos. -Sabes? Es mejor vigilar dormido, esos seres le temen a las ondas mentales que emitimos en el sueño.- Da un bostezo.

-Hmm... Ahora que lo pienso... Me pregunto si habrá cómics en la biblioteca. Hace mucho que no leo la Shonen Jasopu.- Piensa mientras va cayendo dormido.

Llevaba una bolsita donde iba guardando las flores que más le llamaban la atención, aunque desconocía sus nombres... Simplemente se dejaba llevar, puede que por instinto, puede que simplemente porque le parecían bonitas.

-Mmmm- se encoge de hombros perezosamente ante las palabras de Adel sin perder su habitual sonrisa -la verdad es que acostumbraba a andar sola en bastantes ocasiones del lugar del que vengo- se había agachado para coger otra flor azul -me gustaba ir de un lado a otro y descubrir cosas sin nadie que me pudiese mirar raro o reñir por los lugares que frecuentaba...- guarda silencio por un momento mirando fijamente la flor que acababa de recoger para después guardarla en la bolsa. Comienza a subirse sin dificultad a un árbol cercano para ver si en él también crecían flores mientras hablaba desde allí.

Comienza a contarle a Adel de qué conocía a Akai: sus días siendo todavía más crías jugando con su hermano pequeño, las veces que se habían adentrado al bosque de los alrededores... -Pero luego conforme fuimos creciendo cada una tomó caminos diferentes. Yo me uní a un grupo algo... peculiar del Círculo Inferior. En él sólo habían personas más mayores y especializadas que  yo, pero mis dotes como "ardilla" les venía bastante bien gehehehee~ 

Había bajado de un salto del árbol. Había contado cosas que para ella eran cosas banales de su vida, pero temía haber podido aburrir a Adel. 

-Pero bueno- estira los brazos hacia arriba como si quisiera tocar el cielo -ahora estoy en la Academia, aunque cuesta adaptarse a estar quieta en un mismo sitio... Por eso quería aprovechar y descubrir un poco más los lugares más escondidos- esbozó una sonrisa animada, aunque con un toque algo misterioso. 

-Alguna vez me tendrás que contar sobre ti, Adel. Quiero saber cómo es que conoces el secreto del arco iris para las uñas. Y ese poder que tienes... es extraño, aunque no termino de entenderlo. ¡Pero mola mucho! Pero ahora...- se gira para mirar el gran jardín que se extendía a su alrededor -voy a ver si encuentro flores raras. ¿Sabes que hay flores que nacen en lugares con sombra? ... ¡Nos vemos luego!

No dudaba de que la chica pudiese ser ágil, pero no la veía capaz de seguir su paso saltando de árbol en árbol, moviéndose como una sombra entre las sombras. Y Devi parecía impaciente por ver más del lugar, por lo que no tardó en subir a otro árbol y perderse entre sus hojas. 

El chico le ofreció una sonrisa cuando ella terminó de hablar, momento en el cual el Comedor se abrió y pudieron pasar a buscar asiento y alimento.

-Sí, soy nuevo, aunque empecé en año nuevo en vez de... Bueno, ¡hoy!

Mientras recogía algo de comer, aún con ella, él se planteó el tono que Akairaku usó para referirse a Adel: -He escuchado algunas de las cosas que dice y... Bueno, parece un poco desagradable... Pero sí que tiene un cuerpazo, ¿Eh?- , aunque parece percatarse de algo tras decir eso, se frota un poco la nuca. -... No vayas a pensar que un cerdo ni nada, ¡Solo soy sincero!

-Pero, bueno, ¿Primer día y ya con una enemiga? Vas mejor que yo; el primer día ya me citaron al despacho del a Directora por... liarla un poco.

Akairaku se puso en pie, alisandose la falda y entra con el al comedor, siendo de los primeros en llegar. Echó un vistazo alrededor mientras le escuchaba, pensativa. Aunque al oir lo del cuerpazo le miró fijamente con cara de pequeña asesina.
- ¿Sabes que cuanto mas grandes antes se caen y se quedan fofas? El sujetador hace milagros. - Se picó, y bastante. Caminó mas rapido hacia las bandejas, sirviendose algo de comida sin mirar realmente que cogia, ofendida.
Siempre las tetonas son las guapas...

- La directora es una gran mujer, seguro que no te castigó demasiado, a no ser que te lo merecieras. ¿Que fue lo que hiciste?- se lo preguntó cuando ya se le fue un poco el enfado, que fue cosa de un par de minutos.
 

Percatándose que accidentalmente le ha dado una hostia bien dada al ego de la pelirroja, el chico suelta una risa nerviosa y se frota la nuca, pensando en como intentar suavizar lo que dijo.

-Errr... La he liado. ¡Oye, oye, no te enojes! Que ella será sexy, pero tu eres mona, y mona es el nuevo sexy, ¿Eh?- le apunta con las dos manos como si sus dedos fuesen revólveres.

