Partida Rol por web

-Hmm...- piensa él, sonriendo de lado con picardía. -Te lo veo en la cara, ¡vas a liarla! Me apunto.-, no parece el tipo de chico que pueda evitar la tentación de meterse en problemas. ¿Será algo patológico?

-¡Venga, vamos a buscar las hierbas! Sé donde crecen. Y... ¡Seguro que el humo pica muchisimo! Sé que si se queman sale mucho calor, por eso lo usan de combustible y tal... Molan esas hierbas.

Tras el almuerzo, si Akairaku no se siente demasiado vaga, Alex y ella irían a los jardines, buscando esas hierbas. No costaron mucho de encontrar, recorriendo la muralla exterior vieron varias. Tras recolectar una buena cantidad como para poder experimentar (y de paso usarlas para la tarea que dio la profesora de alquimia), él se puso a mirar el lago.

-¿Sabes? Seguro que cuando hayan vacaciones esto será genial. Ya me imagino a las chicas del curso en bañador~-, curioso que no se corte de decir esas cosas frente a ellas. Por más de que tenga una mente de pervertido, parece no hacer diferencia entre un amigo hombre y uno mujer... Para bien o para mal. Tras mirarla de arriba a abajo, asiente suavemente. -Seguro te queda bien uno de una pieza. ¿O quizás dos? Hm... ¿Negro? Sí, con el pelo así de rojo y esos ojazos, de negro te verás genial~-

Está como para darle un golpe o dos.

-Venga. Por aquí, está en la séptima planta.

Ella le dirige por las escaleras, suben y suben...

Durante el camino, sigue hablando:

-¿Sabes? Me gusta mucho hacer maquinaria. Me encantan las armas de fuego, son mi especialidad. Ojalá supiese como hacer pistolas como las tuyas. ¿Tu tienes idea de como funcionan?

Cuando finalmente llegan a la séptima planta, se encuentran con un largo pasillo equipado con una alfombra carmesí, cuadros y estatuas de antiguos directores adornan la sala. Al final hay una puerta doble abierta, dentro hay una mujer de cabellos rojos, parece algo joven para ser la Directora: Seguramente esté cerca de sus 30. Uno habría esperado a un hombre barbudo y anciano, quizás...

-Oye, Luna, aquí está uno de los que vinieron ayer.

La mujer alza la mirada de los papeles que estaba firmando. Tras apartarlos, hace un gesto con la mano para invitarlos a pasar, hay sillas frente al escritorio donde está sentada.

Es una sala con forma de trapezoide, más ancha por la zona de la entrada que donde está el escritorio. Detrás hay un balcón, se puede ver el horizonte... Desde ahí puede Roland ver la fortaleza donde ha aparecido en este mundo, se ve tan lejos... ¿Realmente ha hecho todo ese camino a pie? Con razón anoche durmió tan bien.

-Ah... Hola. He hablado ya con los otros cuatro chicos, me faltaba conocerte a ti y a Silver.-, su sonrisa se muestra cálida. -Espero tu estadía haya sido de agrado hasta ahora. Me llamo Lunaire, soy la Directora de la Academia de Issaera.

-Me han dicho que vienes de, bueno, muy lejos... Y puedo sentir que tienes un aura fuerte.-

Ella piensa unos momentos antes de cruzarse de brazos, analizando la situación.

-Supongo que debes sentirte muy perdido. Lamento no poder hacer mucho por tí, pero al menos puedo ofrecerte estadía temporal aquí, considerando que has sido un posible objetivo de los secuaces de Reynolds...

-Me gustaría saber un poco más de tí, quién eres y que pretendes hacer de tu vida. Podría llegar a permitirte estudiar en la Academia y entrenarte con los demás chicos de tu edad mientras estás aquí, pero... Primero me gustaría saber con quien trato. Es la primera vez que me encuentro con una persona que viene desde otro mundo, es... Impresionante, a decir verdad.

- Dudo que quieras molestar a la señorita melones. Asi que eso lo haré por mi cuenta. Pero si algun dia se te ocurre algo que pueda parecer divertido, avisame. - Sonrió pilla y comió rapido, con mas ganas de planear su venganza que de comer bien. Y si, no dudó nada en cuanto fueron hacia el jardin, olvidandose por completo de las que debía buscar para la clase de Alquimia. Aunque se acordaría de ellas como trabajo extra, quizás. Le costó un poco el trabajo con las plantas, ya que tiene miedo de liarla quemando alguna por error, aunque todo parece salir bien. 

