Partida Rol por web

Tras una larga caminata sin ningún tipo de interrupción, una pequeña fortaleza se alza frente a vosotros, cubierta de vegetación y parcialmente en ruinas. Un estanque de aguas oscuras rodea el extremo de la fortaleza que hay frente a vosotros, y otro estanque linda con la esquina noreste. La estructura está rodeada por una larga muralla formada por muros medios deshechos de 15' de alto cubiertos de plantas trepadoras. Esta muralla rodea una torre sin ventanas que se alza hasta el doble de la altura de las paredes, en el extremo norte. Un rastrillo bloquea el paso a través de las murallas en la esquina sureste, que es la que está frente a vosotros. Pueden verse las oscilaciones de la luz de un fuego escapando por las saeteras que hay en la muralla cerca del rastrillo, y lo que parece ser una antorcha arde también delante de la fortaleza. Una delgada línea de humo se alza en el aire cerca del portón.

El rastrillo oxidado de hierro que bloquea el camino conduce a un pasillo cubierto que penetra en el recinto amurallado de la fortaleza. Hay saeteras recorriendo la pared exterior junto al portón, así como una de las paredes del corredor qeu hay más allá de la puerta. Otro rastrillo bloquea el final del corredor, mientras que escombros salpican todo el suelo, probablemente pedazos caídos del techo.

Yandrak miró a su dragoncito volador y no tuvo más que decirle. Señaló la fortaleza y le indicó que saliera volando hacia allá para que le diese toda la información que sus afinados ojos pudieran ver. Número de enemigos, posiciones, lo que estaban haciendo, puntos flacos de la muralla... ¡Cualquier dato podía ser muy útil en aquella incursión!

Tras un camino ligero y sin casi sobresaltos, llegamos a un nuevo lugar.

Creo que hemos llegado donde pretendiamos, asi que lo siguiente es averiguar si nos estamos solos o no - les dijo en voz baja.

Askabal observo que la "mascota" de Yandrak salia en busca de algo o alguien.

Mientras, el se dedicaria a rastrear el terrero en busca de algun lugar donde poder guiarles mas a salvo.

Ganzúa aguardó a que aquella lagartija voladora volviera. 

Allí poco podía hacer así que se encaramó al árbol más cercano miró los alrededores.

Kassmal avanzó junto a los humanos, ayudando en lo que podía. No estaba seguro de que la ruta fuera la adecuada pero, después del tratamiento recibido, se mostraba reacio a enfrentarse con el guía del grupo, asi que decidio callar y no hablar si no se le preguntaba.

Parece las fauces de algún animal, y nosotros estamos yendo hacia allí, Sera mejor que busquemos alguna forma de trepar las murallas, lejos de la entrada, donde están las antorchas y las saeteras, si eran descubiertos antes de poder entrar, estaríamos regalados a sus ataques, espero que alguno descubra algo.

Adam observa al pequeño dragón de Yandrak mientras se aleja. La esbelta criatura atrae sus pensamientos, preguntándose una vez más cómo es posible que el gnomo tenga un ser tan curioso como acompañante. No hay mucho que pueda hacer mientras esperan que regrese, así que se entretiene explorando con la mirada la fortaleza a la que han llegado.

Todo parece desierto, salvo dos perros que hay a los lados del gran edificio. Si no es por el portón que tenéis enfrente, no parece que haya otra forma de entrar. Quizá si os inventáis algún tipo de historia, los que estén guardando la fortaleza os permitan el paso.

Los más atrevidos se acercan un poco para ver lo que oculta el portón. Es espacioso y confortable en su interior. Una mesa redonda se alza en la esquina opuesta a la puerta, rodeada por cuatro sillas de respaldo alto. Un fuego arde en un hogar a la derecha de la puerta, proporcionando luz y calor, y emitiendo una línea de humo que escapa a través de un agujero del techo. Tras el fuego, dos esteras de paja yacen contra el suelo de piedra, y a la izquierda de la puerta unas cuantas cajas grande están apiladas en una esquina.

Veamos si puedo percibir algún tipo de ruido del interior, callad un momento - les dije en voz baja.

Askabal intentó poner atención, sin distraerse de los ruidos del exterior.

Kassmal obedecio y guardo silencio. Sus oidos reptilianos, atentos hasta al vuelo de una mosca. El lagarto no tenia buena vista pero si buen oido.

-Ssssh

Las leyendas de esa zona empiezan a sonar en tu cabeza, aunque son muy antiguas...

