Partida Rol por web

Con una sonrisa amplia ante el gesto de mi compañero canalizo la disformidad a través de mi para distorsionar mi visión. En un segundo voy quedando diluido ante los ojos de mi compañera, y tras colocarme las gafas de visión nocturna, activo mis enmudecedores y me preparo para penetrar en la oscuridad de ese cuarto. Antes de entrar le digo en voz baja: Vigila y avisa si algo va mal ¿Va?, háblame mientras busco, coméntame en voz baja que estamos buscando exactamente. Y tras esas breves palabras penetro en el cuarto y observo con mucho cuidado en primer lugar si hay alguna clase de sistema de video vigilancia, o grabación de sonido. Lo primero me preocupa más que lo segundo, pues tengo activado mi equipo de silencio.

     Hace un momento estaba allí y al segundo siguiente no... ese era el tipo de cosas que la ponía nerviosa de los psíquicos. Al poco la voz de Víctor surge de la nada y ella no puede evitar que se le pongan los pelos de punta. - No se bien que buscamos. Le susurra en la lengua secreta. - Documentos quizás o algo que descubra la tapadera del resto de pasajeros. Conoce a tu enemigo... continúa. - Si me oyes silvar, sal corriendo. Dice botando la puerta, dejando solo una rendija abierta.

Aquellos piratas se habían acercado por fin lo suficiente al barco y ahora estaban sobre la cubierta, así que aproveché el que sería quizás el último disparo a distancias separadas que podía hacer y al más cercano le disparé en toda la cabeza. La bala no pareció hacerle mucho, pero al menos le había tocado un poco, quizás de refilón. No dije nada pues sobraban las palabras.

Ya teníamos encima a los piratas. Bien, por fin algo de acción. Ya me estaba aburriendo. - pensé.

De repente levanto la cabeza y veo a uno de los piratas justo delante mío así que sin pensarmelo dos veces levanto el Rifle y disparo alcanzándole en la Pierna Derecha.

Apenas formulo la pregunta a Malek empiezan a llover granadas que hacen que la cubierta se llene de humo. Para cuando consigo volver a ver observo que tenemos justo delante 2 Piratas así que en vistas de que Malek está herido y no sé su estado decido disparar a quemarropa mi Rifle impactando a ambos Piratas en el pecho.

Buen disparo. - pienso al verlos caer hacia atrás.

El disparo de Narya roza el costado de la cabeza del pirata, quien gracias a un traspies afortunado evita por centímetros dejar desparramado su cerebro por todo el lugar. Este salta hacia adelante, levantando la pistola y disparando, pero la asesina inmediatamente observa el ángulo de tiro y se mueve, dejando al pirata apuntando y disparando al vacío.

Quill patea en el estómago al pirata que cae, agarrándose el muñón que alguna vez fuera su pierna derecha. El hombre se desangra en la cubierta mientras Quill rápidamente busca otro objetivo. Entre la niebla, ve a un pirata frente a Malek que cae al suelo tomándose el pecho, mientras que otro se lanza a por la espalda de Malek con un enorme cuchillo. Este lo advierte en el último momento y se mueve a un lado, esquivando la hoja por los pelos.

El pirata frente a Vymer da un par de pasos, intentando sostener las tripas que bajan por su cintura, para tambalearse y quedar tendido de bruces en cubierta. 

Un pirata sorprende a Eisen de entre las sombras, descargando una corta ráfaga contra el. El Clérigo cae al suelo tomándose el costado, por donde comienza a surgir un hilo de sangre.

Otro pirata salta sobre Jhon, con una sucia bayoneta en su rifle, cargando con furia, pero fallando por poco cuando el entrenado médico da un paso al costado.

A su vez, un pirata aparece justo frente a Marcus, quien se está apeando del pesado cañón. Aún en la silla, el disparo del pistolón del atacante se deflecta en la protección del arma montada, haciendo un sonoro clanck! contra el metal.

Por el pasillo baja el ruido del combate allí arriba: parece que los atacantes han conseguido abordar al Cygnan Martyr, por los disparos, gritos y ajetreo que se oye sobre sus cabezas.

Revisas entre las pertenencias de la habitación, teniendo cuidado de no mover cosas fuera de lugar, o delatar tu inspección. Encuentras algunas piezas mecánicas desarmadas sobre una mesilla, alguien ha estado jugando con algo aquí pero a simple vista no sabes qué es.