Sentada en la orilla del lago, le tiró una pequeña piedrecilla cuando se puso en modo pervertido, aunque eso hizo que se le ocurriese algo. Y se puso a reunir piedras muy cerca del agua, haciendo un pequeño circulo para evitar que se expanda algun tipo de fuego. En el centro del circulo, depositó unas poquitas briznas de la hierba que habían recogido.

- Ven aqui, pervertido. Vamos a hacer una prueba. Estate atento y salpica agua en caso de que prenda mas de la cuenta. Y yo no uso esas cosas.- Se descalzó y se acercó al agua, dispuesta para patear hacia la ''hoguera'' en caso de que se descontrolase. 
Aprovechando la molestia, puso la mano cerca de las hierbas y empezó a recordar cosas que la enfadaban, aumentando poco a poco la temperatura de su cuerpo para prenderlas.

El chico, tras recibir la piedrita, trastabilló un poco. Lo tomó por sorpresa, sí, ¡pero al menos no cayó al suelo! Solo le quedó un pequeño raspón en la frente.

-¡Oye! Eso duele.- , se queja, frotandose. Él observa como ella calienta las hierbas, las cuales rápidamente se prenden fuego. Parecen bastante ignífugas... Las piedras que rodean la pequeña fogata evitan que el fuego se esparza mucho, haciendo el experimento bastante seguro.

Sale un humo algo rojizo y bastante oscuro de las plantas, definitivamente huele picante...

No sabía muy bien si había sido instinto o simple curiosidad, pero Devi había llegado a algunos rincones algo alejados y oscuros. Aunque esto, lejos de asustarle, parecía divertirle. Lo veía como un juego, una especie de aventura. 

-Parece que la Academia sí tiene lugares interesantes...- guardaba con cuidado todas las flores extrañas que encontraba, creando con un movimiento rápido de la mano una película de aire a su alrededor que les permitiera tener oxígeno para no asfixiarse. 

De vez en cuando miraba a su alrededor procurando no perderse...demasiado. 

Miraba detrás de algunos matorrales, debajo de los árboles, dentro de los troncos... incluso buscaba por el suelo algo que pudiese resultar interesante, como una trampilla o salida/entrada secreta de la Academia. 

-Todos los lugares importantes y tan grandes tienen escondites y pasadizos... Por lo menos eso me contaba madre de las historias que contaban los yayos sobre castillos y princesas.-

- Jijiji... Creo que si uso apenas una brizna de hierba en algun recipiente que aguante bien el calor, como algun cenicero o algo asi y lo meto bajo su cama... le apestaré las sabanas y ni se dará cuenta ni prenderé nada. - sonrió con una autentica aura malvada rodeandola, como si planeara la exterminación de las razas sobre la tierra de Issaera. Pero solo era una pequeña trastada. Y luego miró a Pervertido-kun y poniendose a favor del viento, sopló y meneo el aire con las manos para enviar algo del humo a el y que le picara, con una risa. Aunque sus ojos tambien le escocían. 
- ¡Castigado por pervertido!- Realmente el chico le caia bien. Sentía que podia ser natural con el, y quien sabe, quizás mas adelante pudieran llegar a ser amigos.

Para su sorpresa la oficina de la directora de aquella escuela estaba en la séptima planta,luego de haber visto lo masivo que era aquel lugar no debería estar sorprendido pero aún así no recordaba la última vez que había estado en un lugar tan alto-se como hacerlas funcionar pero temo que los secretos de su creación y las runas que llevan ereran secretos que sólo conocían aquellos que tomaban los votos de la forja-dijo el simplemente mirando a la chica con curiosidad, a juzgar por sus palabras y el entusiasmo que demostraba estaba seguro que de haber nacido en su mundo habría llegado a ser una maestra de la forja excepcional.