Durante 300 años el tranquilo valle entre los picos del Trueno y las tierras élficas de Sembercîna fue la próspera comunidad del valle de Sessren. En el 1.232 CV, los gobernantes militares del valle de Arkhen acusaron al Señor del crepúsculo del valle de Sessren de hechicería, afirmando que el señor sombrío había contaminado la tierra con nigromancia y otra magia maligna. Los ejércitos del valle de Arkhen marcharon contra el valle de Sessren, desatando un baño de sangre que duró tres semanas. Fueran falsas o ciertas las acusaciones del valle de Arkhen, el valle de Sessren reunió una poderosa magia en su defensa, y las pérdidas fueron terribles por ambos bandos.

Al final, el Señor del crepúsculo fue derrocado. Los habitantes del valle de Sessren fueron trasladados al oeste hacia el interior de Cormyr, sus riquezas pasaron al valle de Arkhen, sus edificios fueron quemados y sus tierras sembradas de sal. El valle de Sessren ya no aparece en los mapas de las tierras de los valles, y está prácticamente olvidado.

El destion del Señor del crepúsculo es un tema de especulación. Algunos dicen que fue muerto; otros afirman que su nigromancia le permitió persistir más allá de la muerte. Muchas historias coinciden en que, vivo o muerto, el Señor del crepúsculo huyó hacia Cormyr y se asentó en el Gran pantano. Casi 150 años después, pocos dirían que el Señor del crepúsculo todavía puede permanecer en el pantano; a no ser que sea un liche, como algunas historias sugieren.

No obstante, hay una leyenda menor relacionada con el Señor del crepúsculo que mantiene que empleó su magia para pasar al plano de la Sombra.

-Sssabeis...hay una leyenda de mi gente. Una hissstoria ssobre un poder ossscuro que vino del Este. Lo llaman el sseñor del crepússculo y ssse dice que ronda por essta zona. Algunoss hablan de liche. Otrosss de algún otro tipo de no-muerto. Nunca lo he conssiderado una hissstoria para niñosss, por las nochesss ssse ven cossasss en el pantano... tened cuidado.

Askabal miró con el ceño fruncido a Kassmal, como sugiriendo que se callase.

Ya nos contarás esa historia más adelante. 

Si salimos vivos.

Yandrak miró con preocupación al reptiliano. Si había una historia como aquella en lugar como aquél, estaba claro que sería cierta. Así que lo mejor era tener a Bahy pendiente de cualquier movimiento de la zona. No te vayas muy lejos y vigila, si ves cualquier cosas rara, ven volando hasta nosotros. Le dijo a su familiar.

Después miró el montón de cajas. Qué os parece, dijo mirando a los más fuertes del grupo, como a Adam y a Wiberg, si alguno de vosotros trepa por el muro y después apila esas cajas para que todos podamos colarnos en el interior de la fortaleza. Parece estar bastante desprotegida, solo hay un par de perros, que con unos cuantos ataques a distancia seguramente podamos eliminarlos.

El problemo creo que va a estar para subir por la muralla, aunque quizá podamos ayudarnos entre todos. Concluyó mirando de reojo a su dragoncito por si le tenía que alertar de algún peligro.

El fuego se encontraba a la derecha, quizás por el otro lado estuviera más oscuro y fuese más sencillo entrar en aquel lugar. 

Ganzúa miró a Askabal y señaló el lugar con la cabeza. 

¿Intentamos trepar por allí y lanzar una cuerda para que los demás suban?

Askabal estaba algo mosca. ¿Para qué narices tendrán que hablar en alto estos dos?

Cuando Ganzúa le propuso esa idea, él simplemente le dijo mediante señas:

Ok, primero intentamos oir algo - le miró llevándose un dedo a una de sus orejas.

Luego iremos hacia allá - concluyó haciendo gestos con la mano.

La verdad era que la mascota de Yandrak nos estaba viniendo bien, así tendrían unos ojos que verían zonas que los nuestros no podían llegar.

Susurro al grupo, Puedo tratar de subir, pero no soy nada sigiloso, primero debemos eliminar a los guardias con sigilo y para eso no soy nada útil.

Miro a Ganzua y Askabal que son los que pueden cumplir con esa tarea.

Bien, entonces lo mejor será tratar de trepar por el lugar más alejado del fuego. Así quizá no esté tan vigilado. Si yo logro trepar, también puedo encargarme de forma silenciosa de los perros.