-Además, uno nunca sabe: Si tu chica tiene melones, un día se da la vuelta mientras duermes con ella y te ahoga entre ellos mientras duerme ¡y ala, muerto! No vale la pena, no vale la pena.- niega con ambas manos, rápido. Eventualmente suspira, casi agradecido de que ella cambie de tema.

-Pues, he entrado al Laboratorio de Alquimia para intentar hacer una Poción de Mal Olor... Bueno, mezclar un montón de cosas que huelen mal y suelen dar gases y ver que pasa, y... Bueno, resulta que una de esas cosas que mostré... Se usa como combustible, además de ser un picante muy fuerte.- , se lleva la mano a la cara. -¿Yo que sabía? Es esa hierba roja, ¿Como co--- digo, como diablos se llamaba...? Fueguita, Quemita, Ignita... Algo así. Crece por la Academia y todo, por eso la escogí: Mi madre la ponía en las sopas, en invierno.-, ¡su madre cocina! Ya no puede ser un chico de los Círculos Superiores... ¿Que mujer rica cocina? Tienen sirvientes esos. Aunque Aka no le ha visto en su vida, quizás es del Círculo Medio o algo.

-¡Hm! Tu te lo pierdes. ¡Una tarde de entrenamiento mantiene al cuerpo fuerte y listo para todo!-, se lleva las manos a las caderas. -Quizás no lo notes si pasas solo una tarde entrenando, ¡Pero cada día te volverás un poco más fuerte, hasta que finalmente podrás hostiar cosas con mucho más poder que antes!-, ¿Está dandole un tutorial? Pobre Kross, va de personaje raro en personaje raro.

Aún así, si este decide que quiere dormir y sudar de Flay (altamente probable), no le molesta más. Aunque se queda ahí haciendo flexiones bastante rato más... A la hora se va y vuelve en quince minutos, trayendo el almuerzo para los dos. Si Kross ya ha dormido, le despierta poniendo un bol con una sopa cerca de su nariz, huele bastante bien~ Parece tener carne de algún tipo, se ve bastante tierna. Además, ¡verduras y arroz en el caldo! Al menos no tiene demasiada variedad, solo las más normales. Después de todo, si es el menú que van a comer todos, tienen que poner los ingredientes que a la mayoría de los alumnos le gusten.

-Eh, come. Te sentará bien, he escuchado que te han dado una paliza.-

Devi y Adel recopilaron algunas de las flores anteriormente mencionadas mientras hablaban. Eventualmente, cuando decidió irse por los árboles, se mostró defintívamente demasiado ágil para Adel.

Pronto se le escapa, metiendose un poco en el bosque. Adel queda sola, de momento.

Lo que sí encontró la pequeña ardilla humana es, en zonas algo sombrías, unas pocas flores muy simples con dos, tres, cuatro e incluso algunas cinco pétalos blancos ligeramente ondulados... No parecen haber de esas en muchos lugares, solo en zonas donde hay mucha penumbra: La luz del sol les llega algo disminuida por el follaje, parecen disfrutar del cuidado de la naturaleza. ¿De donde le habrá salido la inspiración para buscar ese tipo de flores? A saber, ¡pero ha rendido frutos! Parecen ser bastante difíciles de encontrar, al menos en los campos de la Academia...

Adel suspira cuando Devi se marcha de esa forma... y se dispone a pasear por ahí sin rumbo fijo, tomando las flores que más le llaman la atención y pasando así la tarde.

-¡Oye! Hola.- , una chica de pelo blanco aparece tras él, parece que le estaba buscando... A primera vista podría llegar a resultar similar a una alumna, considerando su aparente edad. Aunque el hecho que no lleve uniforme en un día de clases ya delata que ese no es el caso.

Se encuentran ambos en uno de los pasillos de la tercera planta, no hay mucha gente cerca: Todos han ido al comedor, o a hacer sus cosas.

-Soy Alma, me encargo de todas las cosas de tecnología guays de la Academia. Me ha llegado una carta de parte de Ñyan y Kura ha venido a comentarme sobre tí también y me ha hecho examinar las armas que han traído, imagino que sabes de quienes hablo, ¿No? Bueno, bueno, imagino que ya te habrán estado preguntando todos las mismas cosas así que no voy a repetirme, Ñyan ya ha sido meticulosa con los detalles de como has llegado y tal... Imagino que estarás un poco perdido con todo lo que pasó.

-No te preocupes, tus pistolas están a salvo, estoy esperando a que Luna, la directora, me de el visto bueno para devolvertelas. Supongo que estará algo preocupada al no saber quien eres ni tus intenciones ni nada...

-Así que... ¿Hay más mundos allí fuera, eh? Ñyan me dijo algo sobre eso hace tiempo, cuando trabajamos juntas... No le creí, pero... ¡Si que es cierto que esas pistolas no son tecnología que conozca! No quise revisarlas mucho, pero parecen... Tecnomágicas. Y yo aquí, usando pura balística, cuando de donde tu vienes hay pistolas que disparan magia...-, suspira con algo de frustración.