Cuando finalmente llegó hasta la puerta de la dirección se sorprendio ante la familiaridad con la que la chica se dirigía hacia la máxima autoridad de aquel colegio quien además parecía más una joven hechicera que la imagen que hubiera esperado del director de una escuela que al parecer tenía una gran fama en aquel mundo; pero una mirada en sus ojos fue más que suficiente para darse cuenta que aquella mujer era mucho más de lo que parecía a primera vista, sonaba amable e incluso parecía genuinamente preocupada por el aunque era evidente que su situación le resultaba tan extraña como al resto de las personas que se había cruzado hasta ahora-agradezco mucho su gentileza aunque no se si mis conocimientos sean adecuados para la enseñanza en este lugar-dijo mientras tomaba un asiento frente a ella-mi nombre es Roland hijo de Steven deschain y hasta donde se soy el último de los pistoleros-dijo el mientras comenzaba a contarle su historia sobre Arthur eld el primero de los pistoleros y como había conquistado el mundo medio y convertido a los pistoleros en guardianes de la paz. Continuo con la traición de farson y su propia historia en un mundo agonizante que lo había llevado hasta el extremo del mundo y a aquel nuevo lugar.

La directora escuchó con atención toda la explicación que Roland tuvo para ofrecerle. Parece muy interesada en ella pero no como la mujer con quien se encontró al llegar: Ñyan parecía tener un interés meramente científico sobre su historia, Lunaire parece querer saber quién es él, por qué está donde está y que tipo de persona será, ¿Alguien confiable o no?

Una vez termina, ella asiente con suavidad. -Veo que has tenido una vida difícil... Lamento que hayas pasado por todo eso.-, parece pensar un poco sobre él, intrigada. -Aún así... Aunque creas que no tienes los conocimientos necesarios para aprender aquí... Bueno, ninguno de mis nuevos alumnos realmente los tiene. Algunos de los jóvenes con los que he tratado ni siquiera sabían leer o escribir.-, sonríe con suavidad. -Siendo tan maduro y serio, dudo mucho que te sea difícil acomodarte al ritmo de las clases. En especial teniendo ese aura, habla mucho de tu potencial...-, se lleva la mano al mentón, pensativa. -¿Será eso lo que te permitió sobrevivir en tu mundo...? También podría ser que haya sido un efecto secundario de tu viaje... No lo sé realmente.

-Aquí entrenamos a nuestros alumnos no solo en magia y alquimia sino en combate: Casi todo el profesorado ha sido en algún punto de su vida un aventurero o mercenario.

-Si prefieres tomarte tu tiempo antes de comenzar, no soy quien para forzarte... Después de todo, has pasado por mucho estos últimos días...

-Si en cambio quieres inscribirte, mañana comenzará el primer día de las clases optativas. Podrías unirte a los chicos de primero, quizás...-, ella piensa un poco, mirándole. -Alma, la chica que te ha acompañado hasta aquí, imparte clases de disparo con arcos y armas de fuego. Luego tenemos clases de control de los elementos, medicina, clases sobre artes oscuras y de lucha, artes marciales. Por último, hay clases de combate con armas, espadas y similares.

-Si te interesa alguna de ellas, puedes participar mañana. Sino... Bueno, puedo intentar buscarte algo para hacer.-, asiente.

Él asintió varias veces ante la idea de Akairaku, parece que le gustan ese tipo de tretas y actividades pseudo-maliciosas. Cuando ella se pone en esa posición, él no puede evitar mirarle con confusión... ¡Y luego ponerse a toser y cubrirse los ojos cuando le llenan de picante humo!

-¡Ah! ¡Eh! ¡No hay nada de malo en ser pervertido!-, se frota los ojos, -¡Pica, pica, ya vas a ver...!-, el toma un poco de agua del lago cercano y primero lo usa para limpiarse la cara, que ya empezaba a lagrimear por el picor... Y luego vuelve a tomar agua para lanzarsela a Akai.

Sonrio de forma amable al escuchar sus palabras. Con una sonrisa, le revuelvo el pelo mientras le digo:

-No te preocupes, Hinata-hablaba con un tono de voz tranquilo, la chica no tenia culpa de nada y no iba a ser yo quien le castigara-Teniendo en cuenta la situacion en la que me encontraba, es facil tacharme de criminal, no es culpa tuya. Ademas, el hecho de que os pusierais tan serios por acabar con un... ¿devorador de niños?¿Era eso? Supongo que al menos me dejarian cocinarlos un poco, crudos seguro que sabrian mal-me rio un poco metiendome con ella, me parecia una chica muy seria, asi que seguramente sera facil de molestar-Bueno, el caso es que sois amantes de la justicia y con eso llega. Por otro lado, creo recordar que nadie salio mal de aquel encuentro, ¿No es asi?-obviamente, no cuento a aquellas ratas que se autonominaban "guardias"-Asi que no tienes que preocuparte.