Un pañuelo de seda oculto entre las ropas lleva un logo con una palabra debajo, "Malfi", y nada más. En esta habitación duermen dos hombres, y siendo que cada "sector" es por grupos, es de Lanus y su ayudante, o de los dos hombres de armas que hablaran con Malek anteriormente.

El movimiento persiste, aunque se detiene cada par de pasos. Te asomas apenas a la puerta, arma en mano, y ves a un hombre bajo, con apenas una corona de cabellos ralos y un sucio hábito de monje, comprobando si alguna de las otras puertas del pasillo están abiertas o cerradas. Todas parecen resistirse a él, por lo que tambaleando comienza a volver hacia la habitación donde te encuentras...

     Daga comienza a impacientarse. Todo requiere su tiempo, y mas un registro concienzudo, pero con los asaltantes ya sobre el Cygnan, la cosa podría ponerse fea en cualquier momento. Aunque era también una buena distracción para evitar ser descubiertos. Seguramente el resto del pasaje estaría demasiado ocupado protegiendo su vida como para preocuparse por ellos. Estuvo por un segundo tentada de azuzar al psíquico, pero se contuvo. Como poner nervioso a Víctor podría ser contraproducente para su concentración en la tarea, decidió en el último momento no apresurarle. Vamos, maldita sea... pensó.

Unas sombras en el extremo del pasillo te dicen que alguien anda por ahí, tal vez entrando o saliendo de la zona de dormitorios. Pero el silencio, o al menos la ausencia de disparos y gritos, te hace entender que el combate no ha llegado hasta este lugar aún.

Con cuidado de no mover nada de su sitio termino de revisar la habitación y salgo rápidamente de ella. Cuando estoy fuera cierro con cuidado y le hago un gesto a Daga de que ya puede cerrar sin problemas. Entre susurros le digo: Nada, nada extraño al menos, por lo que he visto había algunas piezas mecánicas desmontadas sobre la mesilla, las cuales no tenía ni idea de que eran, luego si quieres te dibujo un croquis, y un pañuelo de seda que estaba oculto entre las ropas y llevaba un logo con una palabra debajo, "Malfi" ponía. ¿Seguimos? La situación no me gustaba nada, en cualquier momento el asalto de arriba podía tornarse desfavorable, o los ocupantes de los camarotes volver. Así que habría que moverse rápido.

Aquel tipo había elegido mal lugar para abordar el barco, el primer disparo había sido un chasco porque el tipo se había resbalado, menuda suerte, pero del segundo no se libró. Un leve punto rojo se situó en su frente, sobre el puente de su nariz, en el mismo sitio donde la cruceta de mi mira se centró. Una milésima de segundo tardó su cerebro en salir disparado de la cavidad craneal tras apretar mi dedo el gatillo. Sin nada que hacer excepto abandonar toda función básica su cuerpo cayó al suelo con un ruido sordo.

     ¿Malfi, eh...? Esto no presagia nada bueno... - Muy bien. Susurra a Víctor en la lengua secreta. Con diestros y calculados movimientos, Daga vuelve a usar sus utensilios para volver a cerrar la puerta en cuestión de segundos. - Veamos si podemos revisar algún otro camarote antes de que el polvo se asiente... Continúa. Sin mas, se da la vuelta y se dirige hacia la zona exterior del pasillo a ver si los tipos siguen allí. - Imagino que lo habrás dejado todo como estaba ¿no? Añade.

Le sigo muy de cerca y ante su pregunta me limito a mirar a mi compañera con expresión divertida. Si, esperemos que no noten que ahí ha habido alguien, o que no tuviera elementos de grabación de imagen, porque pensarán que un fantasma ha invadido el barco. Continuemos entonces. Sin mediar más palabras sigo a Daga por el pasillo, esperando que evalúe si desea abordar otro camarote o si prefiere no tentar más a la suerte.

Caminan hacia el eje de unión de los sectores, lentamente y sin hacer ruido. Antes de salir del pasillo, advierten que de los dos monjes que custodiaban el pasillo hacia los aposentos del Abad (donde Viktor detectaba alrededor de una docena de "señales"), solo queda uno. Y este parece un tanto nervioso, lanzando miradas de costadas hacia la entrada del pasillo... que va a vuestros camarotes.