-... Bueno, bueno, estoy hablando mucho y no te he dejado ni decir hola.-, sonríe de lado, divertida~

La mañana fue bastante tranquila para Silver. Durmió hasta algo tarde, para cuando despertó ya todos los alumnos se habían ido. Eso le dejó las duchas libres para poder bañarse en total privacidad, después de todo ayer fue un día con mucho movimiento, quiérase o no el sudor termina apestando un poco, sin importar que tan pulcro uno sea. Y con el cansancio de subir la montaña entera a pie, y correr, y luchar... Y las tensiones, ¡y todo! Bueno... Difícil evitar el baño luego.

Cuando se termina de asear y sale al pasillo ya está empezando la tarde, es la hora del almuerzo. Parece que todos están yendo al Comedor. Recorriendo los pasillos se encuentra con una figura 'conocida', o al menos que le suena. Es la que parecía líder de esos mercenarios raros que manejaban los elementos.

-Ah, hola. Hope, ¿Verdad?-, se gira ante él y se reverencia, un gesto bastante educado en otras culturas, en Issaera no se suele ver más que de parte de los inmigrantes. -Quería disculparme de nuevo por lo que sucedió ayer. No pensamos que nos estaban mintiendo, de no habernos atacado ese mago... Quizás habríamos luchado contra usted. Hacerle daño a un inocente ya es malo, pero hacerlo para favorecer a un culpable... Es criminal, inaceptable.

-Espero no guarde rencor en su corazón.-, mantiene la reverencia durante todo el pequeño discurso, parece que está apenada. ¿Habrá estado pensando en ello toda la noche? Quien sabe.

Al parecer, segun la cara con la que le miraba Akairaku mientras dejaba la bandeja en la mesa y se sentaba, no era de que estuviera arreglandolo al seguir hablando de aspectos fisicos, y menos aun de que la llamase mona. Pero decidió no hundirle mas ni ponerle mas nervioso al aceptar que cambiase de tema al igual que ella.
Le observó con la boca abierta, cruzandose un monton de malas ideas por su cabeza. Al parecer ese chico no deberia ser la compañia adecuada si... Akairaku debia portarse bien, claro. ¿Pero un compañero de travesuras? Eso era ideal.

Y la sonrisa picara de su rostro lo reveló.
- Es una idea genial... Aunque deberias ser mas discreto. ¿Tu me ayudarias a recoger esa hierba, por casualidad? - La idea de mezclar a Akairaku con algo combustible, era un riesgo increible. Pero quemar una de esas hierbitas cerca de la cama de Adel para que apestase a picante hasta que le lloraran los ojos, fue una idea demasiado tentadora. Le puso ojitos para que no rechazara esa peticion, mirandole como un gatito abandonado.
- Cuando se quema esa hierba sale un humo muy picante y molesto, ¿no?- 
La idea de que su madre cocinara cosas calientes en invierno a probablemente una familia le picó un poco la envidia, mucho mas de lo que le hubiera picado que fuera un niño rico. Aunque era una envidia sana. El chaval ha tenido suerte.

Cierro el libro de herbología que estaba leyendo mientras suelto un suspiro.

---Creo que esto es todo lo que podemos encontrar ahora mismo ¿vamos a por la planta o prefieres descansar e ir ha buscarla otro dia?

La primera clase a la que asistió le resultó demasiado extraña como para creer que aquel lugar realmente se manejaba de aquella manera, la profesora había estado nerviosa durante toda la clase y los alumnos no parecían haberle prestado demasiada atención sin contar con las extrañas formas que tenían de actuar. Todo en aquel mundo era simplemente tan diferente de lo que el conocía que no creía que alguna vez pudiera llegar a acostumbrarse.

Había pensado en ver a la directora de aquel lugar para recuperar sus armas pero su camino se vio interceptado por una chica de cabellos blancos que parecía estar buscándolo-ella había mencionado tu nombre -dijo el simplemente luego de la catarata de cosas que le había soltado esa chica apenas verlo,por lo que alcanzaba a entender aquella muchacha era una forjadora de objetos aunque no igual a las que existían en su mundo-no se si existen otros mundos, pero he de suponer que es así-dijo en un tono plano dando por entendido que no era ningún experto en el tema a pesar de su propia experiencia-si mis intenciones son un problema me gustaría poder hablar con esta "luna" personalmente -dijo viendo una oportunidad de recuperar sus armas,incluso cuando aquel mundo no presentaba los peligros del suyo sus armas eran una parte de él y se sentía extraño sin ellas.

-Bueno... ¡Está bien! Vamos a buscarla y ya no tendremos que preocuparnos por esta tarea~

Con eso dicho, ella le acompañó hasta fuera de la Academia, donde pasaron un rato explorando en búsqueda de la planta.

Cuando finalmente la encontraron, cada uno recogió una o dos y se dispusieron a regresar a la Academia.¡Pronto sería un nuevo día! Ya comenzarian las clases optativas mañana mismo.

Adel recogió algunas flores y hierbas de cada tipo, teniendo ahora una gran variedad a su disposición. Así pasa su tarde.

Tras una cena sin que nada relevante suceda, se acercaría la hora de dormir. ¡Pronto llega un nuevo día! Y con él, las clases optativas.