Para su sorpresa la directora se mostró sumamente compasiva y abierta con el,incluso cuando había dejado de lado algunos detalles como el asesinato de su madre no podía esconder el echó de que tenia sangre en sus manos aún cuando siempre había peleado en defensa de sí mismo-realmente agradezco su oferta,hay tanto que no conozco de este mundo que quisiera comenzar a aprender lo más pronto posible-dijo viendo que en efecto había mucho para aprender en aquel lugar,aún no había pensado exactamente cuales tomaría pero seguramente la de aquella chica de pelo blanco estaría entre ellas,incluso si no había nada que pudiera enseñarle en cuanto a disparo había muchas otras cosas que seguramente podía mostrarle-si no es mucho pedir me gustaría recuperar mis armas,debe comprender que son algo muy preciado para mi-dijo finalmente. 

La chica se muestra algo sorprendida ante como le revuelve el pelo y bastante incómoda cuando le remarca su error, parece no apreciar equivocarse, le da culpa. Aún así, suspira un poco y alza la mirada al techo.

-Supongo que los Guardias que nos habían contratado han sufrido un destino... Oscuro. Pero... También eran personas que estaban dispuestas a mentir para causarle mal a otros...-, parece no estar segura de si dejarle morir ha sido lo correcto. Tampoco es que podría haber hecho nada para salvarle...

-... Con los demás de mi grupo hemos decidido quedarnos aquí. De cierta forma, parece que gracias a tí tenemos una oportunidad que nunca creímos conseguir. Ike, el chico que controlaba la Tierra, es el único que no está muy conforme. Supongo que su elemento le representa bien: No quiere estudiar, solo quiere entrenar y hacerse fuerte.

Ella suspira con suavidad. -Aún así... Hemos hablado con la Directora. Parece que las clases comenzaron hace dos días, el Lunes... Me ha dicho que el temario impartido la primera semana no es muy pesado, que es conocimiento general para establecer las bases.

-Mañana se supone que empiezan con unas clases especializadas a elección de los alumnos... Nosotros hemos optado por ir a las impartidas por Tao. Hemos escuchado que es una discípula de Nero. No sé si hablan mucho de él aquí, pero en donde crecimos, él es reverenciado como un héroe.-, Silver ha escuchado sobre ese tal Nero: Un gato que va a dos patas. No es un híbrido, es un gato antropomórfico y ya, una rareza. Los rumores dicen que es uno de los mejores espadachines de todo Aether, pero salen de las mismas bocas que decían que Silver es un fantasma vengador así que no es muy seguro que tan cierto es eso.

-... Espero...- murmura, apartando la mirada antes de volver a observar a Silver, -... Espero sea posible que volvamos a comenzar, como compañeros.-, asiente. Parece respetarle, por algún motivo.

Y ahi fue cuando el caracter alegre de Akairaku se disparó. Tan energica como era, solo necesitaba un empujoncito para estallar. Se echó de nuevo a reir cuando vio que el humo habia funcionado y cumplia su tarea. Colocó cuidadosamente sus cosas en la hierba, metiendo en alguno de los bolsillos las briznas que necesitaria para la venganza y tras ser mojada, se giró hacia el, encarandole con una sonrisa que haria pensar que es una pequeña psicopata. 

- ¿Quieres guerra?- Sonrió de oreja a oreja y corrió hacia el para intentar agarrarle y tirarle al agua. Tan poco fina como era, le importaba casi nada el terminar empapada. Prefería pasar un buen rato a estarse preocupando por si hacía algo mal. Y aunque el clima no acompañaba demasiado, jugar en un lago siempre era divertido.
- ¡Te llamare Hentaii-kun si sigues siendo un pervertido! - 

-Por supuesto.- dice ella con una suave sonrisa.

-Las tiene Alma en su taller...-, dice mientras mira detrás del hombro de Roland, -... Parece que ya se ha ido.-, suspira ligeramente y niega con la cabeza, parece que está acostumbrada a este tipo de cosas. Prontamente escribe una pequeña nota y se la ofrece a Roland. -Dasela a Alma, su taller está en la Planta -3 de la Academia. Imagino que allí es donde habrá ido.-

-Presentate a la clase que desees mañana, ya me avisarás cuando hayas decidido que otras asignaturas te interesan. La próxima clase de Alma creo que es este Viernes... Así que si quieres hacer alguna otra mañana o ir a mirar, adelante.

Con esto dicho, Roland quedó en libertad. Durante el resto de la tarde tuvo tiempo de sobra para ir a buscar sus armas, las cuales le fueron entregadas sin chistar en cuanto presentó la nota.

Tras una cena adecuada en el Comedor, solo quedaba ir a dormir para mañana afrontar un nuevo día.

Devi paseó por aquí y por allá, explorando rincones y recovecos. 

Encontró por los exteriores una serie de cuevas, cerca del lago y por debajo de las grandes escaleras por las que pasaron al entrar a la academia.

Parecen ser muy poco profundas y haber sido construidas con magia, algunas incluso tienen algo de agua y todo. Están algo ocultas, seguramente fueron usadas por alumnos de cursos anteriores (¡quién sabe cuan antíguos!) para tener ratos privados.

Parece un lugar ideal para llevar a una pareja~

También encontró bastantes entradas y salidas del castillo, ninguna precisamente secreta pero tampoco necesariamente popular o vigilada.

No pudo encontrar trampillas o pasadizos secretos... ¿No los habrá o estarán bien escondidos? ¡A saber!

Así pasaría la tarde, buscando y explorando... Tras la cena, solo quedaría ir a dormir y mañana participar de la primera clase optativa~

No es que esté demasiado frío el clima precisamente. Está atardeciendo, sí, pero siguen siendo los finales del verano y principios de otoño~ Cuando ella se le tira encima, Alex soltó un pequeño grito de sorpresa y consiguió abrazarse a ella, haciendo que ambos caigan al lago.

-¡Eh, oye!- , dice él mientras le suelta y asoma la cabeza -¡No me digas 'Hentai-kun'! ¡Suena depravado y no soy un depravado! Además, con el uniforme que llevas, incluso si te lanzo un balde de agua encima no creo que pueda ver nada.-, por supuesto que lo primero en lo que pensó es en eso. Parece bastante alegre, divertído~ Chapotea un poco para lanzarle más agua a la cara.

-Eh, estás caliente.- , dice sin pensar y luego parpadea, sorprendido: -¡Me refiero a que tu cuerpo está caliente!- , se lleva la mano a la cara al ver que solo lo empeora, -¡Digo que tienes la temperatura alta!

Casi se atragantó al ir con el al agua, porque no podía reir y aguantar al aire al mismo tiempo asi que... Sí, tragó agua. Pero luego sacó la cabeza fuera, tosiendo. Tardó poco en volver a sonreir y salpicarle. 
- Lo siento, te has quedado con el apodo. Y le dire a Tetas-chan que vas detrás de ella. - alzó y bajo las cejas, en una amenaza con segundas, probablemente para hacerle chantaje. Se cubrió con los brazos al recibir las salpicaduras, con una sonrisa de oreja a oreja.
- Y... si, bueno. Soy asi. Soy una estufita. Aunque no se por que te pones tan nervioso.- lo bromeó, aunque es cierto que aun le parecia raro estar tan febril. Era algo incomodo por los cambios de temperatura, pero poco a poco se iba acostumbrando. Y sobre lo otro... no habia pillado el doble sentido, era demasiado inocente en algunas cosas. Dejo el cuerpo flotar, observando el cielo y suspiró. Aun no se creia la suerte que tenia.

-Eso no es justo.- se queja él, escurriendose un poco el pelo. Cuando nota que ella no pilló el posible doble sentido de que esté 'caliente', se relaja: ¡No hace falta explicarse! Mejor, estaba preocupado de haber quedado mal, y al final sin problemas~

-¡Ahora tendré que darme una ducha! Y cambiarme de ropa.-, quejica, aunque parece contento de todos modos. -¡Y además! ¡No voy detrás de la tetona! Solamente es tetona, ¿Y qué? Las tetas no lo son todo.- , se cruza de brazos, ofuscado.